Aspectos del Lenguaje Infantil
Enfoque Pragmático
Es el estudio del uso del lenguaje, considerándolo como un sistema. Pero no se limita al estudio de las unidades y reglas fonológicas, sintácticas y semánticas, sino que también debe referirse a las condiciones en las que se usan esas unidades y reglas.
Lengua Materna
Es el primer idioma que consigue dominar un individuo, o la lengua que se habla en una nación determinada respecto a sus nativos. También se trata de aquella lengua que se adquiere de manera natural por medio de la interacción con el entorno inmediato, sin ningún desarrollo de forma consciente.
Por lo general, se conoce e incorpora desde el seno familiar, y es imprescindible para el aprendizaje posterior, ya que constituye la base del pensamiento. Un dominio parcial de este entorpece el proceso de asimilación de otros idiomas.
Principios Básicos del Lenguaje del Niño
- La enseñanza de la lengua en preescolar no debe separarse del proceso natural de desarrollo, debido a que el educador debe conocer el proceso natural de desarrollo desde sus principios.
- El educador que tiene contacto con los niños debe tener presente que es profesor de lengua, y tiene la responsabilidad de comprender que todas las actividades han de contribuir al aprendizaje de la lengua.
- El niño que empieza la educación preescolar posee ya un conocimiento de la lengua; es así que comienza una etapa de reflexión sobre ella que se introducirá con más fuerza cuando el niño comience a estudiar gramática.
- Por lo general, los niños aprenden a hablar sin problemas. Inicialmente sus manifestaciones lingüísticas son orales; es por esto que se debe promover la expresión oral y la conversación.
- A partir del juego, los niños adoptan procedimientos de aprendizaje.
- El enfoque psicolingüístico tiene una base didáctica.
Hablar y Escuchar en el Jardín de Infantes
En el momento de lengua oral, se pueden aprovechar con fines educativos las situaciones espontáneas y promover situaciones en las que sea necesario hablar y escuchar. El jardín es un espacio privilegiado para que los chicos participen en diferentes situaciones comunicativas orales. Se dan ocasiones en las que se puede conversar, opinar, comentar, relatar, explicar, entrevistar. Deben producir e interpretar textos orales; hablarán teniendo en cuenta qué es lo que quieren decir y a quién o a quiénes se dirigen; también escucharán a quien habla para poder comprender lo que dice.
Si se promueve el hablar y el escuchar, ellos podrán tener la palabra y expresar así sus ideas. Esta posibilidad de interactuar facilita la resolución de problemas que ayudan a construir el conocimiento.
En la Ronda de Intercambio
La Ronda de intercambio es una actividad que privilegia la comunicación oral entre docente y niños. Es el momento de la jornada escolar en el que se espera que los niños escuchen y hablen siguiendo ciertas pautas de organización grupal. Esas condiciones o pautas son: el silencio mientras el compañero habla, esperar turno, hablar solamente cuando el docente lo autoriza, y aceptar que no siempre se podrá decir lo que se opina o piensa. Esta actividad no es sencilla porque los niños se enfrentan a problemas como escuchar al compañero y esperar el momento para participar.
Suele ser la única oportunidad en el ámbito escolar en la que los niños tienen la posibilidad de hablar sobre un tema que elijan de su mundo familiar.
Esta actividad tiene un propósito comunicativo, que es brindarles a los niños la posibilidad de comunicar situaciones de su interés referidas a su vida personal.
El propósito didáctico es que los niños resuelvan problemas mientras hablan y mientras escuchan para hablar e interpretar mejor.
Hablar y Escuchar en Situaciones Interpersonales
Es importante valorizar las situaciones espontáneas, que son producto de interacciones sociales y, por lo tanto, merecen tener presencia en la vida de la sala.
El docente tiene un rol importante: estimular los intercambios orales entre los niños y escuchar lo que los otros dicen.
En el transcurso de estas situaciones, los chicos solicitan ayuda a un compañero o docente frente a problemas prácticos, como por ejemplo, tomar un libro del estante o discutir por la posesión de un juguete.
El docente tiene que estar atento para intervenir, ya que en muchos casos los niños se manifiestan a través de gestos, llantos, gritos, etc., sin que se les presente la necesidad de hablar o escuchar.
Otras veces expresan emociones, preferencias, miedos, necesidades, relatando un episodio del cual no participaron los compañeros o renarrando una historia que les relataron fuera del jardín. En estos casos, la intervención del docente no pretende corregir, sino ayudar a los niños a organizar sus textos orales. La docente participa añadiendo preguntas que buscan la confirmación o la ampliación por parte del niño que está hablando.