La Reforma Militar de Azaña y su Impacto en la Segunda República Española


Identificación de la Imagen

En esta fotografía vemos a **Manuel Azaña** en su faceta de **Ministro de Guerra**. A la izquierda vemos a **Queipo de Llano** y a otros militares y oficiales. Es una **fuente primaria** de tipo gráfico – **periodística** al tratarse de una fotografía, que lleva por título «Los pasos perdidos», aludiendo a la sala del Congreso de Diputados, que tiene ese nombre, aunque en realidad esta foto corresponde a un discurso dado por Azaña en la **Academia Militar de Toledo** en octubre de 1931. La fotografía es coetánea a los acontecimientos históricos y en concreto a la etapa del **Gobierno Provisional de la Segunda República**. Es una buena fuente histórica al ser avalada por la **agencia oficial de noticias EFE**. El tratamiento periodístico de la imagen se refleja en el propio lenguaje corporal de los individuos fotografiados. Manuel Azaña, vestido de civil a la izquierda de la imagen, con el brazo elevado y el dedo **índice** apuntando hacia los militares, indicando la autoridad del **poder civil frente al militar**. Por detrás aparece la figura de Queipo de Llano, que será el responsable de la **sublevación de Sevilla en 1936**. El resto de los militares y oficiales, con sus armas bajadas, escuchan atentamente el discurso de Azaña, pero en realidad lo que se refleja es la soledad del poder civil ante los mandos militares. Es una imagen **premonitoria de lo que sucedería** cinco años más tarde.

La Reforma Militar de Azaña y sus Consecuencias

Al formarse el Gobierno Provisional, el **Ministerio de Guerra** recayó en **Manuel Azaña**, porque era el único miembro del «Comité Revolucionario» que tenía conocimientos en asuntos militares, dado que había realizado un estudio sobre el ejército francés y era muy consciente de la necesidad de hacer profundos cambios en el ejército español.

La reforma militar de Manuel Azaña fue un conjunto de decretos aprobados entre abril y septiembre de 1931 por el Gobierno Provisional de la Segunda República Española, que posteriormente fueron aprobados por las Cortes Constituyentes y que es conocida popularmente como **Ley Azaña**. Este conjunto de decretos tenía unos objetivos claros:

  • Modernizar y democratizar el ejército
  • Reducir el excesivo número de oficiales
  • Acabar con el poder «autónomo» de los militares
  • Poner al ejército bajo la autoridad del poder civil
  • Crear un ejército leal a la República

Medidas Clave de la Reforma

Manuel Azaña, para **modernizar el ejército**, quiso dotarlo de material más moderno, que fuese un ejército más profesional, más eficiente, reorganizándolo y procurando que, manteniendo la disciplina, consiguiera restablecer el orden y la justicia en todos organismos del Estado.

El ejército debía ser **leal a la República**, por eso en los primeros decretos obligó a los jefes y oficiales a prometer fidelidad a la República con la fórmula: «**Prometo por mi honor, servir bien y fielmente a la República, obedecer sus leyes y defenderla con las armas**». En un decreto posterior, y en coherencia con el carácter aconfesional del Estado, Azaña suprimió el Cuerpo Eclesiástico del Ejército, formado por los capellanes castrenses. Este decreto ya suscitó numerosas críticas en algunos sectores del ejército y de la Iglesia. Disolvió el **Somatén** y suprimió las **Órdenes Militares**. En este proceso de modernización, Azaña decidió cerrar la **Academia General Militar de Zaragoza**, dirigida por **Franco**, porque sospechaba que era un reducto de militares africanistas. Los futuros cadetes militares debían realizar estudios en las universidades como complemento a su formación militar y se exigía el título de bachiller para acceder a la academia.

Se redujo el tiempo del servicio militar obligatorio.

El segundo objetivo fue **reducir el número de oficiales** porque había aproximadamente 21.000 jefes y oficiales para un total de 118.000 hombres (soldados o reclutas en el servicio militar). El 25 de abril de 1931 se promulgó un **decreto de retiros extraordinarios** en el que se ofrecía a los oficiales que así lo solicitaran la posibilidad de apartarse del servicio activo con la totalidad del sueldo y pasar a la reserva o retiro. Muchos se acogieron a esta medida y se redujo el número de oficiales (unos 9.000). En algunos sectores militares se consideró que era un engaño de Azaña para así poder controlar al ejército. Posteriormente, se publicó un nuevo decreto, según el cual el Ministro de Guerra podía obligar a algunos generales a pasar a la reserva, especialmente si dudaba de su fidelidad a la República.

Manuel Azaña era muy consciente de que las industrias militares españolas debían agruparse y así formó un **Consorcio** que agrupaba a **fábricas de armas y de explosivos** con el fin de centralizar y aumentar la producción con material moderno y, si fuera posible, evitar recurrir a las compras en el extranjero.

Azaña pretendió **poner fin al intervencionismo militar** devolviendo a los militares a los cuarteles y por eso una de las primeras medidas tomadas fue suprimir la **Ley de Jurisdicciones de 1906**, que ponía a los civiles bajo la jurisdicción militar si eran acusados de delitos contra la Patria o el Ejército. El ejército debía estar a las órdenes del poder civil, aunque tuvieran un papel muy importante para mantener el orden público, no podía constituir un poder autónomo.

Uno de los aspectos más conflictivos fue el tema de **los ascensos**, promulgando una serie de decretos entre mayo y junio por los que se anulaban gran parte de los ascensos logrados por «**méritos de guerra**», lo que supuso que aproximadamente 300 militares perdieran uno o dos grados en el escalafón. Uno de los afectados fue Franco. El ascenso se basaría en el futuro en la capacitación profesional y no en la antigüedad o en los **méritos de guerra**.

Consecuencias y Oposición

Muchas de estas medidas causaron oposición entre jefes y oficiales, pese a que pretendían la modernización de las fuerzas armadas. En realidad, fueron vistas como un atentado contra los derechos de los militares y como una represalia por su papel durante la **Dictadura de Primo de Rivera**.

El gobierno de la República indultó y promocionó a los militares condenados por los dos intentos de golpe de Estado para derrocar a la **Dictadura de Primo de Rivera**; a los implicados en la **sublevación de Jaca** y en la **sublevación del aeródromo de Cuatro Vientos**.

Los militares siguieron teniendo un notable protagonismo durante la Segunda República y así en agosto de 1932 se produjo un **levantamiento militar en Sevilla**, protagonizado por **Sanjurjo**, que no tuvo éxito, pero sí mucha repercusión el juicio al que fue sometido y en el que fue condenado a muerte; su pena fue conmutada por cadena perpetua. En abril de 1934 se benefició de la amnistía del **Gobierno Radical**, con la condición de permanecer en el exilio. Estuvo en Portugal y fue uno de los cabecillas de la **sublevación de 1936**.

El ejército volvería a tener un papel fundamental en la represión de la **Revolución de Asturias**, cuando el **Gobierno Radical** entregó plenos poderes al general **Franco**, que hizo traer tropas de la **Legión** y los legionarios desembarcaron en Asturias, iniciando una dura represión.

La victoria del **Frente Popular** en febrero de 1936 suscitó numerosos recelos entre los militares y amplios sectores de la sociedad que creían que solo un **golpe militar** podía evitar la **revolución socialista**. Los principales líderes políticos de la derecha (**Gil Robles**, **Calvo Sotelo**, **Goicoechea**, **Fal Conde** y **José Antonio Primo de Rivera**), los representantes de la oligarquía económica (**Juan March**) y algunos militares antirrepublicanos (**Mola**, **Franco**, **Millán Astray**, **Queipo de Llano**, etc.) iniciaron contactos para preparar el **golpe**.

El **golpe** se tuvo que retrasar por falta de coordinación entre los golpistas y porque no contaban con suficientes apoyos; no obstante, el **17 de julio** se produjo el **levantamiento militar**.

Las reformas militares de Azaña sí que debieron tener cierta eficacia porque no todos los militares se sublevaron y el **golpe**, en sus inicios, fracasó, lo que desembocó en una **guerra civil**.

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