Concepto y Ámbitos de la Política Económica
La Política Económica es la aplicación de determinadas medidas por parte de las autoridades para conseguir ciertos fines. Se relaciona directamente con el ámbito de la praxis, es decir, con la implementación de acciones en el contexto social y económico.
Características Fundamentales de la Política Económica
Es fundamental destacar tres aspectos clave:
- La política económica es siempre el resultado de una decisión tomada por la autoridad. Cuando hablamos de autoridad, nos referimos al gobierno y también a otros niveles inferiores dentro del marco político y administrativo de una comunidad.
- La política económica es siempre un proceso deliberado de toma de decisiones; de lo contrario, no se consideraría política económica.
- La política económica siempre toma como referencia unos fines u objetivos a conseguir y selecciona los medios o instrumentos para alcanzarlos.
Dos Ámbitos de la Política Económica
Al abordar la política económica, podemos considerar dos ámbitos distintos:
- Por un lado, la política económica como praxis o aplicación. En este caso, se refiere al conjunto de objetivos, medidas y actuaciones concretas que las autoridades implementan en el terreno económico.
- Por otra parte, el ámbito de la perspectiva científica, que se centra en el estudio de las distintas medidas que se pueden tomar y los efectos que estas pueden tener sobre las magnitudes macroeconómicas.
Diferencia entre Política Económica y Macroeconomía
Existe una diferencia crucial entre la política económica y la macroeconomía. Mientras que la macroeconomía se centra exclusivamente en la teoría, la política económica va más allá, enfocándose en la aplicación práctica de dicha teoría una vez que esta es conocida.
Integración de Objetivos y Políticas Económicas
La Necesidad de un Enfoque Integrado
Es frecuente que las políticas económicas propuestas o desarrolladas por las autoridades de los países se consideren de forma aislada. Esto implica, como señaló H.J. Seraphim hace bastantes años, que lo que realmente se estudian son “esferas parciales de la política económica” (por ejemplo, la política comercial, la política agraria, la política monetaria, la política fiscal, etc.), descuidando las interrelaciones que realmente existen entre las distintas políticas.
Para superar esta fragmentación, existe una vía descriptiva que consiste en presentar un esquema o modelo simplificado. Este modelo permite comprender las relaciones entre los fines generales, los objetivos y los instrumentos, así como las interrelaciones entre los distintos tipos de políticas (instrumentales y sectoriales).
El Esquema de Jané Solá: Tipos de Políticas
El esquema propuesto hace algunos años por el profesor Jané Solá responde a este planteamiento y facilita la comprensión de la unidad de la política económica y las relaciones básicas entre sus diferentes categorías o tipos. De este esquema se deduce lo siguiente:
Políticas de Ordenación
Relacionadas con valores fundamentales como la libertad, la equidad, la solidaridad, la justicia, el orden y la seguridad. Son valores que no se pueden cuantificar y constituyen los fines últimos de todo el sistema de política económica.
Políticas Finalistas
Aquellas que se vinculan con el orden económico. Son políticas cuantificables, ya que su logro se puede medir con indicadores de carácter cuantitativo. Estas políticas están relacionadas con objetivos como el pleno empleo, el crecimiento económico, el control de la inflación, el equilibrio de la balanza de pagos y la distribución de la renta y la riqueza. Se asocian con objetivos de carácter más económico.
Políticas Específicas
Se dividen en dos tipos:
Políticas Instrumentales
Afectan a toda la economía. Incluyen la política monetaria, la política fiscal, la política de comercio exterior y tipo de cambio, las políticas de control directo, la política laboral y las políticas de reforma del marco institucional.
Políticas Sectoriales
Son el conjunto de objetivos y medidas de política económica que se aplican para influir en un sector concreto, como la política industrial, la política agrícola, la política turística, la política energética o la política de viviendas. Estas políticas se nutren de las diferentes medidas que se pueden aplicar según los instrumentos de las políticas instrumentales. Por ejemplo, pueden incluir exenciones o deducciones para el sector industrial, incentivos a la reducción de emisiones, subvenciones a determinados bienes, aranceles en relación con el comercio exterior, o multas y sanciones en el ámbito del control directo. Todos estos ejemplos están dirigidos a un sector específico, lo que las define como políticas sectoriales.