Energia libidinal freud


ETAPAS DEL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD: Freud propuso que el desarrollo de la personalidad avanzaba a través de algunas etapas psicosexuales. En cada una de estas etapas, la energía libidinal se centra en un foco particular. Si el individuo progresa a través de estas etapas sin serias dificultades, finalmente se logrará una expresión adulta madura de la energía libidinal. Sin embargo, disturbios  de tipo de frustración o excesiva gratificación durante una de las etapas puede llevar a una fijación, o sea que algo de la energía libidinal puede tener que usarse para satisfacer respuestas apropiadas a dicha etapa, más que para respuestas apropiadas para un adulto. Un verdadero patrón de personalidad adulto refleja la satisfactoria finalización de cada una de las etapas.

La etapa oral. La primera etapa psicosexual se llama la etapa oral. La energía libidinal se centra en las actividades orales, particularmente en la alimentación y el destete. Esta etapa cubre desde el nacimiento hasta el segundo año de vida. La fijación en esta etapa significa que el adulto puede mostrar un alto nivel de actividad oral.

La etapa anal. La etapa anal es la segunda etapa psicosexual, cuando el foco de la energía libidinal se centra en los conflictos externos creados en el niño que está siendo entrenado para utilizar el baño. La forma en que los padres (u otros significativos) conducen el ejercicio de utilización del baño, afectará las características de la personalidad adulta. Fijaciones en esta etapa pueden resultar para el adulto en dificultades para el dar o poseer amor o aprobación, con obstinación y con conflictos entre limpieza y suciedad.

La etapa fálica. En la etapa fálica, la fuerza del placer libidinal está en la genitalidad. Las características de comportamiento en este tiempo incluyen exploración de los genitales, masturbación infantil e interés en las diferencias anatómicas entre los sexos. La incapacidad para lograr una sexualidad y sensibilidad adulta pueden resultar de la fijación de esta etapa.

Freud consideró que en este período tenía que ser resuelto lo que el llamó el complejo de Edipo (en los niños) y el complejo de Electra (en las niñas). Propuso que un niño tiene deseos sexuales hacia el padre del sexo opuesto y sentimientos de rivalidad con el padre del mismo sexo. Sin embargo, el temor al castigo origina que el niño se identifique con el padre del mismo sexo y adopte comportamientos similares. De acuerdo a Freud, las fallas para completar este proceso de identificación pueden dar como resultado una incompleta identificación sexual, dificultades en situaciones de autoridad u homosexualidad.

El período de latencia. Al final de la etapa fálica (cerca de los cinco o seis años) Freud consideró que el niño entraba a una etapa de latencia, cuando las preocupaciones por los asuntos sexuales ya no existen. Durante este período la energía libidinal se reduce drásticamente.

Adolescencia y adultez. Con la iniciación de la pubertad, la persona entra a la etapa final del desarrollo. En este punto, la energía libidinal es estimulada de nuevo, y el individuo intenta lograr una sexualidad adulta. Si han existido dificultades en las primeras etapas, el dar y recibir del amor adulto (maduro) puede ser difícil o imposible de lograr.

 

 



MECANISMOS DE DEFENSA DEL YO: Freud propuso que las acciones o hechos que ofenden al super-yo y deterioran la auto imagen, producen ansiedad en el yo. Para mantener este daño y esta ansiedad al mínimo nivel, la persona desarrolla y utiliza mecanismos de defensa del yo como una forma de protegerse. Algunos ejemplos de mecanismos de defensa del yo, son los siguientes:

Represión. El primer paso en todos los mecanismos de defensa (y por lo tanto el que más prevalece) es la represión, cuando el individuo “olvida” los recuerdos productores de ansiedad, o mantiene los deseos inaceptables lejos de la conciencia. Sostener la represión requiere una gran cantidad de energía psíquica, de tal manera que si el material reprimido es especialmente productor de ansiedad, el individuo puede gastarla. Esto puede dar como resultado, un patrón anormal de personalidad.

Racionalización. Una persona que actúa por una razón que se considera inaceptable puede explicar esa acción arguyendo que fue realizada por alguna otra razón aceptable. La persona que se comporte de esta forma nuestra racionalización, el mecanismo de defensa más frecuente utilizado luego de la represión.

Proyección. La gente que atribuye sus propios sentimientos inaceptables a otros, demuestra proyección. La proyección puede permitir a la persona expresar sentimientos o creencias que podrían producir ansiedad si fueran por él mismo.

Desplazamiento. El desplazamiento ocurre cuando reacciones agresivas se dirigen hacia un estímulo “inocente”, más que al realmente produce ira. Esto se hace, porque atacar directamente al estímulo productor de ira se ve como demasiado tensionante y todavía se desea el alivio de la tensión.

Regresión. Una persona que adopta una actitud apropiada para un nivel de edad inferior, puede estar mostrando regresión. Adoptar actitudes infantiles puede permitir a la persona evitar responsabilidades sin “desprestigiarse”.

Compensación. Alguien que siente deficiencia en alguna forma, puede defenderse enfatizando algunos comportamientos que “cubran”  la deficiencia. Esto se llama compensación y puede tomar dos formas diferentes: compensación directa, en que la persona enfatiza comportamientos que específicamente significan una reacción al sentimiento de deficiencia; y compensación indirecta, en que la persona enfatiza comportamiento que no son asociados con el sentimiento de deficiencia, sino que son sustituidos.

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