Historia de España: Siglo XX, República y Guerra Civil


La Guerra Civil Española: Impacto Internacional y Actores Clave

La Guerra Civil Española tuvo un impacto internacional significativo, marcado por una intervención extranjera crucial en el desenlace del conflicto. El bando nacional recibió un apoyo masivo desde el inicio por parte de la Alemania nazi y la Italia fascista. Mussolini envió soldados, munición y armamento, mientras que Hitler proporcionó la Legión Cóndor, otorgando a Franco una gran superioridad aérea. Portugal colaboró facilitando el tránsito de recursos.

La República recibió una ayuda mucho más limitada. Francia envió armas en un primer momento, pero cesó su apoyo tras el Pacto de No Intervención. La URSS fue el único estado que apoyó militarmente a la República, contribuyendo a la defensa de Madrid. Las Brigadas Internacionales desempeñaron un papel clave.

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Estaban constituidas por grupos de jóvenes voluntarios. Fueron unos 40.000 y tuvieron un papel importante en la defensa de Madrid y en las batallas del Jarama y Teruel. Las democracias occidentales, como Reino Unido y Francia, adoptaron una postura neutral y promovieron el Comité de No Intervención, que resultó ser ineficaz. Mientras Alemania e Italia intervenían abiertamente a favor de Franco, la República no tuvo un respaldo equivalente. La Sociedad de Naciones, en crisis, demostró su incapacidad para frenar la intervención extranjera en España, anticipando su ineficacia en la Segunda Guerra Mundial.

La Segunda República Española (1931-1936)

Causas de su Proclamación

Las causas de la proclamación de la Segunda República fueron políticas, sociales y económicas. Tras la dictadura de Primo de Rivera, el general Berenguer intentó restaurar el sistema constitucional, pero su indecisión y la corrupción hicieron que la población perdiera la confianza en la monarquía. Alfonso XIII quedó desacreditado por haber apoyado la dictadura y por la exclusión de republicanos y obreros en el gobierno. En 1930, el Pacto de San Sebastián unió a los republicanos para acabar con la monarquía. Aunque los intentos de alzamiento militar fallaron, las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 fueron clave, ya que los monárquicos perdieron en las principales ciudades, lo que llevó al exilio del rey y a la proclamación de la República el 14 de abril.

En el ámbito social, España había cambiado, pero aún persistían problemas como el analfabetismo, el atraso en el campo y el poder de la Iglesia en la educación. El ejército, tras la Guerra de Marruecos, tenía más peso en la sociedad. Además, la herencia que dejó Primo de Rivera y la reciente radicalización de sindicatos y partidos aumentaron el malestar social. En un contexto de crisis política en Europa, con el auge del fascismo y el comunismo, la Segunda República intentó llevar a cabo reformas, pero la fuerte oposición y los conflictos internos desembocaron en la Guerra Civil en 1936.

El Siglo XX en España: Contexto y Transformaciones

El Desastre de 1898 y sus Repercusiones

El Desastre del 98 marcó un punto de inflexión en la historia de España. Tras la derrota en la guerra contra Estados Unidos y la firma del Tratado de París en 1898, España perdió sus últimas grandes colonias: Cuba, Filipinas y Puerto Rico. Este hecho tuvo importantes repercusiones en distintos ámbitos:

  • En el ámbito político, aunque las decisiones de los gobernantes fueron duramente criticadas, el sistema de la Restauración logró mantenerse. No se produjo una reforma profunda, y la alternancia entre liberales y conservadores siguió funcionando sin grandes cambios.
  • En el ámbito ideológico, la crisis del 98 supuso un duro golpe para la conciencia nacional. Surgió el regeneracionismo, un movimiento crítico con la situación política y social del país, que proponía reformas para modernizar España. También se desarrolló un sentimiento pesimista reflejado en la Generación del 98, un grupo de intelectuales y escritores que analizaron los problemas del país en su obra.
  • Finalmente, en el ámbito económico, la pérdida de las colonias significó un golpe para el comercio y la industria española, al desaparecer importantes mercados. Sin embargo, la repatriación de capitales de América favoreció el crecimiento de la banca y permitió inversiones en la modernización industrial y agrícola. A pesar del impacto inicial, la economía española logró recuperarse al centrarse en el desarrollo interno.

En conclusión, la crisis del 98 marcó el fin del imperio colonial español y tuvo un profundo impacto en la sociedad, aunque no produjo cambios estructurales inmediatos en la política o la economía. Sin embargo, dejó una huella profunda en la mentalidad de la época, impulsando movimientos de crítica y renovación.

Evolución Económica y Demográfica (Primer Tercio del Siglo XX)

Durante el primer tercio del siglo XX, España experimentó un crecimiento económico, aunque con un sistema muy poco proteccionista que favorecía a ciertos sectores como la industria textil catalana, la siderurgia vasca y la producción de cereales en Castilla. Esto impidió la competencia con el exterior y, aunque la agricultura creció un 55%, la productividad seguía siendo baja en comparación con otros países europeos avanzados.

En el ámbito demográfico, España comenzó su transición demográfica tarde y de forma peculiar, ya que la natalidad y la mortalidad bajaron casi al mismo tiempo. Esto se debió a mejoras en la alimentación, vivienda y los servicios sanitarios. Enfermedades endémicas como la viruela desaparecieron, pero la gripe española de 1918-1919 causó más de 200.000 muertes.

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Gracias a los avances en sanidad e higiene, la esperanza de vida aumentó de 35 a 50 años, y la mortalidad infantil se redujo considerablemente. A nivel social, se produjo un fuerte movimiento migratorio. Entre 1905 y 1914, muchos españoles emigraron a América Latina y Argelia, mientras que en la segunda década del siglo aumentaron las migraciones internas, con miles de personas dejando el campo para trasladarse a las ciudades, atraídas por la industria en crecimiento. Un dato clave es que en 1930 más de la mitad de la población de Madrid y Barcelona era inmigrante. En cuanto al trabajo, la estructura económica cambió: en 1900 el 70% de la población trabajaba en la agricultura, pero en 1930 este porcentaje bajó al 47%, mientras que el empleo en la industria pasó del 14% al 26%. Aunque la sociedad seguía manteniendo muchas características del siglo anterior, España avanzaba hacia la modernización, con una economía más diversificada y una población cada vez más urbana.

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

La dictadura de Primo de Rivera comenzó el 13 de septiembre de 1923 con un golpe de Estado en Barcelona. Las causas principales fueron la crisis política del sistema de la Restauración y el fracaso en Marruecos, especialmente tras el Desastre de Annual en 1921. Aunque no está claro si Alfonso XIII participó directamente, su apoyo fue clave. Primo contó con el respaldo del ejército, del rey y del empresariado catalán, mientras que socialistas y anarquistas no se opusieron con fuerza.

Directorio Militar (1923–1925)

Primo de Rivera formó un gobierno militar autoritario con el objetivo de restaurar el orden, especialmente en Barcelona. Declaró el estado de guerra, suspendió libertades, persiguió a los anarquistas y clausuró sus medios y locales. En 1925, la Guerra de Marruecos terminó gracias a una intervención hispano-francesa, con la rendición de Abd-el-Krim en 1927.

Directorio Civil (1925–1930)

En esta segunda etapa, Primo intentó institucionalizar su régimen. Creó la Unión Patriótica y en 1927 convocó una Asamblea Nacional Consultiva para redactar una nueva constitución. Sin embargo, el anteproyecto de 1929 nunca se aprobó, ya que era una «Carta Otorgada«, no una constitución real.

Final de la Dictadura (1930)

Primo de Rivera no consiguió consolidar su régimen y fue perdiendo apoyos. Fue criticado por intelectuales como Unamuno, republicanos del ejército y gran parte de la sociedad. En enero de 1930, al notar que ya no contaba con el respaldo militar, presentó su dimisión al rey Alfonso XIII, poniendo fin a la dictadura.

El Movimiento Obrero Español

El movimiento obrero español surgió como respuesta a las duras condiciones laborales impuestas por la industrialización. Durante el siglo XIX, tres grandes corrientes marcaron su desarrollo: el anarquismo, el socialismo y el sindicalismo católico, cada una con estrategias y objetivos distintos.

El anarquismo fue la corriente mayoritaria dentro del movimiento obrero español, con gran implantación en el proletariado catalán y el campesinado andaluz. Rechazaban la vía parlamentaria y defendían la acción directa, que en algunos casos permitía la violencia. Inspirados por Kropotkin, algunos sectores anarquistas adoptaron la «propaganda por el hecho«, basada en atentados como el asesinato de Cánovas del Castillo en 1879. En 1881, el anarquismo se reorganizó con la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE), que tuvo gran influencia entre los obreros textiles de Barcelona y los jornaleros andaluces. Sin embargo, con el tiempo, el movimiento se dividió entre los partidarios de la acción violenta y quienes apostaban por la lucha sindical a través de huelgas generales.

El socialismo apareció en 1879 con la fundación del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) por Pablo Iglesias. Sus objetivos eran la abolición de las clases, la socialización de la propiedad y la toma del poder político por la clase trabajadora. En 1888, se creó la Unión General de Trabajadores (UGT) como sindicato vinculado al PSOE.

El socialismo español tuvo un enfoque político y participó en la Segunda Internacional (1889), dominada por el marxismo. Sin embargo, hasta finales del siglo XIX tanto el PSOE como la UGT fueron organizaciones minoritarias en comparación con el anarquismo. Los Círculos Católicos de Obreros en 1874 proporcionaban un espacio de formación y apoyo. La publicación en 1891 de la encíclica Rerum Novarum, en la que el papa León XIII defendía los derechos de los trabajadores sin romper con el sistema capitalista, impulsó esta corriente. En 1898, se creó en Madrid el Consejo Nacional de las Corporaciones Católico-Obreras, aunque el sindicalismo católico nunca tuvo tanta influencia como los sindicatos de clase.

Glosario de Conceptos y Eventos Clave

La Semana Trágica de Barcelona

Fue una revuelta social y anticlerical que tuvo lugar entre el 26 de julio y el 2 de agosto de 1909. Estalló como consecuencia del descontento popular por la movilización de reservistas para la Guerra de Marruecos (la Guerra de Melilla), que afectaba sobre todo a las clases trabajadoras.

La CNT (Confederación Nacional del Trabajo)

Es un sindicato anarquista fundado en España en 1910. Aunque no participó directamente en ese conflicto por no existir aún, su creación fue impulsada por el contexto de represión y lucha obrera que lo rodeaba, incluido lo ocurrido en Barcelona en 1909.

El Desastre de Annual

Fue una gran derrota militar del ejército español frente a las fuerzas rifeñas en el norte de Marruecos, ocurrida entre julio y agosto de 1921. Es uno de los episodios más humillantes y trágicos de la historia militar de España en el siglo XX.

El Desembarco de Alhucemas

Fue una operación militar llevada a cabo por el ejército español (con apoyo francés) entre el 8 y el 13 de septiembre de 1925 en la costa norte de Marruecos, durante la Guerra del Rif. Es considerado el primer desembarco anfibio moderno de la historia, precursor de operaciones como el Desembarco de Normandía en la Segunda Guerra Mundial.

El Pacto de San Sebastián

Fue una reunión clave de líderes republicanos españoles celebrada el 17 de agosto de 1930 en la ciudad de San Sebastián (País Vasco). Su objetivo principal fue coordinar esfuerzos para acabar con la monarquía de Alfonso XIII y preparar la instauración de una república en España.

Manuel Azaña (1880–1940)

Fue uno de los políticos más importantes de la historia contemporánea de España y figura clave de la Segunda República. Intelectual, escritor y político, destacó por su defensa de un Estado laico, moderno y democrático.

Alejandro Lerroux (1864–1949)

Fue un político español controvertido y carismático, conocido por su retórica populista, su papel destacado en los inicios de la Segunda República, y por su evolución desde el republicanismo radical hacia posiciones más conservadoras. Fue una figura clave durante el periodo republicano, aunque su prestigio se deterioró con el tiempo.

Clara Campoamor (1888–1972)

Fue una abogada, escritora y política española, y una de las principales figuras del feminismo en España. Es especialmente recordada por ser la gran defensora del sufragio femenino, que logró que las mujeres pudieran votar por primera vez en España en 1933.

La Sanjurjada

Fue un intento de golpe de Estado liderado por el general José Sanjurjo contra la Segunda República Española, el 10 de agosto de 1932. Fue el primer levantamiento militar importante contra la República, aunque fracasó rápidamente.

La Ley de Reforma Agraria

Fue una de las leyes más controvertidas e importantes de la Segunda República Española, promulgada en 1932 bajo el gobierno de Manuel Azaña. Su principal objetivo era transformar el sistema agrario en España, donde una gran parte de la tierra estaba concentrada en manos de unos pocos terratenientes, mientras que la mayoría de los campesinos vivían en condiciones de extrema pobreza y carecían de tierras propias.

La CEDA

Fue una organización política española fundada en 1933, que representó a sectores de la derecha conservadora, católica y monárquica. Estaba dirigida por José María Gil-Robles, y se convirtió en uno de los principales actores de la política española durante la Segunda República.

José Antonio Primo de Rivera (1903–1936)

Fue un político y líder español, conocido por ser el fundador de la Falange Española, un partido fascista que desempeñó un papel importante en la política española durante los años previos a la Guerra Civil y en el inicio del régimen franquista. Su figura se ha convertido en un símbolo del nacionalismo autoritario y la ideología fascista en España.

El Frente Popular

Fue una coalición política y electoral que surgió en España en 1936, justo antes del inicio de la Guerra Civil Española. Estaba compuesta principalmente por fuerzas de izquierda y progresistas, incluyendo socialistas, comunistas, anarquistas y republicanos de izquierda. Su principal objetivo era defender la República democrática frente al golpe de Estado protagonizado por militares sublevados, liderados por Francisco Franco.

El Bombardeo de Guernica

Fue un ataque aéreo llevado a cabo el 26 de abril de 1937, durante la Guerra Civil Española, sobre la ciudad de Guernica, en el País Vasco. Este bombardeo es uno de los episodios más devastadores y simbólicos de la guerra, y se considera uno de los primeros ejemplos del uso masivo de bombardeos aéreos contra civiles con fines terroristas.

La Batalla del Ebro

Fue uno de los enfrentamientos más largos y sangrientos de la Guerra Civil Española, que tuvo lugar entre julio y noviembre de 1938. Fue la última gran ofensiva republicana en un intento de frenar el avance de las tropas franquistas y cambiar el curso de la guerra a favor de la República. La batalla se libró en la región del Ebro, un terreno clave para el control del noreste de España.

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