Capítulo I: El Principio de Utilidad
Fundamentos del Principio de Utilidad
Según Bentham, el principio de utilidad ha de ser un criterio que guíe la actuación del legislador.
Una mayor riqueza supone una mayor utilidad en términos absolutos, pero un crecimiento de la riqueza de una dimensión dada implica un mayor aumento de utilidad en el individuo pobre que en el rico.
Condiciones para la Eficacia
Para su eficacia, el principio de utilidad tiene que cumplir tres condiciones:
- Tener nociones claras y precisas del concepto de utilidad.
- Establecer la unidad de medida.
- Hallar el método o clave para calcular la utilidad.
Definición de Utilidad y Conceptos Asociados
La utilidad es una palabra abstracta que designa la propensión o tendencia de una cosa a preservarse de cualquier mal o a proporcionar cualquier bien.
- Mal: es pena o dolor, o causa de dolor.
- Bien: es placer, o causa de placer.
Lo que es conforme a la utilidad o al interés de un individuo es lo que tiende a aumentar la suma total de su bienestar.
Principios Derivados de la Utilidad
- Un principio es una idea primitiva de la que se forma la raíz o la base de los razonamientos.
- La lógica de la utilidad consiste en tomar por norma el cálculo o la comparación de las penas y los placeres en todas las operaciones del juicio, y no dar entrada a otras ideas que estas.
- Se es partidario del principio de utilidad cuando se arregla la aprobación o desaprobación hacia un acto privado o público por su tendencia a producir penas y placeres. La virtud solo es bien en cuanto a los placeres que derivan de ella; el vicio solo es un mal por las penas de que es causa. El bien moral solo es bien por su tendencia a producir bienes materiales; el mal moral solo es mal por causar males físicos.
Si así se hallase en el catálogo público de los delitos alguna acción indiferente, algún placer inocente, no se repararía en transportar este supuesto delito a la clase de los actos legítimos.
Riqueza y Felicidad: Relación y Distribución
Cuando se habla del efecto de una porción de riqueza sobre la felicidad, es siempre haciendo abstracción de la sensibilidad particular de los individuos y de las circunstancias exteriores en que estos pueden hallarse.
- Cuando está en manos de los interesados: cada porción de riqueza tiene una porción correspondiente de felicidad.
- Entre los individuos que tengan fortunas desiguales, el que tiene más riqueza tiene más felicidad.
- El excedente en felicidad del más rico no será tan grande como su excedente de riqueza.
- Cuanto mayor es la desproporción entre las dos masas de riqueza, tanto más probable es que exista una desproporción de igual consideración entre las masas correspondientes de felicidad.
- Cuanto más próxima esté la proporción actual a la igualdad, tanto más grande será la masa total de felicidad.
Es necesario aplicar la sensibilidad particular.
Verdad de Hecho
El hombre que ha nacido en el seno de la opulencia no es tan sensible a ella como el que ha sido el autor de su fortuna. El placer de adquirir, y no la satisfacción de poseer, es lo que da los mayores goces.
Proposiciones sobre la Distribución de la Riqueza y la Felicidad
Primera Proposición: Porción de Riqueza en Manos de un Nuevo Poseedor
Una porción de riqueza, a fuerza de divisiones, puede quedar reducida al extremo de no producir felicidad para ninguno de los copartícipes. Sucedería si la porción de cada uno fuera el valor de la moneda más pequeña conocida.
Segunda Proposición: Felicidad y Fortunas Iguales
La masa total de felicidad será mayor entre los copartícipes de fortunas iguales, según la distribución de una porción de riqueza que mantenga esta igualdad.
Tercera Proposición: Felicidad y Acercamiento a la Igualdad
Será tanto mayor la masa total de felicidad entre copartícipes de fortunas desiguales cuanto más contribuya la distribución a acercarlos a la igualdad.
Conservación y Pérdida de la Riqueza
Todo hombre espera conservar lo que tiene, y no solo que lo conserve, sino que lo aumente.
Primera Proposición: Desfalco de Riqueza y Felicidad Individual
El desfalco de una porción de riqueza producirá en la masa de felicidad de cada individuo un efecto más o menos grande, en razón a la relación de la parte perdida con la parte restante.
Segunda Proposición: Pérdida Repartida en Fortunas Iguales
En fortunas iguales, cuanto mayor sea el número de personas entre las que una pérdida dada se halle repartida, tanto menor será el desfalco que resulte de ella a la masa total de felicidad.
Tercera Proposición: Partes Alícuotas Impalpables
Llevada a cierto extremo la repartición, hace impalpables las partes alícuotas. El desfalco a la masa de la felicidad llega a ser insignificante, casi nulo.
Cuarta Proposición: Distribución de Pérdidas en Fortunas Desiguales
En fortunas desiguales, el desfalco de felicidad producido por un desfalco de riqueza sería tanto menor cuanto más la distribución de la pérdida fuese hecha con la mayor igualdad posible.
Aplicaciones del Principio de Utilidad
Los principios de los seguros mutuos, fundados sobre un cálculo de las probabilidades, no son más que el arte de distribuir las pérdidas entre un número grande de asociados para hacerlas más soportables o casi nulas.
Es preciso no favorecer la indolencia y la imprudencia que descuidarían las precauciones contra los delitos.
Los principios que hemos establecido podrían servir igualmente para arreglar la distribución de una pérdida entre muchas personas encargadas de una responsabilidad común. Vamos a determinar el efecto de una porción de riqueza que, para pasar a las manos de un individuo como ganancia, tiene que salir de las de otro como pérdida:
- Proposición: La disposición que resultaría en una mayor suma de felicidad entre competidores con fortunas iguales, donde unos ganan a costa de las pérdidas de otros, sería aquella que favoreciera al defensor de lo suyo y excluyera las pretensiones del demandante.
- En bienes desiguales, si el que pierde fuese el menos rico, el mal de la pérdida se agravaría debido a la acentuación de la desigualdad.
- Si el que pierde fuese el más rico, el mal causado por el ataque hecho a la seguridad quedaría en parte compensado por el bien proporcionado al progreso conseguido hacia la seguridad.