Las Transformaciones Clave de la Segunda República Española
Las principales reformas implementadas durante la Segunda República Española fueron:
2.1. La Reforma Militar
- Comprendía una drástica reducción de los cuadros de generales, jefes y oficiales. El Ejército español tenía un gran número de oficiales en proporción con la tropa.
- Se obligó a los militares a jurar fidelidad a la República o, en caso contrario, a retirarse voluntariamente conservando el sueldo íntegro.
- Se cerró la Academia Militar de Zaragoza, cuyas enseñanzas se consideraban tradicionalistas y anticuadas.
Esta reforma no fue bien recibida por algunos sectores del ejército, y provocó tensiones importantes.
2.2. La Cuestión Religiosa
Los ataques a la Iglesia fueron los más directos y agresivos:
- Se cerraron centros religiosos y se dificultó o impidió la enseñanza religiosa.
- Se prohibió el estudio del catecismo en las escuelas.
- Se expulsó a los jesuitas, incautándose de sus bienes sin indemnización.
- Se legalizó el matrimonio civil, el divorcio y la secularización de cementerios.
- No se actuó desde el gobierno con contundencia con respecto a los atentados contra las personas o centros religiosos cometidos por extremistas.
El descontento de la derecha española contra la política de Azaña se materializó el 10 de agosto de 1932 con el Pronunciamiento del general Sanjurjo. Al parecer, los hechos que movieron a Sanjurjo fueron la política antirreligiosa, el inminente Estatuto de Cataluña (al que consideraba separatista), y el proyecto de reforma agraria. Pero el pronunciamiento no triunfó. Sanjurjo se exilió en Portugal.
2.3. El Estatuto de Autonomía de Cataluña
El Gobierno Provisional había otorgado un gobierno autonómico a Cataluña, encabezado por Esquerra Republicana de Cataluña, con Maciá al frente. Una comisión quedó encargada de redactar un estatuto que fue aprobado en referéndum. Una vez promulgada la Constitución, las Cortes aprobaron el Estatuto de Autonomía para Cataluña en Septiembre de 1932, tras difíciles debates.
Se estableció así la Autonomía catalana dirigida por un gobierno (Generalitat) formado por un presidente, un parlamento y un consejo ejecutivo. La Generalitat tendría funciones legislativas y ejecutivas en materia económica, educativa, social y cultural. Para el gobierno central, quedarían las competencias de relaciones exteriores, ejecutivas y ejército. Existía cooficialidad del castellano y el catalán.
Las primeras elecciones legislativas al parlamento catalán dieron la victoria a Esquerra Republicana de Cataluña y Francesc Maciá fue elegido el primer presidente de la Generalitat, y a su muerte se hizo cargo Lluis Companys.
En el País Vasco también tenía bastante fuerza el movimiento autonomista, pero el Estatuto de Euzkadi no se aprobó hasta iniciada la guerra civil en 1936. Otras regiones (Aragón, Castilla La Vieja-León, Valencia, Galicia, Baleares, Andalucía) iniciaron también estudios y proyectos para conseguir su autonomía, pero no llegaron a realizarse.
2.4. La Reforma Agraria
La reforma de la agricultura fue el proyecto de mayor envergadura iniciado por la República, teniendo en cuenta el papel que desempeñaba en la economía española. De una población activa de unos 8,5 millones de personas, casi la mitad trabajaban en la agricultura, de las cuales casi 2 millones eran jornaleros.
En regiones como Andalucía, Extremadura y parte de Castilla, unos pocos propietarios latifundistas acaparaban la mayor parte de las tierras. Las Leyes de Desamortización del siglo XIX no habían solucionado el mal reparto de tierras.
Ahora se plantea una Ley de Reforma Agraria para acabar con el problema de la miseria y del atraso de la agricultura española. Se aprobó en septiembre de 1932.
La Ley perseguía la redistribución de las tierras que sobrepasasen una determinada extensión y estuviesen mal explotadas, y el asentamiento en ellas de los campesinos.
Por ello, se definían como expropiables, entre otras, las tierras voluntariamente ofrecidas por sus dueños; las incultas o mal cultivadas; las no regadas, existiendo medios para ello; las mayores de un determinado número de hectáreas; las de un solo propietario que constituyeran más del 20% del líquido imponible del término municipal.
Con todas estas tierras se confeccionó un inventario, que serviría de base para realizar la reforma.
Las indemnizaciones que se fijaron para la expropiación eran inferiores a su valor de mercado.
Como instrumento de aplicación de la ley, se creó el Instituto de Reforma Agraria (IRA). Las tierras expropiadas o confiscadas pasaban a ser propiedad del IRA, que las transfería a las juntas provinciales, que a su vez las entregaban a las comunidades de campesinos, para su explotación colectiva o individual, según hubiesen decidido previamente los campesinos.
Las previsiones que se hicieron eran establecer a 60.000 campesinos, pero diversos problemas hicieron que la realidad fuese muy distinta: a fines de 1933 sólo se habían instalado 8.600 familias y expropiado 60.000 hectáreas, cifras bajísimas.
La reforma fue un fracaso.
La aplicación de la reforma agraria tuvo consecuencias sociales importantes:
- Por un lado, los propietarios mostraron su descontento y apoyaron a los partidos de derecha y conservadores contrarios a las reformas de este gobierno de izquierdas.
- Por otro lado, los campesinos quedaron decepcionados y, viendo frustradas las esperanzas depositadas en la República, se orientaron hacia posturas más revolucionarias, que a menudo comportaron actuaciones violentas y de enfrentamiento con las fuerzas del orden, como ocurrió en el levantamiento anarquista de Casas Viejas (Cádiz) en 1933. Acabó con una fuerte represión que provocó más de 10 muertos.
Este incidente propició la caída del gobierno de Azaña.
En 1934 la Reforma agraria quedó suspendida, con la consiguiente desesperación de los campesinos. En 1936, con el triunfo del Frente Popular, los campesinos no esperaron el reinicio legal de la Reforma Agraria y se produjeron ocupaciones ilegales de fincas.
2.5. Reformas Sociales
El ministro socialista de Trabajo, Largo Caballero, impulsó una serie de reformas destinadas a mejorar las condiciones laborales:
- Se estableció la jornada laboral de 40 horas semanales.
- Se estimularon los aumentos de salarios.
- Se legisló sobre el derecho de huelga, aunque normalmente no se respetaban las normas establecidas.
- En materia de seguridad social se creó un seguro contra el paro forzoso, pero no era un seguro obligatorio, con lo cual solo estaba cubierto con este seguro una mínima parte de los trabajadores.
2.6. Reformas Educativas y Realizaciones Culturales
Donde mejor se manifestó el regeneracionismo republicano fue en la reforma de la enseñanza. Se afrontaron los dos problemas básicos: el analfabetismo, que era superior al 30%, y la falta de escolarización infantil. Se hizo un gran esfuerzo por potenciar la enseñanza pública, creándose diversos institutos de enseñanza media y, sobre todo, un gran número de escuelas –alrededor de 10.000–, a la vez aumentó el número de maestros (7.000 nuevas plazas), se mejoró su formación y aumentó su sueldo. Se intentó acabar con la hegemonía de la enseñanza religiosa, se suprimió la religión en la Escuela y se prohibieron los centros religiosos. A raíz de ello, se adoptó un modelo de escuela mixta, laica, obligatoria y gratuita. Mediante las Misiones Pedagógicas se intentó llevar la cultura a los medios rurales. Con razón se ha dicho que la Segunda República fue una «República de maestros».
Abundando más específicamente en el apartado cultural del período cabría significar que la 2ª República supone el momento culminante de lo que ha venido a denominarse como la Edad de Plata de la cultura española y que se extendería aproximadamente entre 1898 y 1936.
La República recibió el apoyo de muchos intelectuales. Muchos dirigentes provenían del mundo de la cultura. Ya en 1930 se había formado la Agrupación al servicio de la República con intelectuales como Ortega y Gasset, Marañón, o López de Ayala. Ortega y Marañón fueron diputados.
Literatos como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Pedro Salinas, Miguel Hernández, o el cineasta Luis Buñuel, componentes de la Generación del 27, se identificaron con el ideal republicano.
Desde la Revista de Occidente, fundada por Ortega y Gasset en 1923, se difundió lo más importante de la filosofía y la ciencia europea de la época.
La prensa también alcanzó un notable desarrollo. En Madrid hubo 18 diarios y 15 en Barcelona.
Aparecen en primera fila del escenario político y cultural mujeres como Clara Campoamor, Victoria Kent, María Zambrano etc.