Cambios Físicos en el Envejecimiento
En esta etapa, es frecuente que los patrones de sueño se alteren, disminuyendo significativamente el número de horas de sueño necesarias cada noche. También es común que aparezcan alteraciones en la retención de grasas y una digestión más lenta y pesada. La masa muscular, por el contrario, tiende a atrofiarse de manera significativa. Asimismo, surgen problemas posturales y debilitamiento de los huesos, lo cual puede producir dolor o incluso limitar la capacidad para realizar grandes esfuerzos. Los problemas de digestión, en muchos casos, se acentúan, así como el riesgo de experimentar diversos tipos de cáncer.
Además, tanto la visión como la audición suelen resentirse, lo cual a su vez conlleva un riesgo psicológico importante: el aislamiento, ya que dificulta la interacción social y la participación en conversaciones.
Sexualidad en la Vejez
En las mujeres mayores:
Con la aparición de la menopausia, los niveles de estrógenos comienzan a disminuir. Esto provoca sequedad y estrechamiento vaginal, lo que puede causar incomodidad durante las relaciones sexuales. Además, puede disminuir el impulso sexual.
En los hombres mayores:
Con el envejecimiento, los niveles de testosterona disminuyen. Los hombres tardarán más en excitarse y en lograr y mantener una erección. La disfunción eréctil es más común a medida que el hombre envejece. Sin embargo, esta afección se considera un aspecto frecuente y, en cierta medida, esperado del proceso de envejecimiento masculino.
Aspectos Cognitivos y Emocionales en la Vejez
Memoria y Procesos Mentales
La memoria a corto plazo disminuye, mientras que la memoria a largo plazo tiende a mantenerse o incluso mejorar: es común olvidar dónde se ponen las llaves, pero recordar con mucha claridad anécdotas de la vida propia. Se produce un enlentecimiento y una menor eficiencia en los procesos mentales: se tarda más en responder a la información percibida, sobre todo cuando se requiere mucha atención en tareas detalladas. Sin embargo, la calidad del desempeño puede ser comparable a la de un adulto joven, aunque requiera más tiempo.
Disminuye la habilidad manipulativa. Una buena educación se correlaciona con un mantenimiento intelectual elevado: las personas con mayor instrucción, entrenamiento y formación tienen mayores posibilidades de mantener un mejor estado cognitivo.
La inteligencia como tal se mantiene estable; la edad no parece ser un factor que la modifique por sí sola, aunque a veces se presenta pérdida de interés, dificultades de concentración o enlentecimiento. El lenguaje se mantiene correcto, aunque en ocasiones, nuevamente, enlentecido. El razonamiento verbal parece no sufrir cambios, aunque se puede apreciar una ligera pérdida en la capacidad de conceptualización y en la flexibilidad mental. La capacidad para resolver problemas suele verse disminuida, principalmente por la reducción de la capacidad para organizar la información. Por otro lado, la creatividad parece mantenerse si la persona ya era creativa previamente, siendo esta una variable muy individual.
Personalidad y Afectividad
En relación con la personalidad, se centra mucho más en lo propio y se toma como referencia el pasado, teniendo dificultad para entender a las generaciones actuales. La motivación para realizar actividades personalmente satisfactorias no siempre se mantiene. Suelen realizar muchas menos actividades, pero es crucial procurar que las que realicen sean más positivas para su satisfacción personal; es decir, hay que valorar más la calidad que la cantidad de las actividades.
La afectividad es un aspecto de especial importancia durante toda la vida y más aún en la vejez. La disminución de los contactos sociales, la pérdida de seres queridos o la soledad hacen mella en esta característica de las personas mayores.
Aspectos Psicosociales del Envejecimiento
Personalidad y Desarrollo
La personalidad no cambia mucho en la vejez. Las personas extrovertidas tienden a reportar inicialmente niveles muy altos de emoción positiva y tienen más probabilidad que otras de conservar este rasgo positivo a lo largo de su vida. Es probable que las personas neuróticas reporten emociones negativas y, con el tiempo, tiendan incluso a volverse menos positivas.
Para Erik Erikson, la vejez constituye la última etapa del ciclo de vida, y el conflicto característico de ella es la integridad del yo frente a la desesperanza. Los adultos mayores necesitan evaluar, sintetizar y aceptar sus vidas para admitir la proximidad de la muerte. Se esfuerzan por lograr un sentido de coherencia e integridad en lugar de rendirse ante la desesperación por su incapacidad de revivir el pasado de una manera diferente. La virtud que es posible desarrollar durante esta etapa es la sabiduría, definida como una «preocupación informada y desapegada por la vida al enfrentar la muerte». Las personas que no logran esta aceptación se sienten abrumadas por la desesperanza al darse cuenta de que el tiempo es demasiado corto para buscar otros caminos hacia la integridad del yo.
Teorías del Envejecimiento Social
La Teoría del Retiro postula que el envejecimiento normal implica una reducción gradual en la participación social y una mayor preocupación por el yo.
Por otro lado, la Teoría de la Actividad sostiene que los roles del adulto son las principales fuentes de satisfacción y que, cuanto mayor sea la pérdida de roles, menos satisfecha estará la persona. Según esta teoría, las personas que envejecen bien mantienen tantas actividades como les es posible y encuentran sustitutos para los roles perdidos. Esta perspectiva va ligada a la Hipótesis del Compromiso, que sugiere que la participación en actividades y roles sociales desafiantes promueve la retención de las capacidades cognitivas y también tiene efectos positivos en la salud y el ajuste social.
La Jubilación: Transición y Adaptación
El hecho de jubilarse y cuándo hacerlo es una de las decisiones de estilo de vida más cruciales que toman las personas al aproximarse a la vejez. Esta decisión afecta tanto su situación financiera como su estado emocional, la forma en que pasan su tiempo y la manera en que se relacionan con la familia y los amigos.
Las personas que siguen trabajando después de los 65 o 70 años, por lo regular, disfrutan su trabajo y no lo encuentran demasiado estresante. Los trabajadores mayores tienden a ser más confiables, cuidadosos y responsables que los trabajadores jóvenes. Las personas que se jubilan pueden sentir la pérdida de un rol central para su identidad o, quizás, disfrutar la liberación de las presiones asociadas a ese rol.
Hacia un Envejecimiento Exitoso
El envejecimiento puede ser normal, óptimo o difícil, y existen muchas heterogeneidades en este proceso.
Claves para un Pensamiento Positivo en la Vejez:
- Convertirse en los directores de nuestro tiempo.
- Reducir las «maletas» (cargas emocionales o materiales).
- Huir de la opinión ajena.
- Identificar una «ciudad interior» (un espacio de paz y reflexión personal).
- Comprender que la sabiduría está abierta a todos.
La Personalidad según Carl Rogers en la Vejez:
Según Carl Rogers, una personalidad saludable en la vejez se caracteriza por:
- Apertura a la experiencia.
- Vivir intensamente.
- Confianza en el propio organismo.
- Un sentido de libertad.
- Creatividad.