Tipos de Lectura y sus Propósitos
White (1983) distingue los tipos de lectura según los objetivos de la comprensión y la velocidad:
Clasificación de White (1983)
- Lectura Silenciosa: Se opone a la oralización tradicional. Permite leer extensivamente una novela o un ensayo.
- Lectura Intensiva: Requerida para documentos específicos como informes de alumnos o cartas, donde se busca una comprensión profunda.
- Lectura Rápida: El acto de hojear un libro o echar un vistazo al periódico.
- Lectura Involuntaria: Como la publicidad que se ve en las calles.
Es importante destacar que estos grupos no son excluyentes; por ejemplo, se puede leer por placer con rapidez y superficialidad.
Tipos de Lectura según Cassany, Luna y Sanz
Otro modelo relevante es el propuesto por Cassany, Luna y Sanz, que define la eficacia lectora a partir de la velocidad y la comprensión, estableciendo varios tipos de lectura:
- Lectura Reflexiva: Se emplea al estudiar, examinarse, escribir o cuando se necesita entender todos los detalles de un texto, sea cual sea su naturaleza.
- Lectura Mediana: La más habitual, con la que se alcanza una comprensión del 50-70% del texto. Se utiliza para el ocio, en el trabajo, en casa o en la calle.
- Lectura Selectiva: Permite seleccionar solo las partes del texto que interesan en función de objetivos específicos. Implica estrategias complementarias de comprensión global y búsqueda de información específica. Un ejemplo claro es la lectura de un periódico: primero se hojea rápidamente (vistazo) y luego se profundiza en las noticias de interés (lectura atenta).
- Vistazo: Se utiliza para formarse una primera idea global del texto, lo que permite dirigir la atención hacia las partes más relevantes.
- Lectura Atenta: Se emplea para buscar datos concretos y detalles específicos que son de interés.
Además de estas clasificaciones, se reconocen la lectura intensiva y la lectura extensiva como categorías fundamentales en el ámbito de la lectura.
Modelos y Estrategias de Comprensión Oral
Para comprender el proceso y las estrategias propuestas por Rixon, McDowell y Stevens, consideremos como ejemplo una conversación con un amigo que nos cuenta cómo han ido sus vacaciones.
Fases del Proceso de Comprensión Oral
1. Precomprensión
El proceso comienza antes de que se inicie el discurso, mediante las estrategias de precomprensión. Al habernos encontrado otras veces con esa persona, ya conocemos cómo se desarrolla la comunicación. Además, entran en juego otros factores como:
- Objetivos determinados: Dirigen la conversación y nuestra comprensión (saber cómo está, cómo ha pasado las vacaciones, qué ha hecho, etc.).
- Memoria a Largo Plazo (MLP): Contiene información almacenada que se actualiza antes y durante el proceso de comprensión.
2. Estrategias durante la Conversación
Ya en plena conversación, el receptor despliega un abanico de estrategias:
- Reconocer: Identificamos los elementos de la secuencia acústica; discriminamos los sonidos articulados del hablante del resto de sonidos ambientales (coches, otras conversaciones, silbidos, etc.); somos capaces de segmentar el discurso en sus unidades significativas.
- Seleccionar: Entre los diversos sonidos, palabras, expresiones e ideas reconocidas, escogemos los que nos parecen relevantes, según nuestros conocimientos gramaticales e intereses, y los agrupamos en unidades coherentes y significativas.
- Interpretar: Según nuestros conocimientos de gramática y del mundo en general, atribuimos un sentido a las formas seleccionadas; imponemos una estructura sintáctica a cada palabra y un valor comunicativo a cada oración.
- Anticipar: Durante el discurso, también anticipamos lo que el emisor puede ir diciendo, del mismo modo que lo hacíamos durante la precomprensión, mediante las entonaciones o la estructura del discurso.
- Inferir: Mientras escuchamos la cadena acústica y la procesamos, también obtenemos información no verbal relacionada con el contexto situacional y con el hablante; todo esto nos ayuda a comprender el significado global del discurso.
- Retener: Determinados elementos del discurso, que el receptor considera importantes, se guardan durante unos segundos en la memoria a corto plazo (MCP) para poder interpretar otros fragmentos o para reinterpretarlos. Cuando el discurso termina, los datos más generales y relevantes quedan almacenados en la memoria a largo plazo (MLP).
Modelos de Comprensión Lectora
Existen diferentes modelos teóricos de comprensión lectora: ascendentes, descendentes e interactivos. Nos centraremos en el modelo propuesto por Cassany, Luna y Sanz.
El Modelo Interactivo de Cassany, Luna y Sanz
Este modelo postula que la comprensión de un texto se logra a partir de la interrelación entre lo que se lee y el conocimiento previo que el lector posee sobre el tema. Este proceso es dinámico y multifacético.
1. Fase Previa a la Lectura
La comprensión comienza antes de empezar a leer, cuando el lector se plantea sus expectativas sobre el contenido. Toda la experiencia de lectura acumulada se almacena en la Memoria a Largo Plazo (MLP), organizada en esquemas de conocimiento. Este conocimiento permite:
- Prever aspectos del texto: tipo, estructura, lenguaje.
- Acceder al conocimiento del sistema de la lengua.
- Activar conocimientos sobre el tema a leer.
Antes de iniciar la lectura, se establecen objetivos de lectura que determinarán la estrategia a seguir (lectura rápida para una idea global o lectura atenta para datos específicos).
2. Proceso Durante la Lectura
Las primeras percepciones obtenidas sirven para verificar las hipótesis previas, confirmándolas o rectificándolas.
La Memoria a Corto Plazo (MCP) es crucial, ya que permite recordar datos durante unos segundos y procesar la información. Para comprender, es necesario retener temporalmente lo que se está leyendo. La MCP retiene la información relevante en el momento, mientras que la MLP almacena indefinidamente las informaciones de interés.
Cuando se comprende una frase o una idea, primero se retiene en la MCP y luego se relaciona con ideas ya estructuradas en la MLP. Este complejo proceso interactivo finaliza cuando el lector consigue formarse una representación mental del texto, coherente con los objetivos e hipótesis planteados.