Ejercicios de tasas de natalidad y mortalidad



3.1.LA MORTALIDAD

La Tasa de Bruta de Mortalidad (TBM) es el número de fallecidos en un año cada mil habitantes. Se considera que es baja cuando está por debajo de 10 ‰ y alta si supera el 15 ‰ . El descenso de la mortalidad comenzó en España más tarde que en el resto de los países europeos, y además fue un proceso más lento.El descenso de la mortalidad en España comienza a principios del siglo XX. Hasta esa época las tasas españolas eran muy altas, con períodos catastróficos. 1919-1935 tuvo un fuerte descenso, situándonos cerca del 16 ‰; aunque el episodio de la guerra civil refleja un aumento de la tasa de mortalidad; en 1952 se dan las primeras cifras de mortalidad baja (por debajo del 10 ‰); a partir de 1980/81 se inicia un ligero crecimiento que se debe al envejecimiento de la población española, y que se frena a comienzos de 2000, con el rejuvenecimiento que ocasiona la llegada de inmigrantes del extranjero. En 2012 la TBM era de un 8’7‰.
Tasa de Mortalidad Infantil (fallecidos menores de un año por cada mil nacidos). Se ha pasado, desde 1865, de una TMI del 187‰ al 3,65‰ en la actualidad. Es decir, ha habido una reducción del 183,35 ‰.La Esperanza de Vida al Nacer es el promedio de edad al que, si la mortalidad se mantuviese constante, fallecería el nacido, siendo hombre o mujer. La EVN ha aumentado considerablemente en España (somos uno de los países más longevos de Europa).Las causas del descenso de la mortalidad se pueden clasificar en tres grandes grupos:La disponibilidad de mayores recursos, que se traducen en una mayor y mejor alimentación, que evita las hambrunas y las situaciones de desnutrición que posibilitan las pandemias.La aplicación generalizada de los progresos médicos, de especial importancia para la disminución de la mortalidad infantil.El establecimiento de medidas de higiene públicas, como el suministro de agua potable, las redes de alcantarillado, el sistema de recogida de basuras, etc…

Distribución de la mortalidad

La mortalidad no afecta a toda la población con la misma intensidad. Podemos establecer tres diferencias:

Diferencias por sexos

La mortalidad es mayor entre los hombres que entre las mujeres, que cuentan con una mayor esperanza de vida.

Diferencias por profesiones

Las profesiones manuales con escaso nivel de cualificación tienen una esperanza de vida menor que las que requieren una mayor instrucción .

Diferencias geográficas

Son cada vez menores entre las diferentes zonas de España, pero aún subsisten. Como norma general podemos señalar que la TBM depende del grado de envejecimiento de las diferentes sociedades, siendo más alta en los lugares donde ha habido una fuerte emigración (se van los jóvenes y quedan los “viejos”) y más bajas en las zonas que han recibido abundantes inmigrantes o que mantienen unas elevadas tasas de natalidad, aunque tengan emigración.Así, regionalmente observamos que las TBM son más altas (>10‰) en las provincias del Sistema Ibérico, de Castilla y León y de Aragón y en Lugo y Orense que tienen una larga tradición emigratoria, y más bajas (<8‰) en=»» canarias,=»» madrid,=»» en=»» andalucía=»» litoral,=»» excepto=»» huelva,=»» y=»» en=»» murcia,=»» donde=»» se=»» da=»» la=»» natalidad=»» más=»» alta,=»» bien=»» por=»» el=»» mantenimiento=»» de=»» costumbres=»» más=»» tradicionales=»» bien=»» por=»» ser=»» lugares=»» receptores=»» de=»» inmigración.=»» las=»» provincias=»» restantes=»» presentan=»» tasas=»» bajas=»» menos=»» acusadas=»» (entre=»» el=»» 8=»» y=»» el=»» 10‰).también=»» podemos=»» señalar=»» que=»» en=»» la=»»>8‰)>jerarquía urbana española hay diferencias.La TBM es más alta en las zonas rurales (en torno al 9‰) que en las urbanas, y dentro de estas áreas es más baja en las zonas submetropolitanas de las grandes ciudades, que en los municipios centrales de las mismas, donde la población está más envejecida.

3.2.LA NATALIDAD

  Es el segundo factor esencial del Crecimiento Natural, para medirla se utilizan diversos índices o tasas:La Tasa Bruta de Natalidad, plantea el número de nacidos en un año cada mil habitantes. Se considera que cifras por encima del 25‰ son altas y por debajo del 15 ‰, son bajas.El descenso de la TBN ha sido un lento y largo proceso. Así, a principios del siglo XX partíamos de cifras en torno al 34‰ y sólo notamos un salto de cierta importancia en el período 1914-17, debido a fuertes corrientes emigratorias hacia el extranjero y a la difusión de nuevos métodos anticonceptivos. La Guerra Civil marca un lógico y nuevo descenso del que ya no se recuperaran las cifras, que inician una lenta caída, que se hace brusca a partir de 1975, y que nos conducen a una década de los 80 con TBN baja y en disminución. Sólo hay una excepción, los años 1956-1965 que fueron de aumento de la TBN, el período que denominamos “baby boon”, en el que la recuperación económica permitió a una población aún acostumbrada a altas TBN, tener el número de hijos deseados, provocó, junto a una TBM baja, un fuerte crecimiento natural. Desde 1999, originado por la fuerte llegada de inmigrantes extranjeros, jóvenes en edad de trabajar y de procrear, y por un leve aumento del número de hijos por matrimonio (al amparo de las medidas de protección social y a la familia) observamos un leve repunte en nuestra TBN. En 2012 la TBN era del 9’7‰.Los demógrafos consideran que el Indice Anual de Fecundidad o Número medio de Hijos por Mujer (NHM) es mucho más significativo. Las cifras que presenta España en los últimos años (1 hijo/mujer en 2012) son las más bajas de Europa.
2,1 hijos por mujer se considera el umbral crítico
, puesto que es el número de hijos necesario para asegurar la renovación de las generaciones en las condiciones actuales de mortalidad. Cualquier sociedad que presente cifras inferiores está en situación de crecimiento negativo. Por otro lado, por debajo de esta cifra nos encontramos con sociedades envejecidas. Y todo ello supone un enorme gasto económico para la población trabajadora.Para estudiar la natalidad también se utiliza el Índice de Nupcialidad, donde se miden el número de matrimonios anuales por cada mil habitantes y la edad a la que se contrae matrimonio. Las cifras de España nos presentan un cuadro en el que la nupcialidad ha ido creciendo hasta 1965 y a partir de 1975 presenta un claro descenso. La edad de entrada en el matrimonio, muy estable hasta los años 60 (el 28,8 y ella 26,1), descendió a partir de esa fecha (1985, el y ella entre 20 y 24 años), para iniciar inmediatamente una brusca subida hasta la actualidad, que se sitúa por encima de los 30 años (30,18, los hombres, y 27,96, las mujeres).

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