La Transición Española: Hitos Clave hacia la Democracia y su Consolidación


La Transición Democrática Española: De la Dictadura a la Democracia

La Ley para la Reforma Política y el Fin del Franquismo

Tras la muerte de Franco en 1975, España mantenía su estructura dictatorial. El rey Juan Carlos I fue proclamado sucesor, y en un inicio, el sistema franquista se mantuvo, conservando al presidente Arias Navarro. En ese momento, se barajaban tres opciones para el futuro político del país:

  1. Inmovilismo: No realizar ningún cambio, postura defendida por los franquistas más radicales, conocidos como el «búnker».
  2. Reforma: Introducir modificaciones graduales desde dentro del sistema, sin establecer una democracia plena.
  3. Ruptura: Poner fin a la dictadura y construir una democracia desde cero, opción impulsada por la oposición democrática.

La oposición democrática se articuló en torno a la «Platajunta» y organizó numerosas huelgas y manifestaciones a lo largo de 1976, generando una considerable presión social. El Gobierno respondió con represión, como evidenciaron los trágicos sucesos de Vitoria, donde fallecieron manifestantes. La situación se volvió insostenible, y el Gobierno de Arias Navarro quedó profundamente debilitado.

Ante esta situación, el rey dio un paso crucial: nombró a Adolfo Suárez presidente del Gobierno en 1976. Aunque Suárez procedía del régimen franquista, su intención era impulsar cambios significativos. Entre sus reformas más importantes, destacan:

  • La legalización de partidos políticos y sindicatos.
  • La promulgación de una amnistía para presos políticos.
  • La disolución del Movimiento Nacional (el partido único del franquismo).
  • Y, sobre todo, la propuesta de la Ley para la Reforma Política, que abrió el camino a unas elecciones democráticas.

Esta ley fue aprobada por las propias Cortes franquistas y ratificada por el pueblo en un referéndum celebrado en diciembre de 1976. De este modo, se transitó de la dictadura a la democracia de forma legal y pacífica, siguiendo la máxima de Fernández-Miranda: «de la ley a la ley».

Obstáculos y Desafíos de la Reforma Política Española

La transición de España a la democracia, a pesar de su carácter legal y su rapidez, enfrentó importantes obstáculos. Grupos terroristas, tanto de izquierda como de derecha, intentaron sabotear el proceso mediante la violencia. Sin embargo, tanto la ciudadanía como el ejército mantuvieron una actitud serena y firme. La reacción pacífica del Partido Comunista, en particular, fortaleció el espíritu de reconciliación nacional. Además, la crisis económica de 1973 se agravó debido a la falta de medidas adecuadas por parte del gobierno. A pesar de estos retos, la transición logró consolidarse con éxito.

La Política de Consenso y la Consolidación Democrática

Las Primeras Elecciones Democráticas y los Pactos de la Moncloa

Tras la dictadura, Suárez prosiguió con el proceso de democratización. Convocó elecciones en 1977 y legalizó el Partido Comunista (PCE), una decisión que provocó protestas en el Ejército y entre sectores franquistas. Paralelamente, Don Juan de Borbón respaldó el nuevo régimen al renunciar a sus derechos dinásticos en favor de su hijo, Juan Carlos I.

Suárez ganó las elecciones con su partido, la UCD, aunque sin obtener mayoría absoluta. Para fomentar la reconciliación, aprobó la Ley de Amnistía, que permitió la liberación de presos políticos. Para enfrentar la grave crisis económica, impulsó los Pactos de la Moncloa, un acuerdo que unió a partidos políticos, sindicatos y empresarios para adoptar medidas como la reducción del gasto público, la devaluación de la peseta y la reforma fiscal. Estas medidas contribuyeron a estabilizar la economía, si bien las huelgas y el desempleo persistieron como problemas en los años siguientes.

Los Pactos de la Moncloa fueron también fundamentales por su capacidad para reunir a antiguos adversarios, como el franquista Fraga y el comunista Carrillo, lo que fue crucial para la reconciliación nacional.

La Constitución Española de 1978: Pilar de la Democracia

La Constitución de 1978 fue redactada por un grupo de políticos de diversas ideologías, entre ellos Fraga (derecha), Pérez-Llorca (UCD), Roca (catalanista), Peces-Barba (socialista) y Solé Tura (comunista). Fue aprobada por referéndum el 6 de diciembre de 1978 y estableció principios democráticos moderados, recuperando en parte la esencia de la Constitución de 1931.

Las características principales de la Constitución de 1978 son:

  1. Estado y Monarquía: España se configura como un «Estado social y democrático de Derecho» con una monarquía parlamentaria.
  2. Poderes del Estado: Establece la separación de poderes: legislativo (Cortes Generales), ejecutivo (Gobierno, presidido por el presidente del Gobierno) y judicial (independiente).
  3. Derechos y Libertades: Protege un amplio abanico de derechos fundamentales, como la libertad de culto, la educación, el trabajo y la vivienda digna.
  4. Territorio: España se define como una nación unida, pero reconoce la autonomía regional y la cooficialidad de las lenguas propias de cada territorio.
  5. Relación Iglesia-Estado: El Estado es aconfesional, aunque mantiene relaciones de cooperación con la Iglesia Católica.

Crisis de UCD y el Intento de Golpe de Estado de 1981

Tras las elecciones de 1979, Suárez enfrentó una fuerte oposición y problemas internos en su partido, lo que lo llevó a dimitir en 1981. Fue reemplazado por Leopoldo Calvo-Sotelo, quien, durante el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, logró restaurar el orden con el apoyo decisivo del rey. Calvo-Sotelo impulsó la integración internacional de España y el avance del proceso autonómico, y posteriormente convocó nuevas elecciones para octubre de 1982 debido a la división interna de su partido.

El Estado de las Autonomías: Configuración Territorial de España

El proceso de configuración de las autonomías en España se inició tras la demanda de los nacionalismos, presentes en la Platajunta, para reconocer a las regiones como «nacionalidades». El Gobierno de Suárez respondió creando regímenes preautonómicos para algunas regiones, comenzando con Cataluña en 1977, seguida por el País Vasco, Galicia, Navarra y Andalucía. La Constitución de 1978 permitió que todas las regiones pudieran alcanzar el mismo estatus de autonomía bajo el principio de «café para todos». Cataluña y el País Vasco pudieron acelerar su proceso, mientras que el resto lo hicieron de forma más gradual.

El Estado de las Autonomías implica la transferencia de competencias del Gobierno central a las Comunidades Autónomas en áreas ejecutivas, legislativas y judiciales, lo que llevó a la creación de Gobiernos y tribunales autonómicos. La Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA) de 1982 reguló este traspaso, pero fue recurrida por los nacionalistas y modificada en 1983. Desde entonces, han surgido tensiones recurrentes en torno a la distribución de competencias y la financiación entre el Gobierno central y las autonomías.

El Papel Internacional de España en la Democracia

Tras la dictadura, uno de los objetivos fundamentales de España fue su plena integración en la comunidad internacional, tanto en el ámbito político como económico.

Política Exterior y Seguridad

  • España ingresó en la OTAN en 1981, lo que contribuyó a que el Ejército se desvinculara de la política interna y se enfocara en misiones internacionales.
  • En la década de 1990, España participó activamente en misiones humanitarias y de seguridad en conflictos como los de Yugoslavia y el Golfo.
  • En 2003, bajo el Gobierno del Partido Popular, España apoyó a Estados Unidos en las guerras de Afganistán e Irak.
  • En 2004, el nuevo gobierno socialista retiró las tropas de Irak, lo que generó cierta tensión con Estados Unidos, dado que la ocupación carecía de un respaldo explícito de la ONU.

Integración Económica Europea

  • En 1985, España se adhirió a la Comunidad Económica Europea (actual Unión Europea), lo que supuso importantes ayudas económicas y una mayor integración en la economía internacional.
  • En 2002, España adoptó el euro como moneda oficial.
  • España ha ejercido la presidencia del Consejo de la UE en cinco ocasiones, lo que demuestra su papel activo y relevante en el proyecto europeo.

Relaciones con Iberoamérica

  • Desde 1991, España ha participado en las Cumbres Iberoamericanas, fortaleciendo sus lazos con los países de América Latina.
  • En una de estas cumbres (2007), se produjo el conocido incidente en el que el rey Juan Carlos I interpeló a Hugo Chávez con la frase: «¿Por qué no te callas?», debido a las interrupciones y críticas de este último hacia España.

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *