Explorando la Cronología Arqueológica: Métodos de Datación Absoluta


Introducción a la Datación en Arqueología

En arqueología, la noción del tiempo ha sido tradicionalmente historicista y unilineal, concibiendo los eventos como sucesos que se suceden uno tras otro, donde cada fase histórica reemplaza a la anterior. Sin embargo, la historia es mucho más compleja, y para comprenderla se desarrollaron las secuencias tipológicas, que permiten establecer cronologías relativas.

Técnicas de Datación Relativa

Las técnicas de datación relativa fueron las primeras empleadas en arqueología y, aunque no proporcionan fechas exactas, sí permiten ordenar objetos y estratos de los más antiguos a los más recientes, basándose en la comparación y el contexto. Entre estas técnicas se encuentran la estratigrafía, que analiza la superposición de capas, y la tipología, que ordena objetos según su evolución estilística y funcional. Además, se utilizan fuentes históricas como monedas o inscripciones para establecer referencias temporales.

El concepto de conjunto cerrado se refiere a un contexto arqueológico donde todos los objetos pertenecen a un mismo periodo, como en Pompeya o el túmulo de Maratón, garantizando su sincronía. La datación cruzada compara objetos similares de distintos yacimientos para estimar fechas, aunque debe emplearse con precaución para evitar errores. El fósil director es un objeto cuya cronología, relativa o absoluta, está bien determinada y se utiliza como referencia para fechar otros contextos donde aparece.

Petrie fue pionero en la creación de secuencias cronológicas basadas en ajuares funerarios predinásticos egipcios, organizando cerámicas por características comunes, aunque sin precisar fechas concretas. También se empleó el registro faunístico, relacionando especies extintas con periodos geológicos. Las civilizaciones históricas dejaron objetos con dataciones explícitas, como monedas, si bien su uso prolongado puede complicar la precisión. Finalmente, los materiales encontrados en estratos permiten establecer fechas límite ante quem y post quem. Estos métodos, junto con la datación cruzada, sentaron las bases para una cronología arqueológica bastante precisa, que fue posteriormente confirmada en muchos casos por la datación absoluta, como el radiocarbono.

Técnicas de Datación Absoluta

1. Datación por Carbono-14

Es un método de datación absoluta que utiliza un isótopo radiactivo del carbono para fechar restos orgánicos en arqueología. Este isótopo, denominado ¹⁴C, se forma en la atmósfera cuando los rayos cósmicos impactan el nitrógeno, y es absorbido por los seres vivos, manteniendo una proporción constante mientras están vivos. Tras la muerte, el ¹⁴C comienza a descomponerse a un ritmo predecible, con una vida media de aproximadamente 5730 años, lo que permite calcular la antigüedad de la muestra. Las fechas obtenidas se expresan en años BP (Before Present) y se corrigen mediante curvas de calibración basadas en la dendrocronología para mejorar su precisión, alcanzando un límite máximo de datación de unos 50.000 años. Actualmente, se emplea la espectrometría de masas con aceleradores (AMS), que permite analizar muestras muy pequeñas.

Willard Frank Libby, el químico que descubrió el carbono-14 y recibió el Premio Nobel en 1960, fue pionero en esta técnica. Dado que la cantidad de carbono-14 en la atmósfera varía, las fechas se expresan como Cal BP, y para ajustar mejor las dataciones se aplican métodos bayesianos que integran datos contextuales como la estratigrafía y la seriación. Para la toma de muestras, se pueden utilizar materiales orgánicos, tanto animales como vegetales, aunque algunos ofrecen mayor precisión que otros; por ejemplo, el carbón vegetal es ideal, si bien presenta ciertas limitaciones. Es fundamental seguir un protocolo riguroso para evitar contaminaciones y registrar con exactitud el estrato y el punto de hallazgo, además de tener en cuenta posibles alteraciones postdeposicionales que puedan afectar la muestra.

En cuanto a la interpretación de los resultados, el carbono-14 no ofrece una fecha exacta, sino una probabilidad dentro de un margen de error. Por ejemplo, una datación de 2100 BP ± 20 podría corresponder, tras calibración, a un rango entre 182 y 52 a.C. con un 95,4% de certeza (dos desviaciones estándar), o a un rango más preciso con un 68,2% de probabilidad (una desviación estándar). Para la publicación de resultados, es común seguir las normas de la revista Radiocarbon, incluyendo siempre el código de laboratorio, la fecha sin calibrar, la desviación estándar, la curva de calibración y la fecha calibrada en años calendáricos; es recomendable, además, añadir la signatura isotópica.

2. Dendrocronología

Es un método de datación absoluta basado en el análisis de los anillos de crecimiento de los árboles, donde cada anillo representa un año y su grosor refleja factores como la edad del árbol y las condiciones climáticas. Esta técnica permite construir secuencias de años que pueden extenderse miles de años, siendo muy útil para fechar estructuras de madera con gran precisión y para calibrar las fechas obtenidas por radiocarbono. Fue desarrollada a principios del siglo XX por A.E. Douglass, quien trabajó con troncos del suroeste de Estados Unidos y fechó yacimientos como Mesa Verde. Más tarde, en Europa, se lograron secuencias aún más largas, de hasta 8400 a.C., gracias a la conservación de madera en ambientes anaeróbicos como las turberas. Un caso conocido es el barco vikingo de Oseberg, cuya madera fue fechada en 834 d.C., aunque la construcción fue probablemente 20 años después. Las limitaciones de la dendrocronología incluyen su carácter regional, la necesidad de conservar los anillos más recientes (albura) y las dificultades que plantea la madera reutilizada para la datación.

3. Datación por Potasio-Argón (K-Ar)

Es una técnica de datación absoluta que se utiliza para fechar rocas volcánicas de más de 100.000 años, especialmente en arqueología para restos muy antiguos. Se basa en la descomposición del potasio-40 en argón-40, cuyo gas atrapado en la roca permite calcular su edad. Solo se aplica a rocas volcánicas porque el calor reinicia el reloj de datación. A mayor cantidad de argón, mayor antigüedad. Es fundamental en sitios como la Garganta de Olduvai para el estudio de homínidos antiguos.

4. Series de Uranio

Es una técnica de datación absoluta que mide la desintegración radiactiva de isótopos de uranio, especialmente útil para fechas entre 50.000 y 500.000 años, un rango donde el carbono-14 no es efectivo. Se basa en la transformación del uranio (²³⁸U y ²³⁵U) en torio (²³⁰Th) y protactinio (²³¹Pa), que no son solubles en agua, permitiendo datar formaciones de carbonato de calcio como estalagmitas, estalactitas o pinturas rupestres en cuevas. Sin embargo, su aplicación puede ser complicada debido a la dificultad de determinar el orden exacto de deposición en estos contextos.

5. Termoluminiscencia

Es un método de datación absoluta utilizado para fechar cerámica y materiales inorgánicos, como el sílex quemado, con una antigüedad de hasta 50.000 a 80.000 años. Se basa en que los elementos radiactivos presentes en estos materiales emiten radiaciones que desplazan electrones dentro de su estructura cristalina, acumulándose con el tiempo. Al calentar la muestra a unos 500 °C, estos electrones liberan luz que se mide para calcular la antigüedad. Para mayor precisión, se analiza también la radiación del sedimento donde se encontró la muestra. Existen dos técnicas principales: la termoluminiscencia (TL), que mide la luz al calentar la muestra, y la luminiscencia estimulada ópticamente (OSL), que datan materiales expuestos a la luz solar y luego enterrados, siendo útil para fechar sedimentos ricos en cuarzo en contextos pleistocénicos.

6. Paleomagnetismo y Arqueomagnetismo

Es una técnica de datación absoluta que se basa en las variaciones históricas del campo magnético terrestre. Cuando una estructura se calienta a más de 650-700 °C, las partículas magnéticas de sus materiales se alinean según el campo magnético de ese momento y quedan registradas al enfriarse. Al comparar esta orientación con registros históricos del campo magnético, se puede estimar la antigüedad de la estructura, utilizando estos datos para futuras dataciones arqueológicas.

7. Hidratación de la Obsidiana

Es un método de datación absoluta que mide la absorción de agua en la superficie de fractura de esta roca volcánica tras ser tallada para fabricar herramientas. Al formarse una capa de hidratación, se puede calcular su antigüedad observándola al microscopio, aunque la tasa de absorción varía según la región, por lo que se necesitan calibraciones locales con muestras bien fechadas. Esta técnica, descubierta por Friedman y Smith, permite fechar obsidianas de hasta 120.000 años. Un ejemplo notable es su aplicación en Kaminaljuyú, Guatemala, donde se dataron artefactos de obsidiana para estudiar la evolución del asentamiento desde 2500 a.C. hasta el declive en el periodo Clásico Tardío.

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