La oposición: exilio y resistencia


Política económica

  • Autarquía y estancamiento económico

La política económica adoptada por el régimen fue la de la autarquía (autosuficiencia económica, es decir que el país sea capaz de producir todo lo que necesita).

Esta política vino impuesta tanto por una decisión política, que la consideraba la mejor solución para lograr la independencia del país, como por la necesidad económica de abastecerse sólo con los propios recursos (debido al aislamiento internacional). Las carácterísticas de esta política fueron una fuerte intervención del Estado, que sustituyó a la libertad de mercado y un fuerte proteccionismo:

Sector agrario:

el Estado regulaba la producción, la comercialización, los precios y el consumo de la mayoría de los productos. Racionamiento de los productos considerados de primera necesidad que se distribuían mediante la cartilla de racionamiento (1939-1952). Todo ello provocaría que, aun corriendo riesgo, muchos productos se vendieran en el mercado negro donde se obténían grandes ganancias.

Sector industrial:

se fomentó sobre todo la industria vinculada a intereses militares y estratégicos (hidrocarburos, siderurgia, construcción naval) para asegurar la independencia política y militar del nuevo Estado.

Comercio exterior

Se reglamenta, las importaciones y exportaciones pasaron a estar controladas totalmente por el Estado y hacía falta una autorización administrativa para llevarlas a cabo.

Resultados

Bajo nivel de vida de la población, inflación, déficit público, estancamiento económico y atraso con respecto al resto de Europa.

B) 1951-1959:

La década de los años 50 es un largo periodo de transición hacia el segundo franquismo, en que se pone fin al aislamiento y se inicia una cierta apertura al exterior. Es también el final del racionamiento y el inicio de una tímida liberalización económica. Se pasa de un Estado totalitario de inspiración fascista a una dictadura militar y católica bajo la ideología del nacionalcatolicismo.

  1. Estructura del Estado: tímidos cambios políticos. Predominio del nacionalcatolicismo: los primeros intentos de apertura:

El nuevo gabinete se caracterizaba por ser una combinación de falangistas, militares y católicos, con un peso mayor de éstos últimos, y con la introducción de personalidades no tan comprometidas con los principios más autoritarios. Entrada de Luis Carrero
Blanco al gobierno. Con estos cambios, el régimen pretendía una cierta homologación internacional que le permitiese poner fin al aislamiento.

  1. Política exterior

El final del aislamiento, comenzado a partir de 1947, se prolongó en estos años como lo indica la postura de la ONU recomendando la vuelta de los embajadores y con la entrada de España en este organismo internacional (1955). Otros importantes sucesos fueron:

  • Concordato con la Santa Sede
  • Tratados militares con EEUU
  1. Política económica: comienzo de la liberalización económica:


a) La imposibilidad de desarrollar la industria sin los productos extranjeros necesarios, que hace necesario aumentar las importaciones.

b) La precariedad y atraso relativo de nuestra base agrícola e industrial, que no podía tampoco prescindir de la importación de maquinaria para modernizar y racionalizar su equipo.

  1. Aspectos sociales:


  • Valores y costumbres de la nueva sociedad:

Así se impusieron unas formas de comportamiento basadas en la más estricta moral cristiana.
El puritanismo invadíó todas las actividades sociales. Se instauró una rígida censura sobre todas las actividades sociales, culturales y lúdicas de los españoles. Películas, libros, obras de teatro, prensa… En el ámbito familiar, se impuso el modelo patriarcal, por el que se establecía el completo sometimiento de la mujer al hombre.

La educación se convirtió en un importante medio de adoctrinamiento político y religioso.

  • El mundo del trabajo:

El Estado reglamentaba toda actuación a través de las Magistraturas de Trabajo. Todo vestigio de sindicalismo anterior fue abolido y en su lugar aparecieron los Sindicatos verticales dirigidos por Falange. No había posibilidad de negociación colectiva y la huelga quedaba prohibida. Paralelamente el régimen promovíó una legislación a favor del trabajador (ley sobre vacaciones, sobre accidentes de trabajo) que concluyó con el establecimiento del Seguro de enfermedad.

  1. El régimen y la oposición:


  • Exilio, represión y resistencia en la década de los cuarenta:


En la fase final de la Guerra Civil abandonaron España por los Pirineos, hacia Francia, o por algunos puertos me­diterráneos hacia el norte de África, algo más de cuatro­cientas mil personas comprometidas con la República. La mayoría de ellas regresó al país, debido a la Guerra Mundial y el régimen prometíó no proceder contra quienes no hubiesen cometido delito, promesa que fue incumplida. Alrededor de doscientas mil personas permanecieron en el exilio: en Francia y en los dominios franceses de África (Argelia, Marruecos); muchas menos en Gran Bretaña y en la URSS.

La mayoría de los partidos políticos mantuvieron su organización en el exilio.

  • Represión institucionalizada: Los vencedores de la guerra desencadena­ron una represión en la que se mezcla­ba la venganza personal con el enfrentamiento ideológico (Ley de responsabilidades políticas). Junto a los juicios militares (consejos de guerra) que llevaron a la pena de muerte alrededor de cuarenta mil personas, se establecie­ron juicios civiles por responsabilidad política. Represión sobre los nacionalismos:
    alconsiderar que los nacionalismos atentaban contra la unidad de España.

A pesar de la feroz represión, existía desde el primer mo­mentó una oposición al régimen.
Los grupos guerrilleros (maquis)
formados al final de la guerra, continuaron actúan­do. Los dirigentes de los diferentes partidos se encontraban en el exilio, desde allí intentaron re­componer la organización de cada uno, formar alianzas en­tre ellos o buscar apoyo en las democracias para derribar al régimen.

  • La nueva oposición en la década de los cincuenta:


Los medios obreros católicos (que cuestionan la política laboral del régimen y comienzan a plantear reivindicaciones sociales y laborales) los sindicatos oficiales (donde se ha ido integrando gente opositora al régimen) y los medios intelectuales y universitarios.

  1. Aspectos culturales

  • Una cultura controlada por el poder: ante el exilio de intelectuales y artistas, debido a la guerra, la España franquista conocíó una gran parálisis intelectual. Aunque los principios del franquismo impregnaban la sociedad, ésta empezó a experimentar algún cambio con la llegada del turismo (en resumen, podemos decir que el régimen promovíó un divorcio entre los intelectuales y la sociedad)










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