Capítulo 1: ¿De qué trata la Ética?
Este texto nos pretende enseñar lo que es principal en esta vida: las cosas que son imprescindibles para poder vivir de una forma normal. Se refiere a lo que nos conviene y lo que no. Nos comenta que no todas las cosas son buenas ni malas para todo el mundo, que hay algunas cosas que, pareciéndonos buenas, pueden ser muy perjudiciales para nosotros. Los hombres tenemos diferentes formas de pensar y, por lo tanto, el criterio de lo bueno y lo malo no puede nunca llegar a ser el mismo para todos. Nos presenta varios ejemplos de la libertad de los hombres.
El hombre, a diferencia de los animales, es un ser racional al que se le da la opción de elegir y, por lo tanto, de equivocarse. Un animal tiene una vida programada por la naturaleza y no tiene más remedio que cumplirla. En cambio, los hombres nacemos libres; tenemos una vida por delante que debemos construir nosotros mismos. También es verdad que el medio en el que nos desarrollamos tiene mucha influencia en nuestra vida y en lo que consideramos bueno y malo.
Capítulo 2: Órdenes, Costumbres y Caprichos
En este capítulo, Fernando Savater nos explica cómo los hombres libres tenemos la necesidad de decidirnos por algo en un determinado momento. Nuestras acciones debemos decidirlas nosotros. Lo que hacemos cada día, en cambio, pueden llegar a ser costumbres que ya realizamos sin pensarlas, por ejemplo, lavarnos o peinarnos. Podemos elegir, pero hay veces en las que nos vemos obligados a tener que decidir sobre algo que nos ha sido impuesto. Por ejemplo, si hay un terremoto, podemos decidir si nos quedamos en casa o nos vamos al campo, pero no si queremos el terremoto o no.
A la hora de hacer las cosas, las hacemos por varios motivos:
- Por obligación: esperando un castigo o una recompensa.
- Por costumbre: porque es algo que estás habituado a hacer y ya lo haces sin pensarlo.
- Por capricho: porque es algo que nos apetece hacer.
Está claro que la mayoría de las cosas que hacemos las hacemos por capricho, pero hay que tener claro que no todo se guía por lo que nosotros queremos o no queremos hacer. También hay otras personas que quieren hacer cosas tan diferentes a las nuestras que hasta las pueden ver mal, y por ello existen las órdenes, para que nos marquen la libertad y hagan la vida más feliz a todos.
Capítulo 3: Haz lo que Quieras
Lo bueno o lo malo, referente a lo que preferimos hacer, son términos muy confusos.
- Bueno: es lo que consideramos que nos hace bien.
- Malo: es lo que consideramos que nos puede perjudicar.
¿Cuándo un hombre es bueno? No lo sabemos ni lo sabrá nadie jamás. Para cada persona, el hombre bueno es el que realiza unas acciones que a él le benefician o que piensa de su misma manera. Para saber si un hombre es totalmente bueno o totalmente malo, deberíamos estar dentro de él cada vez que este realiza una acción. La ética llevaría este lema: «Haz lo que quieras».
Capítulo 4: Date la Buena Vida
Darte la buena vida en este contexto significa que debes tomar las decisiones por tu cuenta, que debes ver las situaciones desde tu punto de vista y elegir lo que creas que más te conviene. Cuando decidimos no elegir por nosotros mismos, no estamos renunciando a la libertad que todos tenemos.
No hay tampoco que confundir términos. Cuando decimos «haz lo que quieras», no nos estamos refiriendo a que hagas «lo primero que te venga en gana», sino a que hagas lo que creas que para ti es más conveniente. Hay que ser capaz de decidir entre lo que de pronto nos apetece y lo que en el fondo queremos.
A veces hay cosas que queremos y nos resultan contradictorias: queremos ser futbolistas, pero no queremos estar entrenando todos los días. Lo que queremos de verdad es «darnos la buena vida». Pero debemos entender que la buena vida humana no solo depende de nosotros.
La buena vida humana es «la vida entre seres humanos». Los hombres somos humanos y queremos ser tratados como tales, por eso «darse la buena vida» no debe ser muy diferente a «dar la buena vida».
Capítulo 5: ¡Despierta, Baby!
Hacer lo que verdaderamente nos hace bien no es que queramos lo que nos apetece en el momento, sino que debemos querer lo que sabemos que, a la larga, nos hará bien. En esta vida todo son complicaciones y quien busca las simplicidades nunca llega a ser nada por sí mismo. Cuando estamos obsesionados por las cosas materiales nos perdemos y no nos damos cuenta de que lo que de verdad en esta vida nos hace falta es lo que las personas nos pueden dar.
Cuando tratamos a una persona con amor, fidelidad, comprensión, todo eso se nos devuelve a través de esa persona. A veces se envidia a las personas porque tienen muchas cosas materiales, pero verdaderamente son las personas que se encuentran bien por dentro a las que tenemos que envidiar, porque son las que son felices de verdad.
Lo indispensable para darse «la buena vida» es sentirnos bien con nosotros mismos, que es la única manera de que los demás nos vean bien.
Capítulo 6: Aparece Pepito Grillo
Hay muchas clases de «imbéciles»:
- a) El atolondrado al que todo le da igual.
- b) El que cree que lo tiene todo.
- c) El que no sabe lo que quiere y no se molesta en averiguarlo.
- d) El que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo, pero lo deja para mañana porque no tiene la fuerza de voluntad necesaria para lograrlo.
- e) El que hace lo que quiere, pero con tal barbaridad que ya pierde la noción de lo que es bueno o malo para él.
Todos estos «imbéciles» necesitan algo en lo que apoyarse que no tiene nada que ver con el «darse la buena vida» de la que estábamos hablando. Puede haber gente que sea muy lista en matemáticas, en física, etc., y no saber vivir, no saber lo que quiere.
Lo contrario de ser imbécil es tener conciencia, que no es algo que tengan solo unos pocos, sino que se desarrolla si uno quiere. La conciencia consiste fundamentalmente en lo siguiente:
- a) Saber que no todo da igual.
- b) Darnos cuenta de que lo que hacemos verdaderamente nos conviene.
- c) Saber que, como un acto reflejo, debemos rechazar lo que sabemos que no nos hace bien.
- d) Que no escondamos los malos resultados de nuestros actos bajo los pretextos de que estábamos coaccionados por alguien o por algo.
Lo que consideramos que es malo es lo que no nos deja darnos la buena vida y, para conseguirlo, debemos ser egoístas y querer lo mejor para uno mismo.
Hay que saber lo que uno quiere y sentirse bien consigo mismo. El remordimiento lo tenemos cuando nos damos cuenta de que hemos hecho algo mal, pero cuando nos damos cuenta nosotros, no si alguien nos dice que hemos obrado mal. Ese es el verdadero castigo.
Como somos libres, podemos equivocarnos y por eso tenemos remordimientos, porque nos damos cuenta de que hemos sido nosotros los que hemos hecho algo en contra de lo que verdaderamente queríamos hacer. Por eso lo escondemos detrás de un «¡yo no he sido!». Pero si lo que hemos hecho está bien, enseguida nos damos los honores.
Contra el remordimiento, lo que debemos hacer es ser responsables, y si no, pensar antes lo que vamos a hacer y las consecuencias que nos puede traer, y lo que es más importante, saber aceptar las consecuencias. Hay que saber también que las decisiones que tomamos ahora van formando nuestro interior y nuestro futuro día a día.
Capítulo 7: Ponte en su Lugar
A la ética lo que le interesa es la vida humana que transcurre entre humanos, el saber que solo entre dos hombres puede haber conversaciones, discusiones, etc., aunque estos dos no tengan nada en común, pero se pueden poner a discutir sobre las razones que les hacen pensar así.
Hay que tener claro que a los hombres que no consideramos buenos los debemos mantener a distancia, pero también debemos tener en cuenta que son humanos y, aunque nosotros los consideremos malos, pueden darnos humanidad.
Debemos dar buen ejemplo y debemos también tratar a los demás como queremos que nos traten a nosotros. Desde luego, si vamos dando enemistad, no vamos a recibir amistad, y yo pienso que es mejor unirse al pequeño grupo de los buenos que al gran grupo de los malos.
Si hacemos el mal a los demás, nos lo hacemos también a nosotros mismos porque ese mal nos va a ser devuelto, tarde o temprano. Antes de hacer algo a alguien, debemos ponernos en su lugar y ver cómo nos afectaría; a eso se le llama humanidad.
Debemos saber que a los humanos hay que amarlos un poquito para que nosotros recibamos ese poquito de amor que nos hace tanta falta para hacernos humanos y vivir una vida humana, una buena vida.
Capítulo 8: Tanto Gusto
Se piensa en el sexo como una cosa obscena e inmoral, pero debemos saber que no es así, que es algo natural y que no debemos tener pudor al hablar de ello.
Pero lo que los puritanos no saben es que el placer en el sexo, la sensualidad, es algo exclusivo de los humanos. Los animales serían ellos, ya que son los animales los que lo realizan solo para procrear.
El placer y el darle gusto al cuerpo es una parte importante para darse la buena vida de la que hemos estado hablando. Hay que buscar los placeres de hoy, hay que saber disfrutar lo que tenemos en el presente y no amargarnos buscando algo mejor. Podemos disfrutar el presente y con él construir un futuro que nos dé felicidad.
Hay una gran diferencia entre el uso y el abuso del placer. Si abusamos de un placer que es bueno, lo podemos convertir en malo si dependemos ampliamente de él. La conclusión final sería que hay que disfrutar de los placeres, pero sin abusar de ellos, ya que entonces pueden llegar a ser peligrosos.
Capítulo 9: Elecciones Generales
El mejor gobierno, desde el punto de vista ético, no es el que dice que todo el mundo es víctima de las circunstancias; no es una dictadura, porque lo que queremos es ser libres. La única política que nos puede favorecer es una política que nos trate a todos por igual, que no pisotee a los que están abajo y destruya por envidia a los que están arriba, que se asocie a lo poco bueno y no a lo mucho malo.
En resumen, todos deberíamos ser más solidarios respecto al mundo entero, que no se gastara tanto dinero en armas que solo sirven para destrozar el mundo y lo gasten para favorecerlo (el tercer mundo, por ejemplo).
Ya que todos estamos unidos por la comunicación, ¿por qué no hacer un esfuerzo común para ayudar a los demás y, en especial, a nosotros mismos?