Las Etapas de la Revolución Francesa
La Revolución Francesa tuvo tres etapas principales:
- La Monarquía Constitucional
- La República Democrática
- La República Burguesa (El Directorio)
La Monarquía Constitucional (1789-1792)
En 1789, la Asamblea Nacional inició un proceso para convertir Francia en una monarquía constitucional y parlamentaria. En 1791 se promulgó una Constitución que ejemplificó la separación de poderes, la soberanía nacional y la igualdad legal de los ciudadanos, reservando al rey el derecho de veto. También se estableció el sufragio indirecto y censitario que dividió a los ciudadanos en activos y pasivos.
Tras la aprobación de la Constitución, se formó la Asamblea Legislativa, en la que redactaron reyes. Para defender las conquistas de la Revolución, se creó un nuevo ejército: la Guardia Nacional. Finalmente, una Constitución Civil del Clero separó el Estado y la Iglesia.
Las Reformas del Periodo (1789-1791)
Las reformas de este periodo satisficieron a los grupos burgueses al conceder derechos políticos y la libertad económica. Pero había muchos opositores: la nobleza, el clero y la monarquía. Los sectores populares también se mostraron descontentos. Entre los revolucionarios radicales destacaban los girondinos y, sobre todo, los jacobinos y los cordeliers, que contaban con el apoyo de los sans-culottes.
La familia real huyó de Francia para unirse al ejército austriaco, que planeaba invadir Francia y restablecer el absolutismo. El monarca fue devuelto a la capital, desprestigiado. En abril de 1792, la Asamblea Legislativa declaró la guerra a Austria. Los sans-culottes, el 10 de agosto de 1792, asaltaron el palacio real y proclamaron la República en septiembre de 1792.
La República Democrática (1792-1794)
La Convención Girondina (1792-1793)
Los girondinos convocaron elecciones por sufragio universal masculino para la nueva Convención Nacional (nombre de la asamblea). Guillotinaron al rey Luis XVI y a su mujer, María Antonieta. La muerte del rey provocó la alianza de las monarquías europeas, que formaron una coalición contra la Francia revolucionaria. En la primavera de 1793, estallaron en el país algunas revueltas contrarrevolucionarias. En el exterior del país, los ejércitos coaligados invadieron Francia.
La Convención Jacobina (1793-1794)
En junio de 1793, los jacobinos se hicieron con el poder y se creó una nueva Constitución basada en la democracia social. El poder ejecutivo quedó en manos de un Comité de Salvación Pública, concentrado en Robespierre. La República organizó un ejército, decretó la leva en masa e impulsó la política del Terror. El Comité suspendió las libertades y se aprobó una serie de leyes de sospechosos. El Comité de Salvación Pública aprobó una serie de leyes sociales. Se cerraron las iglesias y se establecieron los cultos a la Diosa Razón.
Caída de los Jacobinos (1794)
En 1794, los privilegiados disminuyeron. El pueblo se opuso. En 1794 hubo un golpe de Estado termidoriano y ejecutaron a Robespierre y otros dirigentes jacobinos.
La República Burguesa (El Directorio) (1795-1799)
La burguesía tomó de nuevo el control de la Revolución. Se elaboró una nueva Constitución con el poder ejecutivo en un gobierno colegiado (el Directorio), que restablecía el sufragio censitario y confiaba el poder legislativo a dos cámaras: el Consejo de los Quinientos y el Consejo de los Ancianos. El nuevo gobierno quiso volver a los principios de la Constitución de 1793.
El liberalismo se situaba entre el absolutismo y la democracia social de los jacobinos. Subieron los precios cada vez más. El ejército empezó a ganar prestigio e impuso orden y defensa. En 1799, el general Napoleón Bonaparte dio un golpe de Estado que puso fin al Directorio e inauguró el Consulado (1799-1804).
El Imperio Napoleónico
En 1799, Napoleón fue nombrado cónsul, en camino a consolidar los logros de la revolución burguesa, evitando el retorno del absolutismo. Firmó un Concordato con la Iglesia para restablecer la paz religiosa. Creó la figura de los prefectos. Se promulgó un Código Civil que racionalizaba y unificaba todas las leyes.
En 1804, Napoleón se coronó emperador y todos estuvieron de acuerdo.
Napoleón derrotó a los monarcas absolutistas europeos que luchaban contra la Francia revolucionaria. Conquistó gran parte de Europa y en 1811 el Imperio Napoleónico se encontraba en su apogeo (desde España hasta Alemania). En los países anexados o bajo el poder francés, Napoleón impuso las ideas revolucionarias.
Sus ejércitos actuaron como conquistadores. En los territorios ocupados se desencadenaron fuertes sentimientos nacionales contra la Francia invasora. Patriotas de numerosos países se opusieron a la presencia francesa. España, en 1808, se levantó contra la invasión e imposición de José Bonaparte, lo que marcó el declive del Imperio Napoleónico. En 1814, Napoleón abandonó el poder después de su derrota en Rusia y España. Volvió en 1815 y fue derrotado de nuevo en Waterloo y desterrado a la isla de Santa Elena, donde murió en 1821. En Europa parecía inevitable la vuelta del Antiguo Régimen.