La Dignidad Humana y la Noción de Persona
La dignidad humana equivale a ser persona. Es un elemento de la naturaleza humana que es absoluto, es necesario, no es contingente (contingente significa que algo puede ser o no ser, algo que no es necesario). La dignidad no depende de nada, no es algo que se pueda cambiar y no es cuestionable; es algo que se tiene sí o sí por el hecho de ser persona y, por lo tanto, por el hecho de ser humano.
Si el hombre en sí mismo es contingente, ¿de dónde le viene un elemento absoluto? Se busca en el ser contingente una causa que le haya dado el elemento absoluto. Los cristianos dicen que Dios lo otorga, y Kant dice que está en el ser, afirmando que es debido a la razón.
Inviolabilidad de la Dignidad
No es admisible la existencia de hombres de segunda categoría, de vidas humanas sin valor. El hecho de ser humano ya te hace persona y ya te hace digno, independientemente de si puede ejercer su capacidad racional o no. El sujeto tiene la condición de persona y, por lo tanto, posee de forma intrínseca la dignidad.
Tipos de Dignidad
- Dignidad Ontológica: Es propia del ser, es inalterable. Todos los hombres son dignos por el mero hecho de ser hombres, porque son personas; es inevitable.
- Dignidad Moral: Se puede generar o perder dependiendo de los actos morales de cada uno (Ejemplo: cárcel).
La Noción de Persona
La noción de persona incluye características que se suman a nuestra conducta o dignidad respecto a la vida. Es decir, uno puede identificarse sin más con un ser vivo o puede exigirle más cosas a su condición de ser humano, como la autoconciencia, autonomía moral, raza, color de piel, cultura, etc. Cada ser humano posee:
- Singularidad: Cada persona es única, irrepetible e irremplazable.
- Subjetividad: Cada persona es un YO, un universo interior.
- Identidad: El yo que cada persona se configura a lo largo del tiempo: SOY YO MISMO.
- Relacionalidad: La persona mantiene diálogo y vínculos consigo misma y con otros “yoes”.
El Dolor: ¿Es Siempre un Mal?
Intentar evitar el dolor conlleva al gran fracaso. El dolor es un compañero necesario para perfeccionarnos y es un medio necesario para determinados conocimientos; es decir, a partir del dolor cada uno aprende ante determinadas situaciones o aspectos. Por lo que hay que aceptarlo.
El hombre no es un ser perfecto, y mejoramos al enfrentarnos con la vida; el dolor forma parte de ella. El hombre tiende a la unidad y el dolor provoca una rotura en esta. Cuando a uno le duele algo, también traspasa al espíritu muchas veces. De la misma manera que hay grados de vida, también hay grados de dolor (los humanos tienen mayor grado que los animales).
Retomando la pregunta, podemos decir que por eso el dolor no siempre es considerado un mal, ya que nos ayuda a prosperar y a crecer como personas. No debemos evitar ni huir del dolor, debemos aprender a vivir con él.
Distinción entre Dolor y Sufrimiento
El dolor no se debe percibir como un mal, ya que si lo hacemos, estamos sustituyendo el concepto de dolor por el de sufrimiento, y no son lo mismo. El sufrimiento es el dolor que provoca el propio dolor, por lo tanto, requiere de una reflexión y análisis posterior al dolor en sí. Es propio del ser humano y no de los animales, ya que estos no poseen razón.
El mal es ausencia de bien, es decir, es un defecto, un fracaso del bien. Las actitudes frente al dolor son: huida, ocultación, resistencia y aceptación.
El Dolor como Problema del Sentido
¿Por qué se dice que el problema del dolor es el problema del sentido? El dolor es universal y siempre ha existido y existirá en el hombre; lo único que cambia es la experiencia y la actitud de cada uno ante el dolor. El problema del dolor es el hecho de no encontrarle sentido al mismo y entenderlo como un sufrimiento, como un mal. El dolor puede ser necesario para conseguir el bien.
El dolor deja una huella en nuestra vida y decimos que sus consecuencias pueden tener un sentido. Ese sentido hay que encontrarlo para que la experiencia dolorosa sea lo más leve posible y, sobre todo, para poder crecer como personas. El dolor puede cambiarnos, mejorarnos, hacernos aprender, llevarnos a situaciones límite y hacer sacar lo más preciado de nuestro interior. Darle sentido al dolor es darle sentido a la vida.
El hombre crece como persona si ha aprendido a sobrellevar su dolor. Además, le ayuda a tomar en serio aquello que verdaderamente lo es. Las personas que han sufrido tienen una conciencia más real y profunda sobre sí mismos y de lo que les rodea; son serenos y dueños de sí. El sentido del dolor también depende de nuestra capacidad de asimilar los propios éxitos y fracasos.
