La Monarquía Hispánica de los Habsburgo: Poder y Conflictos en los Siglos XVI y XVII


El Imperio de Carlos V: Hegemonía y Desafíos Iniciales (1516-1556)

Carlos I de España y V de Alemania regentó un imperio que fue el resultado de la política matrimonial mantenida por los Reyes Católicos, lo que le llevó a convertirse en el soberano más importante del mundo conocido en la primera mitad del siglo XVI. Heredero de Borgoña, Flandes, Luxemburgo y el Franco-Condado, unió a ello la herencia aragonesa a la muerte de Fernando el Católico en 1516 y la castellana a la muerte de su madre, Juana I de Castilla, en 1555.

En 1517, Carlos I llegó para hacerse cargo del trono castellano-aragonés. En 1519, Carlos partió de Castilla para hacerse con la corona imperial, dejando el reino a cargo de un regente extranjero, Adriano de Utrecht.

Las Revueltas Internas: Comunidades y Germanías

Este momento fue aprovechado por una buena parte de las ciudades castellanas, que se declararon contra la autoridad real, dando origen a lo que se ha denominado la Revuelta Comunera o Guerra de las Comunidades.

La Revuelta de las Comunidades de Castilla

Primero Toledo (con Padilla), y después Segovia (con Bravo), Salamanca (con Maldonado) y otras ciudades, depusieron a las autoridades reales, que fueron sustituidas por comuneros. Sus peticiones eran:

  • Que el rey hablara castellano;
  • Que el dinero de Castilla no saliera del reino;
  • Que los cargos de gobierno fueran ocupados por castellanos;
  • Y que se protegiera la industria textil.

Las Germanías de Valencia

La sublevación de las Germanías fue casi simultánea a las Comunidades de Castilla, con Valencia como escenario principal, aunque se extendería a Murcia y Mallorca. Sus fundamentos eran más sociales, tratándose de revueltas antiseñoriales: los artesanos de los gremios de Valencia protestaron contra los nobles y comerciantes que dirigían el gobierno local y controlaban los intercambios comerciales. Aunque Carlos V reaccionó lentamente (Valencia no era tan importante como Castilla para el poder en sus reinos), finalmente ordenó al Virrey que reprimiera el conflicto. Finalmente, la rebelión fue reprimida en 1522.

La Monarquía Hispánica de Felipe II: Apogeo y Consolidación (1556-1598)

Felipe II fue hijo del emperador Carlos I y de Isabel de Portugal. Con él (1556-1598), la hegemonía española llegó a su apogeo. Desde muy joven fue preparado para desempeñar su cargo real. Tras la abdicación de Carlos I en 1556, gobernó un imperio integrado por los reinos y territorios de Castilla, Aragón, Navarra, el Franco-Condado, los Países Bajos, Sicilia, Cerdeña, Milán, Nápoles, Orán, Túnez, toda la América descubierta y Filipinas.

La Unidad Ibérica y la Expansión Territorial

A estos vastos territorios se unieron Portugal y su imperio afroasiático en 1580. La herencia austriaca, incluida la opción del Imperio Alemán, fue cedida por el Emperador a su hermano Fernando. Con Felipe II, el Imperio se volvió más netamente español y, concretamente, castellano, estableciendo la capital en Madrid desde 1561 y dirigiendo desde allí, y desde el Monasterio de El Escorial, tan vastos territorios.

Problemas Internos del Reinado de Felipe II

A nivel interno, los principales problemas fueron:

  • La sublevación de los moriscos de las Alpujarras de Granada, duramente sofocada por las tropas castellanas y que acabó con la dispersión de los moriscos por tierras castellanas.
  • La cuestión foral aragonesa, motivada por la huida de Antonio Pérez, secretario del Rey, quien se amparó en los fueros de Aragón. El soberano respondió invadiendo Zaragoza con sus tropas y dando muerte al Justicia Mayor.

Con Felipe II, la monarquía española alcanzó su apogeo, aunque también se enfrentó a un gran número de enemigos.

El Modelo Político de los Austrias: Centralización y Consejos

Los Habsburgo continuaron y desarrollaron la organización política heredada de los Reyes Católicos. Procuraron rodearse de letrados, funcionarios expertos en leyes que no pertenecían a la alta nobleza. De esta manera, apartaron a la aristocracia del poder de la Corte, permitiendo que el poder político quedara centralizado en manos de los monarcas. Esto ocurrió en mayor medida con Felipe II que con su padre, Carlos V.

La Administración Imperial

Castilla se convirtió en el centro del Imperio. En los demás reinos y posesiones se establecieron virreyes (en Aragón, Cataluña, Valencia, Nápoles, Sicilia e Indias) o gobernadores (en los Países Bajos y Milán). Estos cargos fueron ejercidos por altos nobles o miembros de la familia real.

Los Consejos y Secretarios Reales

El Rey estaba asesorado por los Consejos. Estos podían ser temáticos o ministeriales, que asesoraban sobre temas generales de la monarquía (Estado, Guerra, Hacienda, etc.), o territoriales, encargados de un territorio concreto (Castilla, Aragón, Indias, Italia, etc.). Estaban formados por letrados, nobles y alto clero, y tenían un carácter meramente consultivo. El Rey tenía la última palabra. Carlos V y Felipe II despacharon los asuntos cotidianamente con consejeros de su máxima confianza, los secretarios, quienes actuaban como intermediarios entre el rey y los Consejos. Algunos, como Antonio Pérez con Felipe II, alcanzaron una gran influencia. El desarrollo de la política exterior obligó al mantenimiento de una diplomacia activa en las principales capitales europeas: Roma, París, Londres y Viena.

Los Austrias Menores del Siglo XVII: Validos y Crisis Internas

La principal innovación en el funcionamiento del sistema político de la monarquía española en el siglo XVII fueron los validos.

El Gobierno de los Validos

Los validos eran personajes, miembros de la aristocracia, en quienes el rey depositaba su total confianza. El monarca se desentendía de las labores de gobierno, y el valido tomaba las principales decisiones. El valido era un primer ministro con plenitud de poderes que gobernaba en nombre del rey. Normalmente, vivían en la corte, donde forjaban su amistad con el soberano, quien depositaba en ellos toda su confianza hasta el punto de ser ellos quienes tomaban todas las decisiones, tanto en política interior como exterior. Por otra parte, su utilización tenía una gran ventaja: el rey nunca era responsable de una decisión errónea, pues él no la había tomado, de forma que las críticas recaían sobre el valido, quien, además, era fácilmente sustituido por otro.

Principales Validos por Reinado

  • Felipe III: Duque de Lerma y Duque de Uceda.
  • Felipe IV: Conde-Duque de Olivares y Luis de Haro.
  • Carlos II: Padre Nithard, Fernando Valenzuela (durante la Regencia de Mariana de Austria, 1665-1675), Don Juan José de Austria, Duque de Medinaceli y Conde de Oropesa.

Conflictos Internos y Crisis del Siglo XVII

A lo largo del siglo XVII, bajo el mandato de los Austrias Menores, la monarquía se vio aquejada de múltiples conflictos internos. Las tensiones políticas, unidas a la profunda crisis económica y social, fueron las causantes de la conflictividad.

  • Felipe III continuó la política de intolerancia religiosa: en 1609, decretó la expulsión de los moriscos. Esta medida afectó especialmente a los reinos de Aragón y Valencia, y provocó el despoblamiento de determinadas zonas y la falta de mano de obra agrícola.
  • El valido de Felipe IV, el Conde-Duque de Olivares, trató de que los demás reinos peninsulares colaboraran al mismo nivel que Castilla en el esfuerzo bélico que agobiaba a una monarquía con graves dificultades financieras.
  • El último de los Austrias fue Carlos II, enfermizo y débil, posiblemente debido a los matrimonios consanguíneos. Durante su reinado se sucedieron los validos, lo que generó una sensación general de desgobierno.

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