La Resistencia al Franquismo: Oposición, Exilio y Transformación Social en España


Represión y Control Interno Tras la Guerra Civil

Tras la Guerra Civil, el régimen de Franco afianzó su victoria mediante una intensa represión y purgas internas. La Ley de Responsabilidades Políticas (1939-1945) castigó toda oposición desde 1934, sancionando tanto actos como la falta de apoyo al Movimiento Nacional. Se utilizó a los prisioneros como mano de obra forzada y barata en obras emblemáticas como el Valle de los Caídos. Además, se depuraron los cargos públicos, sustituyendo a los republicanos por partidarios del régimen, lo que aumentó la división social y la brecha entre vencedores y vencidos.

El Exilio Español y sus Consecuencias

Los exiliados, principalmente en Francia, vivieron en condiciones muy precarias; muchos fueron deportados a campos de concentración como Mauthausen, mientras que otros emigraron a América o se unieron a la Resistencia francesa. Numerosos intelectuales de la talla de Juan Ramón Jiménez, Rafael Alberti, María Zambrano, Pedro Salinas, Pablo Picasso, Joan Miró, Luis Buñuel o Severo Ochoa optaron por el exilio, truncando la brillante Edad de Plata de la cultura española y acentuando la mediocridad cultural del régimen. Algunos, como José Ortega y Gasset, regresaron años después.

Primeros Focos de Oposición (Años 40 y 50)

En 1945, Don Juan de Borbón publicó el Manifiesto de Lausana, reclamando a Franco la restauración de la monarquía. Entre 1944 y 1949 surgió el maquis, un movimiento guerrillero de republicanos (anarquistas, comunistas y socialistas) que operó en zonas montañosas. A pesar de la prohibición, se produjeron huelgas obreras en Cataluña y el País Vasco debido a las duras condiciones laborales. En 1956, tuvo lugar una protesta universitaria en Madrid, que provocó el cierre de la universidad y la declaración del estado de excepción. Los partidos políticos en el exilio, muy divididos, apenas influyeron, excepto el Partido Comunista de España (PCE), que lideró la resistencia interior y reorganizó la oposición clandestina. Las instituciones republicanas, por su parte, siguieron activas, especialmente en México.

La Oposición se Fortalece (Años 60 y 70)

Desde los años 60, los cambios sociales y las aspiraciones de libertades europeas impulsaron nuevos focos de oposición:

  • Conflictividad laboral: Aumentaron las huelgas que, además de mejoras laborales, exigían derechos políticos como la libertad sindical. Se formó el sindicato Comisiones Obreras (CC.OO.), ligado al PCE, cuyos líderes, como Marcelino Camacho, fueron encarcelados tras el célebre Proceso 1001.
  • Movilización universitaria: La exigencia de libertades democráticas se intensificó. En 1965, la represión provocó el despido de catedráticos como Enrique Tierno Galván y Agustín García Calvo.
  • La Iglesia crítica: Tras el Concilio Vaticano II y bajo la influencia del Papa Pablo VI, una parte de la Iglesia, liderada por figuras como el cardenal Vicente Enrique y Tarancón, se distanció del franquismo. Muchos sacerdotes se integraron en la lucha clandestina.
  • Actividad clandestina de partidos: El PCE mantuvo el liderazgo opositor, impulsando la reconciliación nacional. El PSOE renovó su dirección en el Congreso de Suresnes en 1974 con Felipe González. Surgieron también grupos de extrema izquierda como el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), partidos moderados como Convergència Democràtica de Jordi Pujol, y se revitalizaron los nacionalistas históricos (PNV, ERC y otros). ETA, nacida como escisión del PNV, evolucionó hacia una organización terrorista. Además, surgió la Unión Militar Democrática (UMD) entre oficiales demócratas del ejército, inspirados en la Revolución de los Claveles portuguesa.

La Respuesta del Régimen y el Declive del Franquismo

El régimen respondió de manera constante con represión: torturas policiales, instauración del Tribunal de Orden Público (TOP) y una censura férrea. No obstante, la oposición fue aumentando, dejando claro que el franquismo no perduraría mucho tiempo tras el fallecimiento de Franco.

Cultura y Censura Durante el Franquismo

Durante esta etapa, la cultura estuvo sujeta a la censura, bajo el control de la Iglesia y usada como herramienta de propaganda. Escritores como José María Pemán y Agustín de Foxá ensalzaron al régimen. Sin embargo, en el ámbito universitario surgió una perspectiva más liberal con figuras como Pedro Laín Entralgo, Dionisio Ridruejo y Joaquín Ruiz-Giménez.

La Ley de Prensa de 1966 permitió una cierta apertura, dando paso a una cultura crítica y de protesta: en literatura, Antonio Buero Vallejo y Camilo José Cela; en el cine, Luis García Berlanga; en música, Joan Manuel Serrat y Raimon, quienes desafiaron al régimen incluso en catalán; y en las artes plásticas, destacaron Salvador Dalí y Eduardo Chillida. La revista “Ruedo Ibérico”, aunque prohibida, se convirtió en un importante vehículo cultural en la clandestinidad y entre los exiliados.

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