1. El Reinado de Alfonso XII (1875-1885): El Sistema Canovista
El sistema canovista fue diseñado por Cánovas del Castillo. Consistía en una monarquía parlamentaria en la que dos partidos se turnarían pacíficamente el poder, evitando así la injerencia del ejército en la vida política. Los dos partidos principales fueron:
Los Partidos del Turno
- El Partido Conservador (liderado por Cánovas): Integrado por moderados y unionistas. Defendía una monarquía parlamentaria, amplios poderes para el rey, libertades restringidas y el sufragio censitario.
- El Partido Liberal (liderado por Sagasta): Integrado por progresistas, constitucionalistas y algunos radicales. Era laicista y propugnaba el reformismo. Defendía el sufragio universal masculino y un mayor reconocimiento de libertades.
Se trataba de un falso régimen parlamentario, ya que los dos partidos solo representaban los intereses de la burguesía y respondían a acuerdos y a un pactado fraude electoral. El monarca apreciaba si la situación política exigía un cambio de partido, de forma que casi todo quedaba a merced del criterio del monarca. El fraude consistía en amenazas, falsificación del censo, alteración de actas o el conocido como «pucherazo».
Cánovas propuso acabar con los conflictos bélicos, consiguiendo finalizar la Guerra Carlista, poner fin al foralismo y sofocar temporalmente la insurrección cubana.
La Constitución de 1876 y el Sistema de la Restauración
Para su elaboración se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes con sufragio universal masculino. Se caracteriza por:
- Soberanía compartida entre las Cortes y el Rey.
- Concedía amplios poderes al monarca.
- De carácter conservador, inspirada en valores históricos de la monarquía, la religión y la propiedad.
- Ventaja: era compatible con gobiernos distintos, se podían variar las leyes sin cambiar la Constitución, evitándose así que cada cambio de gobierno crease otra Constitución.
- El Catolicismo era la religión oficial del Estado, con libertad de culto, pero prohibiendo las manifestaciones públicas de cualquier otra religión.
- Amplia declaración de derechos (libertad de opinión, reunión, prensa…).
- Establecía un Estado centralizado, con igualdad jurisdiccional para todo el territorio. Se suprimieron los fueros vascos, se estableció la igualdad fiscal y el servicio militar obligatorio para todos los españoles.
2. La Regencia de María Cristina (1885-1902)
Alfonso XII falleció prematuramente y su viuda, María Cristina de Habsburgo, asumió la regencia hasta la mayoría de edad del futuro Alfonso XIII. Cánovas y Sagasta acordaron el Pacto de El Pardo, en el que ambos se comprometían a pactar el turnismo y aceptar a María Cristina como regente.
Las principales medidas de carácter liberal fueron impulsadas por Sagasta:
- Ley de Asociaciones.
- Ley del Jurado.
- Ley de Sufragio Universal Masculino.
El caciquismo y la corrupción provocaron que los conservadores volvieran al poder. Cánovas se mantuvo en el poder hasta 1892, luego Sagasta, y en 1895 retoma Cánovas. En este periodo se produjo el Desastre del 98 y el asesinato de Cánovas a manos de un anarquista italiano.
La Oposición Política al Sistema
Partidos Republicanos
Perdieron gran apoyo social. Cánovas los situó al margen de la legalidad. Oscilaron entre la vía revolucionaria (Zorrilla) y la vía electoral (Salmerón). No fueron capaces de cambiar el sistema. Su principal problema fue la falta de unidad.
Carlismo
Después de la derrota militar, fueron obligados al exilio. A partir de entonces, se dividieron entre partidarios de una nueva guerra civil y los que querían la integración pacífica. Su seña de identidad más característica quedó fijada principalmente en su acentuado integrismo religioso. Formaron los requetés (fuerzas paramilitares).
Movimiento Obrero
Anarquismo
Corriente mayoritaria. Rechazaban toda acción política por vía parlamentaria. Algunos fueron partidarios de la violencia terrorista, otros de la acción sindical (anarcosindicalismo).
PSOE
Fundado en la clandestinidad en 1879 por Pablo Iglesias. Era un partido socialista marxista. Su inspiración inicial era el fin de la sociedad capitalista, la abolición de las clases sociales y la toma del poder político por la clase trabajadora. Estaban a favor del control político para así cambiar la propiedad individual por otra «común de la nación». A diferencia de los anarquistas, rehusaron las acciones insurreccionales. En 1888, Pablo Iglesias fundó la Unión General de Trabajadores (UGT) como sindicato del partido. Se centraron en mejorar las condiciones de vida y trabajo del proletariado, establecer un salario mínimo, reducir la jornada laboral, el descanso dominical y la prohibición del trabajo infantil.
Importante destacar la oposición intelectual fundada por Francisco Giner de los Ríos, conocida como la Institución Libre de Enseñanza, influida por el Krausismo, que buscaba formar ciudadanos conscientes de la realidad.
Regionalismo y Nacionalismo
Cataluña
Intensa conciencia nacional que se tradujo en iniciativas sociales muy variadas. El movimiento cultural que trataba de recuperar la lengua y la cultura catalana fue conocido como la Renaixença. Se formó un primer grupo político, la Unió Catalanista, que redactaría las Bases de Manresa, y posteriormente la Lliga Regionalista.
País Vasco
Se fundó el PNV (Partido Nacionalista Vasco) por Sabino Arana, quien hizo una propuesta independentista basada en la raza, la religión y los fueros. Con un apoyo social escaso inicialmente, evolucionó hacia posturas más moderadas, extendiendo su influencia entre la población vasca.
Galicia
Movimiento cultural O Rexurdimiento (Rosalía de Castro) que trataba de recuperar tradiciones y la lengua gallegas y que poco a poco incorporó planteamientos políticos. En 1889 se fundó la Asociación Regionalista Galega.
El Impacto del Desastre del 98
Cuba representó un grave problema internacional que iba a poner de manifiesto las carencias sociales y económicas de España. La derrota frente a Estados Unidos condujo a la Crisis del 98. España perdió (Paz de París) y tuvo que deshacerse de colonias como Cuba, Puerto Rico, Guam y Filipinas, convirtiéndose en una potencia de segunda fila.
Las repercusiones fueron menores a nivel político y económico, destacando la rápida recuperación de la pérdida del mercado colonial, el desarrollo de la banca y el aumento de las actividades económicas.
La Crisis del 98 fue, sobre todo, una crisis moral e ideológica, causando un importante impacto psicológico entre la población. La derrota sumió a la sociedad y a la clase política española en un estado de desencanto y frustración porque significó la destrucción del mito del imperio español.
El desencanto provocado por la Crisis del 98 provocó la aparición del fenómeno del Regeneracionismo, que defendía la necesidad de acabar con la corrupción electoral, mejorar la situación del campo español y aumentar el nivel educativo y cultural del país. Un grupo de literatos y pensadores, la Generación del 98, intentaron analizar el «problema de España» en un sentido muy crítico y tono pesimista (Miguel de Unamuno, Azorín, Pío Baroja o Antonio Machado).