La Odisea Welfarista
1. Formación y desarrollo (1942-1973)
- Crecimiento exponencial del gasto público y de las prestaciones sociales: «los Treinta Gloriosos».
2. Crisis (1973-1992)
- Expansión del gasto público (1973-1982) para paliar los efectos sociales de la crisis económica y ampliación de la cartera prestacional.
- Recuperación económica (1983-1992) y ralentización del gasto público a niveles próximos o inferiores al PIB y mantenimiento de las prestaciones, salvo en los Estados de Bienestar emergentes.
3. Consolidación, ¿madurez? (desde mediados de los años 90)
- Mantenimiento del gasto público y redefinición del catálogo de prestaciones (1992-2006).
- La austeridad como paradigma: recortes en los presupuestos públicos y reducción de la cartera de servicios (2007).
La Crisis del Estado del Bienestar de Posguerra
1. Límites del Estado para regular los ciclos largos de la economía como detonante
- En un contexto de depresión económica: la crisis estanflacionista de los años 70.
- Crisis económica de carácter estructural.
- Inevitabilidad de los ciclos.
- Agotamiento del modelo fordista.
- El dilema entre un alto nivel de empleo y la estabilidad de los precios.
Debate acerca de la compatibilidad entre objetivos económicos y sociales:
- Las políticas antiinflacionistas dificultan aquellas que tratan de fomentar el empleo, favorecer la redistribución de la renta o, en general, reducir la pobreza.
- Las políticas de empleo resultan incompatibles con la reducción del gasto.
- Las prestaciones de desempleo son inflacionistas.
La ofensiva neoliberal: El Estado como problema y el Estado como solución (R. Reagan).
El Contexto de la Crisis más allá de la Economía: ¿El Principio del Fin o Debate acerca de la Viabilidad del Estado del Bienestar?
- Internacionalización y globalización de los procesos productivos.
- Límites nacionales para lograr el pleno empleo y el crecimiento económico.
- Incremento de la desigualdad laboral y salarial.
- Tensión a la baja de los sistemas de protección social (dumping social).
- Fragilidad de las bases ideológicas del welfarismo.
Segmentación de los mercados de trabajo y la estructura del desempleo:
- El desempleo se convierte en estructural por factores como:
- La crisis de ciertos sectores productivos, fundamentalmente industriales, que emplean numerosa mano de obra.
- Los nuevos sectores productivos, más tecnificados, no incorporan excesiva mano de obra.
- La creciente y progresiva sustitución de capital productivo por capital especulativo no incentiva la creación de puestos de trabajo sino que, al contrario, favorece su destrucción.
- La deslocalización productiva desde los países desarrollados.
Cambios en la estructura social:
- Incorporación de la mujer al mercado de trabajo.
- Nuevas formas de pobreza.
Dimensiones de la Crisis
1. La crisis financiera de los años 70
2. La crisis ideológica de los años 80
- Crisis de eficacia.
- Crisis de legitimidad.
3. La crisis filosófica
Se trata de una crisis estructural, del modelo mismo, por cuanto afecta a todos sus ámbitos: económico, social y político.
La Crisis Fiscal del Estado
- Crecimiento de los gastos sociales a ritmos previos a la crisis y caída de los ingresos tributarios por la menor actividad económica.
- Incremento del déficit público (endeudamiento estructural) y de la presión fiscal, al tiempo que crecen nuevas demandas sociales y se universalizan muchas de las existentes.
La doble y contradictoria función del Estado y de los presupuestos públicos:
- Asegurar el crecimiento económico del capital privado (Función de acumulación).
- Satisfacción de la demanda social de servicios públicos (gasto social) (Función de legitimación).
En una economía de mercado como la welfarista, el excedente, los beneficios se asignan de manera privada en tanto los costes sociales tienden cada vez más a socializarse.
La crisis fiscal, es decir, la tendencia a que el gasto público crezca más que los ingresos que lo financian, derivaría de (O’Connor, 1981):
- La progresiva socialización de los costes del capital y los gastos sociales de producción, pero no de los beneficios concentrados en algunos colectivos (Efecto Mateo).
- Los costes salariales suben más que la productividad en el sector público, como consecuencia de la imitación de lo que sucede en el sector privado, lo que acaba determinando que no exista relación entre la presión fiscal (mayor ingreso) y el bienestar (Efecto Baumol vs. efecto multiplicador del gasto).
- El Estado debe cubrir las crecientes necesidades sociales que el mercado no cubre, lo que determina un incremento del número de personas dependientes de este con costes cada vez más elevados (Ley de Wagner) que dificultan su financiación.
Algunas conclusiones acerca de la evolución del déficit público entre 1974 y 1988:
- Su estrecha vinculación a la coyuntura económica. Los años con peores resultados económicos presentan más déficit.
- El déficit público no es necesariamente producto de la actividad del Estado del Bienestar. Tiene que ver más con los efectos de la crisis que con dicha acción.
- No existe una relación directa entre la cuantía del déficit y el grado de desarrollo del Estado del Bienestar.
- La expansión del gasto público, como respuesta a la recesión económica y origen del déficit, no responde a una política económica expansiva para elevar la demanda interna, sino a factores automáticos derivados de la crisis, como muestra el incremento de las transferencias.
La Crisis de Eficacia y de Eficiencia
- El problema de la eficiencia se plantea desde el instante en que se necesitan más recursos para atender a más personas y proporcionarles más y mejores prestaciones.
- El Estado no garantiza el crecimiento ni la redistribución equitativa de la renta (Efecto Mateo), al tiempo que se produce un empobrecimiento de la calidad de los servicios, mala gestión por la rigidez de unas estructuras desmesuradas por sus dimensiones y burocracia.
- Los fallos en la redistribución no impiden, sin embargo, que la ciudadanía tenga la sensación de que el Estado proporciona mayor seguridad material (el espejismo psicológico de la redistribución).
- Menor eficiencia del sector público respecto del privado (Efecto Baumol) y la racionalidad económica en lo social.