Instituciones de Gobierno en la España Medieval: Comparativa Castilla y Aragón
En Castilla, el rey consolidaba una monarquía autoritaria, apoyada por un ejército permanente y leyes como las Partidas de Alfonso X y el Ordenamiento de Alcalá de Alfonso XI, que reforzaban el poder real y se basaban en el derecho romano. En contraste, Aragón se caracterizaba por un sistema pactista, donde el rey necesitaba consultar a los estamentos privilegiados para tomar decisiones importantes. En el ámbito judicial, Castilla estableció la Audiencia, con sede principal en Valladolid, mientras que en Aragón existía el Justicia Mayor, responsable de resolver los pleitos relacionados con los contrafueros.
En Aragón y Navarra, el Merino Mayor, un cargo ocupado por la alta nobleza, ejercía funciones militares, de hacienda y de administración territorial. En las provincias, se crearon organismos como la Generalitat (en Cataluña) y la Diputación General (en Aragón). La administración territorial en Castilla estaba a cargo de los Adelantados Mayores, un cargo ocupado por la alta nobleza. Estos oficiales tenían la responsabilidad de administrar y gobernar el territorio, así como de desempeñar funciones militares, fiscales y judiciales.
Las Cortes en los Reinos Hispánicos
En la segunda mitad del siglo XIII, las Cortes en los reinos hispánicos alcanzaron su madurez como asambleas representativas con funciones principalmente fiscales y consultivas, aunque sin poder legislativo propio.
- En la Corona de Castilla, las Cortes surgieron de la Curia Regia extraordinaria impulsada por Alfonso IX. Eran convocadas a voluntad del rey, a quien solo aconsejaban y aprobaban impuestos extraordinarios, sin limitar su poder ni compartir con él la capacidad legislativa. Con el tiempo, los monarcas fueron reduciendo su papel.
- En la Corona de Aragón y Navarra, las Cortes estaban divididas en estamentos (eclesiástico, noble y ciudadano; y en Aragón también alta y baja nobleza), con una estructura más reglamentada. Tenían más poder político que las castellanas, ya que podían imponer límites al rey mediante pactos y participaban en la legislación junto a él. Además, tenían competencias judiciales y en la Baja Edad Media delegaron funciones en órganos permanentes como la Diputación del General o Generalidad.
La Construcción del Estado Moderno y la Monarquía Autoritaria
El reinado de los Reyes Católicos se sitúa en el punto de partida de dos procesos fundamentales: la construcción de un Estado moderno y el establecimiento de una monarquía autoritaria. La historiografía más tradicional les atribuía la creación de la unidad de España; sin embargo, con los Reyes Católicos no se produce dicha unidad, la cual no se consolidará, y con ciertas objeciones, hasta el siglo XVIII (con el centralismo borbónico). Con los Reyes Católicos se trata de una mera unión personal y dinástica de las dos Coronas.
Los Reyes Católicos intentaron desarrollar un programa político en sus respectivos territorios que posibilitase la consecución de mayores cuotas de centralización del poder, la unificación religiosa y una modernización de la administración. La puesta en práctica de este programa encontró mayores obstáculos en la Corona de Aragón, debido al notable poder señorial y la tradición pactista de sus Cortes. En Castilla, la reestructuración del Estado se realizó sin crear instituciones nuevas; aquí, los nobles pasaron a ser colaboradores, manteniendo su fuerza económica y social.
Un territorio unido no era suficiente; era necesario imponer la autoridad real sobre los poderes feudales (nobleza y clero), que durante la Baja Edad Media se habían levantado contra la monarquía. Para ello, en Castilla, los Reyes Católicos vencieron por las armas (derrota en Toro, 1476), recuperando parte del patrimonio real en manos de los señores. Sin embargo, garantizaron a la aristocracia y a la Iglesia su poder económico e influencia a cambio de su sumisión política. Para consolidar esto, reformaron las instituciones de gobierno y las Leyes de Toro, donde se institucionalizaron cuestiones como el mayorazgo, y consolidaron los privilegios jurisdiccionales de nobleza e Iglesia.
La Unidad Religiosa como Pilar del Estado Moderno
La unidad religiosa, basada en el cristianismo, fue clave para fortalecer el Estado y apoyar el proceso centralizador. Se buscó una fe común como elemento de cohesión social.
- Se instauró el Tribunal de la Santa Inquisición para perseguir a los falsos conversos, enfrentando resistencia especialmente en la Corona de Aragón por considerarse un instrumento del poder real. Fue la única institución común en todos los reinos de la monarquía.
- La expulsión de los judíos en 1492 (tras siglos de persecuciones) afectó gravemente la economía y sociedad, ya que eran influyentes en sectores como el crédito, el comercio, la medicina y la administración.
- Aumentó también la presión sobre los mudéjares, sobre todo tras la toma de Granada. Las conversiones forzosas impulsadas por el Cardenal Cisneros provocaron revueltas como la de las Alpujarras. Los convertidos (moriscos) fueron marginados y finalmente expulsados en 1609.
- Los Reyes Católicos obtuvieron el Patronato Regio, que les permitió nombrar obispos y arzobispos, aumentando su control sobre la Iglesia. Este derecho se aplicó primero en Granada y Canarias (1486) y luego en América (1508).
El Descubrimiento de América y sus Consecuencias
Factores que Impulsaron la Expansión Ultramarina
- El cambio de mentalidad en el Renacimiento, que impulsó la ciencia y las exploraciones.
- La búsqueda de nuevas rutas comerciales hacia las Indias, debido al bloqueo del Mediterráneo por los turcos y la ruta africana controlada por los portugueses.
- Avances en la navegación: nuevos instrumentos como la brújula y el astrolabio, el desarrollo de la cartografía y un nuevo tipo de nave, la carabela.
- El fortalecimiento de la monarquía castellana.
El Proyecto de Cristóbal Colón
El proyecto de Cristóbal Colón era llegar a las Indias navegando hacia el oeste en línea recta. Tras la negativa de la corte portuguesa, su propuesta fue finalmente aprobada por los Reyes Católicos después de la conquista de Granada.
Las Capitulaciones de Santa Fe
Las Capitulaciones de Santa Fe, firmadas en abril de 1492 entre Colón y los Reyes Católicos, establecieron el reparto de beneficios. Colón sería nombrado gobernador y virrey de las nuevas tierras, obtendría el título de Almirante de los océanos descubiertos y recibiría el 10% de los beneficios económicos.
El Primer Viaje y Exploraciones Posteriores
La expedición, compuesta por tres naves (La Pinta, La Niña y la Santa María), salió de Palos de la Frontera (Huelva) el 3 de agosto de 1492. Tras una parada en Canarias para avituallamiento, llegaron el 12 de octubre a la isla de Guanahaní (Bahamas). También se exploraron Haití y Cuba. Colón realizó un total de cuatro viajes, explorando el Caribe, parte de Centroamérica y Venezuela. Cristóbal Colón murió en 1506, creyendo aún haber llegado a las Indias.
Consecuencias del Descubrimiento
El descubrimiento generó tensión con Portugal. El Papa Alejandro VI firmó la Bula Inter caetera (1493), que dividía las tierras a 100 leguas al oeste de Cabo Verde. Portugal rechazó esta división, lo que llevó a la firma del Tratado de Tordesillas (1494). Este tratado otorgó a Castilla el derecho a evangelizar las tierras situadas a 370 leguas al oeste de Cabo Verde, mientras que las tierras al este (incluyendo lo que sería Brasil) quedaron para Portugal. En 1507, el continente fue denominado América en honor a Américo Vespucio.