Introducción: Fuentes y Contexto Documental
Este documento se compone, por un lado, de un extracto de la ley aprobada por las Cortes Republicanas en septiembre de 1932, lo que lo convierte en un texto jurídico y fuente primaria. Por otro lado, está acompañado de unas tablas estadísticas elaboradas por el IRA con fines informativos, entre marzo y julio de 1936, y publicadas en el boletín oficial, siendo por lo tanto una fuente historiográfica. Su destinatario es todo el pueblo.
Inicialmente, se mencionan algunas de las tierras susceptibles de ser expropiadas y repartidas entre los jornaleros, que incluyen: las voluntarias, las adquiridas para especular y las incultas. Posteriormente, se presentan las estadísticas de las tierras repartidas y las familias alojadas, que evidencian la lentitud inicial y el fuerte relanzamiento tras la victoria del Frente Popular. Se expropiaron 116.837 hectáreas en la primera fase y 572.055 en la segunda. Las familias campesinas asentadas en la primera fase fueron 12.260, y 110.921 lo fueron en la segunda fase. Estas diferencias se hacen aún más patentes si se considera la distinta duración temporal de las dos fases de la Reforma Agraria.
Causas de la Ley de Reforma Agraria de 1932
Las causas que motivaron la Ley de Reforma Agraria son profundas y se arraigan en la estructura socioeconómica española.
La Desigual Distribución de la Tierra
La tierra en el sur de España estaba muy mal repartida, fruto de un proceso de «reconquista» en el cual la nobleza había recibido enormes latifundios a cambio de su ayuda militar. Esta situación dejó a miles de campesinos pobres, los jornaleros, sin opción de acceder a la propiedad de la tierra, siendo utilizados como mano de obra barata. De los 8,5 millones de población activa, la mitad trabajaba en el campo y, de estos, unos 2 millones eran jornaleros.
Impacto de las Desamortizaciones del Siglo XIX
Cuando en el siglo XIX se produjo la desamortización de los «bienes de manos muertas» de la Iglesia con Mendizábal, los campesinos no pudieron acceder a ellas. Asimismo, cuando los mayorazgos de la nobleza se convirtieron en propiedad capitalista, esto se hizo en beneficio de la nobleza y en detrimento de los antiguos siervos.
Razones Económicas y Sociales
Debido a esta abundancia de mano de obra barata, los propietarios no tuvieron incentivos para invertir en mecanización, por lo que la agricultura no fue motor de la industrialización como sí había ocurrido en Inglaterra. Ante la ausencia de una industrialización potente, tampoco hubo éxodo rural, lo que mantuvo a los jornaleros atados al campo en condiciones de miseria en pleno siglo XX. Por todo ello, la Ley de Reforma Agraria (LRA) tenía detrás de ella razones económicas, como el aumento de la productividad que, en 1930, presentaba un índice de 61 (frente a los 180 de Italia o 153 de Francia), pero también de justicia social. Ninguna de estas razones era compartida por los sectores más conservadores de la sociedad española.
Implementación de la Reforma Agraria
Territorio de Expropiación y Presupuesto
La ley establecía el territorio donde proceder a la expropiación en zonas de latifundismo como Andalucía, Extremadura, Ciudad Real, Toledo, Albacete y Salamanca. Sin embargo, se creó un inventario de tierras expropiables en toda España, alarmando inútilmente a multitud de propietarios que se pasarían al bando antirrepublicano.
El presupuesto asignado era ridículo, representando solo el 1% del total; a modo de referencia, era la mitad del presupuesto de la Guardia Civil.
Instituciones Clave
El Instituto de Reforma Agraria (IRA)
El Instituto de Reforma Agraria (IRA), cuyo consejo de dirección de 21 representantes inicialmente solo incluía a dos trabajadores, número que posteriormente aumentó a seis. Una vez establecido el criterio técnico sobre las fincas a expropiar, cabían dos actuaciones: expropiar y no indemnizar las tierras que pertenecían a los denominados Grandes de España; o expropiar e indemnizar a todos los demás propietarios.
El Banco Nacional Agrario
El Banco Nacional Agrario, creado para financiar los asentamientos, estaba integrado por los grandes bancos privados, los cuales mostraron poca voluntad de colaborar en el proceso.
Medidas Complementarias: El Decreto de Intensificación de Cultivos
El Decreto de Intensificación de Cultivos del 1 de noviembre de 1932 afectaba principalmente a Extremadura y por él se cedían fincas, hasta entonces no cultivadas, a campesinos yunteros por dos años. En total, unos 30.000 campesinos se beneficiaron, pero al llegar la derecha al poder, fueron expulsados en 1934.
Fases de la Aplicación de la Reforma Agraria
Bienio Republicano-Socialista (1932-1933)
Con muy poco éxito. La ley se aprobó muy tarde, después de grandes discusiones. Había dos proyectos: el republicano, partidario de respetar la propiedad privada y, en caso de expropiación, indemnizar a los afectados; y el socialista, que proponía más expropiaciones y menos indemnizaciones. Se impuso el proyecto republicano. Los resultados de esta primera etapa no fueron de gran envergadura; solo se asentaron unas 12.000 familias.
Bienio Negro (1933-Febrero 1936)
Con paralización absoluta. La primera fase reformista concluyó cuando, en el otoño de 1933, el gobierno republicano-socialista, desgastado, dimitió. El presidente, Alcalá Zamora, convocó elecciones para el 18 de noviembre, que resultaron en el triunfo de la CEDA de Gil Robles y del Partido Radical de Lerroux.
Frente Popular (Febrero-Julio 1936)
Gran avance, pero cortado de raíz por el golpe militar.
Antecedentes Históricos de la Reforma Agraria en España
La necesidad de una Reforma Agraria ya se vislumbraba en el pensamiento de los ilustrados (Jovellanos u Olavide) y se planteó firmemente en los gobiernos liberales progresistas de Isabel II. Estos, mediante la Reforma Agraria Liberal, desaprovecharon la oportunidad de modernizar el sector económico español más importante: la agricultura. La Desamortización de Mendizábal no solo no redistribuyó la propiedad, sino que la concentró; y la de Madoz eliminó el uso de las tierras comunales para los campesinos, lo que aumentó su miseria.
Causas del Fracaso de la Reforma Agraria
Las causas de su fracaso se deben a errores propios, como hemos señalado, pero sobre todo al contexto social y político.
Oposición de las Derechas
En primer lugar, por la oposición total de las derechas, que promovió los lock-out entre los grandes terratenientes, la oposición del pequeño campesinado católico del norte y los durísimos debates en las Cortes durante la tramitación de la ley para retrasar al máximo su aprobación. La derecha finalmente se reorganizó en la CEDA para frenar estas reformas.
Radicalización de los Jornaleros
En segundo lugar, por la radicalización de los jornaleros ante la lentitud de las reformas.