Dinámica Vegetativa de la Población
Natalidad y Fecundidad
La tasa de natalidad, tradicionalmente alta en España con valores próximos al 40 por mil, comenzó a descender de forma lenta en la segunda mitad del siglo XIX. La tasa de natalidad bruta se calcula dividiendo el número de nacidos entre la población total, multiplicado por 1.000. La inflexión no fue uniforme, ya que hubo una «generación hueca» durante las guerras, que se intercala con el periodo de recuperación, el «baby boom». A partir de esta fecha, el descenso es acusado, aunque en los últimos años la llegada masiva de inmigrantes ha revitalizado la natalidad.
Causas del descenso:
- Incorporación de la mujer al mundo laboral.
- Aumento del uso de métodos anticonceptivos.
- El retraso en la edad de matrimonio.
- La reducción de hijos por familia.
- El Estado no favorece a las familias numerosas.
La Mortalidad
La tasa bruta de mortalidad se calcula dividiendo el número de defunciones entre la población total, multiplicado por 1.000. Los avances tanto médicos como científicos explican el descenso de la mortalidad. La mortalidad infantil, a partir del siglo XX, descendió considerablemente y, por tanto, la esperanza de vida aumentó debido a las causas anteriormente citadas, alcanzando en 2005 los 80,3 años.
El Crecimiento Vegetativo
Se pueden dividir en tres fases: el régimen demográfico antiguo, la transición demográfica y el régimen demográfico moderno.
- Régimen demográfico antiguo: El estancamiento de la población, la recesión y la mortalidad marcaron la primera fase de este periodo, comprendido entre los siglos XVI y XVII. Durante el siglo XVI se produjo un crecimiento económico que favoreció el aumento de la población; sin embargo, en el XVII tuvo lugar un periodo de recesión como consecuencia de las subidas de precios, la peste, etc., lo que provocó que la población disminuyera. Desde principios del siglo XVIII se produjo un aumento de la población por la reducción de la mortalidad y el descubrimiento de la vacuna de la viruela.
- Transición Demográfica: Aparece en el siglo XIX con un primer periodo que llegó hasta el siglo XX. Se caracterizó por un descenso continuado y acelerado de la mortalidad, al tiempo que se mantuvo una mentalidad natalista. Se generó un crecimiento natural muy fuerte, a pesar de la emigración (incluso a África). En un segundo periodo, que llegó hasta la década de los 70, tuvo como base fundamental el descenso de la mortalidad y una desaceleración de la natalidad. Ambos fenómenos se vieron afectados por la Guerra Civil y la posguerra, por lo que la mortalidad aumentó con estos acontecimientos, lo que dio lugar a la llamada «generación hueca». A partir de 1995 se dio un fenómeno denominado el «baby boom», incentivado por el desarrollo económico español.
- Régimen demográfico moderno: Comenzó a mediados de 1970. La población siguió creciendo, pero con porcentajes cada vez menores. La estabilidad de la mortalidad y el descenso continuo de la natalidad y fecundidad están dando lugar a un envejecimiento paulatino de la población. El crecimiento demográfico de los últimos años no afecta por igual a todas las comunidades autónomas.
Movimientos Migratorios en España
Los movimientos espaciales hacen referencia a la salida o entrada de personas en un área geográfica determinada por diferentes motivos. La emigración afecta negativamente al crecimiento poblacional, provocando el descenso de la natalidad, el aumento de la mortalidad y el envejecimiento de la población. La inmigración, por su parte, favorece el aumento de la población, provocando un incremento de la natalidad y un descenso de la mortalidad.
Los movimientos migratorios pueden ser:
- Por su duración: definidos o temporales.
- Por el destino: interiores o exteriores.
Migraciones Interiores y su Evolución
Son los desplazamientos de personas dentro del territorio nacional. Pueden ser:
- Éxodo rural: emigración del campo a la ciudad.
- Migraciones interregionales: movimientos de corto desplazamiento dentro de la misma provincia o comunidad autónoma.
- Movimientos habituales: movimientos generalmente diarios, realizados en el entorno de las grandes ciudades.
Los actuales desequilibrios poblacionales de España tienen su origen en los grandes movimientos migratorios iniciados a mediados de los años 50 hasta la crisis de 1973. Durante ese periodo fue masiva la emigración; comunidades como Extremadura o Andalucía se convirtieron en zonas de expulsión hacia las grandes áreas de inmigración como Barcelona o Madrid. Con la crisis económica de 1973, llegó la reconversión industrial y el paro, lo que frenó los flujos migratorios y provocó el retorno de quienes se quedaban sin trabajo. A partir de 1986 se observa un aumento considerable de las migraciones provinciales; además, el desarrollo de las comunidades contribuyó al aumento de movimientos de ida y vuelta entre la ciudad y el área residencial.
Migraciones Exteriores
América
La emigración a América se mantuvo hasta la independencia de las colonias a principios del siglo XIX, quedando un pequeño flujo hacia Cuba, Puerto Rico y Filipinas, que lograron su independencia en 1898.
La apertura del mercado americano favoreció la emigración española a Latinoamérica y, en menor medida, a EE. UU. o Canadá. La Guerra Civil supuso el fin de este movimiento, aunque debido al exilio, tanto Iberoamérica como México se convirtieron en receptores de emigrantes españoles.
En los años 1949-1950, vuelve a recobrar importancia la corriente migratoria, siendo Galicia la región más emigratoria a causa de la búsqueda de nuevas estructuras en el campo. En estas dos etapas de Latinoamérica, predominó una mayor proporción de varones, campesinos u obreros.
Las posibilidades de emigración a EE. UU. eran reducidas; los españoles que consiguieron asentarse allí lo hicieron sobre todo en el sector terciario. A principios del siglo XX, llegaron españoles a Australia para trabajar como pastores.
Europa
Hasta el inicio de la Guerra Civil, la emigración española se dirigió sobre todo a Francia. Al final de dicha guerra se produjo la emigración más forzosa, con más de 500.000 exiliados.
El Plan de Estabilización, junto al incremento de la población y el excedente de mano de obra, provocó la salida del país de más de un millón de jóvenes desempleados dedicados a la agricultura y la construcción.
Las razones que explican esta corriente emigratoria son:
- La plena expansión de la industria en Europa Occidental.
- En España sobraba población en el sector agrario, la cual era incapaz de ser absorbida por la industria.
Tras la crisis de 1973 y, más concretamente, en los años 80, se produjo un retorno masivo de los emigrantes hacia nuestro país.
Inmigración Extranjera en España
España pasó de ser un país de emigración a ser un país de inmigración debido a la amplia economía sumergida, la necesidad de mano de obra y nuestra condición de país turístico.
A principios de 2001, entró en vigor la nueva Ley de Extranjería, que recoge los derechos y libertades de los extranjeros en nuestro país. Los extranjeros que residen en España se agrupan en tres grupos:
- Aquellos que, tras años de permanencia, se nacionalizan.
- Mantienen su nacionalidad de origen pero obtienen un permiso de residencia.
- Inmigrantes irregulares (sin papeles).
Las comunidades autónomas que mayor número de inmigrantes reciben son: Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía y Canarias.