Los fondos oceánicos presentan una diversidad de relieves submarinos que reflejan procesos geológicos complejos y dinámicos. Entre las formaciones más destacadas se encuentran las llanuras abisales, las dorsales oceánicas y las fosas submarinas.
Llanuras Abisales
Las llanuras abisales son extensas regiones planas, caracterizadas por una ligera inclinación (menor a un metro por cada 1000 metros). Se encuentran a profundidades considerables, generalmente entre 5000 y 10000 metros. Estas llanuras presentan un recubrimiento sedimentario que se adelgaza progresivamente a medida que nos alejamos de los continentes, llegando a desaparecer casi por completo. Por debajo de esta capa sedimentaria, el fondo oceánico es de constitución volcánica.
Dorsales Oceánicas
Las dorsales oceánicas son alineaciones de relieves submarinos que se extienden a modo de cordilleras sumergidas sobre las llanuras abisales. Las dorsales conocidas hasta la actualidad están interconectadas, presentando una longitud superior a los 60.000 km y ocupando una superficie comparable a la de los continentes. Un corte transversal típico de una dorsal revela dos alineaciones montañosas de varios centenares de kilómetros de anchura, separadas por una fosa tectónica denominada rift mediooceánico.
Longitudinalmente, las dorsales están formadas por segmentos rectilíneos desplazados entre sí y separados por fallas de transformación, de dirección perpendicular a la dorsal. El funcionamiento de estas fallas, al provocar el desplazamiento de los sectores o bloques que delimitan, es la causa principal de numerosos movimientos sísmicos cuyos focos se localizan en las dorsales.
Las dorsales emergen en diversos puntos, dando lugar a archipiélagos e islas de naturaleza volcánica. Son zonas de gran inestabilidad sísmica y notable actividad volcánica. Sus rift centrales presentan valores de flujo térmico (cantidad de calor que fluye hacia la superficie terrestre proveniente de zonas profundas) muy superiores a los valores medios de otras zonas oceánicas.
Se distinguen esquemáticamente dos tipos de dorsales:
- Dorsales de tipo atlántico: Estructuras relativamente jóvenes (aproximadamente 150 millones de años). En ellas, los sectores delimitados por fallas de transformación están poco desplazados uno respecto a los otros.
- Dorsales de tipo pacífico: Mucho más antiguas, constituidas por segmentos longitudinales muy desplazados entre sí, debido a un periodo de actuación más prolongado de las fallas de transformación.
Las dorsales son grandes fracturas de tensión a través de las cuales asciende y se derrama lateralmente material magmático proveniente del manto, correspondiendo a las «crestas» de las corrientes de convección del manto.
Fosas Submarinas
Las fosas submarinas son franjas largas y relativamente estrechas, constituyendo las partes más profundas del océano. Muchas se localizan en el Pacífico y son lugares donde las placas litosféricas en movimiento se hunden de vuelta hacia el manto. La actividad volcánica y los terremotos están asociados a estas regiones, dando lugar a arcos de islas volcánicas paralelos a las fosas.
El piso de las fosas oceánicas está integrado por roca basáltica oscura de origen volcánico. En las fosas cercanas a los continentes, esta roca es cubierta por sedimentos derivados de las masas terrestres contiguas.
Grandes Trincheras
Las grandes trincheras representan los sitios más profundos del océano, localizándose principalmente cerca de la tierra. Se asocian con cadenas de islas y cordilleras montañosas a lo largo de las orillas continentales, reflejando las fuerzas titánicas que modelan la Tierra. Son la consecuencia del levantamiento y agitación de la corteza terrestre. Casi todas se ubican en el Pacífico, sobre la línea de actividad volcánica y sísmica. Mientras las cadenas montañosas se levantan, el fondo del mar se hunde. La trinchera más profunda es la de las Marianas, en el oeste del Pacífico, con 11.000 metros.
Fosas Marginales y el Sistema de Arco Insular
Estas fosas son arqueadas y poseen una cadena marginal de islas volcánicas en su lado cóncavo. Se encuentran junto a los bordes de los continentes. En algunas de estas fosas, las líneas de islas dispuestas en arco sobresalen de la superficie del agua formando los arcos insulares, cuyo origen se debió a los movimientos de las capas tectónicas.
Montes Submarinos
Los montes submarinos son picos volcánicos aislados. Muchos de estos volcanes submarinos se forman cerca de las dorsales oceánicas, las regiones de expansión del fondo oceánico.
Se pueden diferenciar tres tipos de montañas oceánicas:
- Islas volcánicas: Elevaciones aisladas, generalmente alejadas de los continentes. Su parte más elevada sobresale de la superficie del mar. Se diferencian de las islas continentales por ser de menor tamaño. El monte Mauna Kea, en Hawái, es un ejemplo notable, con 9450 metros desde el fondo del mar hasta su cima, sobresaliendo 4250 metros sobre el nivel del mar.
- Montañas marinas o montes: Montañas que se elevan del fondo del océano pero no alcanzan a sobresalir del nivel del mar. Están formadas por volcanes extintos que emergen abruptamente y se encuentran usualmente en el lecho marino entre 1000 y 4000 metros de profundidad. Se elevan al menos 1000 metros sobre el relieve oceánico circundante. La mayoría se agrupan en pequeños conjuntos, como archipiélagos sumergidos.
- Guyot: Un monte submarino con forma de tronco de cono. Se hallan rara vez aislados y, por lo general, forman alineaciones de hasta un centenar de ellos. Su cima es plana y se encuentra a una profundidad entre 900 y 1800 metros. Se cree que son formaciones volcánicas que, en un pasado lejano, sobresalían del nivel del mar como pequeñas islas. Su cima fue arrasada por la erosión, y posteriormente sufrieron una subsidencia (hundimiento) que provocó su inmersión.
Cañones Submarinos
Los cañones submarinos son canales hendidos profundamente en la roca del fondo oceánico.
Recursos Naturales y Hábitats Marinos
Los montes submarinos se ubican en zonas más hospitalarias para la vida marina, proveyendo hábitats para especies que no se encuentran en sectores más profundos. Son puntos vitales de detención para animales migratorios como las ballenas, donde pueden alimentarse y esconderse de depredadores.