Introducción: Multiculturalismo y Derechos Indígenas en México
En el presente libro, Multiculturalismo y derechos indígenas. El caso mexicano, la totalidad de los trabajos que lo integran adopta como punto de partida la naturaleza multicultural, frecuentemente multiétnica, de la inmensa mayoría de las sociedades modernas y la secuela y horizonte de conflictos —en distintos ámbitos y de diversa naturaleza e intensidad— que las han aquejado y que habrán de seguir perturbándolas en el corto y mediano plazo. En este inicio de siglo, los conflictos vinculados al reconocimiento de identidades diferenciadas han propiciado un proceso teórico y práctico de inusual riqueza y densidad. Conviene poner el énfasis en la multiplicidad de retos que las reivindicaciones de la diferencia cultural, étnica, lingüística, nacional y religiosa, propias de las sociedades contemporáneas, imponen a los Estados-nación liberales con regímenes democráticos de derecho.
Solo que este asumir la complejidad multicultural contemporánea conlleva una vuelta de tuerca decisiva; esta consiste en otorgar un sentido valorativo —y no de mera constatación empírica— a esa multiplicidad de especificidades culturales, étnicas, lingüísticas, religiosas y hasta de estilos de vida. La multiculturalidad contemporánea asume una carga cualitativa, una valoración de tendencia positiva, más allá del discurso social descriptivo, constatable empíricamente y de pretensiones objetivas.
Los últimos años han sido fecundos en cuanto a la multiplicidad y variedad de arreglos que los Estados democráticos han implementado ante la presión de las demandas de minorías nacionales, étnicas o culturales por el reconocimiento de sus identidades colectivas y la exigencia de derechos específicos en las leyes o, incluso, en el plano constitucional. Se ha tratado, no obstante, de medidas pragmáticas, discrecionales, acotadas a las condiciones propias de cada circunstancia nacional. Tal carácter particular y puntual de los acuerdos multiculturales amerita una reflexión que discurra en un plano más general y con suficiente distancia crítica sobre esos procesos concretos.
En el caso mexicano, el debate sobre el multiculturalismo no es excepcional; transcurre prioritaria y necesariamente en relación con una realidad indígena evidente que, incluso, ha llegado a expresarse en el plano de la construcción de una reforma constitucional en materia indígena, muy controversial, por cierto. Los autores, a lo largo del presente libro, desde distintas pero enriquecedoras perspectivas, abordan el tema del multiculturalismo, la problemática indígena, sus derechos y las particularidades del caso mexicano.
Se trata de un libro complejo, rico en propuestas, con un sentido polémico implícito que le es inherente, dadas las diversas perspectivas teóricas y las diferentes posturas políticas con las que se aborda la problemática multicultural, su vinculación con las reivindicaciones autonómicas y culturales de los indígenas, sin mencionar los juicios políticos, ideológicos y religiosos con los que se emplaza el largo e irresuelto conflicto entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Gobierno mexicano. Es un libro compuesto por diversas voces nacionales y extranjeras, dotado de miradas disciplinarias distintas, cargado con la densidad de la doble impronta que le otorgan sus autores, académicos unos, políticos otros; todos ellos, conocedores serios vinculados teórica y prácticamente a los temas y argumentos puestos en juego. Como es obligado, un libro así reclama una presentación sucinta de los ensayos que lo integran, que aporte una visión preliminar de los textos incluidos y del sentido de su articulación. Un breve currículo de cada uno de los autores se puede consultar al final del conjunto de ensayos.
Contribuciones Clave y Perspectivas Temáticas
Alán Arias Marín: Diagnóstico del Conflicto EZLN-Gobierno Mexicano
De esta manera, el primero, “Contribución al diagnóstico del conflicto entre el EZLN y el Gobierno mexicano”, sirve como iniciación al estudio del conflicto del EZLN con el Estado mexicano en Chiapas (ya son cuatro los gobiernos que han interactuado en el proceso), ya que provee una serie de herramientas teórico-conceptuales para entender y evaluar los momentos de alto contenido estratégico y que tienen como objetivo principal hacer frente a las dinámicas de violencia y buscar soluciones negociadas; pensar en el establecimiento de programas de rehabilitación posbélica, como la desmilitarización y el reasentamiento de civiles; así como en la reducción de la probabilidad del resurgimiento de la violencia con métodos alternativos de prevención y solución.
En este sentido, Alán Arias Marín y José María Rodríguez, desde la perspectiva teórica de la resolución de conflictos, ensayan definir criterios generales para establecer un diagnóstico del conflicto y sugerir líneas de posibles estrategias de intervención, que pasen de una mera normalización del conflicto armado y la regulación de la situación a la reconciliación y a fases posteriores de construcción de la paz. Es importante mencionar la caracterización realizada, considerando el difícil procesamiento de las demandas autonómicas y culturales, su traslación normativa, los problemas relativos a la distribución equitativa de recursos económicos y la inclusión del grupo inconforme en la esfera política legal. El conflicto aparece, así, como no concluido, potencialmente intratable y de difícil solución.
Luis H. Álvarez: Aristas del Conflicto Chiapaneco
Por su parte, Luis H. Álvarez, en “Aristas en la situación actual del conflicto chiapaneco”, describe las acciones realizadas durante la administración de Vicente Fox en su esfuerzo por resolver el conflicto en Chiapas, caracterizado por un diálogo truncado que era necesario reactivar. Narra cómo se realizó este esfuerzo, cumpliendo con las condiciones impuestas por el EZLN, tales como la adopción presidencial —como iniciativa legislativa— del proyecto de reforma constitucional en materia de derechos y cultura indígena, elaborado por la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), de carácter legislativo y pluripartidista, la liberación de presos del EZLN y el retiro de siete campamentos militares estratégicamente posicionados en la zona de conflicto.
Sin embargo, señala Luis H. Álvarez, el silencio ha dominado el comportamiento del lado zapatista; es por ello que el autor desarrolla “las aristas” de la situación actual:
- En primer lugar, la necesidad del Gobierno de interactuar con la población de la zona, debido a la falta de diálogo con los zapatistas, encontrándose con una buena disposición de recibir apoyos gubernamentales.
- En segundo lugar, la necesidad de que los actores involucrados replantearan nuevos esquemas de negociación, debido a la politización de los Acuerdos de San Andrés Larráinzar y a la falta de operatividad tanto de la Comisión de Seguimiento y Verificación como de la Cocopa.
Finalmente, Luis H. Álvarez delinea tres desafíos primordiales ante el conflicto en Chiapas:
- La atención a los problemas socioeconómicos de las comunidades.
- La sensibilización de los legisladores de los Congresos estatales sobre la urgente necesidad de reformas constitucionales locales en materia de derechos y cultura indígena.
- Y, finalmente, la reconstrucción de una identidad nacional multicultural y la consecuente construcción de instituciones y políticas que permitan una convivencia armónica y pacífica, la erradicación de la pobreza ancestral en zonas indígenas y la búsqueda de una comunicación constante e ininterrumpida.
Miguel Álvarez: Retos y Evolución del Movimiento Zapatista
En este tenor, Miguel Álvarez, en “Nuevos retos en Chiapas, ante una nueva etapa del conflicto”, realiza un estudio integral y sistemático de la evolución del movimiento zapatista, tomando como marco de referencia la situación mundial y latinoamericana en la que el binomio autoritarismo-polarización es concomitante al de movilización-articulación organizativa. Posteriormente, revisa la situación nacional cuyo punto neurálgico, afirma, ha sido la falta de una definición de proyecto de nación, omisión ensombrecida por la errónea idea de la transición política como la vía para consolidar la democracia en México. Sin menospreciar el hecho de que la movilización social sigue siendo central en el proceso de paz, por lo que busca realizar una caracterización de su momento actual.
El autor examina la condición del conflicto chiapaneco: vigente todavía y diversificado, aunque ya con cierta carencia de visibilidad y de suficiente peso en la opinión pública, lo cual indica una etapa distinta en su desarrollo, donde el esfuerzo de comprensión y diseño de estrategias de solución deben ser, de nueva cuenta, fundamentales. Complementa su exposición con un cuadro comparativo de los elementos subjetivos y objetivos que se han modificado a lo largo de estos años de conflicto, para finalizar señalando los retos centrales que sociedad civil, Gobierno y el propio movimiento tienen para renovar el proceso de paz y encontrar una solución al conflicto chiapaneco.
Rafael Grasa: Lecciones de Negociación y Paz en México y Latinoamérica
Rafael Grasa, en “Lecciones del proceso de negociación y de paz: el caso mexicano frente a los latinoamericanos”, realiza un estudio comparativo entre el conflicto en Chiapas y varios casos latinoamericanos, destacando una serie de diferencias entre los procesos de paz y de negociación en la región. Para tal efecto, resalta algunas características del Estado mexicano:
- La transición a la democracia previa al levantamiento armado.
- El traslape de los niveles nacional, federal y local en la negociación.
- Y la autonomía en el proceso de paz derivada del propio sistema federal, las cuales imprimieron ciertas particularidades al conflicto mexicano y chiapaneco.
Algunas divergencias que Grasa logra establecer entre el proceso mexicano y los casos latinoamericanos son:
- Respecto de la presencia de grupos paramilitares, mientras en Colombia gozan de amplia autonomía, en México se encontrarían vinculados a sectores del PRI local y a cuadros del ejército.
- Mientras en Centroamérica intervinieron fuerzas externas en el proceso de negociación y paz, en México el proceso ha permanecido nacional.
- Finalmente, mientras en Colombia y Centroamérica hay un claro apoyo de la clase política y económica a los procesos de paz, en México, las élites intelectuales son las que brindaron su apoyo al EZLN y a una salida pacífica y negociada al conflicto.
Rafael Grasa concluye su ensayo con la idea de que las principales diferencias con otros procesos latinoamericanos derivan, en gran medida, de las características propias del EZLN, uno de los actores principales del conflicto, de sus cualidades pero también de sus grandes defectos. Cualidades, como el simbolismo y la fuerza que imprime al tema indígena, el amplio apoyo que obtiene de la sociedad civil organizada en su desafío al Gobierno, así como la intermitencia de su carácter armado con su presencia en la arena política y negociadora. Pero también sus serios defectos, como su compleja relación con las instancias mediadoras, la Comisión Nacional de Intermediación y la Cocopa, las cuales terminaron distorsionando su función y fungiendo como árbitro entre las partes, perdiendo así su objetividad y capacidad negociadora, al convertirse, a su vez, en actores —secundarios— interesados en el proceso.
José María Rodríguez: EZLN, de la Acción Armada a la Resistencia Pacífica
José María Rodríguez, en su ensayo “EZLN: de la acción armada a la resistencia pacífica”, estudia de manera crítica las transformaciones del EZLN desde su etapa insurreccional, caracterizada por el uso de la violencia como estrategia política, hasta convertirse en una guerrilla peculiar, cuya principal forma de lucha es la resistencia civil y pacífica, razón por la cual su identidad es un factor en movimiento. Tal peculiaridad, reflexiona el autor, ha obligado a que el EZLN modifique su línea discursiva y se oriente no solo a reivindicar demandas particulares de autoafirmación étnica, sino a promover una reforma democrática del Estado mexicano, para, de esta manera, tratar de incidir de forma directa en la dinámica nacional.
El estudio de José María Rodríguez transcurre por una serie de elementos centrales del zapatismo: novedosas formas de lucha, relaciones de poder que reproducen mecanismos de inclusión y exclusión al interior de la organización, entre otras. El autor finaliza señalando los principales desafíos que la organización del EZLN enfrenta en esta nueva etapa del conflicto, desafíos que le permitirían una intervención en una reforma democrática del Estado y evitar reconducirse a su más preocupante debilidad: aislarse y vivir en un retrotraimiento respecto de su zona de influencia. De la misma forma, el autor no soslaya el gran reto que el Gobierno debe afrontar: procesar tales movimientos de disenso radical como parte del fortalecimiento de la democracia mexicana.
Henri Favre: El Papel de la Iglesia Católica en el Conflicto
Henri Favre, en su trabajo “El papel de la Iglesia católica en el conflicto”, reconoce la importancia que tuvo la Iglesia católica en el conflicto chiapaneco, pero no visto como un logro, sino como resultado perverso del abandono del partido oficial a los conflictos que permeaban la dinámica social y política en la entidad. De esta manera busca explicar el modo de acción de la Iglesia: Favre encuentra la necesidad de entenderla como un “cuerpo cerrado”, donde, a pesar de las diferentes corrientes que coexisten, prevalece el principio de autoridad del obispo en turno.
Es por ello que, para entender las acciones emprendidas por el obispo Samuel Ruiz, el autor se remite a sus orígenes culturales y encuentra en su formación filosófico-teológica de corte tomista tradicional y en su educación inicial en el seno de una familia sinarquista y, por ende, antigubernamental, los elementos que le han dotado de una amplia conciencia social y de una firme convicción por la dignidad de los pobres; distante siempre de posturas comunistas, a pesar de su autoproclamación antiliberal y anticapitalista.
De esta manera, al llegar a Chiapas en los años sesenta, el obispo Samuel Ruiz observó el progreso del protestantismo en comunidades indígenas e imitó el modelo evangelista de organización social, dividiendo la diócesis de San Cristóbal en zonas étnicas; planteando dos líneas de acción: una pastoral, que elaboraría una teología indígena, y otra, social, que fortalecería la cultura indígena en comunidad. Su objetivo: generar una sociedad indígena bajo la acción y el control del clero. El plan no fue completamente exitoso, pues no consideró a la Iglesia realmente indígena, fuertemente animista y sincrética, característica de los Altos de Chiapas.
Carlos Martínez García: Política, Religión y Conflicto
Siguiendo la temática religiosa, Carlos Martínez García, en “Política, religión y conflicto”, realiza una fuerte crítica a la llamada teoría de la “conspiración”, la cual considera la llegada del protestantismo a Chiapas, en los años treinta del siglo XX, como producto del adoctrinamiento de misioneros norteamericanos, por considerarla ofensiva contra los indígenas que, por voluntad propia, decidieron convertirse al protestantismo, además de ser contraria a los hechos que prueban la poligénesis del protestantismo en las zonas indígenas de Chiapas y su presencia anterior a los inicios del siglo XX.
Resulta de suma importancia, en este ensayo, el énfasis que Carlos Martínez otorga a su explicación respecto de la relación entre religión y política en Chiapas —en particular en las zonas indígenas— no solo por la intolerancia religiosa, que a raíz del aumento del protestantismo ha generado expulsiones de miles de indígenas de sus comunidades originales, sino por el capital político que hasta fechas recientes ha sido capitalizado por candidatos en sus propuestas de campaña, pues la “búsqueda de tolerancia religiosa” ha redituado en grandes triunfos electorales.
Finalmente, el autor encuentra en la línea pastoral de Samuel Ruiz la causa del debilitamiento del protestantismo y de los grupos evangélicos en Chiapas, tratando de reposicionar como dominante a la Iglesia católica en el estado. Es por ello que concluye dando una vuelta interesante a su argumento: si bien el conflicto religioso en Chiapas puede atribuirse como una variable en el origen del conflicto, también es cierto que puede ser un elemento para su solución.
Gonzalo Ituarte: De la Religión a la Resistencia Indígena
El ensayo de Gonzalo Ituarte, “De la religión a la resistencia”, complementa y se contrapone a los anteriores trabajos respecto del papel de la religión en el conflicto de Chiapas, dándole un nuevo —y muy ilustrativo— giro a la explicación. El argumento central versa sobre que fue la Diócesis de San Cristóbal la que brindó a las comunidades indígenas las herramientas críticas y la conciencia de su ser social, es decir, la conciencia de que tenían derechos, por ser ciudadanos y por ser —en la línea del personalismo católico— “hijos de Dios”. De aquí surgieron miles de catequistas en los primeros 15 años del obispado de Samuel Ruiz, convirtiéndose, por tanto, en actores centrales del proceso social y político, pues promovían una concientización participativa entre los indígenas.
De esta manera, explica Ituarte, el levantamiento armado zapatista no podría entenderse sin estas semillas de reivindicación social gestadas por Samuel Ruiz, aunque tampoco sin los siglos de explotación y marginación en que vivieron los indígenas, razón por la cual la vía armada no debía sorprender a nadie, llegando a superponerse incluso a la religión.
Xóchitl Gálvez Ruiz: Multiculturalidad, Democracia y Derechos Indígenas
Xóchitl Gálvez Ruiz, en “Multiculturalidad, democracia y derechos indígenas”, profundiza en la realidad que viven los pueblos indígenas, partiendo de la existencia de un México plural y diverso, desde sus climas hasta la vastedad de sus culturas. Sin embargo, critica el hecho de que esta diferencia ha sido vista y tratada como una amenaza, cuando los peligros reales se encuentran en la desigualdad, en la pobreza, en la ignorancia y en la misma incomprensión de esta diversidad que debe enriquecernos como cultura.
La pluriculturalidad de nuestro país es reconocida en la Constitución. No obstante, este reconocimiento no ha derivado en una verdadera multiculturalidad. Es necesario trabajar con los avances en la Constitución para transformarlos en políticas y acciones públicas específicas y, de esta manera, acabar con la indiferencia y el desconocimiento por parte de la sociedad hacia las comunidades indígenas. Tal situación, reflexiona, nos conducirá a una verdadera multiculturalidad, por lo que el papel de los indígenas en esta transformación debe ser primordial al constituirse en actores dinámicos en la construcción de nuestro país, donde el respeto y la igualdad sean las premisas.
Luisa María Calderón Hinojosa: Derechos Colectivos vs. Derechos Individuales
Por otra parte, Luisa María Calderón Hinojosa, en su ensayo “Derechos colectivos versus derechos individuales. El nuevo reto del Estado mexicano”, hace hincapié en el debate entre derechos humanos y derechos colectivos, pues considera que a pesar de que la reforma constitucional (2001) ha reconocido a las minorías étnicas en nuestro país, esta pondera el respeto a los derechos humanos, que son individuales por definición, sobre la responsabilidad social y no considera la cosmogonía indígena comunitaria y su sujeto colectivo “pueblo”.
La autora trata de dirimir este debate, postulando que en ambos casos es el Estado el responsable de proteger sus valores: del lado individualista, con la protección a la libertad y a la igualdad; y del lado colectivo, con la protección a la autonomía, pero buscando los medios económicos para su existencia y dejando a las comunidades la responsabilidad de su distribución. Por ello, concluye que el reto en nuestra incipiente democracia es la búsqueda de reglas que permitan la articulación de estos dos tipos de sistemas y que promuevan la tolerancia, el desarrollo y la equidad.
Carlos Rojas: Balance de la Reforma Constitucional Indígena en México
Carlos Rojas, en “Multiculturalismo y derechos indígenas en México”, realiza un balance de la reforma constitucional en materia indígena, con especial énfasis en los retos que enfrenta el texto constitucional en la actualidad. Sin embargo, su preocupación va más allá, ya que busca la transformación efectiva de la realidad de los pueblos indígenas.
Reconoce que el debate no ha concluido con las reformas y que esta ha recibido múltiples críticas de diversos sectores de la sociedad, principalmente de los más afectados, los indígenas. No obstante, encuentra dos aportaciones insoslayables de la reforma constitucional:
- En primer lugar, la prohibición de cualquier forma de discriminación, cuya principal premisa es el derecho a la diferencia en la conformación de nuestra sociedad.
- En segundo lugar, el derecho al desarrollo económico y social de los indígenas, y, con ello, la obligación del Estado para impulsarlo.
A este respecto, es necesaria la articulación de una política consistente e integral a favor de las comunidades indígenas.
En este sentido, Carlos Rojas plantea cinco desafíos fundamentales:
- Traducir el texto constitucional en políticas públicas.
- Trasladar a las legislaturas locales el derecho a la libre determinación y autonomía de los indígenas.
- Promover una mayor participación de los tres órdenes de Gobierno, para lo cual el fortalecimiento de una salida institucional y legal de los problemas agrarios se presenta como un desafío fundamental.
- Construir instituciones que elaboren y ejecuten programas públicos.
- Y, finalmente, para procesar el conflicto chiapaneco, el autor afirma que es indispensable articular una nueva iniciativa para restablecer el diálogo.
Alán Arias: El Giro Multicultural del EZLN
En el ensayo “El giro multicultural del EZLN”, Alán Arias indaga la influencia de la teoría multicultural en uno de los actores fundamentales del conflicto y en su negociación política, así como el punto de inflexión que supuso la incorporación del discurso multicultural en la acción política y el discurso del EZLN. El autor plantea que a pesar de que el multiculturalismo como propuesta teórica incorpora a todas las minorías en su búsqueda del reconocimiento, el alzamiento zapatista reivindicó únicamente a la enorme minoría indígena mexicana. Asimismo, encuentra altamente significativa, aunque tardía respecto del debate contemporáneo, la adopción de teorías y propuestas multiculturales presentes en la Tercera Declaración de la Selva Lacandona y en los Acuerdos de San Andrés Larráinzar. El “giro” se da entonces, tanto a partir del repliegue táctico-militar de los inicios del movimiento, clave para la supervivencia del EZLN, como, mucho después, con el lanzamiento de La Otra Campaña en 2006, que, al articular diferentes movimientos minoritarios, hace del EZLN una vanguardia de nuevo tipo, interdependiente en un movimiento más vasto y heterogéneo.
Se advierte en el ensayo la articulación crítica de ideas multiculturalistas en el discurso político y en la estrategia del EZLN, articuladas en torno a cuatro núcleos temáticos o tesis:
- La primera plantea el multiculturalismo como discurso político, ya que al postular una “política de reconocimiento” el movimiento zapatista legitima su intervención política en un universo discursivo más amplio que el restringido “revolucionarismo” latinoamericano, de corte marxista-leninista.
- La segunda es la asunción de la crítica multicultural al programa liberal de extensión de los derechos individuales, donde el EZLN refrenda su posición de centralidad de los derechos colectivos a la libre determinación y a la autonomía.
- La tercera tesis se refiere a la propuesta de un Estado plural, es decir, la necesidad de crear un nuevo marco jurídico que integre los derechos colectivos al tiempo que busque la unión social mediante el fomento a la solidaridad, un pacto intercultural, no un contrato.
- Finalmente, la cuarta tesis consiste en una interpretación integralista de la noción de cultura, que enfatiza el sesgo que ha generado el EZLN respecto al concepto inicial de cultura de los multiculturalistas, pues al atrincherarse en el relativismo cultural extremo, si bien busca presionar al Estado, genera también control y aislamiento —conservacionismo cultural— en las propias comunidades donde es hegemónico.
La aportación del ensayo consiste en demostrar que el zapatismo incorpora el discurso multicultural, pero lo hace conforme a sus propios intereses, politizándolo y complementando la ideología revolucionaria propia del EZLN.
Alán Arias y José María Rodríguez: La Otra Campaña, Disenso y Etnicidad
Finalmente, Alán Arias y José María Rodríguez, en su ensayo “La Otra Campaña: disenso extremo, etnicidad y democracia”2, culminan esta compilación de ensayos con un estudio sobre uno de los elementos de este “giro multicultural”, es decir, la última estrategia propagandística y de acción política del EZLN, La Otra Campaña, la cual surgió en el contexto electoral de 2006, al sumarse —al tiempo que negaba— el abanico de opciones electorales bajo el lema de construir “una nueva forma de hacer política”. La Otra Campaña es la estrategia que ha mostrado el verdadero objetivo programático del EZLN, un objetivo no solo indígena, sino propiamente político; un objetivo no de carácter particularista, como podría derivarse de su impronta indígena, sino de pretensión universal y revolucionaria, un objetivo con resabios leninistas, que consiste en conformarse como un actor político-militar que desafía al régimen promotor de la injusticia y la desigualdad.
Para lograr su objetivo, el movimiento zapatista se reivindicó como la verdadera y “única” opción anticapitalista y de izquierda en el país. Busca incorporar, de manera mediada, en torno a su convocatoria de autonomía indígena, a todas las minorías dispuestas a la resistencia y la rebeldía para luchar por sus derechos particulares, a grupos disidentes y a movimientos antisistémicos, los cuales le ofrecen una perspectiva general. Se ha ensayado, así, una reestructuración organizativa al interior del EZLN, se han tejido redes y se ha intentado una ampliación de sus bases, buscando tener presencia en todo el país y cambiando, asimismo, su modus operandi, al dar prioridad al talante civil y pacífico, no obstante, subsiste en el núcleo organizativo e ideológico de su comando la tesitura político-militar.
2 Una versión abreviada de este texto fue publicada en la revista Este País, núm. 184. México, julio de 2006.
Los autores reflexionan sobre la muy limitada capacidad de respuesta del Gobierno a las demandas del EZLN y encuentran su razón de ser en la contradicción de valores entre el Estado constitucional democrático, de naturaleza liberal, frente a demandas de reconocimiento de derechos a las minorías étnicas y de autonomía territorial. Resaltan una paradoja en el accionar del EZLN, pues este lucha en contra del Estado, por ser liberal, cobijándose, a su vez, en las libertades políticas y en la opinión pública, propias de ese mismo Estado y de la democracia liberal.
Conclusión: Hacia un Debate Continuo
Hasta aquí la reseña sintética de los ensayos reunidos en este título, Multiculturalismo y derechos indígenas. El caso mexicano. El libro, en virtud de la heterogeneidad y multidimensionalidad de sus aproximaciones, ofrece las condiciones para contribuir —de manera crítica y polémica— al debate político y teórico que subyace en el conflicto no resuelto entre el EZLN y el Gobierno mexicano, y apunta a la complejidad de la cuestión indígena en México, así como a la discusión sobre los significados y limitaciones de la reforma constitucional en materia de derechos y cultura indígena, aprobada en 2001 por el Constituyente Permanente.
La resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación —declarándose incompetente para calificar los procedimientos del Constituyente Permanente al modificar o adicionar el texto de la Carta Magna y, con ello, suspender cualquier impugnación legal a la reforma indígena en el ámbito nacional— marcó el cierre de una etapa crucial del proceso de incorporación de los derechos de los indígenas al entramado institucional y jurídico del país, pero, con ello, ha dejado abierto un debate que requiere mayor voluntad y compromiso de las partes involucradas. El libro que hoy está en sus manos quiere contribuir de buena fe y con inteligencia a esa discusión teórica y política señera para nuestro país en el siglo XXI. Como podrá advertir el lector, su ánimo plural es irrecusable.
Karina Hernández y Úrsula Sánchez han realizado un trabajo inteligente de recopilación y corrección de los materiales.