Fundamentos del Pensamiento Marxista: Modos de Producción y Dinámicas Sociales


Fundamentos del Pensamiento Marxista

Modos de Producción

  • Feudal: El señor, dueño de la tierra.
  • Capitalista: Propiedad privada de los medios de producción y de la fuerza de trabajo del trabajador. Es la sociedad que Marx y Engels combaten en sus obras, haciendo un estudio de la misma y llegando a las conclusiones siguientes: en este modo de producción se da una explotación del hombre por el hombre; esa situación hay que liquidarla mediante la revolución e instaurar el modo de producción socialista.
  • Socialista: Propiedad colectiva de los medios de producción; no existe la propiedad privada sobre los medios de producción, el colectivo social es el titular de la propiedad. Se admite la propiedad privada de los bienes de consumo.

Teniendo en cuenta los conceptos anteriores, podemos establecer lo siguiente:

Principales Conceptos y Dinámicas Marxistas

1. Las relaciones entre la infraestructura económica y la superestructura

Según la teoría marxista, es en la infraestructura donde hay que buscar el hilo conductor para explicar los fenómenos sociales pertenecientes a la superestructura. La estructura económica condiciona la superestructura: las creencias, instituciones, relaciones jurídicas, etc. Algunos marxistas entendieron que la estructura económica determinaba totalmente la superestructura (economicismo), y trataban de deducir de la economía todos los fenómenos que ocurren a nivel jurídico, político e ideológico.

Sin embargo, para Marx y Engels, los elementos de la superestructura tienen una autonomía relativa y se produce una acción recíproca entre infraestructura y superestructura, aunque la infraestructura ejerce una determinación más fuerte. Así, Engels señala cómo el desarrollo de la filosofía no puede ser explicado pura y simplemente a partir de la economía.

2. La situación del trabajador en el modo de producción capitalista

La situación del trabajador en el modo de producción capitalista es la de una explotación económica, concretada en la maximización de la plusvalía (trabajo no pagado), y la de una alienación total, situación que se aborda en el apartado de «La alienación y sus formas». Profundicemos un poco en el primer aspecto: la maximización de la plusvalía. La ganancia sale del trabajo productivo. Si el valor que ha producido el trabajo de un obrero retornara íntegro a este, no habría ganancia. Para que esta se produzca, tiene que haber plusvalía, es decir, trabajo no remunerado. Para obtener mayores ganancias, el empresario tiende a estirar la plusvalía, apretando los salarios y alargando la jornada laboral. El trabajo se compra y se vende según las leyes del mercado: la oferta y la demanda. Al empresario le interesa que la oferta de mano de obra sea más amplia que la demanda, es decir, que haya un margen de paro forzoso, para que la mano de obra se abarate (salarios más bajos) y los obreros se vean obligados a aceptar las condiciones que sean con tal de trabajar. Como el paro parcial es necesario para el correcto funcionamiento del sistema capitalista, este produce necesariamente miseria.

3. Contradicciones y la lucha de clases

Esto provoca contradicciones entre el grado de desarrollo de las fuerzas productivas (cada vez mayor productividad) y las relaciones de producción. Estas contradicciones se convierten en el motor de la historia, provocando la lucha de clases, o el enfrentamiento entre dos clases antagónicas que luchan por sus intereses de clase. Las contradicciones entre las fuerzas productivas y los propietarios de los medios de producción son contradicciones entre seres humanos que protagonizan esas relaciones. Las contradicciones a nivel humano son producidas por la distinta posición de unos y otros en el sistema productivo. La supresión de esos contrarios solo puede darse a través de la lucha.

4. La revolución social

La revolución social significa la destrucción y transformación de unas determinadas relaciones de producción, cambiando el modo de producción capitalista por el socialista, y con ello, dada la interdependencia, cambian la ideología, las formas políticas, religiosas…

5. El objetivo de la lucha de clases: el comunismo

El objetivo de la lucha de clases mediante la revolución social es la desaparición de las clases y la instauración del comunismo: la sociedad sin clases, culminación del proceso revolucionario, momento de la máxima libertad en el que han desaparecido los elementos alienantes. Este es el fin hacia el que se dirige la historia, fin que será acelerado mediante la acción del proletariado (que es quien debe dirigir la revolución, según Marx) en el proceso revolucionario. El nuevo modo de producción, el socialista, acaba con las alienaciones y la explotación capitalista, y permite la realización de las potencialidades del ser humano. Algunos autores han visto en esta concepción del marxismo una visión utópica de la historia. Esta nueva sociedad es de productores asociados. El cambio más decisivo para conseguirlo es la supresión de la propiedad privada, eliminando el antagonismo de clases. El comunismo propugna una sociedad sin propiedad privada y sin clases. Junto a la abolición de los anteriores elementos, hay que considerar la abolición del Estado y del derecho burgués como instituciones opresoras. La abolición del Estado será el escalón final en el proceso revolucionario que lleva al comunismo; antes hay que conseguir el poder político, la dictadura del proletariado, donde el pueblo toma el poder político y requisa los medios de producción. También, e igualmente, el derecho burgués hay que suprimirlo por fases.

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