La Prensa y la Política en la Novela Histórica: El Mundo de Prim y Fernando Besora


Contexto y Personajes Clave de la Novela

Reus: Origen y Valores del General Prim

Reus es la ciudad natal del general Prim, situada en la provincia de Tarragona. En la novela se recuerda con afecto como símbolo de sus orígenes humildes, de su carácter decidido y de su sentido del deber. Representa su raíz catalana, su esfuerzo por ascender desde la base y su orgullo de haber llegado a ser una figura nacional. Reus aparece como un lugar ligado a la identidad personal de Prim y a los valores de trabajo, justicia y patriotismo que guiaron su vida pública.

Paul y Angulo: Perspectivas Periodísticas

Paul es un periodista extranjero que cubre los acontecimientos políticos españoles y ofrece una mirada externa sobre la situación del país. A través de él, el autor muestra cómo Europa observa con curiosidad e incertidumbre la evolución política de España y la figura del general Prim.

Angulo es un periodista español y compañero de Besora. Representa al periodismo comprometido con los ideales liberales y la defensa de la libertad de expresión. Ambos personajes aportan distintas perspectivas periodísticas que enriquecen la narración y ayudan al lector a comprender la complejidad política y social de la época.

La Prensa en la Narrativa: Medios y Lucha Ideológica

La novela utiliza diversos periódicos como reflejo de la intensa batalla ideológica y política del siglo XIX español, especialmente durante el Sexenio Democrático. Estos medios no solo informan, sino que actúan como instrumentos de propaganda y lucha partidista.

Diarios Clave en la Trayectoria de Fernando Besora

La Iberia (El Compromiso Liberal)

Es el periódico donde trabaja el protagonista, Fernando Besora, al llegar a Madrid. Era un diario liberal progresista, alineado con los ideales del general Prim, que defendía una monarquía constitucional moderna y la ampliación de las libertades políticas. El presidente del periódico, Felipe Clavero, confía en Besora gracias a una carta de recomendación que este lleva de su tío y padrino, Fernando Besora Pallarés, un hombre con influencia en los círculos periodísticos. Besora llega con experiencia previa en la prensa catalana y pronto destaca por su inteligencia, su estilo ágil y su compromiso con la verdad. La Iberia se presenta en la novela como un símbolo del periodismo comprometido, defensor del progreso, la justicia y las ideas reformistas de Prim. Sin embargo, con el paso del tiempo, el protagonista se decepciona al ver cómo el periódico se aleja de su línea inicial, lo que refleja la pérdida de ideales de la política y la prensa española del momento. Además, La Iberia fue históricamente uno de los diarios más influyentes del Sexenio Democrático, fundado por Calvo Asensio, y su inclusión otorga verosimilitud histórica a la narración.

La Discusión (Periodismo Crítico)

En este periódico, Besora redacta una crónica inspirada en el estilo de Fernández y González, autores populares por su lenguaje directo y narrativo. La Discusión era un diario madrileño de orientación republicana, cercano a los sectores más reformistas y progresistas de la época. El paso de Besora por este medio refleja su deseo de experimentar con distintos estilos y su compromiso con un periodismo crítico e independiente, que no se limitaba a repetir consignas políticas. Su colaboración en La Discusión muestra también su interés por los temas sociales y su afinidad con el pensamiento liberal avanzado.

La Época (Órgano Moderado y Conservador)

La Época era el principal órgano de prensa del Partido Moderado, de tendencia monárquica y conservadora, que defendía los intereses de la aristocracia y de la monarquía isabelina. En la novela se menciona porque en sus páginas se publica un escrito de Enrique de Borbón contra Antonio de Orleans (duque de Montpensier), uno de los aspirantes al trono español. El periódico sirve así para mostrar la batalla mediática entre las distintas facciones políticas y dinásticas del siglo XIX. Representa la prensa más tradicional y monárquica, opuesta a los ideales progresistas defendidos por La Iberia. Su presencia en la obra refuerza la visión de Calvo Poyato sobre una prensa dividida, donde cada diario se convierte en portavoz de un partido o de un interés concreto.

La República Ibérica (Referente Republicano)

Cuando Felipe Clavero encarga a Besora un artículo sobre Montpensier, el protagonista acude al historiador Miguel Morayta, director de La República Ibérica. Morayta era un personaje histórico real, profesor de Historia, republicano radical y defensor de la libertad de pensamiento. El periódico era un referente del republicanismo español, que abogaba por la soberanía popular y el fin de la monarquía. En la novela, Besora acude a él para documentarse, lo que demuestra su interés por contrastar las fuentes y por mantener una visión honesta de la realidad. La República Ibérica representa el periodismo militante y combativo, opuesto tanto al absolutismo como al oportunismo político, y refleja la tensión entre la prensa libre y la prensa controlada por el poder.

La Correspondencia de España (El Montpensierismo)

Dirigida por Manuel María de Santa Ana, antiguo secretario del duque de Montpensier, era el diario oficial de los montpensieristas, es decir, de los partidarios del duque como aspirante al trono español. De orientación conservadora, el periódico gozaba de gran difusión nacional y era conocido por su estilo ágil y su capacidad para influir en la opinión pública. En la novela, La Correspondencia de España critica duramente los artículos de Besora, después de que este publique un texto desfavorable hacia Montpensier en La Iberia. El enfrentamiento entre ambos periódicos refleja el uso de la prensa como arma política y propagandística. José Calvo Poyato muestra así cómo los periódicos del siglo XIX eran instrumentos de lucha ideológica, más que espacios neutrales de información.

Le Moniteur Universel (Contexto Europeo)

Es un periódico francés, considerado el diario oficial del gobierno de Francia. Besora lo compra durante un viaje hacia París y en él lee una noticia sobre la batalla de Gravelotte, acontecida durante la Guerra Franco-Prusiana (1870–1871). El texto menciona los movimientos tácticos del general Bazaine hacia las defensas de Metz, situando al lector dentro del contexto europeo del momento. La inclusión de Le Moniteur Universel demuestra que Besora es un periodista culto e interesado por la política internacional, y subraya la relación entre la situación española y los conflictos europeos. El autor lo utiliza para ampliar la mirada del lector más allá del ámbito nacional.

El Combate (Manipulación Política)

Es el periódico de los republicanos Paul y Angulo, personajes cercanos a Besora, que comparten su vocación periodística y su inquietud política. Aunque se presentaba como un diario radical y republicano, El Combate estaba financiado por el propio duque de Montpensier, lo que evidencia la hipocresía y manipulación política de la prensa de la época. Calvo Poyato utiliza este detalle para denunciar cómo muchos medios se sometían al dinero y al poder, perdiendo su independencia ideológica. A través de este periódico, se pone de relieve el contraste entre los ideales republicanos auténticos y el falso republicanismo de quienes se servían de él por interés.

La Vanguardia (Madurez Profesional de Besora)

Se menciona al final de la novela como el nuevo proyecto profesional de Besora tras abandonar La Iberia. La Vanguardia nació en Barcelona en 1881, fundada por los hermanos Godó, como diario político, de avisos y noticias destinado a impulsar al Partido Liberal. Besora se incorpora al proyecto, atraído por su espíritu moderno y su vocación informativa, aunque decide dejar La Iberia al no compartir su cambio de rumbo. Este paso marca la madurez y coherencia moral del protagonista, que mantiene sus ideales liberales a pesar de las presiones del entorno. En la obra, La Vanguardia simboliza el inicio de una nueva etapa del periodismo español, más profesional e informativo, y refleja la evolución personal de Besora, que pasa del idealismo juvenil a la responsabilidad de un periodista maduro y crítico.

Diarios Catalanes: Diario de Reus y Diario de Brusi

Antes de instalarse en Madrid, Besora había trabajado en estos dos periódicos catalanes, lo que demuestra su vocación y experiencia temprana en el periodismo. En el Diario de Reus, su ciudad natal, publicó sus primeros artículos, centrados en temas sociales y políticos. En el Diario de Brusi o de Barcelona (conocido también como El Brusi), perfeccionó su estilo, influido por un tono más sobrio y analítico. Estos diarios representaban diferentes orientaciones: mientras El Brusi era de línea moderada y monárquica, el Diario de Reus tenía un carácter más abierto y costumbrista. Ambas experiencias formaron el carácter periodístico de Besora, que aprendió a combinar la observación crítica con la claridad narrativa. Gracias a este bagaje, su tío pudo recomendarlo más tarde para trabajar en La Iberia.

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