Racionalismo y Empirismo: Dos Corrientes en la Filosofía Moderna
En la modernidad (s. XV-XVIII), la preocupación filosófica principal se centra en el tema del conocimiento. Dos corrientes dominantes emergen: el **racionalismo** y el **empirismo**. En el primero, destaca **René Descartes**, iniciador de la Filosofía Moderna. Otros racionalistas importantes son Spinoza y Leibniz.
Coordenadas Generales del Racionalismo
- Crítica al pensamiento escolástico, a la fe y al criterio de autoridad como criterios de verdad (Sagradas Escrituras y Aristóteles). También se critica el método basado en el silogismo (razonamiento deductivo) frente a la ciencia moderna (método inductivo).
- Recuperación del pensamiento escéptico para extirpar prejuicios y errores en el razonamiento.
- Desarrollo de la nueva ciencia con un tratamiento matemático de los postulados y leyes físicas.
Descartes y el Racionalismo
**Descartes** se propone buscar un primer criterio de verdad basado en principios evidentes e indubitables. Para ello usa la **duda metódica** en 3 niveles: duda de los sentidos, dificultad de distinguir entre sueño y vigilia e “hipótesis del genio maligno” (un dios engañador que haga que me engañe siempre que use la razón). Así llega a una primera verdad indubitable (“*cogito ergo sum*”, pienso luego existo): puedo dudar de todo menos de que soy una cosa que duda (substancia pensante). Esta es la primera regla de su “método”, la evidencia, que junto con las otras tres (análisis, síntesis y comprobación o enumeración) le servirán para demostrar tanto la existencia de Dios (substancia infinita) como la del mundo extramental (substancia extensa).
El Empirismo
Por su parte, el **Empirismo** es una corriente epistemológica que surge en Inglaterra como reacción al innatismo y solipsismo del racionalismo. El empirismo, cuyos principales representantes son **David Hume, Locke y Berkeley**, extiende el paradigma newtoniano a la mente humana considerando que es un objeto sujeto a leyes naturales que se pueden descubrir.
Presupuestos Gnoseológicos del Empirismo
- Valor de la experiencia sensible: la mente es una “tabula rasa” al nacer. Todos los conocimientos se adquieren por experiencia.
- “Principio de la copia” como criterio de verdad: las ideas que no proceden de la experiencia sensible no son válidas.
- Fenomenismo: conocemos fenómenos, lo que se nos aparece, y no las cosas en sí, incognoscibles.
Spinoza y los Afectos
1. «Descartes, aun creyendo que el alma tiene una potencia absoluta sobre sus acciones». La ética trata de los afectos, y estos lo son del cuerpo. **Espinosa** define los afectos como las modificaciones del cuerpo. Los afectos no son sólo del alma, (no tienen un carácter psicológico, como se diría hoy), porque (a diferencia de Descartes), alma y cuerpo son una y misma cosa (nada sucede en el alma que no le ocurra también al cuerpo, y viceversa). El afecto es el nombre de esa unidad. Los afectos no son fenómenos mentales exclusivamente. Defender esto último sería tanto como mantener al modo cartesiano que el alma dirige el cuerpo y eso es puro espiritualismo incompatible con la ontología de Espinosa. Extensión y pensamiento (cuerpo y alma) no son sustancias diferentes (Descartes), sino aspectos distintos de una misma sustancia.
2. «… el alma tener un imperio absoluto sobre los afectos»: Descartes concibe un alma espiritual puramente racional como guía absoluta de un cuerpo, perezoso u obediente, pero siempre subordinado. En Espinosa el alma o la mente existe como cuerpo, yo soy la idea que tengo de mi cuerpo, es decir, soy cuerpo.
3. «volver a los que prefieren…»: las pasiones no se deben a debilidades, a la fragilidad del hombre, o a la inconstancia o impotencia de su ánimo. Al contrario, se deben a la potencia de la naturaleza (surgen de la tendencia, «conatus», a perseverar en su propio ser) y, como tales, no hay que detestarlas ni acusarlas, sino explicarlas y comprenderlas, como todas las demás realidades de la naturaleza, pues la naturaleza es en todas partes una e idéntica en su actuar (las acciones de los hombres son tan naturales como la caída de una piedra), y por tanto, también debe ser único el modo de estudiarla en todas sus manifestaciones.
4. «… les parecerá chocante…»: su racionalismo es sólo un intento de trasladar la geometría desde la física a los afectos y la conducta del hombre. La unidad del conocimiento científico estaba garantizada de antemano. Pensaba que las teorías habilitadas para explicar los distintos campos del conocimiento debían estar relacionadas entre sí, tanto si se referían a la realidad natural (o física), como si se referían a la naturaleza humana. Es la justificación del tratamiento racional de los afectos humanos, los vicios y las virtudes. La matemática no sólo se aplica al orden físico, sino también al orden moral, es decir, la moral deja de ser un problema subjetivo para integrarse en un orden superior de racionalidad. Pretende ocuparse de los afectos con la misma actitud y método que si fueran figuras geométricas o fenómenos meteorológicos.
5. «lo que ellos proclaman que repugna a la razón»: Los afectos (dentro de estos, las pasiones), no son algo irracional, son algo natural, siguen las leyes de la naturaleza, no «repugnan a la razón», tal y como cree por lo general la mayoría de moralistas (la mayoría de los que han escrito sobre las emociones y sobre la conducta humanas parecen haber considerado al hombre como un reino dentro de un reino, como algo aparte y por encima del curso ordinario de la naturaleza). La afectividad (en sentido espinosiano), no es irracional (si son algo natural ¿cómo podrían ser algo irracional [propios del corazón se diría hoy] si se rigen por las mismas leyes de la naturaleza?
6. «nada ocurre en la naturaleza»: La naturaleza solo prohibe lo que nadie desea y nadie puede, y por lo que, las leyes morales no son más que un desarrollo y una concreción de las leyes físicas. La naturaleza, tomada en su conjunto, no tiene vicios (el bien y el mal no es algo que exista ontológicamente en las cosas mismas, sino que son modos de pensar y nociones que se forma el hombre al comparar las cosas entre sí, y en referencia con él mismo), sus leyes son siempre las mismas para todo su conjunto. Si fuera sólo al hombre entonces sería distinto. Bueno y malo sólo lo es en relación al hombre, no a la Naturaleza. De ahí que el método de su estudio sea el mismo que para las otras cosas que estudiamos: el método geométrico, racional y racionalista. Sirviéndose de él establece una taxonomía geométrica (deductiva), pero también genética de los afectos.
7. «los afectos tales como el odio»: La filosofía de Espinosa es una filosofía en la que el universo, enteramente resoluble en relaciones racionales, se abre campo ilimitado a la actividad humana, inseparable de la ciencia, para lograr la expansión y la unidad del espíritu. La clave de Espinosa reside en su absoluto geometrismo, el riguroso proceso deductivo de sus razonamientos; la coherencia interna de las demostraciones es el nervio de su filosofía. Espinosa niega la libertad (uno se cree libre porque se fía de su conciencia, pero ignora las causas que determinan necesariamente todo lo que ocurre), y la finalidad (confundimos el orden de nuestra razón con el orden divino o natural y necesario). Las matemáticas con su necesidad deductiva rompen los prejuicios espontáneos del hombre y nos hacen ver que todo deriva de modo necesario.
La Teoría Política Contractual en la Edad Moderna
Con la pérdida del poder eclesiástico, en el siglo XVII se comenzó a cuestionar la legitimación del poder del monarca, surgiendo así las **teorías contractualistas**. El contractualismo examina la naturaleza, origen y justificación del poder a partir de la idea de **contrato original**, por el cual se acepta una limitación de las libertades a cambio de leyes. La estructura básica del contractualismo fue establecida por **Hobbes** quien, impresionado por los desórdenes de la revolución inglesa de 1651, redactó *Leviathan*, donde desarrolla una estructura que garantice la seguridad, legitimando al Estado:
- Estado de naturaleza: es un estado de “guerra de todos contra todos” pues la naturaleza humana es intrínsecamente mala y violenta.
- Pacto: para evitar la violencia se establece un pacto donde se cede todo el poder a un soberano.
- Estado de sociedad: monarquía absoluta, donde el rey está legitimado por poder divino y, por ello, no puede ser juzgado por ningún tribunal ni existe separación de poderes.
**Locke** defendía que el estado de naturaleza no es un estado intrínsecamente violento: existe una ley moral natural. Este estado de naturaleza se caracteriza por la libertad e igualdad de todos los seres humanos, que permanecerán así hasta que, por voluntad propia, se conviertan en miembros de una sociedad civil mediante un pacto. El paso del estado de naturaleza a la formación de una sociedad exige renunciar a la propia autolegislación pero aporta beneficios a los individuos:
- Ley escrita que define la ley natural evitando controversias.
- Propiedad privada.
- División de poderes para evitar el abuso de poder de los gobernantes:
- legislativo: Crea y revoca leyes sin poder absoluto; debe responder a la confianza puesta en él y respetar la ley moral.
- ejecutivo: Ordena cumplir los mandatos del legislativo.
- federativo: Representa al Estado en el extranjero y cumple la función del poder legislativo cuando éste no pueda.
Sobre esta base **Montesquieu** separará los poderes en legislativo, ejecutivo y judicial. La teoría soberanista de **Rousseau** (*El contrato social*) defiende que el ser humano es bueno por naturaleza y en ésta se vive feliz. Dado que todos somos iguales y libres, sólo la soberanía popular (la voluntad general) puede validar y dar legitimidad a las leyes.
Olimpia de Gouges: Términos Clave
1. Comparando la especie humana con todo el resto de la fauna y la flora hasta entonces estudiada por los sesudos enciclopedistas de la Ilustración, asegura que solo el hombre ha cometido el error de distinguir entre machos y hembras. Ese hombre al que apela Gouges no era cualquier hombre, sino todos aquellos que luchaban contra la opresión de la monarquía absoluta y la enorme desigualdad de la minoría de los estamentos superiores, pero que contaban con todos los privilegios políticos y económicos. Y pensando en su, ese hombre de los estamentos inferiores buscaba revertir la situación. Y se olvidaba de la opresión histórica de las mujeres que ellos estaban ejerciendo al negarles derechos por los que revolucionarias, como la misma Gouges, habían luchado.
2. Se hace un llamamiento a las mujeres para que despierten y defiendan sus derechos, y que los hombres se han aprovechado (por ejemplo, de su participación en eventos como el asalto a La Bastilla) de su ardor revolucionario y no han hecho nada cuando ellas los necesitaron. Esa falta de reciprocidad fraterna es la mejor justificación del documento, ya que la Revolución no ha traído la libertad, la igualdad ni el derecho a votar para ellas (pues buscan devolver a las mujeres a sus roles domésticos y a los espacios privados, olvidándose de incluirlas en el proyecto igualitario por el que han luchado).
3. Se denuncia el desprecio que las mujeres estaban sufriendo a manos de los revolucionarios franceses, y se hace un llamamiento a la reflexión.