El Siglo XIX en España: De la Crisis del Antiguo Régimen a la Restauración Canovista (1808-1902)


La Guerra de la Independencia: Antecedentes, Causas y Bandos en Conflicto

A partir de 1808 comenzó la crisis de la monarquía española. El 17 de marzo de 1808 tuvo lugar el **Motín de Aranjuez**, un asalto popular al Palacio de Godoy, cuyo resultado fue la abdicación de Carlos IV en su hijo, **Fernando VII**. Entre el 20 y el 30 de abril se produjeron las **Abdicaciones de Bayona**, donde Napoleón intervino en los asuntos de la monarquía española, erigiéndose como árbitro y llamando a los reyes de España a Bayona.

El 2 de mayo, ante la salida de los últimos representantes de la familia real, el pueblo de Madrid se alzó contra las tropas francesas. El ejército francés, al mando del **General Murat**, reprimió el levantamiento con un saldo de cientos de muertos en los **Fusilamientos del 3 de Mayo**.

Mientras tanto, en Bayona, Napoleón consiguió que le cedieran el trono, el cual entregó a su hermano, **José I Bonaparte**. Los levantamientos se extendieron por muchas ciudades, aunque el ejército francés no pudo reprimir la resistencia en plazas como **Girona**, **Zaragoza** y **Valencia**. Los franceses intentaron instaurar un sistema de gobierno respetando algunas tradiciones del país. La llegada de José I a Madrid, con el encargo de poner en marcha el proyecto napoleónico, fue la causa directa de la **Guerra de la Independencia**.

Naturaleza del Conflicto y Bandos

La Guerra de la Independencia (1808-1814) fue un conflicto de doble naturaleza:

  • Fue un **conflicto civil**, ya que España se dividió entre afrancesados y patriotas.
  • Fue un **conflicto internacional**, con la implicación de distintos países como Portugal, Francia, Gran Bretaña y España.

Paralelo al enfrentamiento bélico, se produjo un enfrentamiento político que buscaba definir el futuro modelo de Estado.

Bandos en Conflicto

Los bandos de la guerra estaban divididos en los **Patriotas** y los **Afrancesados**.

Los Patriotas

Los patriotas defendían la monarquía de Fernando VII y eran contrarios a José I Bonaparte. Dentro de este bando se diferenciaban dos grupos ideológicos:

  • Absolutistas: Partidarios de mantener el sistema político absolutista del Antiguo Régimen.
  • Liberales: Veían en la invasión francesa una oportunidad para reformar la monarquía y establecer un nuevo orden.

En el plano político, los liberales estaban a favor de los **derechos individuales**, la **igualdad ante la ley**, la **división de poderes**, la **soberanía nacional** y la defensa de la propiedad privada. En lo económico, defendían la propiedad privada, el deseo de riqueza y la ley de la oferta y la demanda.

Los Afrancesados

Los afrancesados estaban formados principalmente por **ilustrados** de las capas más altas de la sociedad. Aceptaron el régimen napoleónico y vieron en él la posibilidad de realizar reformas en el país, alineándolo con las nuevas corrientes de pensamiento europeas.

Fases de la Guerra

La guerra se desarrolló en tres fases principales:

Fase 1: Ocupación y Levantamiento (Mayo – Octubre de 1808)

Esta fase se caracterizó por la desarticulación del plan francés de controlar rápidamente la Península. Dos hechos importantes fueron:

  • La derrota de **Bailén** (19 de julio): El general español Castaños venció a los franceses. Esta derrota impidió la ocupación de Andalucía y obligó a José I a abandonar Madrid.
  • La derrota de **Sintra** (Agosto): Los soldados de Napoleón que ocupaban Portugal fueron derrotados por el ejército inglés al mando del **General Wellesley** (futuro Duque de Wellington).

Tras estas derrotas, el ejército inglés se replegó y Napoleón tuvo que replantearse la estrategia de guerra.

Fase 2: Hegemonía Francesa (Octubre de 1808 – Julio de 1812)

José I regresó a Madrid y Napoleón entró personalmente en España el 2 de diciembre de 1808 con 150.000 soldados, mejor organizados y armados. Las líneas de defensa españolas se rompieron y los ingleses se retiraron. La resistencia se concentró en ciudades como Zaragoza, Tarragona, Gerona, Cádiz y Alicante.

En esta fase se inició la **guerrilla**, una guerra de carácter popular que buscaba infligir el máximo daño al enemigo. Fue una guerra de desgaste que obligó a Napoleón a fijar gran parte de sus tropas en España, provocando un gran número de bajas.

Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

Las Abdicaciones de Bayona supusieron el traspaso de la soberanía a Napoleón. Esto, unido a la pasividad del gobierno interino, hizo posible el surgimiento de las **Juntas** (locales y provinciales) tras el levantamiento del 2 de Mayo, con la voluntad de devolver el trono a Fernando VII.

Surgimiento de las Juntas y la Regencia

Aunque las Juntas Provinciales actuaban de forma independiente, acabaron siendo coordinadas por la **Junta Suprema Central y Gubernativa del Reino**, presidida por Floridablanca y compuesta por representantes de las Juntas Provinciales. Se constituyó el 20 de septiembre de 1808, tras la victoria en la Batalla de Bailén, y estuvo vigente hasta el 30 de enero de 1810.

La misión de la Junta era asumir el poder del Estado durante la ausencia de Fernando VII, ejerciendo los poderes ejecutivo y legislativo. Debido a problemas internos, la Junta dimitió en 1810 y se formó la **Junta de la Regencia**, cuyos miembros decidieron la celebración de las **Cortes de Cádiz**.

Composición y Corrientes Ideológicas de las Cortes

Las primeras sesiones de las Cortes de Cádiz se celebraron en Isla de León y más tarde en la ciudad de Cádiz. En su composición dominaban las clases medias urbanas y la burguesía. Se establecieron tres corrientes ideológicas:

  1. Absolutistas: El grupo peor formado, contrario a las reformas. Destacó el Obispo de Orense.
  2. Reformistas Ilustrados: Proponían un régimen intermedio entre el absolutismo y el modelo constitucional. Destacó **Jovellanos**.
  3. Liberales: Grupo minoritario, partidario de las reformas radicales. Querían poner fin al Antiguo Régimen e implantar un régimen liberal basado en el sufragio, la propiedad privada y los derechos individuales. Destacaron Argüelles, Muñoz Torrero, Calatrava y el Conde de Toreno.

La Labor Legislativa de las Cortes

La labor legislativa de las Cortes de Cádiz fue fundamental para desmantelar el Antiguo Régimen:

  • Medidas Económicas: Destacaron la desamortización de los bienes del clero, la reforma de la Hacienda y la implantación de la **libertad de industria y comercio**, con la supresión de aduanas interiores, gremios y Mestas.
  • Medidas Sociales: Se suprimió el **régimen señorial**, se limitaron los Mayorazgos y se abolieron las tradiciones feudales.
  • Otras Medidas: División provincial, supresión de la **Inquisición** y reconocimiento de las libertades individuales.

Su obra legislativa fundamental fue la **Constitución**, firmándose el Acta de Disolución de las Cortes el 14 de septiembre de 1813.

La Constitución de 1812: “La Pepa”

La Constitución fue promulgada el 19 de marzo de 1812, con el sobrenombre de “**La Pepa**”. Se convirtió en el símbolo liberal por excelencia. Reflejaba las características del primer liberalismo: la aspiración a racionalizar el poder y la idea de que la Constitución podía resolver todos los problemas. Fue un arma de lucha contra el invasor y un compromiso entre liberales y absolutistas.

En su redacción destacaron Argüelles, Muñoz Torrero, Pérez de Castro y Toreno. Consta de 10 títulos y 384 artículos, basados en cinco principios fundamentales:

Principios Fundamentales de la Constitución de 1812

  1. Soberanía Nacional: El poder residía en el conjunto de los ciudadanos sin distinción de estamentos.
  2. División de Poderes:
    • Poder Legislativo: Residía en las **Cortes** junto con el Rey. Las Cortes eran unicamerales, con un mandato de dos años, y sus diputados debían ser propietarios. Redactaban leyes, tomaban decisiones sobre la sucesión de la Corona, fijaban impuestos y declaraban la guerra y firmaban la paz. Existía una Diputación Permanente (siete diputados) que velaba por el cumplimiento de las leyes cuando las Cortes no estaban reunidas.
    • Poder Ejecutivo: Estaba en manos del **Rey**, pero con limitaciones (no podía disolver las Cortes ni abdicar o abandonar el país sin su permiso). El Rey podía promulgar, sancionar y vetar las leyes. Los Ministros debían ser españoles y no podían ser Diputados.
    • Poder Judicial: Estaba en manos de los **Tribunales**. Se reconocía el fuero eclesiástico y el militar como jurisdicciones especiales.
  3. Unidad de Estado: Se imponían los derechos de los españoles por encima de cada reino. El Estado se dividía en Provincias y Municipios.
  4. Igualdad ante la Ley: Se declaró la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, poniendo fin a los privilegios fiscales, militares y jurídicos. Se estableció un nuevo derecho de representación individual. Los Regidores y Concejales serían elegidos democráticamente por los vecinos. Los diputados eran elegidos mediante el **Sufragio Universal Masculino Indirecto** (para varones mayores de 25 años, españoles y con elegibilidad censitaria).
  5. Nación y Confesionalidad: La nación era el conjunto de todos los ciudadanos de ambos hemisferios, igualando territorios americanos y peninsulares ante la ley. Se estableció el **Catolicismo como única confesión religiosa** permitida.

La Constitución estuvo vigente durante tres cortos periodos: durante la Guerra de la Independencia (marzo de 1812 a marzo de 1814), durante el **Trienio Liberal** (enero de 1820 a noviembre de 1823) y durante la Regencia de María Cristina (agosto de 1836 a junio de 1837).

Fue una constitución muy avanzada para la época, con un carácter ético, idealista y nacionalista. Su importancia radica en ser la **primera constitución española**, abriendo la historia del constitucionalismo. Aunque apenas llegó a aplicarse debido a la guerra, fue durante décadas el programa de los liberales españoles.

Reinado de Isabel II (1833 – 1868): La Primera Guerra Carlista y Evolución Política

A la muerte de Fernando VII se inició la **Primera Guerra Carlista** (1833 – 1840) entre las fuerzas gubernamentales (isabelinas) y los partidarios de Carlos María Isidro (carlistas).

La Primera Guerra Carlista (1833-1840)

Las causas del conflicto fueron duales:

  • Enfrentamiento Ideológico: Los **Carlistas** se identificaban con el absolutismo y el Antiguo Régimen, mientras que los **Isabelinos** se identificaban con el liberalismo.
  • Problema Sucesorio: Fernando VII, mediante la publicación de la **Pragmática Sanción**, derogó la Ley Sálica para que su hija, Isabel II, pudiera gobernar. Su hermano, Carlos María Isidro, no aceptó esta modificación. A la muerte del rey, Carlos publicó el **Manifiesto de Abrantes**, iniciando la guerra.

Ideología Carlista

La ideología carlista se articulaba en torno a cinco ideas fundamentales:

  • Dios: Pretendían la restauración del poder de la Iglesia y el catolicismo por encima de todo.
  • Patria: Entendida como la tradición histórica española.
  • Rey: Eran partidarios de la monarquía absoluta (legitimidad dinástica).
  • Fueros: Defendían el foralismo (privilegios regionales).
  • Inmovilismo: Se oponían a cualquier reforma liberal.

El bando carlista fue apoyado por el bajo clero, el campesinado y la pequeña nobleza rural. Los isabelinos contaron con el apoyo de la nobleza, el alto clero, el ejército y los intelectuales. Fue una guerra civil con proyección exterior: los carlistas fueron apoyados por el Papa, Austria, Rusia y Prusia; e Isabel II por Inglaterra, Francia y Portugal.

Fases de la Guerra y el Convenio de Vergara

La guerra tuvo cuatro etapas:

  1. Primera Etapa (1833-1835): Guerra de guerrillas. **Zumalacárregui** logró controlar grandes espacios rurales. Concluyó con su muerte.
  2. Segunda Etapa (1835-1837): Los carlistas realizaron expediciones, llegando incluso a las puertas de Madrid.
  3. Tercera Etapa (1837-1839): Los carlistas se dividieron entre los intransigentes (que querían seguir la guerra) y los moderados o *transigentes*, encabezados por el General Maroto, que buscaban un acuerdo.
  4. Cuarta Etapa (1839-1840): Los moderados firmaron el **Convenio de Vergara** (1839), que puso fin a la guerra en el norte. El General Cabrera y sus tropas se negaron a acatarlo, manteniendo la lucha en el Maestrazgo hasta 1840.

El Convenio de Vergara fue conciliatorio: permitió la reinserción de los mandos carlistas en el ejército isabelino y contenía una ambigua promesa de mantenimiento de los privilegios forales vascos y navarros.

Las consecuencias de la guerra incluyeron pérdidas humanas y materiales, gastos que impulsaron la **Desamortización de Mendizábal**, la inclinación de la Monarquía hacia el liberalismo y el **protagonismo de los militares** en la vida política. El Carlismo sobrevivió y provocó dos guerras más en el futuro.

Evolución Política y Partidos Liberales

Al morir Fernando VII, Isabel era menor de edad, por lo que ejercieron la Regencia su madre, **María Cristina** (1833-1840), y después el **General Espartero** (1840-1843). Esta etapa fue fundamental para la implantación del liberalismo y el fin del Antiguo Régimen.

El liberalismo se dividió en dos partidos principales:

  • Moderados: Representaban los intereses de la aristocracia y la alta burguesía. Encabezados por el **General Narváez**, defendían la soberanía compartida entre el Rey y las Cortes y un liberalismo más conservador.
  • Progresistas: Contaban con apoyos heterogéneos (clases medias, pequeña burguesía). Defendían un liberalismo más radical, la soberanía nacional y estaban encabezados por el **General Espartero**.

Fases de la Regencia y Mayoría de Edad

El periodo se caracterizó por una gran inestabilidad política y reformas profundas:

Fase de Transición (1833-1836)

Se sucedieron los gobiernos de Cea Bermúdez y Martínez de la Rosa, que pretendían combinar el Antiguo Régimen con principios liberales. Esto se reflejó en el **Estatuto Real de 1834**, una carta otorgada de carácter muy conservador. Las Cortes carecían de la facultad de redactar leyes y se dividían en dos cámaras: Estamento de los Próceres y Estamento de Procuradores. No se reconocían derechos individuales.

Gobiernos Progresistas y la Constitución de 1837 (1836-1843)

El progresista **Mendizábal** impulsó la Ley de Desamortización Eclesiástica. Tras ser sustituido, volvió al poder con el **Pronunciamiento de los Sargentos de la Granja de San Ildefonso** (1836), que obligó a la Regente a restaurar la Constitución de 1812.

Posteriormente, se redactó la **Constitución de 1837**, de carácter progresista, que recuperaba aspectos del liberalismo de 1812, como la soberanía nacional y los derechos individuales, pero reforzaba el poder de la Corona y establecía Cortes bicamerales (Senado y Congreso de los Diputados).

En 1840, los Moderados intentaron aprobar la Ley de Ayuntamientos, lo que provocó que los Progresistas recurrieran a los militares. El General Espartero obligó a María Cristina a abdicar y asumió la Regencia, estableciendo un gobierno autoritario. Fue derrotado por fuerzas dirigidas por Narváez, y se proclamó la mayoría de edad de la Reina Isabel II (1843).

La Década Moderada (1844-1854)

Protagonizada por el **General Narváez**, esta etapa consolidó el nuevo Estado Liberal. Se promulgó la **Constitución de 1845**, de carácter moderado, que establecía un sistema de libertades restringidas y la **soberanía compartida** entre la Corona y las Cortes. La obra de Narváez incluyó:

  • Creación de la **Guardia Civil** (1844).
  • Acercamiento a la Iglesia mediante la firma del **Concordato de 1851**.
  • Desarrollo del centralismo administrativo (Ley de Ayuntamientos).
  • Reforma de la Hacienda (introduciendo la igualdad tributaria).
  • Creación del Plan Pidal (educación) y del Código Penal y Civil.
El Bienio Progresista (1854-1856)

Tras el Manifiesto de Manzanares, Isabel II entregó el poder a Espartero (Jefe de Gobierno) y O’Donnell (Ministro de Guerra). Fue un periodo de inestabilidad y conflictos sociales. Se realizaron reformas efímeras, excepto la **Desamortización de Madoz** y la aprobación de la **Ley de Ferrocarriles**.

Descomposición del Régimen (1856-1868)

Narváez y O’Donnell (líder de la **Unión Liberal**) se turnaron en el poder. El régimen evolucionó hacia formas más conservadoras y autoritarias, excluyendo a progresistas y demócratas. La muerte de Narváez y O’Donnell debilitó el sistema. Finalmente, todas las fuerzas de la oposición firmaron el **Pacto de Ostende** (1866), acordando la expulsión de la reina y un programa mínimo de gobierno.

Las Desamortizaciones de Mendizábal y Madoz: De la Sociedad Estamental a la Sociedad de Clases

Paralelamente al discurrir político, entre 1833 y 1868, se produjo la sustitución de la economía feudal y la sociedad estamental del Antiguo Régimen por un sistema económico capitalista y una **sociedad de clases**. La nueva sociedad liberal se definió por la propiedad: quien la poseía pertenecía a la clase dirigente.

Las Desamortizaciones

Las desamortizaciones consistieron en la expropiación por parte del Estado de las tierras eclesiásticas y municipales para su posterior venta a particulares en subasta pública. Se desarrollaron principalmente dos procesos:

La Desamortización de Mendizábal (1836)

Iniciada durante el gobierno progresista de Juan Álvarez Mendizábal, consistió en la venta por subasta de las tierras expropiadas a la Iglesia, por lo que se la conoce como “**desamortización eclesiástica**”.

Sus objetivos principales fueron:

  • Sanear la Hacienda y financiar la guerra civil contra los carlistas.
  • Disminuir la deuda pública.
  • Reducir el poder económico de la Iglesia.
  • Crear una base de propietarios fieles a la causa liberal.

Las tierras fueron divididas en grandes lotes para su subasta, admitiendo el pago con títulos de deuda consolidada. Esto benefició principalmente a la burguesía adinerada y a la nobleza.

La Desamortización de Madoz (1855)

Comenzó durante el Bienio Progresista por parte del Ministro de Hacienda **Pascual Madoz**. Se ejecutó de forma más controlada e incluyó las tierras de la Iglesia aún no vendidas, las de órdenes militares y, crucialmente, las de la **propiedad municipal** (bienes de propios y comunes), por lo que se la conoce como “**desamortización civil**”.

Madoz pretendía destinar parte de los ingresos a la construcción de la red de **ferrocarriles**. Aunque alcanzó un mayor volumen de ventas, la de Mendizábal tuvo mayores repercusiones sociales.

Consecuencias de las Desamortizaciones

Las consecuencias fueron complejas y, en gran parte, negativas para la estructura social:

  • La estructura de la propiedad no cambió: se consolidó el **latifundismo** en el sur y centro de España.
  • No hubo una reforma social agraria; los campesinos que trabajaban las tierras comunales perdieron su sustento y tuvieron que emigrar o convertirse en jornaleros.
  • Se retrasó la industrialización al disminuir las inversiones necesarias en la industria.
  • Se redujo la deuda pública y se consolidó el apoyo de la burguesía al régimen liberal.

De la Sociedad Estamental a la Sociedad de Clases

La nueva **sociedad de clases** era plenamente capitalista, donde la propiedad era el elemento que distinguía y colocaba a cada individuo en la jerarquía social. La población creció debido a mejoras en la alimentación y la medicina, lo que provocó un incremento urbano, especialmente en Madrid, Barcelona y Bilbao.

La Nueva Élite Dirigente

Estaba formada por la vieja aristocracia, el alto clero, el Ejército y la **alta burguesía** (terratenientes, financieros e industriales). Coincidían en sus intereses conservadores, defendían el orden y controlaban la vida política mediante el libre mercado y el proteccionismo.

Las Clases Medias

Conjunto heterogéneo que incluía pequeños propietarios rurales, mandos intermedios del Ejército, comerciantes y profesionales liberales (médicos, abogados). Tenían una ideología conservadora, temían la proletarización y apoyaban a cualquier gobierno que mantuviera el orden y la propiedad.

Las Clases Populares

Era el grupo más numeroso, dividido en rurales y urbanas:

  • Clases Rurales: Formadas por los campesinos que no se beneficiaron de la desamortización. Sus condiciones de vida eran precarias (bajos salarios, paro), lo que dio lugar a revueltas sociales.
  • Clase Obrera Industrial: Surgió con el desarrollo de la industria. Las condiciones de trabajo eran pésimas: largas jornadas, bajos salarios, explotación infantil y analfabetismo general. Estas condiciones impulsaron la organización obrera para defender sus derechos.

El Sexenio Democrático (1868 – 1874): Revolución, Monarquía y República

El Régimen de Isabel II colapsó en 1868, coincidiendo con una crisis económica, social y política simultánea.

Causas y Estallido de la Revolución de 1868

La crisis se manifestó en tres ámbitos:

  • Crisis Económica: Quiebra de compañías ferroviarias, aumento del paro y un nuevo ciclo de crisis agraria que elevó los precios del trigo.
  • Crisis Social: Incremento de las protestas urbanas por la carestía de la vida y la penetración de las ideas del Partido Demócrata y el movimiento obrero.
  • Crisis Política: En agosto de 1866, progresistas y demócratas firmaron el **Pacto de Ostende** para derrocar a la reina. Tras la muerte de O’Donnell, la Unión Liberal, dirigida por Serrano, se unió al pacto.

La revolución se inició el 17 de septiembre de 1868 (*La Gloriosa*) con la sublevación de la flota al mando del **Almirante Topete**, apoyado por Prim y Serrano. El manifiesto “**España con Honra**” animó a las masas a organizar juntas locales. Serrano venció al ejército gubernamental en la **Batalla del Puente de Alcolea**, e Isabel II huyó a Francia.

El Gobierno Provisional y la Constitución de 1869

Tras la victoria, se constituyó un Gobierno Provisional presidido por **Serrano** y formado por progresistas y unionistas. El Gobierno convocó elecciones a Cortes Constituyentes en enero de 1869.

La **Constitución de 1869** se promulgó el 6 de junio. Es considerada la más democrática, liberal y vanguardista de la historia española hasta ese momento. Sus características principales fueron:

  • Proclamación de la **Soberanía Nacional**.
  • Forma de gobierno: **Monarquía Parlamentaria**.
  • Declaración de amplios **derechos individuales y colectivos** (libertad de imprenta, culto, enseñanza).
  • Establecimiento del **Sufragio Universal Masculino**.
  • División de Poderes: El poder legislativo recaía en las Cortes (bicamerales y electivas); el poder ejecutivo estaba en manos del Rey, pero lo ejercía el Gobierno, responsable ante las Cortes.

Una vez aprobada la Constitución, el General Serrano fue nombrado Regente y el General **Prim** Jefe de Gobierno.

El Reinado de Amadeo I de Saboya (1871-1873)

Al ser una monarquía parlamentaria, se buscó un candidato al trono, eligiéndose a **Amadeo de Saboya**, de tradición liberal. Su reinado estuvo marcado por una fuerte inestabilidad social y política:

  • La muerte de Prim, su principal valedor, provocó la división de la coalición monárquico-democrática.
  • Se agudizó la **Guerra de Cuba** (iniciada en 1868) y la agitación social.
  • La falta de apoyos sociales: la aristocracia, la Iglesia y la burguesía (que buscaba orden) se opusieron.
  • Se inició la **Tercera Guerra Carlista** (1872-1876).

Amadeo I, al no lograr el afecto de los españoles ni la estabilidad, renunció al trono en febrero de 1873.

La Primera República (1873-1874)

Ante el vacío de poder, las Cortes proclamaron la **Primera República** el 11 de febrero de 1873. La inestabilidad continuó, sumándose la guerra carlista, la guerra de Cuba y la agitación social.

Los republicanos se dividieron en dos grupos:

  • Unitarios: Buscaban una república centralizada.
  • Federalistas: Defensores de un sistema federal, divididos a su vez en intransigentes y legalistas.

Surgió el **Cantonalismo**, un movimiento político y social de escasa duración que generó uno de los principales factores del fracaso republicano. El cantonalismo buscaba la autonomía de municipios y diputaciones, llegando a plantear la división en cantones independientes.

La inestabilidad se reflejó en los cuatro presidentes que hubo en menos de un año: Figueras, Pi i Margall, Salmerón y Castelar. La **Constitución de 1873**, que dividía a España en 17 estados federales, no llegó a promulgarse.

El **General Pavía** dio un golpe de Estado (enero de 1874), disolviendo las Cortes. Se nombró jefe de gobierno al General Serrano, que mantuvo la República de forma autoritaria, en un periodo de transición hacia la Restauración. Finalmente, el pronunciamiento de **Sagunto**, protagonizado por el **General Martínez Campos** (diciembre de 1874), acabó con el Sexenio e inició la Restauración Borbónica.

La Restauración Borbónica (1874 – 1902): Cánovas del Castillo y el Turno de Partidos

La Restauración se inició con el pronunciamiento militar de Martínez Campos, aunque el artífice del nuevo sistema fue **Antonio Cánovas del Castillo**, promotor del **Manifiesto de Sandhurst**, que aspiraba a construir un sistema político estable y sólido basado en la monarquía de Alfonso XII.

El Sistema Canovista: Bipartidismo y Fraude

El régimen político de la Restauración, denominado **Sistema Canovista**, tomó como modelo el sistema británico. Su estabilidad se basó en tres elementos fundamentales:

  1. La **Constitución de 1876**.
  2. El **Bipartidismo** y el **Turno de Partidos**.
  3. El **Fraude Electoral** (caciquismo).

Cánovas estableció la alternancia pacífica en el gobierno de dos grandes partidos, que solo representaban los intereses de la burguesía:

  • Partido Conservador: Creado por **Cánovas**, aglutinaba a moderados y unionistas. Defendía libertades limitadas, apoyo a la Iglesia y proteccionismo económico.
  • Partido Liberal: Creado por **Sagasta**, aglutinaba a progresistas y radicales. Defendía libertades más amplias y el sufragio universal.

La alternancia se convirtió en un cambio de gobierno pactado de antemano. Cuando un partido consideraba que le había llegado el turno, lo pactaba con el otro partido y con el Rey. El Rey disolvía las Cortes y convocaba elecciones, que eran sistemáticamente amañadas mediante el **caciquismo**.

El fraude electoral funcionaba así: la oligarquía en Madrid transmitía instrucciones a los gobernadores civiles, quienes elaboraban la lista de los candidatos que debían salir elegidos (*encasillado*). Esta lista se comunicaba a los **caciques locales**, que se encargaban de la manipulación mediante amenazas, extorsiones o cambios de urnas (*pucherazo*).

La Constitución de 1876

Esta Constitución, que se mantuvo vigente hasta 1923, buscaba evitar que cada cambio de gobierno supusiera un cambio constitucional. Mantenía el carácter de la Constitución moderada de 1845, pero incluía algunos avances de 1869. Sus principios clave fueron:

  • Soberanía Compartida: Entre el Rey y las Cortes.
  • Monarquía Parlamentaria: El Rey ejercía el Poder Ejecutivo y tenía gran influencia en el Legislativo.
  • Cortes Bicamerales: Senado (formado por miembros elegidos por el Rey) y Congreso (elegido por sufragio).
  • Confesionalidad Católica: No había total libertad religiosa.
  • Derechos: La declaración de derechos se reconocía, pero su limitación o ampliación dependía del partido en el gobierno.

Fases de la Restauración

El reinado de **Alfonso XII** (1874-1885) fue una fase de consolidación del sistema canovista. Se liquidaron las dos guerras pendientes (Carlista y Cuba) y se acabó con el tradicional protagonismo de los pronunciamientos militares.

Tras la muerte de Alfonso XII, **María Cristina de Habsburgo** asumió la Regencia (1885-1902). Durante esta etapa, se promulgó la **Ley de Asociaciones** (1887), que legalizó sindicatos (UGT, PSOE), y se estableció el **Sufragio Universal** masculino (1890).

El sistema canovista sufrió un desgaste paulatino debido al auge de los movimientos nacionalistas y obreros. La **pérdida de Cuba en 1898** (el Desastre del 98) provocó una profunda crisis moral que impulsó la idea del **Regeneracionismo**.

La Restauración Borbónica (1874 – 1902): Nacionalismos y Movimiento Obrero

Durante la Restauración, la marginación de otros partidos políticos y la rigidez del sistema provocaron una fuerte oposición política y social, impulsando el desarrollo del movimiento obrero y de los nacionalismos.

Nacionalismos y Regionalismos

El desarrollo de los nacionalismos implicó un aumento de la base social y la aparición de una agitación política que reclamaba el autogobierno. Los factores influyentes fueron la diversidad cultural y lingüística, el centralismo del nuevo estado liberal y el desigual desarrollo del capitalismo.

Nacionalismo Catalán

El sentimiento nacionalista se reavivó, sobre todo entre la burguesía. En 1830 surgió el movimiento de la **Renaixença**, basado en la recuperación de la lengua catalana. En la Restauración, **Valentí Almirall** fundó el **Centre Català**, una organización política que luchaba contra el caciquismo y reclamaba autonomía.

En 1891 se fundó **Unió Catalanista**, que promovió las **Bases de Manresa** (un proyecto de autogobierno). En 1901 surgió la **Lliga Regionalista**, un partido conservador burgués que defendía una política comercial proteccionista.

Nacionalismo Vasco

La defensa de los fueros vascos estuvo ligada inicialmente al carlismo. A partir de 1895, con la fundación del **PNV** (Partido Nacionalista Vasco) por **Sabino Arana Goiri**, se reclamó la independencia de Euskadi. Su ideología se basaba en la exaltación de la raza vasca, el radicalismo religioso católico, la defensa de la lengua y las tradiciones culturales, y el rechazo a la sociedad industrializada española. Arana Goiri evolucionó posteriormente hacia una opción nacionalista conservadora.

Regionalismo Gallego

Surgió a raíz del movimiento cultural “**O Rexurdimiento**”. Fue más débil que los anteriores y tuvo dos corrientes: la tradicionalista (antiliberal y ruralista) de Alfredo Brañas, y la liberal democrática de Manuel Martínez Murguía, con base urbana y crítica con el centralismo político.

El Movimiento Obrero y Campesino

La clase obrera industrial, surgida por la afluencia de trabajadores agrícolas a las ciudades, vivía en condiciones miserables. La primera asociación obrera fue “Las Sociedades de ayuda mutua”. La llegada de la Restauración provocó la separación del movimiento obrero respecto a los partidos demócratas y republicanos.

El movimiento obrero internacional se dividió en dos corrientes ideológicas en España:

Anarquismo

Fue la corriente mayoritaria en España en el siglo XIX, prestando gran atención al mundo rural (Andalucía). Rechazaba cualquier forma de organización territorial y política, y algunos sectores recurrieron a los **atentados terroristas** (como los asesinatos de Cánovas y Canalejas).

Existieron dos corrientes principales: el anarquismo de **Bakunin** (que apoyaba las comunidades autogestionadas sin propiedad privada) y el **Anarcosindicalismo** (que quería mantener los sindicatos como forma de organización social). La **CNT** (Confederación Nacional del Trabajo), fundada en 1911, fue el sindicato anarquista más importante.

Socialismo Marxista

Fue más minoritario, pero más moderado que el anarquismo. El **PSOE** (Partido Socialista Obrero Español) fue fundado en 1879 por **Pablo Iglesias**. Sus objetivos eran el fin de la sociedad capitalista, la abolición de las clases sociales y la toma del poder político por la clase trabajadora.

En 1888 celebraron su primer congreso y fundaron el sindicato **UGT** (Unión General de Trabajadores). En 1910, Pablo Iglesias se convirtió en el primer diputado socialista del Parlamento Español.

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