El Avance de la Reconquista en el Siglo XIII
El siglo XIII se inicia con una cruzada crucial auspiciada por el papa Inocencio III: la batalla de las Navas de Tolosa. En julio de 1212, los ejércitos cristianos —concentrados en Toledo y compuestos por fuerzas de Castilla, las Órdenes Militares, concejos, Aragón y caballeros franceses, entre otros— se enfrentaron a los almohades. La victoria cristiana abrió las puertas de Andalucía, pero se saldó con un gran número de bajas que provocaron epidemias de peste e impidieron una conquista rápida. A finales del siglo XIII, Al-Ándalus quedó reducido al reino nazarí de Granada.
Reino de Portugal
Portugal culmina su proceso de Reconquista, consolidando sus fronteras.
Reinos de León y Castilla
El Reino de León se expansiona por tierras extremeñas, conquistando Cáceres, Mérida y Badajoz. Posteriormente, se producirá la unión definitiva con el Reino de Castilla. Bajo el reinado de Fernando III, el Santo, Castilla se consolida como el estado hegemónico en el proceso reconquistador, anexionando Córdoba, Murcia, Jaén y Sevilla, e incluso realizando expediciones por el norte de África. Su sucesor, Alfonso X, el Sabio, completaría la conquista de Andalucía occidental (Huelva, Cádiz). A partir de este momento, la expansión territorial castellana se estabilizó, y la tarea reconquistadora hacia el reino nazarí de Granada no se reemprendería hasta dos siglos después, con los Reyes Católicos.
Corona de Aragón
Desde inicios del siglo XII, Cataluña se había expandido por tierras de Occitania y Provenza (sur de Francia). Esta expansión chocó con los intereses de los reyes de Francia, lo que derivó en un conflicto. Pedro II fue derrotado por los ejércitos franceses en la batalla de Muret, en el marco de las luchas contra la herejía cátara. A partir de este momento, la Corona de Aragón orientó su expansionismo hacia los territorios de Al-Ándalus y el Mediterráneo. Destaca la figura de Jaime I, el Conquistador, quien expulsó a los musulmanes de los siguientes territorios:
- Mallorca: Se integró como el Reino de Mallorca.
- Valencia y Denia: Se conformó el Reino de Valencia.
A partir de estas conquistas, la expansión mediterránea fue completada por sus sucesores, incorporando Sicilia, Cerdeña, los ducados de Atenas y Neopatria y, ya en el siglo XV, el Reino de Nápoles.
A finales del siglo XIII, solo el reino nazarí de Granada permanecía como territorio musulmán en la Península Ibérica.
Modelos de Colonización y Repoblación
La repoblación, es decir, la ocupación de los territorios ganados al islam, se realizó de formas diferentes según las zonas y sus condicionamientos.
Tipos de Repoblación
1. Repoblación por Comunidades de Aldea (Presura o Aprissio)
Llevada a cabo principalmente en el territorio asturleonés y en el Pirineo Occidental. Grupos de pioneros, por iniciativa privada, se adelantaban a la ocupación oficial. Posteriormente, el rey, dueño teórico de las tierras yermas, concedía la propiedad a quienes se asentasen en ellas, las cultivasen y defendiesen, bajo el derecho de aprissio. Así se conformaron las comunidades de aldea, organizadas en un concejo y regidas por fueros particulares otorgados por el monarca.
2. Comunidades de Villa y Tierra
Aplicada en el Valle del Duero y el Sistema Central. El territorio fue dividido en grandes circunscripciones constituidas por una villa o ciudad que actuaba como capital y un alfoz (territorio circundante) formado por numerosas aldeas. La repoblación fue de carácter oficial: todos los territorios pertenecían al rey, que los concedía a sus fieles (nobles) a cambio de servicios o mediante la fundación de monasterios, dando lugar a señoríos laicos y eclesiásticos. La masa de población campesina se instalaba en estas propiedades en régimen de vasallaje.
3. Repoblación Concejil o de Frontera
Utilizada en las zonas fronterizas, que eran más peligrosas. Se crearon concejos que tenían por cabeza una ciudad o villa y administraban una importante demarcación territorial (alfoz). Las leyes por las que se regían (fueros) eran otorgadas por el rey y contenían exenciones y privilegios para atraer pobladores. Con el paso de los siglos, muchos de estos concejos entraron en crisis y pasaron a formar parte de señoríos.
4. Repoblación en la Marca Hispánica
En los condados de la Marca Hispánica (futura Cataluña), el conde limitó la autonomía de las comunidades y la actividad colonizadora. Sin embargo, la iniciativa privada fue la primera y más activa impulsora de la colonización en los altos valles pirenaicos. A partir del siglo IX, la intervención condal se fortaleció mediante la fundación de monasterios y la fortificación de núcleos.
5. Repoblación por Repartimiento
Este sistema se utilizó en zonas con densa población musulmana o de gran valor económico, como el Valle del Tajo. Consistía en la distribución de los bienes y tierras conquistados entre los participantes de la conquista. Se aplicó de diferentes maneras:
- En el Valle del Ebro, los cristianos se instalaron en los núcleos ribereños mediante un sistema de repartimiento. En las poblaciones aragonesas del sur del río, se organizaron en municipios según fueros especiales otorgados por el monarca.
- En Baleares, Valencia, Murcia y el Valle del Guadalquivir, una comisión de oficiales reales evaluaba los bienes conquistados, hacía lotes y los entregaba a los guerreros en proporción a su rango y participación.
- En gran parte de la actual Andalucía y Extremadura, se procedió al reparto de donadíos (grandes extensiones) entre la nobleza, la Iglesia y las Órdenes Militares, y de heredamientos (terrenos de menor tamaño) asignados a los repobladores según su condición social.
6. Repoblación por Órdenes Militares
En zonas poco pobladas y estratégicas como La Mancha y los macizos montañosos de Teruel, la repoblación fue lenta y se dejó en manos de las Órdenes Militares. Esto favoreció la creación de grandes latifundios dedicados principalmente a la ganadería.
