El Español en la Era Digital: Variedades, Desafíos y Preservación Lingüística


Variedades Lingüísticas del Español: Sociolectos y Registros

Las variedades lingüísticas son propiciadas por factores como el hábitat, la edad, la profesión o el nivel sociocultural. Aunque la escuela y los medios de comunicación actúan como factores igualadores, reduciendo los rasgos distintivos, algunos de estos elementos diferenciadores aún subsisten:

  • El lenguaje rural es más relajado en la entonación y más conservador en el léxico, mientras que el urbano se deja arrastrar más por las modas idiomáticas.
  • Los jóvenes tienden a emplear un argot que les permite diferenciarse.
  • Las mujeres han ido escapando de los tópicos de feminidad, a menudo impuestos por su educación.
  • El esfuerzo personal puede eliminar las limitaciones para el aprendizaje, y la educación universal permite igualar clases sociales en el uso del idioma.

Variedades Diastráticas o Sociolectos

Estas variedades se refieren a las diferencias en el uso del lenguaje según el estrato social del hablante.

Nivel Culto (Código Elaborado)

Es el nivel de quienes utilizan la lengua con todas sus posibilidades, cuidando todos sus planos (fonológico, gramatical, léxico). Sus rasgos son:

  • Fonológicos: Dominio de la expresividad de la entonación, uso de procedimientos de enfatización; no se admiten relajaciones fonéticas (como la “d” intervocálica o la “s” final); no se abusa de frases interjectivas.
  • Morfosintácticos: Se utilizan construcciones sintácticas adecuadas; hay precisión y riqueza en el uso de tiempos verbales; se emplean los nexos apropiados para engarzar ideas; se respetan las concordancias; se utilizan los pronombres necesarios para evitar repeticiones innecesarias.
  • Léxicos: El vocabulario es rico y variado; se emplean tecnicismos cuando son necesarios; abundan los términos abstractos; se emplean voces cultas; se evitan tacos y frases hechas; no se cae en la redundancia.

Este nivel funciona como modelo de corrección, como ideal de lengua para los estratos inferiores. Es el nivel más estable y uniforme en el uso lingüístico, el más estructurado y el más rígido; por ello, la lengua culta permite dotar de cohesión y unidad al idioma.

Nivel Medio

Este nivel es difundido por la escuela y los medios de comunicación, cuyo mensaje va dirigido a una amplia masa de población. Se somete a las exigencias normativas del idioma, pero es menos riguroso que el nivel culto. De hecho, encontramos en él rasgos cultos, coloquiales e incluso, en algunos casos, errores lingüísticos de los que el hablante medio no suele ser consciente, tales como:

  • Uso incorrecto de preposiciones.
  • Discordancias.
  • Supresión inadecuada del artículo.
  • Uso de partitivos por numerales.
  • Empleo incorrecto del relativo, del infinitivo, del gerundio de posterioridad, de los comparativos.
  • Anacolutos.
  • Confusión de «deber» y «deber de» con infinitivo.

Nivel Vulgar (Código Restringido)

Es el uso menos cuidado de la lengua. El lenguaje coloquial se convierte en vulgar cuando el hablante tiene unos niveles de conocimiento muy elementales, lo que no le permite cambiar de registro y le impide usar el idioma con propiedad. Las incorrecciones llamadas vulgarismos se dan, en realidad, en todos los niveles de la lengua, pero son más usuales y evidentes en esta variedad, sobre todo en el caso de los fonéticos:

  • Fónicos: Relajación de consonantes intervocálicas y finales; relajación vocálica que conduce a un cambio de vocal, a diptongación o a supresión de diptongos; metátesis o cambio en el orden de los fonemas (casi siempre motivado por la necesidad de anticipar una dificultad de pronunciación); cambios en las consonantes; supresión; acortamiento de palabras; entonación inadecuada; abuso de interjecciones y frases exclamativas.
  • Morfosintácticos: Desorden en el uso de pronombres; utilización incorrecta de los pronombres; discordancias; uso incorrecto de los tiempos verbales; sustitución de unos verbos por otros; desorden sintáctico en la construcción de las frases; repeticiones innecesarias de complementos; frases cortas e inacabadas; uso muy escaso y repetitivo de nexos; uso incorrecto de los relativos; uso incorrecto de las preposiciones; empleo de doble comparativo; modas idiomáticas recientes como el empleo de «en plan» por «como» (Lo quiero en plan tema resumido), «quesuismo».
  • Léxicos: Vocabulario muy reducido; no se emplean sinónimos y las palabras no indican con precisión los conceptos; se emplean palabras “baúl” y muletillas con más asiduidad; uso de términos erróneos, cuyo significado no es el que se pretende transmitir; uso abundante de tacos y expresiones malsonantes, de frases hechas.

Registros Lingüísticos y su Adaptación Comunicativa

Los registros lingüísticos están condicionados por la situación comunicativa y por el propósito de la comunicación. Se denomina registro al conjunto de características lingüísticas que resultan de la adaptación del uso de la lengua por parte de un hablante a una determinada situación comunicativa. Los factores que influyen en el registro son:

  • El medio o canal empleado: Permite distinguir entre uso oral y uso escrito.
  • La atmósfera o relación entre interlocutores: Da lugar a un uso formal o informal de la lengua.
  • El dominio de la comunicación: Ligado a una actividad social concreta, lo que genera el empleo de variedades distintas según se trate de ámbitos de comunicación abiertos (uso familiar, coloquial) o cerrados.

En este último caso, hablamos de lenguajes específicos, que presentan rasgos muy definidos, como el lenguaje jurídico-administrativo, el científico-técnico, el humanístico, el periodístico y el publicitario, además del literario. Estos se emplean combinados con el registro formal, aunque en el caso de la publicidad y la literatura, puede aparecer el uso coloquial.

El Registro Coloquial

Sus características son:

  • Fónicos: Relajación de consonantes intervocálicas o finales; entonación marcada por la expresividad (abundantes exclamativas e interrogativas); uso de interjecciones y frases interjectivas.
  • Morfosintácticos: Oraciones cortas, simples o coordinadas, yuxtaposición; empleo reducido de nexos; expresiones enfáticas de cantidad; abundancia de diminutivos, aumentativos y despectivos; discordancias; empleo frecuente de la construcción impersonal; desorganización en el contenido de la información, con desorden sintáctico, etc.
  • Léxicos: Vocabulario reducido; escaso empleo de sinónimos; repeticiones innecesarias; construcciones pleonásticas para reforzar la expresividad (lo vi con mis propios ojos, sube arriba); uso muy limitado de adverbios y adjetivos, que son poco variados; abundancia de expresiones y fórmulas de tipo afectivo; intensificación en los adjetivos (divino, fenomenal); comparaciones y metáforas exageradas y curiosas (La cabeza hecha un bombo, Estoy hecho polvo); empleo de refranes y frases hechas (Haz lo que quieras, pero quien mal anda…, Ahora no me cambio de ropa que por la noche todos los gatos son pardos…); empleo de muletillas que suponen un empobrecimiento lingüístico (bueno, esto…, entonces…, es que…, ¿no?, o sea…) y de palabras “baúl”, cuyo significado es tan extenso que sirven para todo (cosa, tema, hacer).

El Español en la Era Digital: Desafíos y Preservación

La tecnología nos permite conocer inmediatamente cuanto ocurre en el mundo; para ello, basta con una conexión a Internet. Además, cualquiera puede ser emisor de la comunicación digital, incluso con un mínimo de conocimientos, lo que a veces implica cierto descuido en el uso del idioma.

Por otra parte, el lenguaje de la informática ha mantenido desde su origen un ritmo de crecimiento constante y una progresiva difusión más allá de su ámbito especializado. En apenas cuarenta años se ha divulgado enormemente y ha supuesto la invasión de neologismos en una jerga paralela que se utiliza más allá del ámbito profesional, aunque la reacción ante esta invasión ha propiciado el esfuerzo de instituciones y particulares para salvaguardar el idioma.

El Español en la Red: Datos y Tendencias

Según el Informe del Instituto Cervantes en 2020, el español es la tercera lengua más utilizada en la red. El 7,9 % de los usuarios de Internet se comunican en español. Es la segunda lengua más usada en Facebook, LinkedIn, Twitter y Wikipedia.

Sin embargo, ante la dificultad de traducir los neologismos que van surgiendo o crear rápidamente nuevas voces en español, se suele optar por la vía del préstamo, en particular, del inglés. El dominio del inglés en la Red se ha visto favorecido, entre otros factores, por el poder económico y tecnológico de los Estados Unidos, lo que ha levantado la voz de alerta entre lingüistas, escritores e intelectuales. Al respecto, Gabriel García Márquez decía en 1997: “…asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que nos infiltren sin digerir”.

Tipos de Anglicismos en el Español Digital

Los anglicismos entran en el idioma de modos diferentes:

  • Extranjerismos o xenismos: Como web, chip, blog, e-mail, chat.
  • Híbridos: Voces en las que el lexema pertenece a la lengua de origen del préstamo y el morfema a la lengua que lo recibe, como printar, printear.
  • Adaptaciones: Como resetear (del inglés to reset: reiniciar), clicar (del inglés to click: pinchar).
  • Calcos: Como correo electrónico (de e-mail), contraseña (de password), ratón (de mouse).
  • Siglas, acrónimos, signos: Como www, PC, módem.

En las regiones estadounidenses donde abunda la población hispana, el ciberespanglish, una mezcla de anglicismos adaptados al español y de la traducción literal de muchos de ellos, se ha convertido en la forma habitual de expresión en la Red. Incluso hay cibernautas que defienden esta jerga, considerada por algunos como destructiva para el español.

En defensa del español han emprendido su cruzada instituciones, empresas y prensa hispana. Por ejemplo, la mayor empresa norteamericana de comunicaciones, MCI, ha publicado la primera tecnoguía de Internet en español para evitar que el ciberespanglish siga expandiéndose. Cabe destacar que solo México se encuentra entre los diez países con el mayor número de usuarios en Internet.

El lingüista José Antonio Millán, estudioso de la lengua de Internet, ha destacado el uso de los recursos retóricos, especialmente de la metáfora, que a menudo son también calcos del inglés. Así encontramos metáforas marinas (la Red como espacio físico: se visitan sitios, hay portales, hablamos de dirección de correo electrónico, la información se cuelga o se baja, etc.) o metáforas del ámbito de la biología o la medicina.

Impacto de la Mensajería Instantánea y el Rol de las Instituciones

La mensajería instantánea y el chat, formas de comunicación oral en soporte escrito, están incrementando los errores ortográficos y gramaticales. Esto se manifiesta en:

  • Enunciados breves y descuidados.
  • Uso de emoticonos.
  • Repetición de letras o mayúsculas para mostrar emociones o relevancia del mensaje.
  • Abreviaciones, acrónimos, truncamientos.
  • Abuso de la elipsis.

Estos rasgos se vierten en Internet, en los correos electrónicos y mensajes de móviles. El problema que genera tal uso relajado de la ortografía y sintaxis del idioma es un creciente desinterés por la escritura correcta, lo que lleva a que en registros más formales se cometan errores que han llegado a los foros y a las redes sociales. En plataformas como Twitter, Facebook o Instagram no es raro encontrar un uso deteriorado del español. En todas esas situaciones de intercambio, prima la finalidad sobre el instrumento de comunicación, quedando este expuesto a un maltrato considerable.

La información que proporciona la Web es como una gran enciclopedia universal, multicultural y lingüística. De ahí el esfuerzo de distintas instituciones para potenciar la presencia de contenidos en la red en un español correcto. Entre ellas podemos destacar:

  • La Real Academia Española (RAE): Asociada a las respectivas Academias de la Lengua de los países hispanohablantes, tiene el objetivo de contrarrestar los efectos negativos del mal uso del castellano por Internet. Para ello, ha puesto a disposición de los usuarios una página web propia (www.rae.es) desde la que se puede acceder al Diccionario de la Real Academia, así como a la Ortografía. También cuenta con un servicio de consulta para plantear dudas sobre el uso del idioma. Además, está disponible el Diccionario Panhispánico de Dudas con el mismo objetivo. La RAE, en colaboración con las academias americanas y el Instituto Cervantes, organiza cada tres años el Congreso Internacional de la Lengua Española, que se desarrolla en diferentes ciudades españolas y americanas (en marzo de 2019, por ejemplo, en Córdoba, Argentina).
  • El Instituto Cervantes: A través de su página web (www.cervantes.es) y de sus 77 sedes en 44 países, trata de contribuir a la extensión y al conocimiento del español en todo el mundo. Publica, entre otras cosas, un informe sobre el estado del español en el mundo, con datos actualizados relativos a su expansión y vigencia oral y escrita, incluyendo su uso en la Red (en este informe se ha basado parte de este documento). Del Instituto Cervantes depende el Observatorio del Español en la Red, que pretende mejorar la calidad de los contenidos en español.
  • La Agencia EFE: La agencia de noticias más importante en lengua española. Expone en la Red información permanente de las noticias más notables que se producen en el mundo (www.efe.es). Patrocina la Fundación del Español Urgente (Fundéu), en cuya página podemos encontrar comentarios y mapas lingüísticos, aclaraciones sobre neologismos, traducciones, barbarismos, etc.
  • La prensa digital: El crecimiento de los medios de comunicación en español contribuye a su expansión. Según Gómez Torrego, el lenguaje de los medios es “la principal referencia en la que se fija la RAE para efectuar cambios y añadir normas”. Por ello, deben contribuir a la homogeneidad y a la uniformidad de la lengua culta en ambos lados del Atlántico, preocupándose por no difundir los malos usos.
  • Otras instituciones y páginas web:
    • El Corpus de Referencia del Español Actual (CREA) y el Corpus Diacrónico del Español (CORDE).
    • El CINDOC, dependiente del CSIC, que trabaja para la normalización de la terminología científica en español.
    • La Universidad Antonio de Nebrija, que acoge trabajos sobre el léxico de la telefonía móvil e Internet.
    • La Biblioteca Nacional y la Biblioteca Virtual Cervantes (que recoge obras y fragmentos representativos de la literatura española).
    • La Wikipedia.

Un buen uso de los medios tecnológicos a nuestro alcance puede contribuir, como vemos, a un mejor uso del castellano, pero hemos de estar atentos para no “contagiarnos” de los numerosos errores gramaticales y léxicos a que estamos expuestos en nuestra navegación por la red de redes.

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