Ilustración Alemana: Immanuel Kant
Biografía de Immanuel Kant
Immanuel Kant (1724-1804) nació y murió en Königsberg (actual Kaliningrado, Rusia), que entonces formaba parte de Prusia Oriental. Trabajó como preceptor de varias familias hasta que en 1756 obtuvo una plaza para enseñar metafísica y lógica en la universidad de su ciudad natal. En 1770, consiguió la cátedra de Lógica y Metafísica en esa misma universidad con una tesis conocida como La disertación de 1770, en la que se exponen muchas de las ideas que se desarrollarían después en la Crítica de la razón pura. Murió ciego y desmemoriado.
Contexto Histórico y Filosófico
La vida de Kant estuvo marcada por tres procesos históricos fundamentales: el auge de la burguesía y el liberalismo, el movimiento de la Ilustración y el progreso científico. Kant es considerado el filósofo ilustrado por excelencia, y tanto su epistemología como su ética supusieron un punto de inflexión en la historia del pensamiento occidental.
Periodos de la Obra Kantiana
La vasta obra de Immanuel Kant se clasifica tradicionalmente en dos grandes periodos:
Periodo Precrítico (1755-1770)
Durante este periodo, Kant se dedicó al estudio de las ciencias naturales y la física newtoniana, mostrando afinidad con el racionalismo de Leibniz y Wolff, predominante en la Alemania de su tiempo. Destacan obras como:
- Historia natural universal y teoría del cielo (1775)
- El único fundamento posible para una demostración de la existencia de Dios (1763)
- Investigación acerca de la evidencia de los principios de la teología natural y de la moral (1764)
- Sueños de un visionario (1766)
- Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime (1764)
Periodo Crítico (1770-1804)
Este periodo se inicia con la publicación de Disertación sobre la forma y los principios del mundo sensible y del inteligible (1770), y culmina con sus influyentes obras críticas, que marcaron un antes y un después en la filosofía:
- Crítica de la razón pura (1781)
- Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785)
- Crítica de la razón práctica (1788)
- Crítica del juicio (1790)
- La religión dentro de los límites de la mera razón (1793)
- Sobre la paz perpetua (1795)
Durante el periodo precrítico, antes de obtener su cátedra, Kant se centró en el estudio de las ciencias naturales y la física newtoniana, mostrando una clara afinidad con el racionalismo dominante en la Alemania de su época, representado por filósofos como Leibniz y Wolff.
El inicio del periodo crítico, a partir de 1770 con la obtención de su cátedra, estuvo profundamente influenciado por la lectura de los empiristas ingleses, en particular David Hume. Kant afirmó que Hume lo «despertó del sueño dogmático de la razón», refiriéndose a la confianza incondicional en la razón sin someterla a crítica. Asimismo, la obra de Jean-Jacques Rousseau fue crucial, a quien Kant llegó a considerar «el Newton de la moral».
En esta etapa, Kant desarrolló una postura crítica frente al dogmatismo, dedicándose a un exhaustivo análisis de las facultades cognoscitivas humanas para determinar el origen, el alcance y los límites de la razón. Su interés se extendió también al conocimiento práctico, abarcando campos como la ética, la política, la historia y la estética.
La Ética Kantiana: Razón Práctica y Juicio Moral
Kant distingue dos usos fundamentales de la razón humana: el teórico y el práctico. En su obra cumbre, la Crítica de la razón pura, aborda la posibilidad y los límites del conocimiento universal. Por otro lado, en la Crítica de la razón práctica, analiza el uso práctico de la razón como fundamento de la acción y la voluntad humana, con el juicio moral como cuestión central. La ética de Kant representó un cambio radical de paradigma respecto a las éticas precedentes. Las obras principales donde Kant desarrolla su sistema ético son la Crítica de la razón práctica y la Fundamentación de la metafísica de las costumbres.
Formalismo Ético y Éticas Materiales: Un Contraste Fundamental
El punto de partida de la ética kantiana es la constatación de la moralidad como un hecho innegable: la existencia de buenas y malas voluntades, y, por ende, de buenas y malas acciones. Según Kant, todas nuestras acciones están orientadas por un principio práctico, que puede manifestarse de dos tipos:
Máxima
Una máxima es un principio de acción subjetivo, válido únicamente para el individuo que la formula. Se fundamenta en sentimientos, motivos personales, intereses y fines privados. Las máximas constituyen la base de las éticas materiales. Kant identifica como éticas materiales, por ejemplo, la ética de la felicidad de Aristóteles, el hedonismo de Epicuro, el emotivismo y el utilitarismo moral.
Imperativo
Un imperativo es un principio universal, potencialmente válido para todo ser humano. Se fundamenta en la ley moral que emana de la razón práctica. Esta ley se expresa como un imperativo categórico.
A continuación, se detallan las características distintivas de las éticas materiales y las éticas formales:
Características de las Éticas Materiales
- Se guían por máximas (principios subjetivos).
- Son empíricas y a posteriori: se basan en la experiencia, lo que las hace particulares y contingentes.
- Teleológicas: orientadas a alcanzar un fin. La acción es un medio para lograr un objetivo (ej., la felicidad, el placer, el beneficio de la mayoría).
- Hipotéticas: dependen de condiciones (ej., «Si quiero tener amistades, tengo que ser amable con las personas»).
- Heterónomas: el principio moral proviene de una fuente externa (ej., determinado por la felicidad, el placer, la utilidad).
- Materiales: atienden al contenido de la acción, valorando las opciones disponibles. Se preguntan: «¿Qué debo hacer entre estas opciones? ¿Cuál es mejor? ¿Cuál me dará más beneficio? ¿Con cuál seré más feliz?»
Características de las Éticas Formales
- Se guían por imperativos: principios universales válidos para todo ser humano.
- Son a priori: el principio moral emana de la razón, lo que las hace necesarias y universales.
- No son teleológicas: la acción es un fin en sí mismo; se actúa «por mor del deber» (lo que las convierte en una ética deontológica).
- Categóricas: no dependen de condiciones. Se actúa por deber, no por interés personal.
- Autónomas: el principio moral es interno, proviene del propio sujeto, ya que la razón es la guía.
- Formales: el fundamento de la acción es el deber. No atienden al contenido o a las opciones, sino a la forma en que la voluntad actúa. Se preguntan: «¿Cómo debo actuar? ¿Qué es lo correcto acorde al deber?»