Sociedad ilustrada


El asedio sobre las tierras comunales y de pequeños propietarios se incrementa en la primera década del Siglo XX y coincide con el reemplazo de gobernadores de origen popular por gobernadores que pertenecen a la oligarquía: que han hecho fortuna o que nacieron con ella y la han acrecentado.
Un ejemplo emblemático es el del estado de Morelos, dónde “a partir de 1900 se desata el gran proceso de expoliación de los pueblos” provocado por la producción de caña de azúcar que se dispara por “la competencia de nuevas regiones azucareras, la recuperación de la producción en Cuba y un principio de saturación del mercado nacional”, mediante la modernización acelerada, gracias a la importación masiva de máquinas modernas.
Ahí gobernaba un porfirista de la primera generación, el coronel Manuel Alarcón (1851-1908) -antiguo peón de hacienda, vuelto militar en la guerra contra el II Imperio, después, en 1869 implacable jefe de los rurales de los distritos de Yautepec y Tetecala, se incorporó a la rebelión de Tuxtepec en 1876, luego de triunfar ésta, fue nombrado jefe de los rurales en el estado en 1877 y después jefe político del Distrito de Cuautla, gobernador desde 1894- es sustituido en Marzo de 1909, luego de su muerte en Diciembre anterior, por el general Pablo Escandón (1856-1926), que tiene un hermano, Manuel, con un título nobiliario, Marqués de Villavieja, y una hermana que casa con un duque en París.
Pablo Escandón, un hombre de mundo, cofundador del Jockey Club de la ciudad de México, primo del gobernador del Distrito Federal, había estudiado la carrera militar hasta obtener el grado de coronel y pasar al estado mayor del Presidente Díaz, hasta ser jefe del mismo, como gobernador continuó recibiendo encomiendas protocolarias como servir de traductor en las entrevistas de Díaz con el presidente de los Estados Unidos William H.
Pero como gobernador de Morelos empezó con el pie izquierdo, al enfrentar como candidato unas reñidas elecciones el 7 de Febrero de 1909, llevando como adversario al Ing. Patricio Leyva -hijo del primer gobernador de la entidad, el general Francisco Leyva, que conserva su clientela y simpatizantes que gravitan en torno a Cuautla, el centro histórico del estado-, cuyos clubes generan una movilización social que tuvo que ser reprimida, si bien de manera selectiva, y luego tuvo muchos problemas con los pueblos por despojos de tierras y aguas y acentuó su impopularidad en Junio de 1909 por una ley que revaluaba los bienes raíces, confiriendo un bajo valor a las propiedades rurales y uno alto a las urbanas, que penaliza la pequeña propiedad, y en Junio de 1910 por el cambio de jefes políticos conocedores de su regíón y por el decreto de creación de veinte subprefectos nombrados por el gobierno del estado que, aunque no alcanzó a implementarse, causó un rechazo general, como Womack lo ha documentado.
Casi todos se rodean de amigos y parientes a los que acomodan en cargos delicados y sensibles para la mayoría de la población como jefes políticos o prefectos de distrito, tesorerías y regidurías municipales, jueces civiles, comisarios de policía, por dónde pasa el cobro o la dispensa de impuestos y multas, dónde se decide quién entra y quién sale de la cárcel o barandilla.
La designación de gobernadores con este perfil fue una tónica del gobierno de Díaz a partir de 1908, como los casos de Chihuahua, Coahuila, Sinaloa y Yucatán, lo confirman, al resultar seleccionados por el presidente, que no toma en cuenta la importancia crucial de la rotación de las élites para mantener los delicados equilibrios existentes al interior de cada entidad y la proclividad al conflicto abierto entre clientelas y redes locales que, de suceder, corre por los cauces abiertos por rivalidades añejas, sumando agravios pretéritos a los recientes.
El cargo de jefe político o prefecto de distrito se torna odioso en la mayoría de los estados del país por interferir en la marcha cotidiana de los ayuntamientos o cabildos y porque su conocimiento de las condiciones locales es nulo o interesado, eran inexpertos y con iniciativa -proactivos se dice hoy-, la peor combinación que podía darse a nivel local.
Así, la última etapa del porfiriato provocó grandes tensiones en el campo: embestida contra la propiedad comunal y asalto a las autonomías locales, a las tangibles como la propiedad municipal de aguas, bosques y pastizales y a las simbólicas como permanecer exentos de contribuciones y servicios.
En cuanto a los asentamientos urbanos, éstos se multiplican y crecen más aquéllos sin estatus de pueblos ni municipios, alrededor de estaciones del ferrocarril o de antiguos caseríos o ranchos próximos a localidades urbanas, que congregan gentes del rumbo o sin arraigo, mezclando personas y familias de diferentes orígenes regionales y sociales y de distintos oficios y una porción de éstas es flotante.
Al sumarse la crisis de 1907, a la escasez y carestía de los alimentos básicos por la serie de malos años agrícolas, los asalariados –que ya no producen alimentos- gastan buena parte de su ingreso en productos alimenticios y son golpeados por la elevación de sus precios.
En este contexto de una transición inacabada y de cambios rápidos, más crisis agrícolas y una crisis del sector externo y moderno de la economía, en síntesis, de desequilibrio creciente, la política se tornó la mayor debilidad del régimen porfirista al no poder conducir la sucesión política, “carácterística de los regíMenes personalistas, autoritarios, pseudoconstitucionales”.
“De haber llegado Díaz a un arreglo con la oposición –ganando tiempo con Reyes en 1908 o con Madero en 1910-, (…) que supusiera cierta circulación de las élites y una modesta apertura política, habría reducido las tensiones, en especial entre las clases media y alta.”, ha propuesto Alán Knight provocadoramente, mientras que los procesos paralelos de compresión agraria –ésta en el sentido que le ha dado John Tutino: presiones que surgen de una combinación de crecimiento de la población y la simultánea pérdida de la tierra y, más trascendente, de la seguridad, en un ambiente económico inestable- y centralización política hubieran seguido en marcha demandando cambios o al menos ajustes a los nuevos gobernantes, protestas y revueltas populares incluidas.
“La educación liberal que el mismo régimen porfirista había extendido, acababa minando los fundamentos mismos de su poder” porque la distancia entre la imagen ideal de la sociedad “que han adquirido y la sociedad real con la que se codean cada día” provocaba “un desgarramiento intolerable” entre los maestros de escuela que desempeñan un papel estratégico entre las élites y la sociedad y cuyo papel en la oposición a la política de conciliación con la iglesia emprendida por Díaz y en la formación del Partido Liberal Mexicano empieza a ser sobresaliente.
Los vasos comunicantes entre las logias masónicas –que estaban en la sombra, pero activas- y los clubes liberales jacobinos con los círculos de militantes magonistas y lectores de Regeneración se extienden por buena parte del país, prestándoles cobijo.
Son parte de un despertar del radicalismo y de “la formación de una parte de los iniciadores de la Revolución de 1910.” “El primer movimiento político del porfiriato no integrado en el sistema político” prende en 1900 y se extiende en 1901 con la celebración del primer congreso liberal en San Luis Potosí que reúne representantes de cincuenta clubes esparcidos por el país.
Son liberales radicales, de la vertiente anticlerical o jacobina, que protestan por la expansión de las obras de la iglesia y el dinamismo de ésta que muestra su conocimiento de las injusticias sociales en México, perspectiva que formula el obispo de San Luis Potosí, Ignacio Montes de Oca, en un discurso dado en París el 6 de Junio de 1900 en un congreso de obras católicas y que se publicó en un diario local el 7 de Agosto.
En el paso de las logias masónicas a los clubes liberales radicales, estos radicales portan consigo, afinidad con las ideas de Augustin Cochin: lo que se activa en 1900-1901 es el “pueblo real” de la política, el “pequeño pueblo” de las sociedades o logias, “por oposición al “gran pueblo”, formado por la población.
Ricardo Flores Magón, fundador y director de periódicos, articulista de combate y orador fogoso, quien había estudiado en la Escuela Nacional Preparatoria y en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, plantea en sus escritos periodísticos y discursos, en esta etapa de aglutinación de liberales anticlericales, que el régimen porfirista es una tiranía en el sentido de poder ilegítimo, “Un poder, por lo tanto, que no podía ser más que despótico en su ejercicio y corrupto en su funcionamiento.” Las resoluciones del congreso se dirigieron a “la organización de un aparato de impugnación cívica del régimen y de pedagogía ideológica”.
Liberados de prisión, se concentran en la ciudad de México desde Enero de 1903, donde fundan un nuevo club, realizan periodismo de oposición y discuten al interior acerca de doctrinas y tácticas, derivando en un radicalismo y al mismo tiempo en un aislamiento respecto a los clubes de provincia que se hallan vigilados, hostigados o son cerrados.
El paso del liberalismo al radicalismo, y después al anarquismo, en 1903, está influido por la impetuosa campaña antirreeleccionista lanzada –para impedir la sexta reelección del general Díaz para cubrir el periodo 1904-1910-, el 11 de Abril, cuyo “Manifiesto a la nacíón” revela que se trata de “una protesta doctrinal indignada, pero sin ilusiones.
(…) El cuadro de la situación del país (…) es tal, que termina lógicamente con un llamamiento inequívoco a la insurrección futura (…).” El gobierno cerró cinco días después los diarios de oposición y encarceló a la mayoría de los dirigentes de los clubes en el país.
mediados de 1903, el balance es derivar en la política de un callejón sin salida o de fracaso por el exilio de la mayoría de los dirigentes del grupo liberal, al mismo tiempo que sobresale el éxito pedagógico y propagandístico logrado, al crear “por primera vez en México una red política nacional unificada (…) abierta a hombres que no pertenecían a las élites (…).” Y haber formado “una franja de opinión políticamente activa” con sus periódicos y otros diarios opositores, observó Guerra.
En Enero de 1904, terminan de llegar a los Estados Unidos los miembros del “centro director” y en Febrero tienen una reuníón donde aflora la división entre los que toman el liberalismo como vía hacia un socialismo reformista y aquéllos que toman el liberalismo como vía hacia el socialismo libertario o anarquista, “lenta pedagogía de la educación del pueblo y la acción política para los primeros, la conspiración y la insurrección, para los segundos.” La división se ocultó hasta el otoño de 1905.
En 1905-1906, Ricardo Flores Magón y su grupo cesan de ser liberales radicales, para abrazar el anarquismo, influidos por libertarios europeos a quienes tratan en los Estados Unidos, y se imponen en la lucha con Arriaga y el polo liberal moderado por el control del movimiento en el otoño de 1905.
Guerra subraya que “Los círculos secretos de iniciados ligados por juramento son ante todo centros de propaganda y de difusión de ideas, en la línea de los clubes liberales, de los que a menudo son la continuación física y de los que conservan algunas funciones, como la conmemoración de los aniversarios liberales, (…).” Desde mediados de 1906, la vertiente a seguir es la de la impaciencia revolucionaria, el camino insurreccional, no es el camino de “la lenta y laboriosa tarea de la organización sindical.” El impacto es desigual regional y socialmente.
Es notable la implantación del PLM en los minerales del lado americano de esta regíón integrada, por la que hay un tránsito imparable de personas, agua, minerales, ganado mostrenco o herrado, aves de rapiña, animales de uña, piezas de cacería, armas, artículos de contrabando o ilegales, mercancías, maquinaria, ideas y periódicos, a bordo del tren, arriba de diligencias, carromatos o lanchas, a caballo o a pie, por las poblaciones gemelas o por el desierto inhóspito.
Un factor que contribuye a este proceso son los lazos de los hermanos Flores Magón con la Western Federation of Miners de los IWW (International Workers of the World o Trabajadores Industriales del Mundo), conocidos como “Wobblies”, fundada en Chicago el 24 de Junio de 1905 en una convencíón de doscientos socialistas, anarquistas y sindicalistas radicales, opuestos a las políticas tibias de la American Federation of Labor (Federación Americana del Trabajo).
Los ámbitos de interdependencia e intercambio entre mexicanos y estadounidenses para la época también incluyeron la cultura sindical, la cultura empresarial y la fascinación por las innovaciones tecnológicas, desde herramientas cada vez más baratas para la vida cotidiana, como un serrucho, hasta maquinaria fabricada en Pittsburgh.
El momento, según el primer círculo, es “para la conquista del poder por la vía de la insurrección.” Y en este sentido “el programa era eficaz, ya que unificaba descontentos, (…), atribuyendo a una causa única todas las desgracias y todas las esperanzas no cumplidas: la tiranía.” En el verano de 1906, la situación social parecía propicia.
La huelga se desató en respuesta a la noticia que se dio la noche del 31 de Mayo de 1906 en la mina Oversight acerca de que los mayordomos habían celebrado un contrato con la empresa que les facultaba para reducir el número de obreros y aumentar la carga de trabajo.
Por la tarde, un incidente durante la manifestación de los trabajadores que recorre las instalaciones de la minera provoca el estallido de la violencia en la maderería, dónde los huelguistas son repelidos por dos empleados estadounidenses con agua a presión y disparos de rifle que quitan la vida a uno de los manifestantes y hieren a algunos.
continuación se suceden ataques de empleados de confianza estadounidenses armados por Greene que abren fuego apertrechados como treinta de ellos en la calle Sonora donde está el banco o desde automóviles –un policía local sostuvo a lo largo del juicio que vio a Greene en persona, entre éstos- sobre los manifestantes, matando a seis, a raíz de lo cual, los obreros se hacen de rifles al asaltar una casa de empeño.
El espectáculo lo ofrece el 2 de Junio, a las 10:30 horas, el gobernador Rafael Izábal al llegar por tren de Naco, Arizona, a Cananea, acompañado de 275 rangers provenientes de Bisbee, lo que provocó una repulsa general de los vecinos, mientras los huelguistas permanecían a la expectativa.
las 6 de la tarde arribó la gendarmería fiscal, de treinta integrantes, más veinte rurales, al mando de Emilio Kosterlitzky, experimentado militar, que radicado en Sonora se había dado de alta en la Guardia Nacional en 1873, donde siguió una carrera de ascensos por méritos en las maniobras contra las incursiones apaches, lo que le permitíó conocer como a su mano al noreste de Sonora, dónde está enclavada Cananea, y a sus habitantes.
Los acontecimientos de Cananea tuvieron una gran resonancia en el país y en la opinión pública, sobre todo entre las franjas antiporfiristas y las afines al radicalismo social del magonismo, mientras éste percibíó confirmadas sus ideas acerca del carácter de la tiranía de Díaz y justificadas las tácticas esbozadas.
Se suceden series de huelgas y manifestaciones de inconformidad en varios puntos del país –como la huelga que estalla a inicios de Julio en Chihuahua por ferrocarrileros que se extiende a otros estados y a otros gremios, dura más de un mes, motiva la intervención del gobernador Creel como mediador y se mantiene pacífica-, posiblemente influidas por las noticias de Cananea acerca de las demandas de igualdad de salarios y jornadas de trabajo entre trabajadores mexicanos y extranjeros.
Aunque todos los años del porfiriato registraron huelgas, excepto 1877, en 1906 ocurríó un salto explicable por un conjunto de factores como la prolongación de la crisis agrícola y los altos precios de los alimentos básicos que provoca, relaciones más intensas con el ambiente obrero estadounidense, el papel activo de los clubes liberales magonistas y la difusión de Regeneración.
La gran huelga textil en la zona de Puebla-Tlaxcala-Veracruz, con epicentro en Río Blanco, próximo a Orizaba, Ver., empieza el 4 de Diciembre de 1906, la solución de arbitraje del presidente Díaz se publica el 3 de Enero de 1907 y es rechazada por una cláusula que establecía la cartilla del trabajo.
El 7 de Enero hay manifestación, motín y derramamiento de sangre en Río Blanco, dinámica que se extiende a otros centros textiles de la regíón, recorridos por una multitud estimada en cerca de diez mil personas, registrándose en Santa Rosa muchos muertos y heridos entre los manifestantes por las fuerzas federales que les disparan.
El efecto de la crisis de 1907 es complejo al ser simultáneo con una prolongada serie de crisis agrícolas que encarecen el frijol y el maíz y que continúan –las cosechas de 1908 y 1909 son calificadas como “catastróficas”- y al golpear al sector moderno y exportador de la economía, -generando desempleo, desarraigo y migración-, distribuido sobre todo en las localidades fronterizas del norte y en las urbanas de todo el país.
Los levantamientos ocurren en la regíón de La Laguna –donde es significativa la población flotante- y el noroeste de Chihuahua, ésta una zona que califica Guerra de fuertes y duraderas tensiones que generan los antiguos presidios, todavía pueblos cohesionados, en defensa de sus aguas, bosques y tierras de pastoreo;
La entrevista era parte de una promoción de Díaz ante el gobierno, la clase política y la opinión pública estadounidenses, luego de la visita que realizó el Secretario de Estado Eliah Root en Octubre de 1907 a la ciudad de México con el propósito de limar asperezas y continuar el diálogo sobre Centroamérica, tema que se había vuelto una piedra en el zapato en las relaciones entre los gobiernos de Estados Unidos y México, en el contexto de la política intervencionista del presidente Theodore Roosevelt (Septiembre de 1901-Marzo de 1909), luego de la guerra con España en 1898, hacia Latinoamérica y Filipinas, en especial hacia el Caribe y América Central, dónde en 1903 desmembró a Panamá de Colombia para la construcción del canal interoceánico sobre una zona bajo la soberanía de los Estados Unidos.
Taft había sido gobernador de Filipinas entre Julio de 1901 y Diciembre de 1903, Secretario de Guerra de Febrero de 1904 a Junio de 1908, cuando se practica la llamada “Diplomacia del Dólar” con las naciones de América Latina y Asía, y Gobernador Provisional de Cuba por dos semanas, del 29 de Septiembre al 13 de Octubre de 1906.
Aunque la controversia sigue abierta al respecto, algunos historiadores, con enfoques distintos, han concluido que las relaciones entre el gobierno porfirista y el estadounidense presentaron altibajos a lo largo del periodo 1876-1911 y que al final se complicaron y decayeron.
De forma temprana y abierta, desde Marzo de 1908, en los prolegómenos de la que podría ser la séptima reelección de Díaz en 1910, se ventila en los periódicos con entrevistas y artículos, se crean partidos o embriones de partido como el centro organizador del Partido Democrático de inspiración reyista en Diciembre de 1908, los partidos celebran asambleas y lanzan manifiestos.
Careciendo de la experiencia de instituciones electorales imparciales y de partidos políticos permanentes, dependiendo en grado sumo de la persona del presidente Díaz –quien se aproximaba a los 80 años- que se había tornado según algunos en “El Supremo Magistrado”, y fracasados los intentos de la Uníón Liberal –cuyos integrantes, porfiristas, son conocidos como “los científicos” en el debate que sostienen con sus opositores, los liberales puros o radicales distanciados de Díaz- por proponer introducir reformas constitucionales en 1892-1893 para la creación de la vicepresidencia de la República y la inamovilidad de los magistrados y jueces del poder judicial federal, que restringieran la autoridad acumulada por Díaz, crear y fortalecer el “Partido Liberal” –como un partido oficioso- y que consideraban la reelección presidencial como una excepción, no como la regla, la sucesión presidencial de 1910 va sumíéndose en la séptima reelección consecutiva del general Díaz, desenvolvíéndose en un campo de mayor incertidumbre y polarización, siguiendo a Garner.
Siguiendo una de las pistas descubiertas el 12 de Noviembre, el día 18 la policía asaltó la casa de Aquiles Serdán en la ciudad de Puebla y fue repelida por familiares e implicados en los preparativos del levantamiento, vencidos éstos por los refuerzos policíacos y militares, Serdán, al día siguiente;
Aquiles Serdán había permanecido fugitivo luego de la represión que siguió a la gran manifestación dada a Madero en Puebla el 15 de Mayo de 1910, ocupándose de preparar un levantamiento para el 26 de Mayo entre obreros del área textil de Atlixco y pueblos de Tlaxcala, que es detenido en el último minuto, comprometiendo a los jefes de los pueblos que no recibieron la contraorden y se levantaron la fecha convenida, alcanzando a dispersarse y ocultarse.
Serranos, mineros y fronterizos –hay individuos y grupos que reúnen este triple perfil-, nutren las ramificaciones del foco de Chihuahua que van irradiando núcleos pequeños que golpean de manera intermitente y escurridiza -que alcanzan la ladera oeste de la Sierra Madre, diseminándose por las estribaciones de Sonora, y al sur, por la sierra de Durango-, y hacen de Chihuahua el estado que cargó con todo el peso de la revolución maderista por cuatro meses e impidió que Madero desista y parta al exilio, señaló Guerra incisivamente.
En algunos ámbitos se registraron transformaciones notables, en otros prevalecieron las tendencias previas, como “gran concentración de la propiedad y del ingreso, amplias franjas de economía de subsistencia, una aguda escasez de capitales, así como profundas disparidades regionales, (…).” El gobierno, “de conformidad con el horizonte liberal, omitíó aplicar medidas redistributivas, entre individuos y entre regiones, que matizaran las diferencias provocadas por la dotación de recursos o las condiciones preexistentes.”, señala Kuntz.
“El resultado fue que la transición en el campo fue incompleta y distorsionada, y permanecíó como fuente de tensiones y raíz de una inequidad imposible de superar.” Además, “a las tensiones propias de toda transición, en México se sumó el problema de la vulnerabilidad externa, carácterística del crecimiento hacia fuera.
En 1907 una crisis económica originada en Estados Unidos se trasmitíó a la economía mexicana (…)”, afectando seriamente a la minería del cobre, ubicada sobre todo en el noroeste del país, provocando el cierre fulminante de las minas y de las escuelas que las empresas mineras sosténían, dejando en la intemperie social a miles de trabajadores y a sus familias, quienes tuvieron que emigrar y dejar atrás como pueblos fantasmas los centros mineros.
En el caso de Sonora estos trabajadores desempleados bajaron a la faja costera desde la sierra y los valles longitudinales paralelos de su esquina noreste, abandonando el cuadrilátero Cananea-Nacozari-Pilares-El Tigre, ligado por vías férreas angostas con localidades de Arizona, como Douglas y Naco.
Cabe repasar que los centros mineros prósperos, vinculados a la exportación de metales industriales y preciosos, como el cobre y la plata respectivamente, se multiplicaron por el país durante el porfiriato, es decir entre 1876 y 1911, y si se les mira en el mapa, se les observa como lunares o enclaves que atraían pero también despedían población al pasar la producción minera por etapas recesivas debidas a la caída del valor internacional del metal principal que se extraía, como en 1892-1895 y en 1907-1909.
Los daños a la ecología fueron enormes y duraderos: la leña como combustible para hornos y calderas se cortó hasta acabarse en los alrededores que quedaron desforestados y hacer costeable la importación del carbón desde los Estados Unidos o su traslado a esa regíón desde otro punto del país.
El paisaje se alteró con los cerros que los “jales” –el material extraído de las galerías excavadas o de las profundidades que a cielo abierto se abrían- formaron, luego de aplicarles diversos métodos para precipitar los minerales, procesos que incluían el cianuro y el Mercurio.
Los daños a la salud fueron considerables, aunque no están bien cuantificados, pero las evidencias sugieren que la silicosis afectó los pulmones de centenares de mineros al inhalar el polvo fino que resultaba de la demolición o pulverización, una fase del proceso de extracción.
Los accidentes laborales en minas hechas de galerías perforadas en el subsuelo fueron trágicos al causar lisiados, mutilados y muertos, por derrumbes, explosiones de gases o la fragilidad de la plataforma alambrada, llamado “jaula”, que servía de elevador para subir y bajar a los trabajadores por el pozo vertical que comunicaba a las galerías.
Jesús García, un maquinista, nacido en Hermosillo en 1881, que trabajaba para la Moctezuma Cooper Co., en la línea férrea de Agua Prieta a Nacozari, salvó a este pueblo de su destrucción, el 7 de Noviembre de 1907, cuando sacó del patio de la estación a las afueras de la localidad dos furgones cargados de dinamita que lamían las llamas propagadas desde un furgón con pastura seca -fuego causado por las chispas que despedía la chimenea de la locomotora-, gracias a que maniobró ésta para engancharlos y lanzarse por la vía con este convoy a la mayor velocidad.
Entre 1903 y 1907, a través de la “mexicanización” de los ferrocarriles, el gobierno, por vez primera, intervino directamente en la actividad económica, al formar la corporación ferrocarriles Nacionales de México, por la adquisición de la mayoría de las acciones de varias de las principales compañías ferroviarias, que equivalían a las dos terceras partes de las vías férreas en el país.
Kuntz anota que se dictaron medidas y disposiciones que “frenaban o revertían parcialmente la “liberalización regresiva” de las últimas décadas del siglo anterior.”, y alude en este sentido al decreto de suspensión de las compañías deslindadoras, dado en 1902, que además desautorizó el denuncio de terrenos que se hallaban ocupados y ofrecíó titular predios a quienes hubieran estado en posesión pacífica por treinta años o más, admitiendo así que la propiedad podía tener origen en la posesión.
Esta política se acentuó en 1909 por la expedición de una ley que redujo el plazo para legitimar la posesión a diez años y postulaba como su propósito “proteger a la clase indígena y evitar que sea víctima de los grandes propietarios”.
La economía mexicana empezó a recuperarse en 1909 y continuó “con relativa normalidad hasta 1912, como lo sugiere la información disponible acerca de la producción industrial, el comercio exterior, los depósitos bancarios y los ingresos públicos”.

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