Jean-Jacques Rousseau: El Pensador de la Naturaleza y la Sociedad
Conocimiento en Rousseau
Rousseau, un pensador ilustrado, desarrolló su filosofía a partir del racionalismo y el empirismo. Concedió un papel fundamental a la razón en el conocimiento, distinguiendo dos usos:
- Uso teórico de la razón: Se basa en los sentidos. Aunque los sentidos proporcionan un conocimiento fiel y sin error, este es particular e inconexo, resultando limitado. La razón, por su parte, compara y da coherencia a esta información sensible para extraer conclusiones. Sin embargo, la razón teórica es insuficiente por sí misma.
- Aspecto práctico de la razón: Se aplica a los ámbitos moral y político de la vida. Su base son el sentimiento y la conciencia, a través de los cuales se acceden a verdades fundamentales. Es más sólida que la razón teórica, ya que no puede ser refutada.
Este modelo sentimental de la razón llevó a Rousseau a criticar el desarrollo científico e intelectual basado en la razón teórica, estableciendo dos críticas principales:
- Crítica del progreso: Cuestiona todos los aspectos del progreso, especialmente el científico, al considerarlo la raíz de la corrupción del hombre natural.
- Crítica a Newton: Lo critica por su mecanicismo y ateísmo, al no comprender cómo Newton ofrece una explicación puramente mecánica del mundo sin referencia a Dios o al alma. Rousseau objeta la razón teórica porque considera que las deducciones racionalistas son engañosas y falaces. Para él, la verdad no puede construirse sin la participación de los sentimientos y los sentidos.
Antropología de Rousseau
Rousseau se centró en temas prácticos. La base de su antropología es la bondad innata del ser humano, resumida en su célebre frase: «El hombre es bueno por naturaleza; es la sociedad la que lo corrompe».
Rousseau idealiza el mito del «buen salvaje», una figura recurrente en la literatura francesa. Para él, las letras, las ciencias y las artes son responsables de la degradación moral del individuo. Por ejemplo:
- La astronomía es perjudicial porque surge de la superstición.
- La aritmética es causa de la avaricia.
- La física nace de la curiosidad.
Mientras que para la sociedad de su tiempo la Enciclopedia representaba el progreso, para Rousseau significaba un retroceso.
El «buen salvaje», ese estado idílico planteado por Rousseau, desaparece con el surgimiento de la propiedad privada. Fue criticado por la supuesta intención de «devolver» a los seres humanos a una etapa animal.
Propone que la sociedad debe reformarse mediante un pacto social y que la educación, centrada en el contacto con la naturaleza, es fundamental para preservar la bondad innata del ser humano. Buscaba un sistema educativo flexible que priorizara el desarrollo de los sentidos y los sentimientos sobre la razón, fomentando la empatía y la cooperación. Su objetivo era formar ciudadanos comprometidos con el bien común, inspirándose en la educación cívica de Roma y Esparta. Sin embargo, su enfoque comunitario fue objeto de críticas.
Dios y Religión en Rousseau
Rousseau defendía una religión natural o deísta. En su obra Emilio, expone su concepto de elección, posicionándose en contra de toda religión positiva. Considera absurdas las ideas relacionadas con la religión eclesiástica, aunque admira el Evangelio. Su concepción religiosa no surge de la razón, sino de un sentimiento de admiración ante la armonía y perfección de la naturaleza. Aunque su idea de religión no era la más extendida, sostenía que debían respetarse todas las religiones que no causaran daño. Como pensador ilustrado, Rousseau priorizó el Estado sobre la Iglesia, afirmando que el Estado es el único órgano de salvación individual y colectiva.
Política y Sociedad en Rousseau
Rousseau plantea que el estado de naturaleza es opuesto al estado social del hombre. Este estado de naturaleza es una hipótesis que refleja los efectos de la sociedad. Para él, el Estado garantiza la seguridad y libertad de todos, haciendo imposible el retorno al estado natural. Propone vivir en sociedad para corregir sus fallos.
En El contrato social, los ciudadanos ceden sus derechos a la comunidad y sus intereses particulares en beneficio del colectivo. Este acuerdo no se logra por la fuerza, sino que es la voluntad general la que se convierte en depositaria de la soberanía. El pueblo elige una asamblea, no representantes, sino diputados, para tomar decisiones.
- Los diputados son administradores; no toman decisiones propias, sino que siguen la voluntad general.
- El legislador es quien orienta al pueblo o anuncia una ley.
Las leyes aprobadas por la voluntad general son sagradas y buscan el bien común, ya que la voluntad general representa el interés colectivo. La votación legal expresa esta voluntad general, y desafiarla es actuar por intereses propios.
Rousseau propone diversas formas de gobierno:
- Monarquía
- Aristocracia
- Democracia: Considerada su ideal, ya que en ella se identifican plenamente la soberanía y el gobierno del pueblo. Para que funcione, debe darse en comunidades pequeñas, como su ciudad natal, Ginebra, donde todos participan. En ciudades grandes, propone la monarquía parlamentaria como una adaptación realista de su ideal democrático.
En el estado de naturaleza, las desigualdades se basaban en talentos y habilidades, pero en la sociedad, la propiedad privada perpetúa la desigualdad económica. Durante la Ilustración, la frase «laissez-faire» se hizo famosa, pero Rousseau la rechaza. Además, critica la libertad de empresa capitalista, que enriquece a unos pocos, destruyendo valores como la solidaridad y fomentando el egoísmo. El filósofo añora la simplicidad y bondad de la antigüedad, considerando que la modernización ha corrompido a la humanidad. Según él, el capitalismo ha llevado a la sociedad a un declive moral y político, destruyendo la esencia humana. Diferencia entre dos tipos de propiedad:
- Propiedad del productor: Ganada por mérito y esfuerzo propios, es legítima y merece respeto.
- Propiedad privada capitalista: Basada en el trabajo asalariado, es condenada por injusta y generadora de desigualdades sociales.
Rousseau no propone el comunismo de bienes ni la igualdad absoluta, sino que busca limitar las desigualdades para evitar la «compra» de personas. El gobierno debe proteger la propiedad y mantener la igualdad a través de la ley. Su pensamiento influyó en la Constitución francesa, promoviendo una idea de nación que se opone al cosmopolitismo de la Ilustración francesa.
Ética y Moral en Rousseau
Rousseau destaca la libertad humana frente a la animal, argumentando que la libertad implica la reflexión en las decisiones. Rechaza el egoísmo como motivación, enfocándose en la compasión del ser humano. Su visión ética se distancia de los materialistas al afirmar que el hombre es libre y moral, diferenciándose de las leyes naturales que rigen a los animales. La sociedad que Rousseau imagina se inspira en Esparta, promoviendo la solidaridad y los lazos comunitarios para enfrentar la desintegración del capitalismo, donde reinan el aislamiento y el egoísmo. Defiende la cohesión social y el patriotismo.
El interés humano, según él, promueve la cooperación, y los conflictos provienen de la desigualdad del capitalismo. La ética y la política de Rousseau están intrínsecamente unidas, ya que la política establece la moral. Rousseau adopta el estoicismo como contrapunto al optimismo de la Ilustración. Llama «amor de sí» al instinto de conservación, que no es egoísmo, ya que implica empatía y se opone a la crueldad. El hombre primitivo es considerado bueno no por ser racional, sino basándose en el emotivismo moral inglés.
Immanuel Kant: La Razón Pura y Práctica
Conocimiento en Kant
En el prólogo a la primera edición de la Crítica de la razón pura, Kant expone su objetivo: «Averiguar si la metafísica es posible como ciencia». Observa que, a diferencia de las matemáticas y la física, que han avanzado con el tiempo, la metafísica no lo ha hecho. Para iniciar su estudio, analiza los tipos de juicios que existen, ya que todo conocimiento se compone de ellos:
- Juicios Analíticos: El predicado está contenido en el sujeto, por lo que no generan conocimiento nuevo. Son siempre verdaderos y se rigen por el principio de no contradicción. Al no depender de la experiencia, son siempre a priori.
- Juicios Sintéticos: El predicado no está comprendido en el sujeto, sino que añade información nueva. Amplían el conocimiento, pero no son a priori ni crean leyes universales. Hume sostenía que los juicios sintéticos son siempre a posteriori (basados en la experiencia). Kant, sin embargo, afirma que pueden ser a priori (como en las matemáticas), donde el conocimiento se amplía sin necesidad de experiencia.
Kant se pregunta si los juicios sintéticos a priori son posibles en la metafísica y si es posible conocer algo de la realidad sin experiencia. Si el conocimiento no proviniera de la experiencia, el ser humano sería el centro y el objeto se adaptaría a él. Kant, al igual que Copérnico, sitúa al ser humano en el centro del conocimiento: el objeto se ajusta a la realidad del sujeto, y la mente impone esquemas para conocerla. Kant fusiona empirismo y racionalismo: el conocimiento proviene tanto de la razón como de la experiencia. La mente utiliza «moldes» (sensibilidad e intelecto) que filtran la realidad. Kant estudia cómo el sujeto conoce en las siguientes secciones de su obra:
- Estética Trascendental: Estudia la sensibilidad, donde la materia del fenómeno es la sensación y la forma es la imposición del sujeto. El espacio y el tiempo son subjetivos. Las matemáticas permiten juicios universales y sintéticos a priori. Esto es el idealismo trascendental.
- Analítica Trascendental: El entendimiento permite conocer fenómenos mediante conceptos. El conocimiento surge de la interacción entre intuiciones (sensibilidad) y conceptos (entendimiento). Los conceptos puros (a priori) generan ciencia.
- Dialéctica Trascendental: La razón trasciende la experiencia, pero puede equivocarse. Kant critica los errores de la razón y sostiene que la metafísica no es una ciencia objetiva. Los conceptos de alma, mundo y Dios son ideas trascendentales, no empíricas.
Antropología de Kant
Según Kant, el ser humano es racional, sensible, moral y religioso. En la Crítica de la razón pura, su conocimiento está limitado por la sensibilidad, impidiéndole conocer más allá de la naturaleza y resolver problemas metafísicos como el alma, Dios o el mundo. Kant se pregunta si el ser humano posee una ley moral (que denomina imperativo categórico): aquello que una persona debe hacer independientemente de las circunstancias. Al ser el ser humano racional y libre, debe ser tratado con respeto y se le conceden dos postulados:
- La inmortalidad del alma, que le permitirá alcanzar la perfección moral.
- La existencia de Dios, que garantiza un comportamiento moral correcto.
Kant cree en el progreso humano (intelectual y moral), que se logra a través de la educación (un pensamiento propio de los filósofos ilustrados). Los seres humanos deben integrarse en un Estado republicano que logre una paz perpetua, capaz de asegurar el progreso social.
Política y Sociedad en Kant
Kant sigue la corriente contractualista de Rousseau y Hobbes, opinando que la sociedad debe perfeccionarse. Mantiene la idea de un estado primitivo al que se añadió el derecho privado, creándose el Estado y la Constitución por la unión de la voluntad general. El estado de derecho se fundamenta en la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y en principios de legitimidad como:
- Igualdad
- Libertad
- Autonomía
- El Estado, donde la fuerza pierde universalidad
- La ley jurídica, que expresa la libertad del mundo
Los problemas entre el Estado y las personas pueden resolverse mediante pactos, que son vínculos jurídicos. Kant distingue varios tipos:
- Constitución civil de todo Estado republicano: Basada en la voluntad general y la división de poderes.
- Federación de estados libres: Sin límites, sin ejércitos, con plenas libertades.
- Derecho cosmopolita: Establece que todo extranjero es considerado ciudadano.
Ética y Moral en Kant
Para Kant, el conocimiento prepara el camino para la moral. La libertad es la base de la moralidad, siendo necesario ser libre para actuar moralmente. En su estado natural, los hombres siguen leyes naturales; en el conocimiento, actúan conforme a la razón. Kant cuestiona la actuación humana y establece límites tanto racionales como morales. Destaca la buena voluntad, que obra por deber y no por intereses. Distingue entre obrar por deber (motivación moral) y obrar conforme al deber (por interés o inclinación). Para Kant, actuar por interés es inmoral.
Kant divide la ley moral en:
- Máximas: Principios prácticos subjetivos, válidos solo para el sujeto que los formula.
- Imperativos: Principios universales y objetivos que explican cómo debe actuarse según la ley moral.
- Imperativos Hipotéticos: Condicionales, orientados a un objetivo o fin (ej. «Si quieres X, haz Y»).
- Imperativos Categóricos: Verdaderas leyes morales para Kant, válidas en todos los aspectos y sin condiciones. Presenta tres formulaciones distintas:
- «Obra solo según aquella máxima por la cual puedas querer al mismo tiempo que se convierta en ley universal.»
- «Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre al mismo tiempo como un fin y nunca meramente como un medio.»
- «Obra de tal modo que tu voluntad pueda considerarse a sí misma, por medio de su máxima, como legisladora universal.»
Para Kant, la buena voluntad es obrar por deber. Distingue dos tipos de éticas:
- Éticas Materiales: Aquellas que prescriben un contenido o fin concreto (ej. la felicidad, el placer). Kant las considera heterónomas, pues la moralidad no surge de la propia razón, sino de un fin externo.
- Éticas Formales: La ética kantiana es formal, ya que no prescribe qué hacer, sino cómo hacerlo. Se basa en la forma de la ley moral (el imperativo categórico) y es autónoma, pues la voluntad se da a sí misma la ley.
Actuar moralmente puede chocar con la felicidad. La felicidad no puede controlar nuestras decisiones; debemos elegir el bien antes que la felicidad, aunque Kant admite que es lógico que un hombre virtuoso aspire a ser feliz.
Finalmente, Kant propone tres postulados de la razón práctica:
- Libertad: La convicción que tiene el hombre de vencer los obstáculos que se oponen a la ley moral (egoísmo e intereses).
- Inmortalidad del alma: El hombre busca la felicidad, pero el deber de adaptarse a la ley moral es un proceso lento. Se plantea la necesidad de un alma inmortal para alcanzar la perfección moral.
- Existencia de Dios: Debe existir un Dios que garantice al hombre la felicidad en proporción a su virtud.
Conclusión: Para Kant, la moralidad está por encima de la fe. Lo que no pudo demostrar en la razón teórica, lo demuestra en la razón práctica.