Objeciones a la Existencia de Dios y Respuestas
1. Objeciones Iniciales
Identificación del problema: El texto plantea la disyunción fundamental: ¿existe o no existe Dios? Aborda esta cuestión a través de dos objeciones principales y sus correspondientes respuestas.
Exposición de la tesis: Se presentan dos argumentos que podrían aducirse para demostrar que Dios no existe. El texto inicia con la pregunta central: “¿existe o no existe Dios?”.
En la primera objeción, se argumenta que si uno de los contrarios (el bien o el mal) es infinito (como se atribuye a Dios, que es el bien infinito), entonces el otro contrario (el mal) quedaría anulado. La premisa es: si existiese Dios, no habría mal; pero el mal existe; por lo tanto, Dios no existe.
La segunda objeción, basada en el principio de economía, sostiene que los fenómenos naturales son causados por la naturaleza, y las acciones intencionadas son causadas por la razón y la voluntad humanas. Concluye que, dado que estos principios explican el mundo, no es necesario recurrir a Dios como causa. Finalmente, el texto menciona la frase de Dios en el Éxodo “Yo existo” y las cinco vías de Santo Tomás de Aquino como posibles soluciones a este problema.
7. Respuesta a las Objeciones
Identificación del problema: Esta sección responde a las dos objeciones planteadas previamente sobre la existencia de Dios:
- La Objeción 1ª: La existencia del mal en el mundo contradice la existencia de un bien absoluto; un bien infinito anularía todo mal.
- La Objeción 2ª: Todo lo que pertenece al mundo natural se explica a partir de los principios y leyes de la naturaleza. La ciencia física considera causas naturales, y las ciencias humanas explican el mundo humano a partir de nuestra naturaleza intelectiva, volitiva, emotiva, etc. Entre ambas, explican todo; por lo tanto, Dios es superfluo.
Exposición de la tesis: En respuesta a la primera objeción, Santo Tomás afirma que los males son tales solo en un contexto limitado. Siguiendo a San Agustín, su tesis es que Dios permite los males para obtener bienes mayores de ellos.
La respuesta a la segunda objeción consiste en plantear que el mundo natural es teleológico, es decir, exige una inteligencia ordenadora. Por ello, en las obras de la naturaleza (causa segunda) actúa Dios como causa primera (esta es la tesis de la 5ª vía). Las obras humanas, por su parte, remiten a principios que operan contingentemente (la voluntad) y, por tanto, requieren una causa necesaria, tal como se expone en la 3ª vía.
Las Cinco Vías para Demostrar la Existencia de Dios
Santo Tomás de Aquino propone cinco argumentos a posteriori para demostrar racionalmente la existencia de Dios, partiendo de la observación del mundo sensible.
2. La Primera Vía: Del Movimiento
Identificación del problema: El texto presenta la primera de las cinco demostraciones de la existencia de Dios de Tomás de Aquino, conocida como la primera vía o vía del movimiento.
Exposición de la tesis: Siguiendo la estructura común a las cinco vías, que define el argumento a posteriori, Santo Tomás procede así:
- Parte de la observación sensible de que existen cosas que se mueven.
- Apoyándose en la teoría aristotélica de la potencia y el acto, afirma que todo lo que se mueve es movido por otro.
- Sostiene que no es posible proceder indefinidamente en la cadena de motores.
- Finalmente, concluye en la necesidad de postular un primer motor inmóvil, al que identifica con Dios.
3. La Segunda Vía: De la Causalidad Eficiente
Identificación del problema: El texto recoge la segunda demostración de la existencia de Dios de Tomás de Aquino, denominada segunda vía o vía por la subordinación de causas eficientes.
Exposición de la tesis: Respondiendo a la estructura común de las cinco vías, Santo Tomás argumenta:
- Parte de la observación sensible de que en el mundo hay un orden de causas eficientes.
- Se basa en el principio de que todo procede de una causa eficiente distinta de sí mismo, ya que es imposible que algo sea causa de sí mismo.
- Afirma la imposibilidad de proceder indefinidamente en la cadena de causas eficientes, pues si no hubiera una primera causa, tampoco existirían las causas intermedias.
- Finalmente, concluye en la necesidad de admitir la existencia de una causa eficiente primera, que identifica con Dios.
4. La Tercera Vía: De la Contingencia
Identificación del problema: El texto presenta la tercera demostración de la existencia de Dios de Tomás de Aquino, denominada tercera vía o vía por la contingencia de los seres.
Exposición de la tesis: Siguiendo la estructura común de las cinco vías, Santo Tomás expone:
- Parte de la observación de que todas las cosas de este mundo existen, pero podrían no existir (son contingentes), y además tienen un inicio y un fin.
- Establece que, si todas las cosas de este mundo han empezado a existir, entonces hubo un tiempo en que nada existió.
- A partir de ahí, sostiene que la totalidad de seres contingentes remite a un ser necesario. Sin embargo, ese ser necesario podría tener su necesidad recibida de otro. No obstante, no podemos remitirnos hasta el infinito en la cadena de seres necesarios con necesidad recibida de otro.
- Por eso, concluye afirmando la exigencia racional de que tiene que existir un ser necesario por sí mismo, causa de la necesidad de los demás, y a este lo identifica con Dios.
5. La Cuarta Vía: De los Grados de Perfección
Identificación del problema: El texto recoge la cuarta demostración de la existencia de Dios de Tomás de Aquino, denominada cuarta vía o vía por los grados en las perfecciones de los seres.
Exposición de la tesis: Respondiendo a la estructura común de las cinco vías, Santo Tomás argumenta:
- Parte de la observación de que en la naturaleza hay una gradación de valores o perfecciones en las cosas (por ejemplo, más o menos bueno, más o menos verdadero).
- Afirma que los grados de perfección se miden según el máximo de esa perfección.
- Establece el principio de que la máxima perfección de algo es la causa de todas las perfecciones graduadas del mismo género.
- De ahí concluye en la exigencia racional de que exista un ser que posea todas las perfecciones en grado sumo y sea la causa de las perfecciones que encontramos en este mundo.
6. La Quinta Vía: Del Orden del Universo
Identificación del problema: El texto presenta la quinta demostración de la existencia de Dios de Tomás de Aquino, denominada quinta vía o vía por el orden del universo y la finalidad de los seres naturales.
Exposición de la tesis: Siguiendo la estructura común de las cinco vías, Santo Tomás expone:
- Parte de la observación de que en la naturaleza percibimos el orden, pues vemos que hay cuerpos no inteligentes que obran por un fin y no al azar.
- Se apoya en el principio de que las cosas no cognoscentes que persiguen fines remiten a una inteligencia anterior que les ha impreso ese orden.
- Finalmente, concluye en la necesidad de afirmar la existencia de un ser inteligente que ha ordenado todas las cosas a su fin y al que identifica con Dios.
Fe y Razón en Santo Tomás de Aquino
4.1 Relaciones entre Fe y Razón
Se presentan diferentes posturas históricas sobre la relación entre fe y razón:
- Separación (Tertuliano): Fe y razón no se relacionan. La fe es independiente y no necesita de la razón; incluso, la razón puede ser un obstáculo para la fe.
- Subordinación de la razón a la fe (San Agustín): La razón ayuda, pero la fe es superior. Primero se cree y luego se entiende (crede ut intelligas). La fe guía a la razón hacia la verdad.
- Armonía entre fe y razón (Santo Tomás de Aquino): Fe y razón son compatibles y se complementan. Ambas proceden de Dios y, aunque tienen métodos distintos, no se contradicen.
- Supremacía de la razón (Averroísmo latino): La razón es autónoma y, si hay conflicto con la fe, se consideran verdades separadas (teoría de la doble verdad). La razón tiene prioridad en la búsqueda del conocimiento.
4.2 Los Preámbulos de la Fe
Para Tomás de Aquino, los “preámbulos de la fe” son verdades que se pueden conocer por la razón natural, pero que también son enseñadas por la revelación divina. No forman parte de los misterios sobrenaturales de la fe, sino que son verdades accesibles a la inteligencia humana sin necesidad de fe, aunque la fe las confirma.
Ejemplos de preámbulos de la fe son:
- La existencia de Dios
- La inmortalidad del alma
- Que Dios es uno
Son verdades que la filosofía puede demostrar racionalmente (como en sus cinco vías), pero que también son aceptadas por la fe, porque Dios las ha revelado. Según Tomás, es importante que estas verdades estén apoyadas por la revelación para que todos puedan conocerlas, incluso quienes no tienen formación filosófica.
Reflexiones y Aplicaciones
1. ¿Tiene Dios cabida en clase de ciencias?
La pregunta sobre si la hipótesis del Diseño Inteligente debe enseñarse en las clases de ciencias no es solo académica, sino profundamente filosófica. Esta teoría, basada en la Quinta Vía de Santo Tomás de Aquino, sostiene que la complejidad y finalidad observadas en la naturaleza no pueden explicarse únicamente por mecanismos como la selección natural, sino que requieren de un diseñador inteligente. Sin embargo, su gran debilidad radica en que no se fundamenta en pruebas empíricas verificables, sino en una interpretación teleológica de la realidad.
La ciencia moderna, heredera del método aristotélico-tomista que valora la experiencia y la observación, se rige por criterios de falsabilidad y evidencia empírica. La teoría de la evolución de Darwin cumple con estos requisitos: ha sido constantemente contrastada con datos fósiles, genética comparada y observaciones directas de la naturaleza. En cambio, el Diseño Inteligente no ofrece predicciones comprobables ni experimentos que permitan refutarlo.
Incluir el Diseño Inteligente como una alternativa legítima en las clases de ciencias implica difuminar la frontera entre ciencia y creencia, lo que puede confundir a los estudiantes sobre la naturaleza del conocimiento científico. No se trata de censurar creencias religiosas, sino de preservar la integridad del método científico. Las aulas de ciencias deben ser espacios dedicados a teorías respaldadas por pruebas, dejando otras explicaciones para contextos filosóficos o teológicos. Por ello, aunque el debate sobre Dios y la creación es valioso, su lugar no es la clase de ciencias, sino en otras áreas del saber.
2. ¿Por qué sigue existiendo el mal en el mundo?
La existencia del mal ha sido, desde siempre, uno de los argumentos más potentes en contra de la existencia de Dios. Según Santo Tomás de Aquino, esta es la primera objeción a la que se enfrenta: si Dios es un bien infinito, omnipotente y bondadoso, no debería permitir la existencia del mal. Sin embargo, como observamos cada día, el mal existe en múltiples formas, desde desastres naturales hasta la crueldad humana. Ante esta aparente contradicción, Santo Tomás, siguiendo a San Agustín, argumenta que el mal puede estar justificado por el bien mayor que de él se deriva. Según esta perspectiva, algunos males son permitidos porque contribuyen a un orden superior que escapa a la comprensión humana.
Este argumento, sin embargo, genera un fuerte debate ético, sobre todo cuando lo llevamos al terreno de la política actual. Por ejemplo, gobernantes que justifican guerras atroces, como Rusia en Ucrania o Israel en Gaza, alegan que sus acciones buscan un bien superior: la seguridad nacional, la protección de su pueblo o la preservación de la soberanía. Pero, ¿acaso los fines justifican siempre los medios? Miles de víctimas civiles, sufrimiento masivo y generaciones marcadas por el odio parecen un precio desproporcionado por esos supuestos bienes mayores.
Por tanto, aunque la teoría de Santo Tomás puede tener validez en ciertos casos, se vuelve peligrosa cuando es utilizada para justificar actos que perpetúan el sufrimiento. Nos obliga a preguntarnos si realmente todo mal conduce a un bien superior o si, en algunos casos, es simplemente la consecuencia de decisiones humanas erradas, no de un plan divino.
La Esencia Divina y la Comparativa con Nietzsche
La Esencia Divina según Aquino
Aquino sostiene que la existencia de Dios puede probarse racionalmente. Al inicio de su Suma Teológica, se plantea tres preguntas clave: si la existencia de Dios es evidente, si puede demostrarse y cómo hacerlo. Según Tomás, aunque para Dios su existencia es evidente por sí misma (pues en Él no hay distinción entre esencia y existencia), para nosotros no lo es, ya que no percibimos directamente esa evidencia, lo que lleva a algunos a identificar a Dios con la naturaleza o incluso a negar su existencia.
Respecto a la posibilidad de demostrar la existencia de Dios, Tomás afirma que sí es posible mediante el conocimiento de los efectos visibles de la creación, siguiendo un método de demostración a posteriori (de los efectos a la causa). Así, convierte la existencia de Dios en un preámbulo de la fe, accesible también a la razón.
Para responder a cómo debe hacerse esta demostración, Tomás de Aquino propone las cinco vías, que comparten una estructura lógica común: parten de un hecho observable, aplican el principio de causalidad, niegan la posibilidad de una cadena infinita de causas y concluyen afirmando la existencia de Dios como causa primera.
Las vías son las siguientes:
- Primera vía: del movimiento. Basada en Aristóteles, observa que todo lo que se mueve es movido por otro. Como no es posible una cadena infinita de motores, debe existir un primer motor inmóvil: Dios.
- Segunda vía: de la causalidad eficiente. También influida por Aristóteles, parte de que todo tiene una causa eficiente y nada se causa a sí mismo. Rechazando una serie infinita de causas, concluye que debe existir una causa eficiente primera: Dios.
- Tercera vía: de la contingencia de los seres. Inspirada por Avicena, reconoce que las cosas pueden o no existir, son contingentes. Como no puede haber una cadena infinita de seres contingentes, debe existir un ser necesario por sí mismo: Dios.
- Cuarta vía: de los grados de perfección. Influida por Platón y Plotino, observa que existen grados de perfección en las cosas. Como lo imperfecto no puede proceder de lo imperfecto sino de lo más perfecto, concluye que existe un ser supremamente perfecto: Dios.
- Quinta vía: del orden del mundo. Inspirada por Anaxágoras, Platón y Aristóteles, señala que las cosas sin conocimiento actúan en orden hacia un fin. Esto implica la existencia de un ser inteligente que dirige todo hacia su propósito: Dios.
Después de establecer estas pruebas, Santo Tomás aborda la esencia divina. Reconoce que no podemos conocerla plenamente, ya que Dios es infinito, pero sí podemos aproximarnos mediante dos vías:
- La vía negativa, que excluye de Dios todo lo que no le corresponde (como la malicia o la imperfección).
- La vía afirmativa o de eminencia, que atribuye a Dios todas las perfecciones que encontramos en las criaturas, considerando que estas reflejan, de forma análoga, la perfección divina.
Así, Tomás de Aquino construye un sistema filosófico sólido que refleja el pensamiento medieval, dando a Dios un papel central como fundamento del mundo y del ser humano, integrando fe y razón en una estructura coherente y ordenada.
Comparativa: Santo Tomás de Aquino y Friedrich Nietzsche
Santo Tomás de Aquino y Nietzsche tienen visiones opuestas sobre Dios, el hombre, la moral, el bien y la verdad.
Para Aquino, Dios es la causa primera y el fundamento de todo, conciliando fe y razón. En cambio, Nietzsche proclama la “muerte de Dios”, defendiendo una visión sin trascendencia, centrada en la vida terrenal.
Sobre el ser humano, Aquino lo ve como un ser racional creado por Dios, que busca la virtud para alcanzar el bien supremo. Nietzsche, por su parte, lo entiende como un ser en constante transformación, guiado por la voluntad de poder y la autoafirmación.
En cuanto a la moral, Aquino propone una ética basada en la ley natural y la búsqueda de Dios como fin último. Nietzsche rechaza esta moral tradicional, defendiendo la creación individual de valores, más allá del bien y del mal.
Respecto al bien, para Aquino se encuentra en la conformidad con la voluntad divina. Para Nietzsche, el bien está en la afirmación de la vida y la superación personal.
Finalmente, sobre la verdad, Aquino defiende la armonía entre fe y razón, mientras Nietzsche la considera una construcción ligada al poder y la perspectiva individual.
En resumen, Aquino busca una síntesis entre fe y razón, mientras Nietzsche rompe con las tradiciones, proponiendo una moral y una visión de la vida basadas en la libertad y la creatividad personal.