Sistemas Eléctricos en Vehículos: Funcionamiento y Mantenimiento


1. Limpiaparabrisas

Este importante accesorio del vehículo es un dispositivo utilizado para barrer la lluvia y suciedad del parabrisas favoreciendo con ello una mejor visión. Están compuestos por dos brazos que se encuentra en cada uno de los extremos y con un largo borde de goma (escobilla) adosado a uno de sus lados. El brazo se desplaza de manera oscilatoria sobre el vidrio, barriendo el agua u otros restos de suciedad. Hay algunos vehículos que solo disponen de un solo brazo, que se encuentra en la zona central del vidrio pudiendo realizar un movimiento de 180º. La velocidad a la que se mueven estos brazos se puede variar haciendo que vaya más rápido o más lento en función de la intensidad de la lluvia. Circular con las escobillas en mal estado puede reducir la visibilidad entre un 20% y un 30% con lluvia. Se suele cambiar las escobillas cada 4 años, un periodo excesivamente largo. Este sistema consiste en transformar exteriormente el movimiento circular de la rueda dentada de un motor eléctrico en movimiento alternativo en los brazos por medio de un conjunto de bielas y manivelas. El motor se acopla a un soporte (1) y transmite el movimiento de giro incompleto en los dos sentidos a los ejes (3) por medio del del brazo de mando (2), la biela de unión (4) y las manivelas (5).

El motor del limpiaparabrisas funciona al recibir corriente de la batería a través de un interruptor conmutador y pasando por el interruptor de encendido (llave de contacto). Este motor lleva un dispositivo en su reductora que sirve para hacer una parada automática. Esta parada permite que cuando quitemos la llave de contacto con el limpiaparabrisas activado, la raqueta no se quede en medio del recorrido sobre el cristal, sino que vuelva a su posición inicial. Al cerrar el interruptor en posición de marcha, la corriente de batería llega al motor directamente a través de un borne, con lo cual funciona normalmente hasta que se interrumpe la corriente. Al pasar el conmutador a la posición de parada, el motor sigue funcionando al recibir corriente por el borne 2 a través del interruptor interior, hasta que la leva en su giro o desplazamiento abre los contactos del interruptor interior poniendo el borne 1 a masa, actuando como freno en la posición en final o reposo de las escobillas.

Para conseguir dos velocidades de funcionamiento para marcha lenta y rápida, el motor incorpora una tercera escobilla y dependiendo de la escobilla positiva que se conecta a la fuente de alimentación, se obtendrá, una u otra velocidad de giro, funcionando ambas con un paro automático idéntico a los de una sola velocidad. La puesta en servicio de una u otra velocidad se realiza a través de un interruptor de tres posiciones: P, L, R.

2. Elevalunas eléctrico

Este sistema tiene el propósito de aumentar la comodidad en la conducción y, sobre todo, evitar la distracción del conductor cuando tiene que subir o bajar las ventanillas del vehículo. Se compone de un soporte del cristal, timonería o mecanismo de desplazamiento y un motor eléctrico.

El mecanismo de desplazamiento puede adoptar diferentes formas, uno de los más comunes es un sistema de brazos articulados en el que el motor acciona un sector dentado que se articula a unas palancas en forma de tijera. El conjunto del motor eléctrico y su correspondiente soporte se fija en los soportes (3) al panel de la puerta. El motor da movimiento a un sector dentado (por medio de un engranaje) que es solidario a los brazos articulados (4), cuyos extremos se alojan en las correderas (5) dispuestas en el soporte fijado a la luna de puerta. El extremo (6) de la articulación se fija en (2) a la puerta. De esta manera, el movimiento giratorio del motor eléctrico en uno u otro sentido se traduce en un desplazamiento arriba o abajo del cristal de la puerta.

3. Espejos retrovisores

Los espejos retrovisores permiten la correcta visión del conductor hacia la parte trasera del vehículo. Su regulación eléctrica permite mayor precisión, comodidad y, por lo tanto, mejora la seguridad activa en la conducción. Cada espejo emplea 2 motores de corriente continua para que el espejo se pueda mover pivotando sobre 2 ejes perpendiculares, una horizontal y otro vertical.

El funcionamiento se basa en un mando selector que es capaz de seleccionar el espejo y, gracias a los dos motores eléctricos situados en cada retrovisor, mover el espejo del retrovisor a la posición que genere mejor ángulo de visión de la parte posterior del vehículo. Los sistemas más modernos con centralita permiten una función de ayuda en el aparcamiento, el repliegue de los espejos al cortar el contacto, el calentamiento del espejo y el movimiento de los espejos acorde con la posición del asiento del conductor.

4. Luneta térmica

La luna o luneta trasera es la superficie transparente de vidrio de la parte posterior del vehículo. Durante mucho tiempo fueron fabricadas de vidrio templado. Las actuales lunas traseras son de vidrio laminado, que constan de dos hojas de vidrio con una capa de butinal de polivinilo (PVB) entre ellas y que en el momento del impacto estallan sin desprender partículas peligrosas para los ocupantes del vehículo, dan una mayor garantía de seguridad. Ambas lunas (delantera y trasera) deben mantener una adecuada visibilidad e impedir la condensación de humedad en su interior (vaho). La luna delantera o parabrisas no necesita ser térmica ya que disponemos del flujo de aire que suministra la calefacción del vehículo. La luneta trasera, desde hace años, incluye unos hilos que la atraviesan de lado a lado, se trata de una resistencia eléctrica adherida por la cara interior, cuya misión consiste en calentar la luna y desempañar el vaho acumulado, de manera que se mejore la visibilidad.

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