Modernismo y Generación del 98 en la literatura española


MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98

El Modernismo: Este movimiento artístico se desarrolló en todo el mundo hispánico entre 1885 y 1915, aproximadamente, centrado en la figura del poeta nicaragüense Rubén Darío, autor de tres poemarios fundamentales: Azul, Prosas profanas y Cantos de vida y esperanza. En ellos se manifiestan las características distintivas del Modernismo: su esteticismo, la huida de la realidad en el tiempo y en el espacio, el amor sensual, el decadentismo y la perfección formal de la obra, rasgo de herencia parnasiana que se traduce en una cuidada selección léxica y en el afán de experimentación con versos y estrofas.

En España, la estética modernista influyó poderosamente en tres autores:

  • Ramón Mª del Valle-Inclán (1866-1936), creador de un ciclo novelístico centrado en la figura donjuanesca y amoral del marqués de Bradomín, protagonista de las Sonatas, que son cuatro novelas esteticistas escritas en una prosa musical y exquisita.
  • Antonio Machado (1875-1939), en su poemario Soledades, galerías y otros poemas (1903, ampliado en 1907) cultiva un modernismo intimista y sobrio, más cercano a Bécquer que a Darío. Usa recurrentemente los símbolos existenciales: la fuente, la noria, la tarde,… Métricamente, emplea los versos dodecasílabos y alejandrinos.
  • Juan Ramón Jiménez (1881-1958), quien en su primera etapa poética (hasta 1915) practica un modernismo intimista, evocador y nostálgico, de ambientación neorromántica y métrica sencilla. Algunos títulos: Arias tristes, Elejías.

LA GENERACIÓN DEL 98

Agrupa a una serie de escritores que comparten la preocupación existencial y la preocupación nacional, derivada del sentimiento generalizado de postración, vivo en los ámbitos intelectuales, producto de la pérdida de Cuba, Filipinas y Puerto Rico. Esta Generación del 98 se caracteriza por:

  • El tema de España. Para estos autores, la superación de la decadencia nacional pasaba por un redescubrimiento de la esencia nacional. Esta esencia pura española se manifestaría -según ellos- en Castilla. Y junto con Castilla, la figura de Don Quijote, encarnación profunda del carácter español en virtud de su idealismo.
  • Interés por el paisaje; intentan interpretar el alma española a través de su paisaje.
  • La preocupación religiosa y existencial.
  • Frente al esteticismo modernista, propugnan un mayor equilibrio entre el contenido y la expresión. Optan por la frase corta y el léxico patrimonial, “terruñero”.

Principales representantes de esta Generación del 98:

1.- Miguel de Unamuno (1864-1936). Su obra gira en torno a dos ideas obsesionantes: el problema de España y la cuestión existencial, vivida por él con máxima angustia. Entre sus ensayos destaca: En torno al casticismo y Vida de Don Quijote y Sancho. En la narrativa, es autor de la nivola, un tipo de novela breve y experimental, sin interés por el argumento, centrada en alguna cuestión ideológica o filosófica. Principales nivolas: Niebla, La tía Tula, San Manuel Bueno, mártir. Unamuno fue también notable poeta y dramaturgo.

2.- Pío Baroja (1872-1956) es el novelista por excelencia de la Generación del 98. Escribe obras llenas de acción y movimiento, de trama única y argumento lineal, centradas en un personaje protagonista, en las que muestra su pesimismo y escepticismo. Su estilo es sencillo y antirretórico. Escribió más de sesenta novelas agrupadas en trilogías. Algunos títulos: Camino de perfección, La busca, El árbol de la ciencia. Fue también un fecundo autor de libros de memorias (Desde la última vuelta del camino).

3.- Ramón Mª del Valle-Inclán (1866-1936). Aparte sus novelas modernistas, en el campo teatral y en un estilo denominado “rústico”, escribe las tres Comedias bárbaras, en las que presenta su Galicia natal envuelta en violencia y primitivismo. Destaca la figura tiránica de Don Juan Manuel Montenegro, cuyos seis hijos representan la degeneración de la nobleza rural galaica. Pero su creación literaria más genial es el esperpento, consistente en la deformación expresionista de la realidad en su conjunto, en la degradación y caricaturización de los personajes. Sus mejores esperpentos: Luces de Bohemia, Divinas palabras.

4.- José Martínez Ruiz, “Azorín” (1873-1966). Es el gran estilista en prosa del 98, dotado de una extraordinaria sensibilidad para la evocación histórica y la descripción paisajística. Es autor de ensayos (Los pueblos, La ruta de Don Quijote) y de novelas que mezclan el lirismo y la reflexión como La voluntad o Confesiones de un pequeño filósofo.

5.- Antonio Machado (1875-1939). Es el gran poeta del 98, aunque se inició en el modernismo con su primera obra. Para Machado, la poesía es “la palabra esencial en el tiempo”, y nace de la sinceridad, la hondura sentimental y el compromiso con la realidad. En 1912 publica Campos de Castilla, ampliado en 1917, fruto de la identificación espiritual que se produce entre él y el mundo castellano (Soria). Destacan las evocaciones de su mujer -Leonor-, fallecida prematuramente; las descripciones paisajísticas y la preocupación por España, en un tono de denuncia social muy agudizado. Posteriormente publicará Nuevas Canciones (1924) y, en prosa, Juan de Mairena.

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