El Teatro en la Antigua Roma: Orígenes, Géneros y Protagonistas
El teatro no tuvo en Roma el mismo significado e importancia que en Grecia. Para los romanos, las representaciones eran ludi scaenici; esto es, juegos, entretenimiento.
El género dramático, por razón de su doble carácter —texto y espectáculo—, presenta unas características peculiares, pues desborda el marco de la propia literatura.
Institucionalización y Espacios Teatrales
A partir del año 240 a. C., las representaciones teatrales se institucionalizaron en Roma. Las representaciones llegaron a ser cinco. En el año 55 a. C., Pompeyo inauguró el primer teatro estable en Roma. Años más tarde, Augusto inauguró el Teatro de Marcelo, al que se unió muy pronto el Teatro de Balbo. Poco a poco se fueron construyendo teatros por todo el Imperio.
Actores y Puesta en Escena
Los actores se agrupaban en compañías, al frente de las cuales figuraba una especie de director general y productor, al que podía acompañar el escenógrafo, responsable de los aspectos prácticos de la puesta en escena.
Los actores eran tres para cada obra, a los que se añadía, al menos, un músico, que acompañaba con la flauta los pasajes musicales. Esos actores eran siempre varones; las mujeres solo podían actuar en los mimos. Los actores llevaban máscaras, un calzado especial, así como un vestuario acorde con el género.
El Público Romano
El público era bullicioso, inquieto y participativo, especialmente en las comedias. Valoraban sobre todo los movimientos y los gestos en los actores cómicos, mientras que en los trágicos, lo que más se apreciaba era la voz.
En la literatura latina se habla de fabula, que era cualquier obra dramática escrita en verso. Los tipos de fabulae que existían en Roma eran:
- Fabula cothurnata: tragedia de tema griego.
- Fabula praetexta: tragedia de tema romano.
- Fabula palliata: comedia de tema griego.
- Fabula togata: comedia de tema romano.
La Tragedia Romana
Conocemos muy poco la tragedia romana. Los datos de autores y tragedias que tenemos, ordenados cronológicamente, son los siguientes:
- Livio Andrónico
- Cneo Nevio
- Quinto Ennio
- Pacuvio: Escribió doce tragedias de tema griego y una de tema romano.
- Accio: Cultivó tanto la tragedia de tema griego como la de tema romano. Escribió Brutus.
- Séneca: Fue el gran escritor de tragedias en la antigua Roma.
Séneca: Filósofo y Dramaturgo
Séneca fue un filósofo y político. Escribió diez tragedias; nueve de tema griego y solo una de tema romano. Son estas:
- De tema griego: Hercules Furens, Agamenón, Thyestes, Medea. En estas tragedias, Séneca usó el mito como pretexto para exponer sus propias ideas filosóficas y morales, dejando a un lado a los dioses y centrándose en las grandes pasiones del alma humana. Las decisiones que toman los protagonistas se someten al juicio moralizante del autor.
- De tema romano: Octavia.
No obstante, sus obras no calaron en el público romano. Quizá Séneca escribió tragedias como pretexto para dar a conocer sus ideas, pero estaban cargadas de artificios barrocos; por ello, difícilmente podían conquistar a un público que carecía del nivel cultural para apreciarlas.
La Comedia Latina: Triunfo y Características
En Roma, el género cómico sí triunfó. Así, aun partiendo siempre de temas griegos, Plauto y Terencio lograron que los romanos se sintieran identificados con el género, tomaran parte activa en el espectáculo y disfrutaran con él.
Personajes Tipo en la Comedia Romana
Los personajes que dan vida a esas acciones dramáticas son tipos; es decir, responden a unos rasgos determinados que los hacen reconocibles e identificables a los ojos del público.
La galería de tipos es amplia: el joven enamorado, la joven doncella, el viejo verde, el soldado fanfarrón…
Pero de entre todos ellos, hay dos tipos que son esenciales en la comedia plautina: los esclavos y los parásitos:
- El esclavo: En la comedia latina destaca el esclavo listo, que sabe más que el amo, que no para quieto y que termina atando todos los cabos de la intriga.
- El parásito: Este personaje vive del cuento, sobrevive a mil peripecias y, amenazado permanentemente, acaba por salir airoso, ya que tiene la habilidad de acertar en el momento oportuno.
Estructura de la Comedia Latina
La estructura de la comedia latina es la siguiente:
- El prólogo: Una divinidad, un personaje simbólico o un actor explica el argumento y trata de captar la atención y el favor del público.
- La representación: En cinco actos de duración e importancia desigual, que alterna partes recitadas con otras cantadas.
Las comedias duraban menos de dos horas. Los metros eran variados, pero el más empleado era el senario yámbico.
Plauto: Maestro de la Comedia
En Roma, Plauto adquirió un notable conocimiento de las letras griegas y triunfó en el mundo del teatro.
La obra de Plauto es muy extensa. Se le atribuyeron más de un centenar de obras, pero tan solo conocemos veintiuna. Todas ellas son de tema griego. Los títulos que se consideran genuinos de Plauto son: Asinaria, Aulularia, Captivi, Bacchides, Rudens. Encierran tramas de intriga y enredo, siguiendo el esquema de la comedia griega. Los argumentos se repiten, igual que se repiten los personajes tipo y el gusto por el amor y el dinero.
Los temas que trata Plauto en sus comedias son: las bodas entre personas de clases sociales diferentes, los viajes que acaban en naufragios con inesperados supervivientes, los equívocos entre gemelos, los reencuentros de padres e hijos al cabo de los años o los ancianos que tienen la posibilidad de encontrar el amor en la recta final de sus vidas. Plauto es maestro consumado de la lengua: cuando los personajes tienen que razonar y argumentar, lo hacen con los mejores esquemas de la retórica antigua; el espectador siente que los personajes están cercanos a él y, de algún modo, se identifica con ellos.
Terencio: La Comedia Psicológica
Terencio era un joven esclavo manumitido por su amo en Cartago. Siguiendo los consejos de su amo, se formó y llegó a entrar en contacto con el círculo aristócrata y culto de los Escipiones. Conoció y sintió predilección por los comediógrafos griegos, y plasmó en sus propias comedias esa atmósfera y ese lenguaje refinado y fino, un tanto alejado del pueblo llano. Conservamos tan solo seis de sus comedias: Adelphoi, Hecyra, Eunuchus.
Las obras de Terencio consisten en comedias psicológicas, donde interesan más los propios protagonistas que la acción que puedan desarrollar y la reacción que puedan producir en el público. Todas ellas comienzan con un prólogo que Terencio escribía para defenderse de los que lo criticaban de plagio. Terencio no buscaba la risa fácil, sino la reflexión a partir de una trama compleja y entretenida. Su lengua es refinada, sin registros, uniforme, con lo que da una impresión de monotonía que a veces roza la pesadez. Las obras de Plauto se acercan bastante a lo que hoy conocemos como farsa, mientras que la obra de Terencio roza lo que hoy llamamos melodrama.
Los Historiadores Romanos: Cronistas del Imperio
Historiadores de Época Republicana
Los primeros pasos de la historia de Roma se encuentran en el trabajo de los analistas, muchos de ellos funcionarios con acceso a los documentos oficiales, que levantaban acta de los hechos políticos, religiosos y sociales más relevantes año a año. Los analistas más señalados fueron: P. Cornelio Escipión y Catón, quien escribió Orígenes.
Julio César: El Historiador Innovador
Julio César fue, sin duda, una figura fundamental en la historia de Roma. Tal vez no fue un historiador de acuerdo con los cánones tradicionales, pero sí fue un innovador en el campo de la historia.
Su obra histórica lleva por título Commentarii rerum gestarum, que comprende De bello Gallico, en siete libros, y De bello civili, en tres libros.
- De bello Gallico: Trata de la guerra de las Galias. César escribió esta obra, que es una especie de diario de campaña. Aquí César escribe en primera persona o, casi siempre, en tercera persona, cuando intenta distanciarse de los hechos, procurando explicar solo lo fundamental. La sensación de inmediatez y de vivacidad que produce la lectura del texto es inevitable.
- De bello civili: Cuenta los avatares de la guerra civil llevada a cabo entre él y Pompeyo. César hace más hincapié en su faceta como estadista que como militar. Narra las sesiones del Senado y vuelve a explicar sus maniobras militares y sus decisiones tácticas. Aunque casi siempre en estilo indirecto, inserta discursos en sus relatos, lo que contribuye a romper la monotonía que va unida con frecuencia a la actividad castrense.
Salustio: El Historiador de las Causas
Salustio, contemporáneo de César, prefirió centrarse en episodios concretos de los que, o bien fue testigo directo o bien pudo documentarse con gran exactitud, para extraer de ellos las pertinentes conclusiones y aplicarlas al acontecer de su tiempo.
Son tres sus obras principales:
- Historias: Han llegado a nosotros en estado muy fragmentario.
- La conjuración de Catilina: Narra el intento fallido de revolución protagonizado por Catilina, quien fracasó en su intento de conseguir el consulado en el mismo año en que lo obtuvo Cicerón.
- La guerra de Yugurta: Relata el enfrentamiento bélico entre Roma y Yugurta.
A diferencia de César, que se interesa más por los hechos concretos, Salustio se interesa por sus causas. No le bastaba con narrar los acontecimientos, tenía que explicarlos y analizar los factores que los determinaban. Salustio dice mucho con pocas palabras. Relata lo esencial. Los discursos, en boca de los protagonistas, están al servicio de una mejor comprensión de los acontecimientos. Arcaísmos fonéticos y morfológicos, y empleos poco usuales del infinitivo abundan en su obra como rasgos de estilo para llamar la atención del lector.
Cornelio Nepote: El Biógrafo
Cornelio Nepote escribió De viris illustribus. Compuesta por dieciséis libros, solo conservamos uno, que contiene biografías de generales no romanos. Nepote optó por la biografía, en la idea de que son las grandes figuras de la política y de la milicia las que marcan los trazos de la historia.
Tito Livio: La Historia Monumental de Roma
Tito Livio escribió la historia de Roma desde su fundación. Su obra se titula Ab urbe condita, que constaba de 142 libros, divididos en grupos de diez, llamados décadas.
Para llevar a cabo este trabajo, Livio encontró varios problemas y dificultades:
- La falta de información.
- La dificultad para acceder a archivos, públicos y privados.
- La carencia de formación política de tipo práctico.
Compuso de forma rápida una historia que no es ni muy original ni muy crítica, aunque sí es muy completa e imparcial. Tito Livio dotó a esta historia exhaustiva de un contenido didáctico. En ella trazó la imagen del romano ideal: heroico, trabajador, constante, amante de la tradición, respetuoso con sus dioses. Pero, aunque Livio hace una narración detallada de los hechos, sus análisis y sus explicaciones son escasos. Su historia está escrita en cierto modo con el corazón; en ella manifiesta la idea de que el renacimiento de los valores antiguos es la clave para la regeneración que Roma necesita.
Historiadores de Época Imperial
En los comienzos del Imperio, la vida cultural se empobreció, pues los emperadores controlaban a los intelectuales. Los historiadores más importantes de esta época fueron: Veleyo Patérculo y Valerio Máximo.
Tácito: El Cronista del Siglo Convulso
Tácito fue un personaje de familia noble y un político activo que subió todos los peldaños del cursus honorum. Escribió una obra histórica que daba un repaso a todo lo sucedido a lo largo de un siglo convulso en la historia del Imperio Romano. Estas obras fueron:
- Diálogos de los oradores
- Agrícola
- Germania
- Historias
- Anales
Tácito pensaba que las obras históricas debían tener estas características:
- Función moralizante.
- Obra científica.
- Puede ser también un documento literario.
Suetonio: Biografías Imperiales
Después de Tácito, asistimos a una mejoría de Roma en los aspectos políticos y culturales. Suetonio tuvo acceso directo a la correspondencia de los emperadores. La obra de Suetonio se titula Vida de los Césares.
Amiano Marcelino: El Último Gran Historiador
Amiano Marcelino escribió Res gestae.
La Poesía Latina: Épica y Lírica
La Poesía Épica Latina
La poesía épica latina es el resultado de elaboraciones poéticas, y no el fruto de poner por escrito sagas y hazañas de héroes difundidas oralmente generación tras generación.
Frente a esa corriente de épica heroica, encontramos en la literatura latina una épica culta, consecuencia de la voluntad compositora de diversos autores. Los propios poetas determinaron los temas que deseaban tratar y designaron las leyes o características básicas del género. Esta creación mantenía sus esquemas: verso dactílico, personajes elevados y tono grandilocuente.
Los escritores latinos redactaron obras llamadas a perdurar y a marcar un hito en la literatura. La gesta que se cantó y se tomó como modelo fue el enfrentamiento con Cartago: las Guerras Púnicas. Después, se fueron mitificando otros enfrentamientos, hasta que el cantar de gesta cedió su sitio a la prosa historiográfica, más interesada en narrar hechos que en cantar hazañas.
Así pues, dos son las fuentes de la épica romana: la tradición épica griega (Ilíada y Odisea) y las gestas de romanos ilustres en el campo de batalla.
Principales Poemas Épicos y Autores
Es difícil trazar una línea cronológica coherente, ya que el género carece de una continuidad y los poemas se suceden sin que unos parezcan influir sobre otros. Siguiendo un orden cronológico, estas son las obras épicas latinas:
- El primer texto épico es obra de un pionero de origen griego, Livio Andrónico, quien enseñó griego en Roma y tradujo al latín la Odisea.
- Cneo Nevio escribió un Bellum Poenicum, que narra los enfrentamientos armados de la Primera Guerra Púnica, en la que el autor participó como combatiente.
- Años más tarde, Ennio compuso los Anales, extenso poema en dieciocho libros. Narraba la historia de Roma desde su fundación hasta la época misma del autor. La mayoría de los hechos narrados corresponden a la Segunda Guerra Púnica.
- Virgilio escribió La Eneida, la obra más importante de la épica latina.
- Pocos años más tarde de la muerte de Virgilio, Lucano escribió Bellum Civile, obra que la posteridad ha inmortalizado con el nombre de Farsalia, y que narra el enfrentamiento armado entre César y Pompeyo.
- Silio Itálico escribió Punica, que intenta mitificar el enfrentamiento de Roma con Cartago y se centra en la Segunda Guerra Púnica.
- Valerio Flaco escribió en ocho libros Argonautica.
- Papinio Estacio escribió Tebaida y la Aquileida.
Virgilio y La Eneida: La Obra Cumbre
Virgilio nació cerca de Mantua; estudió en Cremona y Milán, y posteriormente en Roma. Fue un personaje distinguido en la corte del emperador Octavio Augusto, quien le apoyó y admiró en todo momento, al igual que su buen amigo Mecenas. La muerte le sorprendió al regreso de un viaje a Grecia, en Brindisi.
Su producción es poco numerosa, pero variada y significativa para la literatura latina. Sus tres obras principales son: Églogas, Geórgicas y Eneida.
La Eneida narra las aventuras de Eneas, el héroe troyano, desde su salida de Troya hasta su llegada a las costas de Italia. Una vez allí, narra los combates que sostiene contra los habitantes del Lacio hasta conseguir la victoria y la correspondiente recompensa: el matrimonio con Lavinia, hija del rey Latino. Queda así Eneas en disposición de fundar una nueva estirpe en Italia: la del pueblo romano.
La Eneida se compone de doce libros. Posee una musicalidad exquisita que solo se percibe en plenitud si se procede a leerla total o parcialmente en voz alta. Alejada del primitivismo y la tosquedad de los primeros poemas épicos en lengua latina, La Eneida, sencilla y profunda a un tiempo, es sin duda una auténtica joya.
La Poesía Lírica Latina
La poesía lírica es la expresión de los sentimientos por medio de la palabra. Este género literario se caracteriza por la subjetividad.
La poesía lírica se cultivó en Grecia desde tiempos muy antiguos con una serie de requisitos formales: empleo de determinados metros y estructuras, acompañamiento musical… Entre los poetas más destacados de la lírica griega encontramos a:
- Safo: Poetisa que dedicó su obra al amor expresado con sencillez, ternura y pasión. Escribió poemas personales y por encargo.
- Píndaro: Destacan sus epinicios, dedicados a los ganadores de competiciones atléticas y su poesía coral.
El siglo I a. C. se caracteriza por el desencadenamiento de una multitud de luchas políticas que terminan con la figura de Julio César, convertido en dueño del mundo mediterráneo. En Roma se produjo un cambio de mentalidad donde el individuo adquiere mayor importancia. A mitad de siglo aparece un grupo de poetas neotéricos, renovadores de la poesía latina que propugnaban el abandono de la épica por pequeñas composiciones de pureza estética, propiedad en el lenguaje y perfección métrica.
Catulo: El Poeta del Amor
Catulo se le considera un poeta versátil, aunque destaca en temática amorosa. Su obra, de 116 poemas, puede dividirse en tres bloques:
- Primera parte: Comprende poemas cortos de metros y contenidos variados.
- Segunda parte: Mayor extensión de los poemas y versos alejandrinos, como»Las bodas de Tetis y Peleo«.
- Tercera parte: Es un conjunto de epigramas.
Virgilio: La Lírica Pastoril
Virgilio destaca por la creación de una obra lírica muy importante llamada Las Bucólicas, de tema pastoril.
El siglo I d. C. se caracteriza por la confianza que el pueblo da al emperador Augusto y por una paz y prosperidad constante. Augusto decidió regular la moral pública con el sostén de un círculo literario-cultural dirigido por un noble llamado Mecenas.
Horacio: El Maestro de la Oda y la Sátira
Horacio, hijo de un recaudador de impuestos, y con una buena educación en Roma y en Atenas. A su vuelta, en el círculo de Mecenas, gozó de una situación acomodada que le permitió entregarse a la literatura. Sus obras fueron:
- Epodos: Composiciones de temas novedosos que tratan sobre rivalidades literarias y políticas, críticas a personajes públicos, etc. El más conocido es el»Beatus ille«, de tema bucólico.
- Odas: Composiciones líricas que intentan crear una poesía que rivalice con la griega. Suelen ser de temas político-nacionales, temas religiosos, de ética y moral.
- Carmen Saeculare: Augusto lo encargó componer para los Juegos Seculares.
- Sátiras: Dos volúmenes que versan sobre retratos irónicos que denuncian temas como la estupidez, la ambición y la codicia.
- Epístolas: 23 cartas poéticas en dos libros.
Sabemos que algunas frases que Horacio utiliza se han convertido en expresiones que han tenido mucho éxito en la filosofía, en la literatura universal e incluso en el habla popular como beatus ille y carpe diem. A esto lo llamamos tópicos horacianos.
La Elegía Latina: El Canto del Sentimiento
La elegía es un subgénero de la lírica destinado sobre todo a la expresión del dolor como profundo sentimiento humano. Normalmente escrita en dísticos elegíacos. Los autores que destacan son:
- Tibulo: Escribió una colección de elegías en las que huye de la ornamentación y de la erudición pedante.
- Propercio: Escribió cuatro libros de elegías donde canta la pasión amorosa del poeta, mezclando la pasión y la erudición. La evocación a mitos es constante y la mezcla de lenguaje culto y coloquial muy abundante.
- Ovidio: De acaudalada familia, quiso mantenerse independiente de cualquier círculo. El destierro que sufrió en Tomis marcó considerablemente su vida, muriendo allí de pena.
Su poesía es de una validez formal extraordinaria y de elegancia asombrosa. Se caracteriza por una ausencia de sentimientos profundos dentro de su obra. Puede estar dividida en dos grandes etapas: la juventud y el destierro. En las obras de juventud destacan: Amores y Heroidas. En las obras del destierro destacan: Tristia y Epistulae ex Ponto.