Gobierno Abierto y modernización de la gestión pública
La génesis del concepto Gobierno Abierto se da en la década del 70 en el Reino Unido. Su uso tenía el fin de “abrir las ventanas” del sector público hacia la ciudadanía, para reducir la opacidad (falta de probidad y transparencia en la gestión pública) de la burocracia. Sin embargo, en sus inicios el concepto se apegó más a una lógica de debate en relación al acceso y libertad de información, protección de datos, reforma de leyes y, en particular, sobre la necesidad de la ciudadanía de obtener información sobre las actividades de gobierno.
Con el pasar de los años, este debate, si bien ha seguido el mismo patrón señalado anteriormente (acceso a la información), se le han agregado otros elementos relevantes, tales como: el cambio en las comunicaciones, el uso de TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación), redes sociales, etc., las cuales son consideradas como herramientas poderosas para el trabajo colaborativo y la gestión.
El Gobierno Abierto fluye desde la convicción de repensar la administración pública, de transformar la sociedad y contribuir a desarrollar democracias más sanas, de pasar de las jerarquías a las redes, de asumir compromisos transversales y generar, en conjunto con otros actores sociales y económicos, valor público. Un gobierno que se abra al escrutinio popular, que sea más accesible y sensible a las demandas y necesidades de los ciudadanos y a responder por la confianza política otorgada para gestionar la cosa pública, será cada vez más reconocido como un ingrediente esencial para la gobernanza democrática, la estabilidad social y el desarrollo económico.
Para la OCDE, el concepto Gobierno Abierto ha evolucionado desde una mirada en tres dimensiones relevantes, que apelan a contar con una administración pública transparente, accesible y receptiva con capacidad de respuesta. De todas estas miradas, concuerdan en que los pilares que configuran el Gobierno Abierto son:
- Transparencia y Apertura
- Participación
- Colaboración
En síntesis, los gobiernos deben comprometerse a garantizar una administración pública que esté abierta al eficaz escrutinio público y a la supervisión de la sociedad. Esto debe ir acompañado de la progresiva expansión de espacios de diálogo, participación y deliberación. Cuanto más abierto es un gobierno, se genera mayor participación y se exige más transparencia, lo que promueve esfuerzos por desarrollar mejores prácticas. La implantación de un Gobierno Abierto requiere de un marco legal e instituciones adecuadas, instrumentos de política pública y la creación de una cultura a favor de dicha apertura.
Modelos de Gestión Pública: Burocracia, Gerencia Pública y Gobernanza
Burocracia
Con la adopción del modelo weberiano se procuraba reducir el clientelismo, la corrupción y la politización, mediante la imposición de normas generalizadas para regir el comportamiento burocrático, y la aprobación de procedimientos basados en el mérito para el reclutamiento, la promoción y la estabilidad del empleo con la finalidad de aislar la burocracia de la política. Es un modelo altamente racionalizado y de máxima eficiencia técnica, caracterizado por una organización jerárquica, la meritocracia, racionalización en la división del trabajo, la estructuración con apego a normas y a reglas técnicas objetivas e impersonales.
La burocracia llegó a abusar de su poder y de los privilegios derivados de las atribuciones inherentes al ejercicio de la función, llevando a una desviación de la conducta del servidor público, apartada de las normas establecidas para ponerse al servicio de intereses privados.
Modelo Gerencial (Nueva Gerencia Pública)
Como respuesta a la crisis de financiamiento y eficiencia del Estado, se confiaron las responsabilidades sociales al mercado y se introdujeron técnicas gerenciales en la administración pública, de manera que el ciudadano se convirtiera en cliente y la administración obrara con un enfoque empresarial, de gerencia por objetivos y resultados, orientada al mercado, en un entorno de competencia y privatización. Se aplicaron estrategias como el traspaso del sector público a la empresa privada.
La transición del modelo burocrático al gerencial implica pasar del interés público a los resultados apreciados por los ciudadanos, de la administración a la producción. Las críticas que se formulan a este modelo se centran en el bajo grado de responsabilidad de los funcionarios respecto de la sociedad, en la medida en que al utilizar los mecanismos de gestión privada se desatienden las especificidades propias del sector público. Además, se critica que el ciudadano deja de ser sujeto para ser cliente.
Modelo de Gobernanza
Ante el fracaso del gerencialismo público, debe pasarse a un modelo en el cual el interés público sea el resultado de un diálogo sobre valores compartidos, creados como consecuencia de la intermediación de intereses entre ciudadanos y grupos de la comunidad, para lo cual el papel del gobierno consiste en crear coaliciones de agencias públicas y privadas, como auspiciador de un diálogo basado en la ciudadanía. Este nuevo modelo está basado en las personas (servidores públicos) y pensado para las personas (ciudadanos).
El objetivo del modelo es garantizar la toma correcta de decisiones en cada ámbito y la satisfacción de las necesidades ciudadanas mediante una asignación adecuada de bienes y servicios. A pesar de lo positivo del modelo, se ven riesgos que ponen en peligro su aplicación, como la potencia de las ideologías, los extremismos (como los religiosos), las fuerzas ocultas (redes de mafia y droga), la manipulación de la investigación (campo genérico y armas de destrucción masiva) y la actuación antiética de las multinacionales en los países en desarrollo.
Gobernabilidad y Gobernanza (Según Aguilar)
Estos conceptos se relacionan con el accionar del gobierno, haciendo referencia a la capacidad gubernativa y directiva del gobierno. Aunque son complementarios, el autor dice que para que exista la gobernanza, esta debe integrar a la gobernabilidad.
La Gobernabilidad se refiere a las condiciones y comportamientos del gobierno. Se basa en la idea de que la sociedad no puede autogobernarse, siendo propensa al desorden e ingobernable, por lo cual, para evitar esto, debe organizarse en un Estado.
La Gobernanza es un concepto post-gubernamental de gobernar; apunta a un nuevo proceso directivo de la sociedad. Su supuesto básico habla sobre que el gobierno es un agente de dirección necesario pero insuficiente porque, aunque tengan el uso máximo de sus capacidades, estos deben integrar en sus decisiones a los agentes sociales, particularmente en el desarrollo social y económico.
La nueva relación gobierno y sociedad es para definir los objetivos preferidos de la sociedad y realizarlos. Para lograr realizar estos objetivos, el Estado debe construir formas de interacción y asociación público-privada.
Características de la Gobernanza:
- Es una actividad de orientación, “intencional”, que orienta la sociedad hacia determinados fines generales y objetivos. Es fin y resultado, intencionalidad y eficacia.
- Es un proceso de dirección estructurado, institucional y técnicamente.
- La realización de los objetivos requiere normas causales de producción, que proceden de los resultados probados de ciencia, tecnología y gerencia. Por ende, implica razón ética–política y razón técnica, decisiones éticas y decisiones técnicas.
- Es un proceso de dirección que toma forma y contenido a partir de la interlocución entre grupos y sectores sociales y de estos con los políticos y el gobierno.
La gobernanza en sentido propio es el proceso de gobernar correspondiente a sociedades que estructuralmente son interdependientes, en las que los actores públicos y los privados o sociales se remiten y requieren mutuamente tanto para realizar los asuntos de su interés particular como para ocuparse de los asuntos de interés y beneficio general.
La Estructura de la Gobernanza:
Los factores o componentes institucionales de la gobernanza nueva son:
- Las instituciones de los poderes públicos.
- El sistema de justicia y seguridad.
- El mercado.
- La sociedad civil.
- El sistema de las instituciones públicas internacionales.
Los componentes técnicos son:
- El sistema de ciencia–tecnología.
- La política pública.
- Las finanzas públicas.
- La administración pública.
Aunque también son realidades institucionales, su funcionalidad específica es técnica. Estos dos factores son los que crean y definen la capacidad y eficacia directiva de los gobiernos. La estructura institucional y técnica demarca el alcance de las capacidades gubernamentales, lo que el gobierno puede hacer, pero el aprovechamiento cabal de las capacidades, su empleo eficaz, depende de las prácticas administrativas y políticas que pongan en práctica los gobernantes, del tipo de relaciones que establezcan y estabilicen con los varios sectores de la sociedad, particularmente con aquellos que por los recursos que poseen son necesarios y relevantes para resolver los problemas sociales crónicos y alcanzar los futuros deseados.
La Nueva Gerencia Pública: ¿Gobierno sin Política? (Según Omar Guerrero)
La Nueva Gerencia Pública (NGP) constituye una visión privada de lo público, pero tampoco se relaciona con los de la gerencia privada. El origen de la Nueva Gerencia Pública ha brotado de la economía y particularmente del pensamiento neoclásico, así como de la opción pública de Estados Unidos donde se exalta lo privado, el individuo y la rentabilidad. Aunque la Nueva Gerencia Pública tenga por apellido “pública”, nada la vincula a esta noción.
En segundo lugar, aunque lleve el nombre de Gerencia, no es esta la que predomina, sino la noción de mercado como sustitución a la burocracia. El carácter de la Nueva Gerencia Pública es construir una interfaz entre el Estado y la sociedad a través del mercado. Se propone solucionar los problemas políticos con economía, y que, una vez reemplazados los procesos burocráticos, el gobierno se oriente a través del mercado.
Conceptos Funcionales de la NGP:
- Orientación al Cliente: Este concepto identifica el carácter neoliberal. De esta forma, el concepto de cliente sustituye el del ciudadano.
- Privatización: La privatización demanda las herramientas que provienen del sector privado. Se esfuerza en reducir el crecimiento del gobierno con base a un cambio hacia la privatización. Busca la privatización de bienes y servicios públicos. Hay dos etapas de privatización:
- Exoprivatización del Estado: Consiste en un procedimiento en donde la administración pública transfiere al privado la producción de bienes y servicios.
- Endoprivatización: Hay una sustitución de las ideas nacionales por la técnica de la gerencia pública.
- Mercado: Consiste en un crecimiento sobresaliente de los valores del mercado en el sector público.
- Competencia: La competencia es crucial porque se infiere que provee la insistencia necesaria para dar eficiencia a los servicios públicos. Se elimina la protección monopólica.
- Enfoque Empresarial Gerencial: Combina los papeles de empresario y gerente. Entraña un modelo empresarial de manejo del sector público. Eso significa negocios privados dentro del gobierno, cuya idea es que el sector público esté en manos de gerentes profesionales.
En conclusión, la NGP se contrapone a la Administración Pública (APU). Donde el foco principal de la APU es la política, su foco organizativo es el Estado, y su núcleo procesal de las relaciones es la jerarquía; en la NGP, el foco es el mercado, su organización se basa en la economía, y la galaxia es el núcleo procesal de sus relaciones.