Antropología Cognitiva: Cultura y Significados


Pueblo indígena: término político

Descripción densa… ¿qué significa para los actores?… debe ser en función de los actores

Revolución permanente. Debe ser intencional, pues solo triunfa si los países avanzados triunfan en la revolución… ¿Colonialismo e imperialismo? Probablemente

Simbólica… cognitiva

Significados. ¿Qué expresa? ¿Qué sentido tiene?

COGNITIVA. Conocimientos. ¿Qué se necesita? ¿Cómo se hace? No basta con el hecho

El primer objetivo de la Antropología Cognitiva

El primer objetivo de la Antropología Cognitiva es abordar la cultura, o más bien la diversidad cultural, como vía necesaria de aproximación al pensamiento humano. Eso no implica limitar el análisis a lo que se suele llamar la “mentalidad primitiva” como forma más destacada de la diversidad. Sería una reducción injustificada, entre otras razones por que en el fondo hay un matiz de prejuicio evolucionista en ello y, además, no se recogería adecuadamente lo que conlleva la diversidad.

El punto de partida para una aproximación al pensamiento humano es el principio de la unidad psíquica de la humanidad. Es sin duda el postulado sobre el que alentar esa pretensión. Es objetivo de la disciplina asentar sus implicaciones, algunas de ellas ya se suponen fundamentales: ¿cómo, si no, justificar que es posible que los seres humanos se comprendan y empaticen unos con otros?

ABSTRAER EL HECHO

No conocemos porque no sabemos cómo actúa y razona el otro sino porque no estamos empapados de su red de su contexto: por lo tanto la cultura no está en las mentes

Escribir… Inscribir: interpretar, elaborar, hacer inteligible el discurso ajeno

Ayudantías

Cultura: (concepto semiótico) es contexto no causa

Red de significados, un entramado, los símbolos como vehículos portadores de significados

El antropólogo no llega a ver y sentir como es el otro, debe leer sus símbolos: epistemología: eso es lo que podemos conocer mediante los discursos… Aporte epistemológico que hace Geertz: conocer desde el contexto y la subjetividad

Cultura: es pública: tramas de significados que los seres humanos han tejido: por lo tanto no debe buscarse leyes que expliquen cómo se hacía antes sino interpretar

Descripción densa: hacia una teoría interpretativa de la cultura

En este texto: define el concepto de cultura desde la perspectiva de la antropología interpretativa,

aclara qué es la etnografía y de qué manera contribuye al conocimiento o interpretación de las culturas haciendo «descripciones densas», y expone cómo se puede llevar a cabo el desarrollo de la teoría antropológica. Para Geertz, la cultura no es: una realidad «superorgánica» (lo que equivale a reificarla)

conductas institucionalizadas (lo que implica reducirla)

estructuras psicológicas (lo que supone psicologizarla)

sistemas simbólicos «en sus propios términos», (lo que conlleva esquematizarla).

La cultura es el contexto dentro del cual tienen significado —son interpretados por los actores sociales y pueden ser interpretados por el antropólogo o la antropóloga— los acontecimientos sociales, los modos de conducta, las instituciones y los procesos sociales.

Gallos y balineses

Un ejemplo de descripción densa más elaborado lo encontramos en el análisis que hace Geertz de la riña de gallos en Bali.

«En la riña de gallos, el balinés forma y descubre su temperamento y al mismo tiempo el temperamento de su sociedad».

Geertz, Clifford. 1993 [1973], «Juego profundo»: 371.

A primera vista, una pelea de gallos balinesa es un enfrentamiento entre dos de estos animales, pero quienes se enfrentan en realidad, según Geertz, son hombres (los gallos representan hombres y grupos) que rivalizan (simbólicamente) por prestigio social. Esto es algo que se puede apreciar en el sistema de apuestas que se realizan en torno a la riña.

Hay dos tipos de apuestas: una central, que se tiene lugar entre personas principales (los dueños de los gallos), y múltiples apuestas periféricas, que se realizan entre el público. La primera es elevada y el resto menores. La primera es colectiva (la realizan coaliciones de personas) y las otras individuales. La primera se lleva a cabo entre las partes con la única mediación del árbitro y las segundas son públicas. La primera es pareja, y las otras suelen ser desiguales. Cuanto más alta es la apuesta central, más equilibrada es la riña, mayor es el número de apuestas periféricas y menor su desigualdad.

«La parada central «determina el juego» o, quizá sea mejor decir, lo define, y señala lo que, siguiendo una idea de Jeremy Bentham, llamaré su «profundidad».

Geertz, Clifford. 1993 [1973], «Descripción densa»: 354.

Geertz señala que llegó a esta conclusión después de observar numerosas riñas, analizar las explicaciones que le dieron los propios balineses sobre estos asuntos, y recopilar y examinar datos sistemáticos acerca de ellos.

Juego

Geertz toma prestada la expresión «juego profundo» (deep play) del filósofo utilitarista Jeremy Bentham, pero la utiliza en un sentido metafórico. Un «juego profundo», para Bentham, es aquel en el que los riesgos que se corren son tan grandes que resulta irracional practicarlo. Un comportamiento así es, desde un punto de vista utilitarista, temerario e inmoral, por lo que, la sociedad debe prohibirlo. Geertz, sin embargo, no considera que las apuestas en las riñas de gallos sean conductas temerarias desde un punto de vista económico, que puedan llegar a arruinar a las personas que las realizan. El riesgo que se corre en estos lances es simbólico y su alcance moral. Lo que se pone en juego públicamente en las riñas de gallos, de manera simbólica y no real, es el estatus de los contendientes, su prestigio.

«En los juegos profundos, en los que se apuestan grandes cantidades de dinero, lo que está en juego es algo más que las ganancias naturales: la consideración pública, el honor, la dignidad, el respeto, en una palabra (…) el estatus. Pero el estatus está en juego simbólicamente, pues (salvo en unos pocos casos de jugadores viciosos arruinados) el estatus no se altera por la obra del resultado de una riña de gallos; es sólo, y eso momentáneamente, afirmado o afrentado».

Geertz, Clifford. 1993 [1973], «Juego profundo»: 356.

Geertz dedica cuatro páginas a enumerar «hechos» que apoyan (confirman) su tesis de que la riña de gallos es una dramatización de intereses de estatus. Al final los resume en un paradigma formal que enlaza la igualdad y nivel del estatus de los contendientes con la profundidad de la pelea, y ésta última con los siguientes factores:

la identificación entre el gallo y su dueño,

la calidad e igualdad de los gallos,

la emoción suscitada por la pelea,

el tamaño y número de las apuestas central y periféricas y las diferencias entre las últimas,

la solvencia y estatus de los dueños y apostantes de los gallos.

Geertz concluye su análisis de la riña de gallos en Bali señalando que es un medio de expresión del temperamento balinés y que tiene además un carácter pedagógico. Como toda forma expresiva, la manera de obrar de la riña de gallos es metafórica, trasladando conocimientos de un dominio semántico (la sociedad balinesa) a otro (la riña de gallos).

«La función de la riña de gallos, si es lícito llamarla así, es interpretativa: es una lectura de la experiencia de los balineses, un cuento que ellos se cuentan sobre sí mismos».

«Para los balineses asistir a las riñas de gallos y participar en ellas es una especie de educación sentimental. Lo que el balinés aprende allí es cómo se manifiestan el ethos de su cultura y su sensibilidad personal (…) cuando se vuelcan exteriormente en un texto colectivo»

Punto de vista del nativo

En resumen, las descripciones de las subjetividades de otros pueblos pueden llevarse a cabo sin el recurso a unas supuestas capacidades «más que normales» que nos permitan tanto pasar inadvertidos como generar un clima de cordial camaradería. En estos ámbitos, las capacidades normales, así como su cultivo, son por supuesto esenciales, si es que después de todo queremos que la gente tolere nuestra intrusión en sus vidas y nos considere personas con las que merece la pena hablar. Pero en modo alguno pretendo defender la insensibilidad y espero que no se malinterpreten mis palabras. A pesar del distinto grado de exactitud que pueda tener el sentido que demos a lo que realmente son los informantes de cada uno, éste no proviene de la experiencia de esa aceptación como tal, que forma parte de la biografía propia, y no de la suya. Más bien, proviene de la habilidad que tengamos para construir sus modos de expresión, lo que llamaríamos sus sistemas simbólicos, esa tarea que precisamente la aceptación misma nos permite desarrollar. Pues comprender la forma e influencia de, por emplear un término escabroso una vez más, las vidas internas de los nativos es más entender un proverbio, percibir una alusión, captar una broma -o, como he sugerido antes, leer un poema- que no alcanzar una extraña comunión con éstos.

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