Trayectoria del PSOE: Hitos y Desafíos en la Democracia Española


Formación como partido competitivo (1974-1977)

En 1974 se celebró en la barriada de Suresnes (París) el XIII Congreso del PSOE, conocido como el Congreso del “Cambio”. Realmente, en este congreso no se transformó demasiado el partido, ya que seguían abogando por una transformación de España hacia un estado socialista, pero a su vez establecía que debía lograrse de forma democrática. También se buscaba el derecho a la asociación, la libertad de expresión, la sindicación, etc. En cuanto a la ordenación del territorio, el PSOE apostó por una “República federal de las nacionalidades”, reconociendo el derecho de cada nacionalidad a decidir su relación con el resto de España (autodeterminación). Que no hubiera un gran cambio ideológico no significa que no hubiera un gran cambio interno, ya que la directiva del PSOE sí se renovó, con personajes que nada tenían que ver con la anterior ejecutiva. Destacaron Felipe González como Secretario General y Alfonso Guerra como Encargado de Prensa. En 1976 se celebró el XXVII Congreso del partido, bajo el lema “Socialismo es Libertad”. Para algunos autores, este congreso fue importante debido a la gran repercusión mediática que tuvo. En este congreso se planteó por primera vez que el PSOE no fuera tanto un partido marxista, sino un partido con algo más de flexibilidad ideológica con el fin de captar más votantes y así poder gobernar. Definitivamente, el partido decidió abandonar algunos postulados principales del marxismo, como la dictadura del proletariado. A su vez, elaboraron un documento de vital importancia, el “Programa de Transición”. En él, el partido postulaba una serie de puntos para lograr alcanzar, a través de la democracia, una sociedad autogestionada, siempre reconociendo la necesidad de contar con una mayoría popular amplia.

Pragmatismo y consolidación como partido competitivo (1977-1982)

Felipe González se reunió con Adolfo Suárez para la negociación de la legalidad de los partidos. En diciembre de 1976, se celebró el XVII Congreso del PSOE. Pese a la ilegalidad, se pidió: la amnistía de presos políticos, la legalización de partidos y sindicatos, la celebración de elecciones libres y democráticas, y el reconocimiento del derecho a la autonomía de las regiones y nacionalidades de España. El PSOE optó por una postura reformista. En junio de 1977 se produjeron las primeras elecciones democráticas, configurándose el PSOE como principal partido en la oposición con el 30% de los votos. En octubre de 1977, se firmaron los “Pactos de la Moncloa”. En 1978, Gregorio Peces-Barba representó al PSOE en las negociaciones para la elaboración constitucional, cediendo en puntos clave, como la aceptación de la institución monárquica, a cambio de concesiones sociales y en la búsqueda de un consenso con el resto de fuerzas políticas. La renovación en el seno del PSOE no se dio hasta 1983, en la Conferencia de Organización y Estatutos.

Gobierno e hiperliderazgo de Felipe González (1982-1993)

En las elecciones de 1982, la UCD perdió relevancia política, dejando al PSOE como única opción viable de gobierno. El PSOE representaba la modernización y una izquierda moderada. Obtuvo una mayoría absoluta: 202 diputados en el Congreso y 134 senadores. Alfonso Guerra lideró una gran campaña de comunicación. Durante la primera legislatura del PSOE en el poder, se avanzó en la configuración de la España de las Autonomías y en la sujeción de la fuerza militar al poder político y civil, con Narcís Serra como ministro de Defensa. Se creó una ley reguladora de los supuestos que permitían el aborto, que vio la luz en 1985. Se dieron pasos agigantados también en la inclusión de España en la comunidad internacional. Tanto es así que, en la primera legislatura de Felipe González, se firmó el Tratado de Adhesión de España a la Comunidad Económica Europea (12 de junio de 1985), con Fernando Morán como ministro de Exteriores. En 1986, se produjo el controvertido referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN. La nueva postura, de defensa de la permanencia, fue criticada por la parte más radical dentro del partido. El partido, encabezado por Felipe González, trajo consigo importantes avances con la universalización de la atención sanitaria, la reforma del sistema de pensiones y de cobertura por desempleo, y un impulso a la escolarización obligatoria. Aunque también se produjeron desajustes económicos, lo que provocó que en las elecciones de 1986 obtuviese mayoría absoluta, pero con una pérdida de 18 escaños.

Decadencia del PSOE (1993-1996)

El descontento en los siguientes años fue creciente y se dieron repetidas huelgas generales. Hubo un distanciamiento con los sindicatos. El caso de los GAL (terrorismo de Estado) fue mal visto por la sociedad española. En las elecciones de 1993, hubo una fuerte oposición de la derecha (PP) con el gran liderazgo de José María Aznar. El PSOE obtuvo el 38.8% de los votos (159 escaños) y el PP el 34.8% de los votos (141 escaños). La última legislatura de Felipe González (de 1993 a 1996) continuaría caracterizada por todos estos problemas internos, además de otros externos como una mala situación económica a la que el PSOE no supo hacer frente.

Crisis y nuevos liderazgos (1996-2004)

En las elecciones de 1996, ganó el PP de José María Aznar, que gobernó con el apoyo de los nacionalistas. En 1997, Felipe González anunció que no se presentaría a la reelección y Joaquín Almunia ocupó el puesto de secretario general. En 1999, fue elegido Josep Borrell como candidato a la Presidencia del Gobierno, pero debido a escándalos, renunció a favor de Joaquín Almunia. En las elecciones de 2000, el PSOE sufrió un retroceso electoral que le otorgó la mayoría absoluta al PP de José María Aznar. Estos resultados llevaron a Joaquín Almunia a dimitir. Se creó una comisión gestora hasta que en julio se convocaron elecciones internas. Cuatro candidatos se presentaron: José Bono, José Luis Rodríguez Zapatero, Rosa Díez y Matilde Fernández, obteniendo la victoria Zapatero.

Etapa de gobierno y reivindicación programática (2004-2011)

Hubo una gran movilización llevada a cabo frente a la “Guerra de Irak”, donde la coalición internacional USA-ESP-UK invadió el Golfo Pérsico. Las elecciones de 2004 fueron marcadas por los atentados del 11-M, tres días antes de los comicios. El PSOE obtuvo un 42.6% de los votos. Entre las medidas y eventos clave de esta etapa, se encuentran: la firma del Pacto Antiterrorista con el PP en el año 2000, el retorno de las tropas españolas destacadas en Irak, la derogación del trasvase del Ebro, la aprobación del matrimonio homosexual, y el proceso de diálogo con la banda terrorista ETA tras el anuncio del ‘alto el fuego’ en 2006 (este proceso se vería truncado tras los atentados en la terminal T4 del aeropuerto de Barajas). En las elecciones de 2008, el PSOE reeditó su mayoría absoluta, obteniendo un 43.9% de los votos. La segunda legislatura estuvo marcada por la crisis económica. El 12 de mayo de 2010, y ante la situación económica que atravesaba España, Zapatero anunció una serie de medidas económicas con el objetivo de reducir el déficit público, que incluían una rebaja del sueldo de los funcionarios o la congelación de las pensiones. Estas medidas le costarían una huelga general, que se produciría el 29 de septiembre de ese mismo año. El 3 de diciembre de 2010, gran parte de los controladores aéreos del país abandonaron sus puestos de trabajo de forma sorpresiva y como medida de presión, por lo que Zapatero decretó el Estado de alarma por primera vez en el periodo democrático que vivimos. Esto conllevaría el cierre del espacio aéreo en España y una actuación por parte del Ejército, que pasaría a encargarse de forma temporal del servicio.

Oposición y pérdida de espacios (2011-2015)

A partir de 2011, el PSOE volvió a perder el poder en favor del PP, y comenzó una nueva etapa, caracterizada por una pérdida de credibilidad política del partido y una deriva de deslegitimación y falta de liderazgo. Alfredo Pérez Rubalcaba no logró enderezar los resultados electorales, y se cedió el testigo a Pedro Sánchez como Secretario General. Sin embargo, no es objetivo de este documento analizar esta posible cuarta etapa del PSOE.

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