La Filosofía de Immanuel Kant: Razón, Moral y Progreso Ilustrado


Introducción: La Justificación Kantiana y la Ilustración

La filosofía de Immanuel Kant surge como una exigencia de clarificación del ser humano y de la sociedad en el marco histórico-social y filosófico de la Ilustración. Su pensamiento responde a tres preguntas fundamentales:

  • ¿Qué puedo conocer?
  • ¿Qué debo hacer?
  • ¿Qué me cabe esperar si hago lo que debo?

La Ilustración: Contexto del Pensamiento Kantiano

La Ilustración, movimiento intelectual del siglo XVIII, promovió la autonomía de la razón como guía del conocimiento y de la acción humana. Sus características principales son:

  • Rechazo del Dogmatismo: Impide el desarrollo de la razón.
  • Confianza en el Poder de la Razón: Fuerza que conduce al progreso, comenzando por la educación de la ciudadanía.
  • Desarrollo de la Idea de Libertad.

Bajo su lema «Sapere aude» (Atrévete a saber), Immanuel Kant establece un pensamiento filosófico crítico cuyo objetivo es liberar a la humanidad de su «minoría de edad» autoimpuesta. Esta emancipación intelectual consiste en utilizar la razón sin depender de la autoridad externa, ya sea religiosa, política o tradicional. Kant plantea que el ser humano debe asumir la responsabilidad de su propio pensamiento y acción, con base en principios racionales y universales, lo que él denomina «la máxima de pensar por sí mismo: eso es la Ilustración».

¿Qué puedo conocer? La Epistemología Kantiana y la Revolución Copernicana

Kant se pregunta: ¿Qué puedo conocer? Para responder, introduce su «revolución copernicana» en la filosofía. En lugar de considerar que el conocimiento se adapta a los objetos, postula que son los objetos los que se ajustan a nuestras estructuras cognitivas. Su epistemología combina elementos del racionalismo y el empirismo mediante dos tipos de síntesis:

Síntesis de la Sensibilidad

La experiencia se organiza según las formas a priori del espacio y el tiempo. En este nivel aparece lo que Kant denomina el Fenómeno: un objeto indeterminado o mera apariencia, resultado de la unión de una materia (las intuiciones empíricas) y una forma (intuiciones puras), que son el Espacio y el Tiempo (las coordenadas espacio-temporales sin las cuales no es posible percibir impresiones).

Síntesis del Entendimiento

La razón emplea las categorías para estructurar la experiencia. Aquí surge el Objeto, de la unión entre la materia que procede de la Sensibilidad (los fenómenos) y la forma que pone el Entendimiento (las Categorías). El conocimiento es posible cuando nuestro entendimiento actúa sobre los datos que nos llegan de la experiencia.

Límites del Conocimiento: La Metafísica y los Noúmenos

Sin embargo, Kant establece un límite: la metafísica, a la que describe como «un campo de batalla». Como conocimiento de lo que está más allá de la experiencia (el «Yo», el «Mundo» y «Dios»), no podemos tener referencias empíricas. Las ideas metafísicas no pueden ser objetos de conocimiento, sino solo «ideas regulativas» de la razón. Kant las denomina Noúmenos. La metafísica, entendida como conocimiento de realidades que están más allá de la experiencia, es imposible. Por lo tanto, concluye que es ilegítimo formular juicios metafísicos, es decir, emplear las categorías más allá de lo que está dado en un espacio y en un tiempo.

¿Qué debo hacer? La Ética Formal Kantiana

La ética kantiana responde a la pregunta: ¿Qué debo hacer? Para Kant, la moral no depende de factores empíricos (como la felicidad o el placer), sino de principios racionales y universales. La moralidad es, por tanto, una ética formal, en contraste con las éticas materiales, que se basan en bienes externos.

La Buena Voluntad y el Deber

En la Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres (FMC), Kant aclara que la buena voluntad es el único bien absoluto, como respuesta a la pregunta sobre «cuál es el principio supremo de la moralidad». La buena voluntad se aleja de necesidades, deseos o inclinaciones, y solo mantiene una relación necesaria con el Deber.

Principios y Características de la Ética Kantiana

Los principios básicos de la ética kantiana son:

  • La Autonomía: La ley moral es dada por la razón del sujeto, no por imperativos externos.
  • La Formalidad.

Las características de la ética kantiana son:

  • Formal: Nos da la forma de la máxima de conducta, no el contenido concreto.
  • A Priori: No empírica.
  • Categórica: No establece condiciones que podrían hacerla dependiente y no necesaria.

El Imperativo Categórico

Kant nos presenta tres formulaciones del Imperativo Categórico, que sirven como criterio para determinar la moralidad de una acción. La ética formal de Kant se opone a las éticas materiales, que determinan la moralidad con base en la experiencia, deseos o consecuencias.

Consideraciones sobre la Acción por Deber

En la ética kantiana, es fundamental comprender que:

  • Siempre que actuemos por deber, debemos hacerlo dejando de lado nuestras inclinaciones.
  • La voluntad siempre está determinada por la ley moral y el puro respeto a esta.
  • El principio de acción es obedecer tal ley práctica, dejando de lado nuestros aprecios personales.
  • La voluntad es del sujeto, mientras que la máxima de acción puede ser externa al sujeto, pero debe ser universalizable por la razón del sujeto.

De lo anterior se desprende que:

  • La razón produce buena voluntad.
  • La razón práctica es absolutamente necesaria para la moralidad.

Esto nos lleva a considerar:

  • La idea de un valor absoluto de la voluntad.
  • La posibilidad de que la voluntad no sea absoluta si se rige por inclinaciones.
  • La importancia de entender correctamente cómo la razón gobierna la voluntad para alcanzar la moralidad.

¿Qué me cabe esperar si hago lo que debo? La Filosofía de la Historia Kantiana

Kant se pregunta: ¿Qué me cabe esperar si hago lo que debo? Su respuesta se encuentra en su filosofía de la historia. La humanidad progresa hacia la realización de la libertad y la autonomía a través de un proceso en el que, aunque los individuos actúan de manera aparentemente caótica, se sigue un «plan oculto» de la naturaleza.

La historia es el desarrollo de la razón y la moralidad en la sociedad. A pesar de las contradicciones y conflictos, la humanidad avanza hacia un estado en el que la razón y la justicia gobiernen las relaciones humanas. Esta visión optimista del progreso humano está influenciada por los ideales ilustrados y la Revolución Francesa.

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