Mapa de la Guerra de la Independencia (1808-1811)
Contexto Geográfico y Cronológico
El mapa representa la Guerra de la Independencia en la Península Ibérica entre 1808 y 1811. El ámbito geográfico abarca toda España, incluyendo zonas clave como Madrid, Zaragoza, Sevilla, Valencia y regiones fronterizas con Francia y Portugal. La cronología se sitúa en los primeros años del conflicto (1808-1811), destacando movimientos militares, batallas importantes y ocupaciones.
Personajes Relevantes y Fenómenos Clave
En la imagen se identifican personajes relevantes como Napoleón, Soult, Ney y Suchet por parte del ejército francés, y Arthur Wellesley (británico), Cuesta, Castaños, Blake y otros por parte de los aliados. También se observan fenómenos como la retirada inglesa, los avances de los ejércitos franceses y las zonas ocupadas por estos.
Bandos Enfrentados y Estrategias
En este conflicto se enfrentaron dos bandos: por un lado, el ejército francés napoleónico, cuyo objetivo era controlar España e imponer en el trono a José Bonaparte, y por otro, una coalición formada por fuerzas españolas, británicas y portuguesas, que luchaban por la independencia y la soberanía del país. Los españoles contaron con apoyo militar del Reino Unido, especialmente bajo el mando de Arthur Wellesley, quien desempeñó un papel fundamental en la resistencia. Además del enfrentamiento entre ejércitos regulares, también hubo una intensa guerra de guerrillas en el interior del país, que desgastó considerablemente a los franceses. Esta guerra fue un episodio clave dentro del contexto más amplio de las Guerras Napoleónicas en Europa.
La Constitución de 1812: Un Hito del Liberalismo Español
Naturaleza y Contexto
El texto presentado es un fragmento de la Constitución de 1812, aprobada por las Cortes de Cádiz durante la ocupación napoleónica de España. Su naturaleza es jurídica y política, ya que establece un marco legal para organizar el poder del Estado. El destinatario es el conjunto de los ciudadanos españoles, y su ámbito geográfico abarca tanto la Península como los territorios de ultramar, reflejando el intento de mantener la unidad del Imperio español. En cuanto a la cronología, corresponde al contexto de la Guerra de la Independencia (1808-1814), cuando se buscaba una alternativa al absolutismo.
Ideas Principales y Secundarias
Entre las ideas principales del texto se encuentran la soberanía nacional (Art. 3), la división de poderes (Arts. 15-17), la unidad nacional (Art. 1), y el reconocimiento de derechos y libertades (Art. 4). Como ideas secundarias aparecen aspectos de organización electoral (Art. 34) o la uniformidad legal en todo el territorio (Art. 258).
Características Fundamentales
Las principales características de la Constitución de 1812 son:
- la proclamación de la soberanía nacional, lo que supone que el poder reside en la nación y no en el monarca;
- el establecimiento de una monarquía parlamentaria hereditaria, moderada por las leyes (Art. 14);
- la división de poderes en legislativo (Cortes), ejecutivo (Rey) y judicial (tribunales);
- el sufragio indirecto y censitario para elegir a los representantes (Art. 34);
- la confesionalidad católica del Estado (Art. 12);
- y la defensa de derechos y libertades civiles, como la propiedad y la igualdad ante la ley.
Esta constitución fue una de las más avanzadas de su tiempo y se convirtió en símbolo del liberalismo español.
La Proclama de Espartero (1841): Consolidación del Liberalismo Progresista
Naturaleza y Contexto
La Proclama de Espartero del 10 de octubre de 1841 es un texto de naturaleza política y militar, emitido en un momento de gran inestabilidad durante la regencia de Espartero en nombre de Isabel II. El destinatario es el pueblo español, especialmente los ciudadanos afines al liberalismo y a la causa constitucional. El ámbito geográfico es España, y la cronología se sitúa en el contexto posterior a la Primera Guerra Carlista (1833-1840), durante el intento de consolidación del liberalismo progresista.
Ideas Principales y Secundarias
Entre las ideas principales del texto se encuentran la defensa de la Constitución, el llamado a la unidad del pueblo bajo un gobierno legal, el rechazo a la insurrección absolutista y el elogio al orden, la prosperidad y la libertad. Como ideas secundarias, se apela al heroísmo del pasado, al valor del ejército nacional y al papel de España en Europa como nación moderna.
El Papel de los Militares en la Política del Siglo XIX
Durante el reinado de Isabel II, y especialmente en su minoría de edad, los militares jugaron un papel fundamental en la política. La monarquía necesitaba regentes, y figuras como Espartero y María Cristina se alternaron en el poder. Espartero, en concreto, representó al liberalismo progresista y asumió la regencia tras su victoria en la Primera Guerra Carlista. Su papel no se limitó a lo militar, ya que también gobernó el país con una fuerte influencia personal. Muchos militares liberales intervinieron directamente en la política a través de pronunciamientos (golpes militares) y proclamaciones como esta, que servían tanto para justificar su autoridad como para movilizar a la población en defensa de ciertos ideales políticos.
La Caricatura de «La Flaca» (1869): Reflejo de la Crisis Monárquica
Descripción y Contexto
La imagen corresponde a una caricatura publicada por la revista satírica La Flaca en el año 1869, en plena crisis de la monarquía española tras la Revolución de 1868, también conocida como La Gloriosa. El ámbito geográfico es España, en un contexto de inestabilidad política y búsqueda de un nuevo modelo de gobierno. Los personajes representados son la reina Isabel II, exiliada tras su derrocamiento, junto a su familia, y el pretendiente carlista, también fuera del poder. En la caricatura, todos ellos aparecen buscando trabajo ante una «agencia» que ofrece monarcas «con todos sus atributos», lo cual ridiculiza la situación de vacío de poder en España tras la caída de la monarquía isabelina. El cartel que anuncia la “colocación de reyes” representa con humor la búsqueda de una nueva dinastía que ocupe el trono español, lo cual refleja la incertidumbre del momento.
Consecuencias Políticas
Las consecuencias políticas del fenómeno representado en la imagen fueron profundas. Tras el derrocamiento de Isabel II, se inició un proceso de búsqueda de un nuevo monarca, lo que llevó a un periodo provisional de regencia encabezado por Serrano y a la posterior proclamación de Amadeo de Saboya como rey en 1870, una monarquía que resultó breve y poco estable. Además, esta situación alimentó el conflicto carlista, ya que los partidarios del infante Carlos (carlistas) aprovecharon la debilidad institucional para impulsar su pretensión al trono, lo que desembocó en la Tercera Guerra Carlista (1872-1876). También se evidenció la debilidad del modelo liberal moderado que había sostenido el reinado de Isabel II, lo que abrió el debate sobre otras formas de gobierno, incluyendo la posibilidad republicana, que acabaría concretándose en la Primera República Española en 1873. En definitiva, la imagen ilustra con tono satírico la crisis del sistema monárquico español y el proceso de transición hacia nuevas fórmulas políticas en un momento de profunda inestabilidad.
La Abdicación de Amadeo I de Saboya (1873): El Fracaso de una Monarquía
Naturaleza y Contenido del Documento
El texto es de naturaleza política e histórica, y constituye un documento oficial: la proclamación de abdicación del rey Amadeo I de Saboya, realizada el 11 de febrero de 1873 en el Palacio de Madrid. Está dirigido al pueblo español y al Senado, con la intención de justificar su renuncia al trono. El ámbito geográfico es España en un contexto de crisis política, social y militar. Las ideas principales del texto giran en torno a la desilusión del monarca respecto a la posibilidad de gobernar eficazmente un país profundamente dividido por enfrentamientos ideológicos, políticos y sociales. Amadeo destaca que su voluntad de servicio fue traicionada por una realidad nacional que no le permitió alcanzar la paz ni gobernar con estabilidad. Subraya la falta de unidad nacional, el conflicto constante entre partidos, y la imposibilidad de hallar soluciones dentro de la legalidad. Como idea secundaria, aparece su sentimiento de respeto hacia la nación española, a la que renuncia con pesar, pero también con un profundo desencanto.
Causas y Consecuencias de la Abdicación
Las causas políticas que propiciaron la llegada de Amadeo de Saboya al trono fueron, principalmente, la búsqueda de una monarquía constitucional moderada tras el derrocamiento de Isabel II en 1868. Tras la Revolución de La Gloriosa, se descartó el regreso de los Borbones, y se eligió a Amadeo I por su condición liberal y neutral, así como por su vinculación con Italia, país que servía como modelo de monarquía parlamentaria. Sin embargo, su reinado (1870-1873) estuvo marcado por una profunda inestabilidad política: la oposición de los carlistas, los republicanos y parte de los antiguos isabelinos, la conflictividad social y militar (como el asesinato de Prim, su principal apoyo), y la incapacidad de los partidos para alcanzar acuerdos. Todo ello generó una situación ingobernable que llevó a Amadeo a abdicar. Esta renuncia dio paso a la Primera República Española, reflejando el fracaso del intento de estabilizar el país mediante una monarquía parlamentaria extranjera.
La Caricatura del Turnismo: Crítica al Sistema de la Restauración
Descripción de la Imagen y Contexto
La imagen es una caricatura doble de tipo satírico del semanario Pequeñeces, que nos presenta el clima político de España a finales del siglo XIX. La caricatura es la visión satírica de la España de la Restauración del año 1897, con la regente María Cristina de Habsburgo (esposa de Alfonso XII). La idea del semanario era criticar o ridiculizar el conocido como el «Pacto de El Pardo» del año 1885. El Pacto se produce entre los dos personajes de la caricatura que son Cánovas del Castillo y Sagasta. Cánovas formaba parte del Partido Conservador y Sagasta del Partido Liberal. Ambos partidos querían dar al Régimen de la Restauración un cierto grado de estabilidad política. En el pacto se concreta una alternancia en el poder, el turnismo. Y la figura de la mujer que aparece es la ficción de la España trabajadora del siglo XIX, que permanece al margen del turno de «guisar y comer». Es la criada de los líderes políticos, que uno guisa, el otro come y España lava los platos.
Funcionamiento del Sistema Canovista
Cánovas defendía que los partidos debían ser un instrumento al servicio de la monarquía y proporcionar estabilidad política a España a finales del siglo XIX. Para ello era necesario formar nuevos partidos que fueran un muro de contención frente a los republicanos y los carlistas.
Apoyos del Sistema
- El rey y las Cortes: Representan la autoridad y libertad.
- Los partidos políticos: Conservadores y Liberales.
Fundamentos del Sistema Canovista
- Bipartidismo: Existen dos partidos:
- Partido Conservador («Partido Liberal Conservador»):
- Su líder es Antonio Cánovas del Castillo.
- Apoyado por la nobleza, la burguesía, el clero, los funcionarios civiles y militares.
- Partido Liberal («Partido Liberal Fusionista»):
- Su líder es Práxedes Mateo Sagasta.
- Apoyado por los demócratas, los funcionarios y la aristocracia terrateniente.
- Partido Conservador («Partido Liberal Conservador»):
- El Turnismo: El sistema funciona gracias al turno pacífico de partidos (Acuerdo del Pardo 1885). Son dos partidos (Conservador y Liberal) leales a la Corona. Se reconoce el fraude electoral («pucherazo») para consolidar el turnismo en el poder. Aceptan el capitalismo y la propiedad privada.
- El Caciquismo: El liderazgo de los partidos se ejerce desde Madrid; pero, el poder local lo detentan los caciques, intermediarios entre el poder central y local:
- Controlan el poder en zonas rurales. Poseen prestigio personal en su zona.
- Encargados de gestionar los votos en esas zonas; si no sale lo que quieren usan «métodos»:
- Pucherazo: coacción para el voto y cambio del resultado final en el colegio electoral.
- Encasillado: reparto de los distritos electorales situando a un candidato que ni siquiera era de allí.
Control Social y Político
El control sobre la población se ejercía a través del apoyo moral de la Iglesia, la censura de prensa y la Ley de Imprenta.
La Constitución de 1876: Pilar de la Restauración Borbónica
Naturaleza y Contexto
La Constitución de 1876 fue un texto jurídico fundamental en la historia de España. Se promulgó el 30 de junio de ese mismo año durante el reinado de Alfonso XII y en el contexto de la Restauración borbónica. Su naturaleza es la de un documento legal que establece la organización política del país, dirigida a todos los ciudadanos e instituciones del Estado y aplicable a todo el territorio español.
Ideas Principales
Algunas de las ideas principales eran el establecimiento de una monarquía parlamentaria con un sistema de soberanía compartida entre el Rey y las Cortes, compuestas por el Senado y el Congreso de los Diputados. Otras ideas fueron la unificación jurídica en toda España, ya que se establece un único fuero legal para todos los ciudadanos en el ámbito civil y penal, y también se permite la emisión de ideas y opiniones por distintos medios.
Características Fundamentales
Las características fundamentales de esta constitución incluían un sistema bicameral con un senado mixto (designado por la corona), la potestad legislativa compartida entre el Rey y las Cortes y una administración centralizada que unificaba el marco legal en todo el país (Art. 18 y Art. 19). Se reconocían algunos derechos y libertades individuales (Art. 13) y además se establecía la religión católica como oficial del Estado (Art. 11). La Constitución se distinguía por su flexibilidad, lo que permitió su vigencia hasta 1923, debido a que se podían cambiar las leyes sin cambiar la constitución. Por último, esta constitución sentó las bases de la Restauración favoreciendo la alternancia en el poder mediante el sistema de turno pacífico entre los partidos.
La Constitución de 1931: Fundamento de la Segunda República
1. Análisis del Texto: Naturaleza, Destinatario, Ámbito Geográfico y Cronología
Nos encontramos ante un texto jurídico y político, concretamente un fragmento de la Constitución Española de 1931, redactada durante la Segunda República. Se trata de una fuente primaria de carácter legal y normativo. El destinatario del texto es el conjunto de la ciudadanía española, así como las instituciones del Estado. Tiene un ámbito geográfico nacional, es decir, se aplica a toda España. Cronológicamente, se sitúa en el año 1931, momento de grandes transformaciones políticas y sociales tras la proclamación de la Segunda República.
Ideas Principales
- España se declara una República democrática organizada bajo principios de libertad y justicia.
- Se establece un Estado laico, sin religión oficial, y se garantiza la libertad de culto.
- Se reconoce la autonomía de regiones y municipios dentro del marco territorial del Estado.
- Se prohíbe cualquier forma de discriminación por motivos de clase, religión, ideología, sexo o riqueza.
- Se introduce la posibilidad legal del divorcio por mutuo acuerdo.
Ideas Secundarias
- La consideración de las confesiones religiosas como asociaciones sin trato de favor.
- La negativa del Estado a sostener económicamente a la Iglesia y otras instituciones religiosas.
- La voluntad de construir una República integral que combine unidad y descentralización.
2. Reformas del Bienio Reformista y Oposición a las Mismas
El Bienio Reformista (1931–1933) fue una etapa en la que el gobierno republicano-socialista impulsó una serie de reformas profundas con el objetivo de modernizar el país y democratizar sus estructuras sociales y económicas. Entre las principales reformas destacaron:
- Reforma agraria: Pretendía redistribuir la tierra para mejorar la situación de los campesinos sin recursos.
- Reforma militar: Buscaba reducir el poder del ejército, profesionalizarlo y someterlo a la autoridad civil.
- Reforma educativa: Se promovió una escuela pública, laica y obligatoria, con la construcción de miles de nuevas escuelas.
- Reforma laboral: Se introdujeron medidas como el salario mínimo, la jornada de ocho horas y mejoras en los derechos sindicales.
- Reforma religiosa: Se separó la Iglesia del Estado, se secularizó la enseñanza y se limitó el poder de las órdenes religiosas.
- Reforma autonómica: Se concedió autonomía a regiones como Cataluña, abriendo la puerta a un modelo descentralizado.
Estas reformas generaron una fuerte oposición de diversos sectores:
- La Iglesia Católica rechazó las medidas laicistas que afectaban su influencia social y educativa.
- El ejército mostró resistencia ante la pérdida de privilegios y autoridad.
- Los grandes propietarios y las élites conservadoras se opusieron especialmente a la reforma agraria.
- Los partidos de derecha consideraron que las reformas atacaban los valores tradicionales.
- Los grupos revolucionarios de izquierda (como anarquistas o comunistas) criticaron al gobierno por no ir lo suficientemente lejos en sus reformas.