Verdad, Libertad y Realidad: Fundamentos Filosóficos contra el Relativismo


El Concepto de Verdad Originaria

La verdad es la patentización luminosa de una realidad. La verdad es bella. La verdad, como la belleza, es el esplendor del orden. El concepto de verdad va unido al de presencia, y esta abarca dos realidades: la que se presenta y la que asume esa presencia. Tal concepto es, por tanto, relacional.

Vivir en la Verdad: Superando el Relativismo

La Verdad como Relación y Conocimiento

Las realidades que denominamos «ámbitos», por ser abiertas, nos ofrecen diversas posibilidades. Al asumir activamente estas posibilidades entramos en su área de acción e influencia. Al participar en este campo de juego que se establece entre ellas y nosotros, las conocemos por dentro, pues se nos van revelando, dejando patente lo que son y lo que van llegando a ser para nosotros. Así participamos de su «verdad»: vivimos en su verdad y de su verdad.

La Superación del Relativismo Subjetivista

Esto nos hace superar de raíz el relativismo subjetivista: la creencia de que el hombre es quien dota de valor a las realidades y acciones, y dicta leyes a la vida. La capacidad valorativa del ser humano no es arbitraria, pues surge al asumir las posibilidades que le ofrecen las realidades abiertas.

Verdad y Ley Natural

La verdad es relacional, algo abierto que nos ofrece posibilidades. Al recibir activamente tales posibilidades, vivimos en su verdad y de su verdad. El conocimiento profundo de la verdad de una realidad nos permite determinar cómo debe ser nuestra actitud y nuestra conducta frente a ella; es decir, descubrimos la ley natural. La normatividad que se revela en el conocimiento de las realidades constituye la «ley natural».

La opción incondicional por el ideal de la unidad nos hace plenamente libres para configurar una vida desbordante de sentido. Tengo la independencia propia de un «yo», pero vivo vinculado a las realidades de mi entorno vital. Esta relación vinculante forma parte de mi realidad personal, según se revela a lo largo de mi vida. Tal manifestación de mi realidad personal y sus profundas implicaciones constituye mi verdad de ser humano.

La Libertad Humana y sus Formas

Libertad de Maniobra vs. Libertad Creativa

Hay una forma elemental de libertad que supone la ausencia de trabas (físicas, sociales y espirituales). Es una libertad del nivel 1. La denominamos libertad de maniobra.

La libertad creativa es el tipo de libertad que nos permite desligarnos de nuestros intereses egoístas y crear formas auténticas de encuentro (niveles 2 y 3). Quien es capaz de ser totalmente libre actúa siempre de acuerdo con el ideal de la unidad.

Verdad, Conocimiento y Libertad Auténtica

Para poder crear un encuentro con una realidad, debo conocerla en su verdad profunda y respetar su «ley natural». Porque la verdad de una realidad me muestra de forma luminosa las posibilidades que esa realidad me ofrece para mi crecimiento personal y, por tanto, me indica qué actitud debo adoptar frente a ella. Y ya sabemos que la libertad verdadera es la que logramos cuando elegimos lo que más nos ayuda a crecer como personas. De ahí que la verdad nos permite ser auténticamente libres, con un modo de libertad creativa.

La Verdad del Ser Humano y su Verdadero Rostro

El hombre verdaderamente libre depende de las posibilidades que recibe, pero este tipo de dependencia no anula su capacidad creativa, sino que la hace posible; no frena su desarrollo personal, lo incentiva; no lo recluye en una soledad asfixiante, le permite crear campos de juego y despliegue personal.

Relación entre Valor, Bien y Verdad

La Experiencia Reversible del Valor

Cuando nos acercamos al área de irradiación de un valor, nos sentimos atraídos por él y lo experimentamos como una voz interior. Al actuar conforme a impulsos espirituales, ejercitamos la libertad creativa y acrecentamos nuestra identidad personal auténtica.

La Experiencia Reversible del Bien

El bien se presenta como un deber ser que pide ser realizado debido al valor que encierra. Tiene carácter de voz interior cuya realización debe llevarse a cabo por vía de respuesta libre. Es bueno para una persona lo que se ajusta a su ser, a su vocación y misión, y le ayuda a crecer y llenarse de sentido. Nuestro «bien» es el logro de la figura de persona que debemos adquirir orientándonos hacia el ideal de la unidad.

La Conciencia y la Experiencia Reversible de la Verdad

Soy libre como persona cuando actúo conforme a las exigencias más hondas de mi verdad de persona. La voz de mi conciencia me indica cuáles sąon dichas exigencias, las leyes de mi desarrollo personal, la primera de las cuales es el amor. De ahí que la ley, el amor y nuestro pleno logro como personas se conecten de raíz, de tal forma que «amar es cumplir la ley entera».

Carácter Liberador de la Experiencia de la Verdad

La autonomía absoluta de la libertad del hombre, entendida como mera capacidad de elección arbitraria, se manifiesta pronto como una forma de extrema debilidad. Es bueno que nuestra libertad surja cuando somos fieles a nuestra verdad personal, que está integrada en la verdad de todo cuanto existe, sobre todo su origen y su meta, que es el Creador.

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