El Concepto de Lengua Estándar
Una lengua estándar es un modelo lingüístico abstracto que no se corresponde con el habla real de ningún hablante en particular. Sin embargo, se utiliza como guía para una comunicación correcta. Cuanto más culto es el hablante, más se acerca su uso de la lengua a este estándar. La lengua debe describir la realidad; cuando esto ocurre, se le aplican normas y se estandariza.
Criterios para la Corrección Lingüística
Para establecer la norma estándar y determinar qué se considera «correcto» en el uso del idioma, se deben tener en cuenta tres criterios fundamentales:
1. Comprensibilidad
La base de la norma estándar es garantizar la comprensibilidad entre los hablantes, lo que a menudo requiere realizar correcciones en el uso de la lengua. Por ejemplo, las diferencias entre dialectos o sociolectos pueden dificultar el entendimiento mutuo, afectando principalmente al plano fonético. Puede haber dificultades de comprensión entre un hablante del norte y uno del sur de una misma región, o entre una persona culta y una inculta. Un fenómeno común que puede afectar la claridad es la asimilación, que consiste en la supresión de letras o sílabas, o en la unión de vocales semejantes contiguas que se pronuncian sin pausa.
2. El Modelo Culto
El modelo culto se basa en el uso del idioma por parte de autores prestigiosos y personas con un nivel de estudios superior. La Real Academia Española (RAE) sigue este modelo de cerca. Históricamente, se fundamentaba en la comunicación escrita y se reflejaba en obras como el Diccionario de autoridades, donde se citaban a grandes autores que habían utilizado una palabra concreta.
Este modelo sigue la Fonética y Fonología consideradas correctas por la RAE, según lo establecido en la Nueva gramática de la lengua española, obra basada en el estudio científico de ambas disciplinas y que enriquece nuestra lengua.
Asimismo, se adhiere a la ortofonía, es decir, la pronunciación correcta. Se promueve la conservación de los «grupos consonánticos cultos» (como en psicología o mnemotecnia), que son característicos de la norma culta, aunque en el habla relajada tiendan a simplificarse, con el objetivo de preservar el registro culto.
3. El Uso Común
El uso común es otro criterio que la RAE considera, especialmente para incluir nuevas palabras en sus diccionarios. Este criterio se refiere al habla más extendida y habitual entre los hablantes, la cual está condicionada por múltiples factores, como el registro coloquial o la pertenencia a un determinado grupo social o geográfico. Esto da lugar a variantes de la lengua distintas de la norma culta.
Un ejemplo claro son las diferencias regionales (como las que existen entre el norte y el sur de España), que se manifiestan en fenómenos como el seseo (pronunciar /s/ en lugar de /z/ o /θ/), la pronunciación relajada del fonema /tʃ/ (ch), la aspiración de la /h/ o la elisión de la /s/ final. Estas variaciones pueden afectar tanto a la comprensibilidad como a la ortofonía.
Conceptos Lingüísticos Fundamentales: Sistema, Norma y Habla
- Sistema
- Es el conjunto abstracto y completo de posibilidades que ofrece una lengua. Incluye tanto lo ya realizado como las realizaciones potenciales. Se trata de una red de funciones y un código de signos arbitrarios y convencionales creado por una comunidad de hablantes.
- Norma
- Es la realización colectiva y social de la lengua. Se trata de un sistema de usos obligados, impuestos por la tradición cultural y social, que varía según la comunidad lingüística.
- Habla
- Es la realización individual y concreta de la lengua. Son los actos lingüísticos específicos mediante los cuales un hablante se comunica con otro. El habla puede manifestarse en diferentes registros: culto, formal, informal o vulgar.
- Corrección
- Se refiere a la adecuación del uso del lenguaje al criterio culto, evitando usos considerados incorrectos o inadecuados para un contexto determinado y sustituyéndolos por las formas prestigiosas, con el fin de lograr la máxima comprensibilidad y adecuación.
Lengua Excluyente frente a Lengua Incluyente
Lengua Excluyente
Una lengua excluyente se refiere a un modelo de comunicación pública que se equipara al sociolecto de la élite. En este enfoque, el dialecto de los hablantes que ostentan el poder se impone como la norma única y correcta. Esta norma se manifiesta principalmente en estilos formales y géneros escritos, aunque también puede influir en registros orales.
Lengua Incluyente
Por el contrario, una lengua incluyente (o un concepto incluyente de lengua estándar) también se refiere a la comunicación pública, pero se define como un conjunto de géneros y estilos formales que son comunes a todos los dialectos. En este modelo, se aceptan y valoran las diferencias dialectales, buscando un estándar compartido que no imponga la variedad de un solo grupo social. Este estándar se construye sobre los estilos y géneros compartidos por toda la comunidad de hablantes, principalmente en los registros formales y escritos.
Conclusiones
- No se debe considerar la lengua únicamente como un conjunto de textos clásicos inmutables.
- La lengua es un organismo vivo y en constante evolución.
- No hay que percibir el cambio lingüístico como una «corrupción» del idioma, sino como un proceso natural de sustitución de unos procedimientos por otros.
