¿Qué es el Trabajo Social Comunitario (TSC) y sus Objetivos?
El Trabajo Social Comunitario es un método de intervención y un enfoque participativo que busca transformar las realidades sociales desde una perspectiva colectiva. Según Marchioni (2007), se fundamenta en la idea de que las comunidades deben ser protagonistas de su propio desarrollo, impulsando procesos que fomenten la organización, la participación activa y la movilización para generar cambios sostenibles. Este enfoque permite abordar problemáticas sociales desde una visión integral, teniendo en cuenta las necesidades, los recursos y las dinámicas sociales de cada comunidad.
Sus objetivos principales son:
- Fomentar la participación activa de las personas, promoviendo su protagonismo en los procesos de transformación social.
- Reducir desigualdades estructurales desde una perspectiva inclusiva, garantizando justicia social y equidad.
- Fortalecer redes sociales, mejorando la cohesión social y generando solidaridad.
- Potenciar la autonomía y el empoderamiento colectivo, dotando a las comunidades de las herramientas necesarias para resolver sus problemas de manera sostenible.
Así, el Trabajo Social Comunitario combina la acción práctica con una visión transformadora, orientada a construir comunidades más resilientes y comprometidas con su desarrollo social.
La Comunidad: Objeto y Sujeto de Intervención en Trabajo Social
Según Navarro (2004), la comunidad puede definirse como un conjunto de personas que comparten un espacio o intereses comunes, y que interactúan para afrontar sus necesidades colectivas. Dentro del Trabajo Social Comunitario, la comunidad puede ser entendida como:
La Comunidad como Objeto
Considerar la comunidad como ámbito o nivel de intervención la reduce a *objeto* en lugar de *sujeto*. Esto implica tratarla como algo externo y pasivo, que puede ser estudiado, manejado o intervenido desde afuera. Este enfoque desvaloriza la capacidad de las personas para actuar y tomar decisiones en beneficio de su comunidad.
- Los profesionales son entendidos fundamentalmente como sujetos, lo que reproduce relaciones asimétricas en el Trabajo Social.
- A este reduccionismo que afecta al concepto de comunidad lo denomina «la jaula epistemológica».
La Comunidad como Sujeto (Influencia de Silvia Navarro)
Implica considerarla como un agente activo, capaz de participar en su transformación y protagonista de su propio desarrollo. Esto implica:
- Fomentar la participación y autonomía de las personas.
- Reconocer que la comunidad tiene la capacidad de definir sus problemas y buscar soluciones desde dentro.
- Evitar enfoques paternalistas, donde las decisiones vienen de fuera sin involucrar a los miembros de la comunidad.
Concepto de Monografía Comunitaria
La Monografía Comunitaria es el instrumento fundamental para la realización del diagnóstico comunitario. Representa un intento de recopilar y organizar los datos y conocimientos objetivos existentes en un esquema que, a la misma vez, permite una visión general y global de la intervención, así como de los diferentes sectores y franjas de población. Las partes de la monografía comunitaria son:
- Análisis básico estructural: territorio y urbanismo, demografía, economía, historia reciente (50 años) y el asociacionismo.
- Análisis sectorial (sectores comunitarios): educativo, sanitario, ocupacional, asistencial, cultura, deportes, ocio y tiempo libre.
- Análisis por franjas de población: infancia, juventud, adultos (mujer) y ancianos.
- Análisis de temas o problemas transversales (inter y multisectoriales): toxicomanías, seguridad ciudadana, fracaso escolar, etc.
Historia e Influencias del Trabajo Social Comunitario en España
El Trabajo Social Comunitario surge en España en la década de 1960, cuando comienza a integrarse como un enfoque específico dentro del Trabajo Social. Se desarrolla como una evolución del trabajo social de casos y de grupo, adaptándose a las necesidades de una sociedad marcada por el éxodo rural, la industrialización y el aumento de desigualdades sociales.
La necesidad de enfrentar problemas de carácter estructural llevó a la incorporación de la comunidad como eje central de las intervenciones, promoviendo la organización y el empoderamiento colectivo.
El TSC tiene sus raíces en movimientos sociales de los siglos XIX y XX, como las comunidades cooperativas de Robert Owen y el Movimiento Settlement. Ambos promovieron la mejora de condiciones de vida a través del trabajo colectivo. En Inglaterra, la Charity Organization Society (COS) influyó al combinar ayuda individualizada con cambios en el entorno. Figuras como Marco Marchioni introdujeron prácticas que fomentaban la participación ciudadana y la mejora de barrios mediante procesos colectivos.
En España, el TSC evolucionó en tres etapas:
- 1960-1970: Incorporación teórica del desarrollo comunitario, influenciada por la ONU y estudios como los de FOESSA (estudio de Cáritas sobre desigualdades). Se generó un debate entre enfoques reformistas (cambiar poco a poco) y revolucionarios (transformar el sistema). Hasta 1965, la relación entre Iglesia y Estado fue estrecha, con intervenciones asistencialistas y sin planificación estructural.
- Desde 1970: Surge un TSC más estructurado, con la consolidación de modelos propios que responden a las necesidades específicas de las comunidades españolas y que buscan tanto mejorar las condiciones de vida como generar conciencia política.
- A partir de 1980: Institucionalización de los servicios sociales dentro del marco democrático y del Estado de bienestar.
Según Aguilar (2005), el modelo se nutre de varias influencias clave:
- Desarrollo comunitario anglosajón: En los años 20, en países industrializados como Estados Unidos y Reino Unido, se introdujeron metodologías de participación social y de movilización de recursos con el objetivo de integrar a minorías marginadas en los entornos urbanos.
- Movimientos sociales en la transición democrática (España): Durante los años 70 y 80, los movimientos vecinales lucharon por derechos básicos (como la vivienda y el acceso a servicios), utilizando el trabajo comunitario como herramienta de organización y concienciación política.
- Trabajo Social de Europa continental: En países como Francia y Alemania, se enfocó en articular el desarrollo comunitario con las políticas del Estado de bienestar, influenciando la institucionalización del Trabajo Social en España.
Ejemplo práctico: Aguilar (2005) describe cómo, durante la transición democrática, las asociaciones vecinales jugaron un papel importante al exigir mejoras en servicios básicos en barrios periféricos (como transporte y la vivienda), combinando la movilización comunitaria con la negociación institucional.
El Trabajo Social Comunitario en el Siglo XXI: Desafíos Actuales
En el siglo XXI, el TSC enfrenta desafíos derivados de cambios globales, como la precariedad laboral, la exclusión social, la fragmentación de las comunidades y el impacto de la globalización. Algunos de los principales retos son:
- Precariedad y desigualdad: La inseguridad laboral y la desigualdad económica dificultan que las personas participen en proyectos comunitarios, ya que están más preocupadas por su subsistencia inmediata. Esto también afecta la cohesión social, ya que el enfoque individualista predomina sobre las acciones colectivas.
- Fragmentación social: La globalización ha generado movimientos migratorios y procesos de multiculturalidad, lo que enriquece las comunidades pero también puede provocar tensiones entre grupos con diferentes valores e identidades. El TSC debe trabajar para fomentar la integración y superar prejuicios, construyendo redes inclusivas.
- Crisis sistémica: La mercantilización de todos los aspectos de la vida (educación, salud, vivienda) crea desigualdades que erosionan el tejido social. Los trabajadores sociales deben encontrar maneras de fortalecer la solidaridad comunitaria frente a estas dinámicas.
- Nuevas tecnologías y participación: Aunque las tecnologías pueden facilitar la organización comunitaria, también pueden aislar a las personas y debilitar el sentido de pertenencia. El TSC debe integrar herramientas digitales de forma efectiva para empoderar a las comunidades.
Elementos Fundamentales de la Metodología de Intervención Comunitaria
Según Marchioni (2007), los elementos fundamentales de la metodología comunitaria son:
- La información y la documentación
- La coordinación y el comité técnico asesor
- El conocimiento y la audición
La Información y la Documentación
Este elemento es clave para cualquier proceso comunitario, ya que permite conocer la realidad de la comunidad a través de datos objetivos y subjetivos. La información se obtiene mediante diversas fuentes, como documentos oficiales, estudios previos, estadísticas, entrevistas y la propia comunidad.
- La información debe ser actualizada, accesible y comprensible para todos los actores involucrados.
- Es fundamental no solo recopilar datos, sino también analizarlos y sistematizarlos, asegurando que reflejen la realidad de la comunidad.
- La documentación permite dar seguimiento a los procesos, aprender de experiencias pasadas y fundamentar la toma de decisiones.
La Coordinación y el Comité Técnico Asesor
Este elemento se refiere a la necesidad de establecer mecanismos que permitan la colaboración entre diferentes actores, tanto institucionales como comunitarios. La coordinación implica articular esfuerzos entre administraciones públicas, organizaciones sociales, técnicos y ciudadanos para evitar duplicidades y maximizar los recursos.
El Comité Técnico Asesor es un elemento clave, encargado de la coordinación de los recursos en un territorio o comunidad. Entre sus funciones se encuentran:
- Ser un lugar de encuentro y de intercambio entre los diferentes recursos para el mutuo conocimiento e información.
- Permitir colaboraciones puntuales o permanentes entre diferentes servicios, asegurando que todo el mundo esté informado de las mismas.
- Apoyar y completar la acción de un servicio cuando este lo requiera.
- Facilitar la comunicación transversal de las informaciones.
- Realizar estudios sobre determinados temas/problemas.
- Representar un centro de asesoramiento para las instituciones y la población.
El Conocimiento y la Audición
Este elemento se basa en la necesidad de conocer la realidad de la comunidad a partir de la escucha activa de sus habitantes. No se trata solo de recopilar información, sino de comprender la realidad desde la mirada de la comunidad.
La *audición* se refiere a la capacidad de escuchar las necesidades, demandas y percepciones de los ciudadanos, dándoles voz en el proceso. Es un proceso bidireccional, en el que la comunidad aporta su saber vivencial y los técnicos aportan herramientas metodológicas para transformar esa realidad. El conocimiento resultante es dinámico y participativo, ya que se construye de manera conjunta, combinando el saber técnico con la experiencia cotidiana de los ciudadanos.
Enfoque Sistémico-Ecológico en Trabajo Social Comunitario
El enfoque sistémico-ecológico incorpora al campo de mira el medio o entorno social en el que están inmersas las personas, situando al sujeto en constante relación dialéctica con su contexto, integrado por una red de relaciones interpersonales que moldean su conducta, actitudes y valores. Según Pastor (2013), este enfoque permite analizar las dinámicas comunitarias desde un nivel micro (individuos y familias) hasta el macro (políticas e instituciones).
Principios del Enfoque Sistémico-Ecológico
Se debe:
- Realizar un análisis multinivel (micro, meso, exo y macrosistema) para detectar factores de riesgo y oportunidad presentes en la comunidad sobre los cuales apoyar la intervención comunitaria.
- Microsistema: conexiones y relaciones directas con el entorno más cercano.
- Mesosistema: interacciones que se dan entre microsistemas, relaciones que van más allá de las de persona a persona, como las relaciones entre el hogar, la escuela y el grupo de pares.
- Exosistema: interrelaciones y situaciones que afectan a la persona pero en las cuales esta no tiene un papel directo, como el lugar de trabajo de los padres o el grupo de amigos de sus padres.
- Macrosistema: cultura, historia, legislación, políticas, economía, valores, etc. Los elementos del macrosistema influencian a todo el resto de sistemas. Ayudan a situar la situación socioeconómica del individuo y las raíces de procesos de opresión.
- Poner en práctica la coordinación de recursos y apoyos institucionales para la mejora del bienestar comunitario, como fuentes generadoras de acceso a una mayor calidad de vida.
La intervención recibirá un doble énfasis, tanto en lo ambiental (dirigido a fortalecer redes de apoyo) como en lo individual (superación de obstáculos y aumento de la competencia personal). Se fomentan:
- Las redes sociales: reconocimiento del propio individuo, superación de la visión individualista, compartir problemáticas y construir una respuesta conjunta, lo que construye una identidad comunitaria.
- El apoyo social: intercambio real entre individuos a partir de relaciones sociales para incrementar el apoyo. Implica que la comunidad tenga la capacidad de proveer mecanismos de ayuda para el afrontamiento de demandas ambientales, desarrollar habilidades para aprovechar el medio, potenciar las redes naturales (confianza), y diferenciar entre organizaciones de ayuda informal y servicios de ayuda formal (que a menudo implican autoridad y ayuda unidireccional). Es crucial potenciar el descubrimiento de redes naturales, recursos y su conexión.
Aportaciones Clave del Enfoque Sistémico-Ecológico
- Interdependencia: Analiza cómo los vínculos entre individuos, grupos y recursos institucionales pueden ser fortalecidos para mejorar la resiliencia comunitaria.
- Adaptación: Diseña estrategias para que las comunidades se adapten a cambios del entorno, como el desempleo o la exclusión social.
Trabajo Social Crítico: Premisas y Principios
El Trabajo Social Crítico surge a raíz de otros enfoques, integrando una visión de la comunidad como sujeto de acción y cambio de estructuras sociopolíticas. La comunidad necesita concienciarse a partir de procesos educativos y de análisis de la realidad para darse cuenta de las causas de la opresión y generar transformación.
El Trabajo Social Crítico cuestiona el trabajo social como profesión asistencial y la posible complicidad de los trabajadores sociales en la reproducción de la opresión. El foco del TSC crítico es: comprensión + transformación. Esto implica trabajar para que las personas comprendan:
- Los sistemas de opresión (cómo operan, qué ideologías dominantes los sostienen); esta comprensión puede incentivar la acción para el cambio.
- Las estructuras sociales globales influyen y condicionan las relaciones sociales entre individuos y entre estos y las instituciones (por ejemplo, el capitalismo), y cómo los sistemas políticos y económicos configuran nuestras experiencias individuales y relaciones sociales.
De estas críticas se derivan roles para el/la trabajador/a social y debates clave:
- No liderar, sino facilitar la expresión de las voces de las personas con las que trabajan.
- El grado en que los trabajadores sociales que están en las instituciones pueden comprometerse con procesos de cambio radical si estas instituciones promueven formas y procedimientos de trabajo individualistas, jerárquicos y no tan igualitarios.
- En qué medida el privilegio de clase de muchos trabajadores sociales es compatible o incompatible con el compromiso en el cambio social.
El posestructuralismo también nutre al Trabajo Social Crítico y aporta una visión clave desde la que pensar las acciones comunitarias. Esta corriente teórica privilegia el papel del lenguaje en la construcción de la realidad:
- Los discursos y conceptos tienen *poder* para configurar la realidad social.
- La importancia de *deconstruir*, cuestionar y desestabilizar los discursos y categorías que producen visiones esencialistas y dualistas, así como el *lenguaje* que reduce la complejidad.
- Los discursos que producimos o aceptamos construyen *realidad* al generar significados que inspiran prácticas e intervenciones sobre las personas.
- Los discursos tienen *efectos* reales y el *cambio social* no puede realizarse sin considerar el cambio en el lenguaje y los discursos.
- Cambio social: cambio de las condiciones materiales + cambio en las categorías desde las que pensamos y observamos la realidad.
Acepciones del Concepto de Comunidad
Acepción Paradisíaca
La comunidad se percibe como un espacio ideal, armonioso y cohesivo que existía antes de los cambios que trajo la modernidad. Se asocia con la vida rural y los lazos fuertes entre las personas.
Críticas a esta visión:
- Es un enfoque simplista que ignora los conflictos y desigualdades internas de las comunidades tradicionales.
- Reduce la comunidad a un territorio específico, sin considerar que las relaciones humanas trascienden los límites físicos.
Comunidad como Red Social
Aquí se pone el foco en las relaciones entre las personas. La comunidad se construye a partir de interacciones sociales, que pueden ser más fuertes (familia, amigos) o más débiles (vecinos, compañeros de trabajo).
- Ventajas: Es una visión más flexible y dinámica, que permite ver la comunidad como algo en constante cambio.
- Limitación: Es menos operativa porque no define claramente cómo intervenir.
Comunidad como Construcción Simbólica
Según esta perspectiva, la comunidad se basa en símbolos, valores e intereses compartidos. Las personas sienten que pertenecen porque comparten una identidad común o un propósito. Ejemplo: La comunidad musulmana en un barrio, que se une por su religión y cultura.
Esta acepción tiene gran relevancia, ya que explica cómo las comunidades generan pertenencia e identidad, pero también cómo estas fronteras simbólicas pueden generar exclusión y conflictos.
Relevancia del Concepto de Comunidad para el Trabajo Social Comunitario
La comunidad es un eje central en el Trabajo Social Comunitario porque:
- Facilita el análisis social: Permite entender cómo las personas acceden a recursos, construyen redes de apoyo y enfrentan desafíos colectivos.
- Refuerza la identidad y la acción colectiva: Las comunidades fortalecen a las personas al brindarles un sentido de pertenencia y objetivos compartidos.
- Promueve el cambio estructural: Trabajar con comunidades fomenta soluciones colectivas que abordan problemas desde su raíz, como la exclusión o la desigualdad.
En este sentido, la comunidad actúa como un espacio de relaciones y de recursos que configura oportunidades para el desarrollo y el bienestar.