El Romanticismo en la Música: Una Mirada Profunda al Siglo XIX


Características Generales del Romanticismo Musical

El Romanticismo musical surge como oposición al racionalismo de la época anterior, y se extiende aproximadamente durante todo el siglo XIX. Se suelen establecer estas etapas:

  • Romanticismo temprano (1800-1830)
  • Romanticismo pleno (1830-1850)
  • Romanticismo tardío (1850-1890)
  • Posromanticismo (1890-1914)

Características Musicales del Romanticismo

Sociedad y Público

La burguesía toma el poder en la sociedad y nace el público musical. Al Romanticismo musical se le califica como el «arte de la burguesía», porque se potencia la música de salón y la creación de teatros musicales y operísticos. La música académica se va separando de la música popular urbana o de entretenimiento.

El Rol del Músico y el Virtuosismo

Predomina la libertad para expresar sentimientos a través de la melodía y de otros elementos musicales. El compositor es más libre, ya que tiende a depender solo de su público y no de un mecenas o protector que lo condicione. Se valora al director y a los intérpretes, pero se sobrevalora en exceso el virtuosismo.

Música Escénica: La Ópera Romántica

A lo largo del Romanticismo destaca la ópera como el género mixto más popular. Los empresarios teatrales, las compañías de ópera, los cantantes, los instrumentistas y los compositores compiten por satisfacer los deseos de nuevas obras por parte del público. Hay partidarios de distintos estilos y surgen disputas que estimulan la creación. Aparece el drama musical en Alemania, la opereta en Francia y Austria, y en España se continúa con la zarzuela.

Ópera Italiana

Hasta 1850 predomina el culto a los solistas, que son los divos del bel canto y el centro del espectáculo. Destacan G. Donizetti, V. Bellini y G. Rossini, que unió facilidad melódica con calidad. A partir de 1850 se incorporan nuevas tendencias francesas y alemanas, y G. Verdi las combina con su estilo personal. Surge el verismo o realismo, que valora al ser humano en su entorno social, con autores como P. Mascagni y R. Leoncavallo, con obras de intensidad dramática, y G. Puccini, que ilustra la acción escénica con la música y crea melodías que se han incorporado a la memoria popular.

Ópera Francesa

Después de la reforma de Gluck, se abrió la puerta al bel canto italiano. Este se combinó con los efectos escénicos y surgió la grand opéra, en la que destaca G. Meyerbeer. J. Offenbach fue el creador de la opereta francesa. Por último, en la obra de H. Berlioz hay influencias de Beethoven. Su mejor ópera es Les Troyens. Fue también autor de oratorios.

Ópera Alemana y Richard Wagner

Después de la ópera Fidelio de Beethoven, fue C. M. V. Weber el creador de la ópera romántica y nacionalista alemana. En El cazador furtivo utiliza el leitmotiv o tema musical asociado a personajes o escenas. Pero la gran figura de la ópera romántica alemana es el compositor, director, poeta, libretista y teórico Richard Wagner:

  • Desarrolló el leitmotiv en sus óperas, a las que llama dramas musicales.
  • Integró todas las artes plásticas, escenográficas y musicales en un espectáculo escénico para el que diseñó un teatro especial.
  • Rechazó el lucimiento personal de los cantantes, destacando la acción, que es ilustrada por la música.
  • Amplió la orquesta y creó algunos instrumentos para ella.

Instrumentos y Formas Musicales Instrumentales

El piano alcanza un gran perfeccionamiento técnico a principios del siglo XIX y se convierte en el instrumento por excelencia de este período. Es popularizado por la burguesía, que lo incorpora al mobiliario de la casa. También destacan el violín, la guitarra y el arpa.

Se amplía la orquesta, aumentando los instrumentos aerófonos y de percusión y adaptándose a las necesidades de las diferentes obras.

Predominan la sinfonía orquestal, el concierto, la sonata y las pequeñas formas para piano (fantasía, preludio, nocturno, vals, polonesa, etc.), el lied y la ópera.

Compositores Destacados del Romanticismo

L.V. Beethoven (1770-1827)

Además de sus sonatas y sinfonías, escribió pequeñas formas pianísticas, como el famoso Para Elisa, que es una bagatela. También compuso lieder de tema amoroso y religioso.

C. M. V. Weber (1786-1826)

Autor de sonatas, conciertos y de la famosa pieza Invitación al vals, además de su producción operística.

F. Schubert (1797-1828)

Continuó la sonata beethoveniana y la sinfonía, e introdujo las pequeñas formas pianísticas, como los momentos musicales, los impromptus (improvisaciones) y los más de 600 lieder.

F. Mendelssohn (1809-1847)

Compuso dos oratorios, y en el ámbito instrumental cinco sinfonías, varios conciertos, música de cámara, y obras pianísticas como las Canciones sin palabras. Contribuyó a redescubrir la obra de Bach.

R. Schumann (1810-1856)

Compuso varios ciclos de lieder y de piezas pianísticas, dándole cierta unidad con títulos como Escenas infantiles, Carnaval, etc. Como crítico musical, defendió la nueva música de su época.

F. Chopin (1810-1849)

La mayor parte de su obra son las pequeñas formas, de las que fue un gran maestro.

N. Paganini (1782-1840)

Virtuoso del violín, autor de música para ese instrumento y otros como la guitarra.

F. Liszt (1811-1886)

Desarrolló la música orquestal de programa con sus poemas sinfónicos, donde la música describía y hacía imaginar escenas. Fue un virtuoso del piano, y sus obras pianísticas son de gran dificultad.

J. Brahms (1833-1897)

Opuesto a las ideas de Wagner, su obra es más intimista. Cultivó el lied, acercándolo a la canción popular. Escribió cuatro sinfonías y varias obras para piano.

A. Bruckner (1824-1896)

Escribió entre otras obras, nueve sinfonías muy extensas, con una original utilización de los timbres instrumentales. Destaca también su música religiosa.

El Piano: Instrumento Emblemático del Romanticismo

El piano alcanza su forma y características a principios del siglo XIX, sobre todo desde la incorporación de los pedales de intensidad y de los macillos de fieltro. El uso de las pequeñas formas pianísticas (preludios, fantasías, impromptus, nocturnos, valses, polonesas, mazurcas, baladas, etc.) estaba justificado por la adaptación al gusto del público burgués. La sonata clásica sigue vigente en el piano, así como el concierto para piano y orquesta. El piano estaba presente en las casas burguesas, en salones de concierto, y en grandes teatros musicales o de ópera. También dentro de la música ligera de salón, y para él se realizan adaptaciones de arias de ópera, conciertos, sinfonías, música de cámara, etc. Además, fue indispensable en el acompañamiento de la romanza, que era una canción narrativa por lo general de contenido galante.

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