Contexto Histórico de la España del Siglo XIX: Movimiento Obrero y Abolicionismo
1. Documento Principal: El Movimiento Obrero en el Sexenio Democrático (1872)
Este texto histórico, de **naturaleza política**, rechaza el gobierno surgido tras las elecciones y critica veladamente la monarquía de Amadeo de Saboya, así como el sistema político establecido tras la Revolución Gloriosa.
1.1. Implicaciones y Fuente
- Sociales: Crítica al papel de las Cortes, consideradas burguesas y marginadoras de las clases trabajadoras.
- Legales: Prohibición de las Cortes obreras, refiriéndose a la ilegalización de la sección española de la AIT.
Fuente: Primaria. Autor: Colectivo (delegados de la sección regional de la AIT, entre ellos Paul Lafargue). Destinatario: Público (clase trabajadora). Elaborado en: 1872.
1.2. Ámbito Político del Sexenio Democrático (1868-1874)
El **Sexenio Democrático** (1868-1874) supuso la aparición del **sufragio universal** y el reconocimiento de derechos políticos y sociales. En este contexto, el **movimiento obrero** buscó hacerse oír. La **Asociación Internacional de Trabajadores (AIT)**, fundada en 1864, se legalizó en España tras la **Constitución de 1869** (de carácter democrático), celebrando su primer congreso en Barcelona en 1870.
El gobierno provisional de Prim enfrentó una etapa de convulsiones políticas y sociales:
- La **Guerra de Cuba**.
- El nombramiento del nuevo rey: **Amadeo de Saboya**.
- La oposición de **carlistas** y **alfonsinos**.
- El permanente acoso de los **republicanos**.
- El descontento de las **clases populares**, que veían sus demandas sociales sin respuesta.
1.3. Ideas Centrales del Documento
- Principal: Rechazo a la labor de las Cortes, que reprimen al movimiento obrero y se ponen al servicio de la burguesía.
- Otras ideas: Las Cortes expolian los intereses de la clase trabajadora. Se considera necesario estudiar los problemas socioeconómicos que afectan a la clase trabajadora.
1.4. Ámbito Socioeconómico y el Movimiento Obrero Español
La **industrialización en España** se inició en la década de 1830, con niveles de producción muy inferiores a los europeos a finales de siglo. Fue un proceso más lento y desequilibrado, tanto sectorial (algodón y siderurgia) como regionalmente (Cataluña y el País Vasco). Las **condiciones laborales de los obreros** eran muy duras, al igual que en el resto de Europa.
La base del movimiento obrero se asentó en el **anarquismo** y el **marxismo (socialismo)**, que se disputaron su hegemonía en la AIT, fruto de la división internacional entre anarquistas (dirigidos por **Bakunin**) y socialistas (liderados por **Marx**).
El incipiente movimiento obrero español se inclinó hacia el anarquismo y la influencia de la I Internacional. Tras el viaje de **Giuseppe Fanelli** a España, **Anselmo Lorenzo** y **Fraga Pellicer** formaron los primeros núcleos anarquistas del país. La difusión del anarquismo tuvo un gran éxito, especialmente en Cataluña y Andalucía. Por su parte, la ideología socialista, extendida por **Paul Lafargue**, proponía la transformación revolucionaria de la sociedad mediante la conquista del poder por la clase trabajadora y la conversión de la propiedad privada en colectiva.
1.5. Reinado de Amadeo I y la Primera República
En 1871 comenzó la primera experiencia de una **monarquía democrática en España** con **Amadeo I**. Este monarca inició su reinado sin el apoyo de su principal valedor, el general Prim, asesinado un día antes de su llegada a Madrid. Amadeo de Saboya se enfrentó a la indiferencia de los mandos militares, la Iglesia y la aristocracia, así como a la profunda división política del país. En el gobierno se sucedieron los unionistas de Serrano, los radicales de Ruiz Zorrilla y los progresistas de Sagasta. Este último, ante la agitación derivada de la difusión de los principios de la I Internacional y por temor a una revolución proletaria, prohibió las actividades de los internacionalistas.
La inestabilidad política y social, marcada por las actividades de la AIT, la oposición de los republicanos federales, la continuación de la guerra de Cuba y el estallido de la **Tercera Guerra Carlista**, provocaron la abdicación de Amadeo I. Ese mismo día, las Cortes proclamaron la **Primera República Española**.
A lo largo de sus once meses de vida, la Primera República intentó, sin éxito, consolidar el sistema democrático iniciado en 1868. Desde el primer momento, el nuevo régimen se vio obligado a enfrentarse a graves problemas que continuaban y que, finalmente, provocaron su fracaso:
- La división interna entre los republicanos unitarios y federalistas.
- La **Guerra Carlista**.
- La **Guerra de Cuba**.
- El surgimiento del movimiento insurgente **cantonalista**.
- La falta de apoyo popular.
- La inestabilidad social, en parte motivada por la actuación de los grupos obreros.
1.6. El Movimiento Obrero en la Restauración
En el campo obrero, tanto anarquistas como socialistas continuaron con sus reivindicaciones. En 1879, **Pablo Iglesias** fundó el **Partido Socialista Obrero Español (PSOE)**, como partido de clase que defendía los derechos del proletariado. Combinó el ideario revolucionario marxista con medidas más realistas, como la participación en la vida política o la creación de sociedades de producción y consumo o la Mutualidad de Madrid. En 1888, fundó la **Unión General de Trabajadores (UGT)**.
Por su parte, el **anarquismo** fue la ideología obrera más influyente en la Restauración. Su oposición a toda forma de poder, la **acción violenta** y el ataque a las instituciones del Estado hicieron del anarquismo una amenaza para el poder establecido. Ejemplos de esto incluyen las actuaciones de la **Mano Negra**, el asesinato de Cánovas y el atentado de 1886 en Barcelona contra la procesión del Corpus. Sin embargo, a finales de siglo surgió otra tradición anarquista, partidaria de la **acción sindical**, la **educación racionalista** y la **prensa**.
2. La Constitución de 1837 y el Liberalismo Español
Nos encontramos ante un **texto histórico de fuente primaria y de naturaleza jurídica**: fragmentos de la **Constitución de 1837**, promulgada en Madrid durante la Regencia de María Cristina de Borbón. Fue una iniciativa del **Partido Progresista** para aprobar una Constitución de consenso con el **Partido Moderado**, que permitiera la alternancia de los dos partidos liberales sin necesidad de cambiar la Carta Magna con cada relevo gubernamental.
Vigencia: Hasta 1845, cuando el Partido Moderado impuso su propia Constitución. Autor: Progresistas. Destinatario: Público.
La Constitución de 1837 significó el **triunfo del liberalismo en España**, tras los intentos frustrados de las Cortes de Cádiz y el Trienio Liberal, y el moderantismo expresado en el Estatuto Real de 1834. Fue una **Constitución de origen popular** y, desde entonces, sirvió de referencia para textos constitucionales posteriores más avanzados.
El período de vigencia de esta Constitución se caracterizó por la agitación e inestabilidad política, que se mantuvo tanto en la regencia de María Cristina como luego en la regencia de Espartero y en la mayoría de edad de Isabel II. La Constitución de 1837 no solo marcó el comienzo de una nueva etapa política en la historia de la España decimonónica, sino que también sentó las bases para un **profundo cambio en la sociedad española** a partir del segundo tercio del siglo XIX.
3. Las Clases Populares y el Movimiento Obrero (Contexto General)
Las **masas populares** estaban compuestas por campesinos y proletarios. Existía movilidad entre el estrato medio y el inferior, y dentro de este último, diferentes niveles o capas que descendían hasta el proletariado.
Tras su participación en la **Guerra de la Independencia**, el elemento popular quedó sumido en un silencio que derivaba de la inmovilidad que le había otorgado la ideología liberal, y así permaneció durante décadas. Sin embargo, el estrato inferior no formaba un todo unitario, mostrando dos grupos diferenciados: el rural y el urbano.
La comunidad rural se regía por un tiempo lento, dependiente del ciclo astronómico, en contraste con la celeridad urbana. Todo lo que llegaba a ella desde fuera, ya fuera una ley o una moda, era necesariamente impuesto. El desfase entre la sociedad urbana y la rural era total. Además, ambas sociedades no podían equipararse numéricamente: en 1860, por ejemplo, la **población activa era abrumadoramente agrícola**, y los obreros estrictamente industriales representaban tan solo alrededor del 4 %.
Por último, dentro de cada una, y de modo destacado en la urbana, la variedad de oficios y ocupaciones, con la diversidad de salarios, producía una gran variedad de situaciones concretas.
3.1. Orígenes del Movimiento Obrero
En 1864 se creó la **Asociación Internacional de Trabajadores (AIT)**, donde convivían seguidores de **Karl Marx** (marxistas o socialistas) y **Mijaíl Bakunin** (anarquistas). Las libertades traídas por la **Revolución Gloriosa** permitieron la creación de la **Sección Española de la AIT**. Su fundación se debió al impulso del anarquista **Giuseppe Fanelli**. Entre los internacionalistas españoles, predominó la ideología anarquista, con un mayor desarrollo en Cataluña (debido a su mayor industrialización). **Paul Lafargue** llegó a España en 1872 para propagar el marxismo.
4. La Cuestión de la Esclavitud y el Abolicionismo en España
Nos encontramos ante una **imagen histórica de naturaleza política**, una alegoría de la República y la Libertad.
Fuente: Primaria. Destinatario: Público (publicada en la revista *La Flaca*).
Probablemente, ante la situación del **sistema canovista** (simultánea con la Guerra de Cuba), la revista buscaba difundir la idea de que España necesitaba otra vía para alcanzar la libertad. Además, la imagen aborda el **debate de la esclavitud**: algunos personajes intentan encadenar a la alegoría de la libertad, mientras que otros buscan liberarla. Los personajes que intentan mantener la esclavitud están ataviados con ropajes de épocas pasadas, incluso uno vestido con armadura.
4.1. El Movimiento Abolicionista
El 2 de abril de 1865 se creó la **Sociedad Abolicionista Española** por iniciativa del hacendado puertorriqueño **Julio Vizcarrondo**, quien se trasladó a la península tras haber liberado a sus esclavos. El 10 de diciembre del mismo año fundó su periódico, *El Abolicionista*. Contó con el apoyo de políticos que fraguaron la **Revolución de 1868**, conocida como **La Gloriosa**, que destronó a Isabel II.
Como consecuencia, en 1870, siendo ministro de Ultramar **Segismundo Moret**, se promulgó la ley de **«libertad de vientres»**, que concedía la libertad a los futuros hijos de las esclavas y que irritó a los esclavistas. En 1872, el gobierno de **Ruiz Zorrilla** elaboró un proyecto de ley para la abolición de la esclavitud en Puerto Rico.
4.2. Oposición a la Abolición y Consecuencias
Contra este proyecto se desató una **feroz oposición**. Para coordinar la acción opositora, se crearon en varias ciudades (como Madrid, Santander, Cádiz o Barcelona) **Círculos Hispano Ultramarinos** de exresidentes de las Antillas, y se impulsó la constitución de la **«Liga Nacional» antiabolicionista** en diversas localidades. Instigaron **plantones de la nobleza** al rey Amadeo de Saboya, conspiraciones, campañas de prensa y manifestaciones callejeras, como la del 11 de diciembre en Madrid, que tuvo como réplica la organizada por la Sociedad Abolicionista Española en la misma ciudad el 10 de enero de 1873.
Tal crispación se explica porque la liberación de los 31.000 esclavos puertorriqueños se veía como un temido preámbulo de la liberación de los casi 400.000 esclavos cubanos. Precisamente, la oposición a este proyecto de ley abolicionista fue uno de los elementos más visibles de crítica al rey Amadeo I en la prensa conservadora.
Tras su abdicación en febrero de 1873, la ley que abolía la esclavitud en Puerto Rico fue finalmente aprobada el 25 de marzo de 1873, un mes después de la abdicación del rey y de la proclamación de la Primera República Española. Sin embargo, Cuba tuvo que esperar siete años más que Puerto Rico, ya que la abolición definitiva no llegó hasta el 17 de febrero de 1880, durante el reinado de Alfonso XII.