España: El Reformismo Borbónico
La Guerra de Sucesión y la Nueva Dinastía
En 1700, la muerte de Carlos II de Habsburgo sin descendencia provocó que dos potencias europeas, Francia y el Imperio Alemán, quisieran imponer en el trono español a sus respectivos candidatos: Felipe de Anjou de la Casa de Borbón y el Archiduque Carlos de Habsburgo.
Se desató la Guerra de Sucesión, en la que Francia se enfrentó a una coalición de potencias europeas. Felipe de Anjou, apoyándose en Castilla, intentó mantenerse en el trono frente al Archiduque Carlos, que fue apoyado por la Corona de Aragón. La guerra finalizó en 1714 con la firma del Tratado de Utrecht, a cambio de que Felipe V (1700-1746) fuera reconocido Rey de España.
La Política de Reformas de Felipe V y Fernando VI
Felipe V decidió establecer una estructura política similar al sistema absolutista que existía en Francia. Aprovechó los Decretos de Nueva Planta, mediante los cuales España pasó a ser un reino centralizado. Impulsó una castellanización de la política, estableciendo el idioma castellano como único oficial para todo el reino. Modificó todo el sistema administrativo, creando las Secretarías de Despacho y dividiendo España en Capitanías Generales. Este proceso de reformas fue mantenido por su sucesor, Fernando VI (1746-1759).
Carlos III y el Despotismo Ilustrado
Carlos III fue el máximo exponente del Despotismo Ilustrado en España. Intentó introducir reformas que ya había experimentado durante su etapa como rey en Nápoles. Este programa reformista fue frenado por el Motín de Esquilache (1766), un levantamiento popular contra los ministros italianos debido a la escasez de subsistencias. Carlos III llevó al poder a ilustrados como Campomanes, Floridablanca y Jovellanos.
Objetivos de las Reformas Ilustradas:
- Trataron de establecer en España la fisiocracia.
- Reforma de la educación.
- Difundieron la creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País.
- Intentaron acabar con los privilegios de la nobleza y el clero. Así, el rey impuso su autoridad sobre la Iglesia.
- Declararon honestas todas las profesiones, a fin de convertir el trabajo en una virtud social.
Su sucesor, Carlos IV (1788-1808), frenó las reformas. En 1789 comenzó la Revolución Francesa y se identificó la Ilustración con la revolución.
El Inicio de la Edad Contemporánea
La Revolución Americana
La Guerra de la Independencia (1775-1783)
En 1774, los representantes de las Trece Colonias se reunieron en el Primer Congreso de Filadelfia, en el que se redactó una declaración de derechos y se iniciaron los primeros movimientos armados. La derrota británica en Lexington (1775) dio mayor impulso a la insurrección. Thomas Jefferson redactó la Declaración de los Derechos de Virginia (1776), que fue la base de la Declaración de la Independencia de Estados Unidos, firmada el 4 de julio de 1776. Las victorias de los colonos en Saratoga (1778) y Yorktown (1781) condujeron a la firma de la Paz de Versalles (1783), en la que Gran Bretaña reconoció la independencia de Estados Unidos.
El Estallido de la Revolución Francesa
La Reunión de los Estados Generales
Entre 1783 y 1788, los sucesivos ministros de Hacienda de Luis XVI intentaron frenar la crisis económica, pero todos acabaron concluyendo que era necesaria una reforma profunda para que los privilegiados pagaran impuestos. El rey intentó convencer a los privilegiados y, para conseguirlo, convocó en 1787 una Asamblea de Notables (es decir, de personas importantes), pero los privilegiados se negaron a pagar impuestos. La situación de la Hacienda se agravaba y en 1788 se declaró la bancarrota. Al rey solo le quedaba como alternativa convocar los Estados Generales, las cortes estamentales francesas que no se habían reunido desde 1614. Su ministro Necker consiguió doblar el número de representantes del Tercer Estado en los Estados Generales en un intento de frenar el poder de los privilegiados; este hecho resultó clave posteriormente.
Antes de la reunión, cada estamento redactaba unos Cuadernos de Quejas, en los que reflejaban sus propuestas y el profundo descontento con el Antiguo Régimen. Paralelamente, la burguesía se organizaba en clubes políticos, como el Club de los Jacobinos, donde discutían nuevas ideas políticas y cómo pensaban conquistar el poder. También fundaron periódicos para difundir sus ideas. En este ambiente de efervescencia política, en la primavera de 1789, se reunieron los Estados Generales en Versalles.
El Comienzo de la Revolución Francesa
En los Estados Generales, la nobleza y el clero querían que se votara por estamento, lo que daba mayoría a los privilegiados. Los miembros del Tercer Estado defendieron el voto por persona, lo que les otorgaba la mayoría. El Tercer Estado fue tomando conciencia de que representaba a casi toda Francia, lo que, a juicio de sus diputados, les daba mayor legitimidad. En julio, los representantes del Tercer Estado pasaron a denominarse Asamblea Nacional, considerándose los únicos con legitimidad para representar a Francia.
El rey y los privilegiados intentaron expulsarlos de la sala que ocupaban, pero los diputados se reunieron en el Juramento del Juego de Pelota, donde juraron que permanecerían reunidos hasta redactar una Constitución. Por eso, la Asamblea Nacional pasó a llamarse Asamblea Constituyente. El rey no tuvo más remedio que aceptar esta situación revolucionaria.
El 14 de julio de 1789, ante el aumento del precio del pan y los rumores de que el rey estaba concentrando tropas en París, los ciudadanos parisinos se manifestaron y asaltaron la Bastilla, antigua cárcel política de Luis XIV y símbolo del absolutismo. A partir de este momento, la revolución institucional y la revolución popular correrían paralelas.
