Toma de Decisiones
El razonamiento no solo consiste en deducir conclusiones a partir de unas premisas o en determinar la probabilidad de un juicio inductivo, sino también en tomar decisiones sobre problemas prácticos de la vida cotidiana, lo que implica una dimensión social. Tomar decisiones significa elegir entre varias alternativas, aceptando que las consecuencias de nuestra elección pueden ser inciertas.
Pasos Fundamentales para Decidir
Para tomar decisiones de manera adecuada, es fundamental seguir ciertos pasos:
- No actuar sin reflexionar: Evitar la impulsividad y analizar la situación antes de decidir.
- Evaluar todas las alternativas disponibles: Considerar cuál creemos que es la mejor opción.
- Anticipar las consecuencias de nuestras acciones: Analizar ventajas e inconvenientes según nuestros objetivos y asumir la responsabilidad de los resultados.
Recomendaciones de Daniel Wheeler e Irving Janis
Los psicólogos Daniel Wheeler e Irving Janis recomiendan seguir estos pasos para tomar decisiones de un modo más sensato:
- Acepta el reto: Si el problema o la oportunidad son reales, no deben ignorarse ni postergarse, ya que evadir la responsabilidad solo complica la situación. No lo racionalices, no le des largas, no esquives tu responsabilidad.
- Busca alternativas: Especifica tus metas y el modo de alcanzarlas. Para cada alternativa, realiza un análisis de las diferentes opciones y evalúa las ventajas e inconvenientes. Las personas que proceden así se lamentan menos y son más fieles a la decisión que adoptaron.
- Formula un compromiso: Elige aquella alternativa que te aporte más beneficios, aunque implique un esfuerzo adicional. Valoramos más lo que nos cuesta.
- Mantén tu decisión: Prevé las dificultades y prepárate para afrontarlas. Evalúa las consecuencias de tu acción.
Errores Comunes al Tomar Decisiones
Identificar y evitar estos errores es crucial para una toma de decisiones efectiva:
- Rapidez: Tomar decisiones apresuradas, sobre todo en caminos complejos, puede llevar a cometer errores; la impulsividad rara vez es buena consejera.
- Egoísmo: Considerar solo los propios intereses, sin tener en cuenta el impacto en los demás.
- Procrastinación: El aplazamiento continuo de decisiones, el dejarlo todo para mañana.
- Delegación: Delegar el problema en otra persona para evitar enfrentarlo es una forma de evadir la responsabilidad.
- Inseguridad en el criterio: Si alguien no tiene confianza en su criterio, le resultará difícil decidir con seguridad.
- Inmediatez: No considerar las consecuencias a largo plazo o decidir solo con base en el beneficio inmediato.
- Ceguera: No reconocer que existe un problema.
Pensamiento Crítico
El pensamiento crítico es la base de la filosofía y una característica distintiva de los humanos en la edad adulta, que consiste en no aceptar algo completamente sin cuestionarlo. Es una habilidad cognitiva que permite analizar, evaluar las ideas y realizar un juicio reflexivo, es decir, cuestionar un tema antes de aceptarlo como verdadero basándose en razones lógicas y no en emociones o datos anecdóticos.
Este tipo de pensamiento implica no solo comprender la información, sino también examinar su validez, identificar sesgos, reconocer falacias lógicas y formular juicios bien fundamentados. El pensamiento crítico requiere un esfuerzo consciente para evitar suposiciones erróneas y prejuicios. Los pensadores críticos explican los nuevos acontecimientos, reconocen las consecuencias de sus investigaciones y aplican sus conocimientos a los problemas sociales.
Características del Pensamiento Crítico
- Búsqueda de la verdad: No solo analiza los hechos o ideas, sino que también reconoce la responsabilidad y las consecuencias éticas del conocimiento, lo cual es fundamental para actuar de manera responsable.
- Confianza en la racionalidad y en la investigación: Implica aceptar las razones lógicas y la evidencia.
- Libertad: Su base es el pensamiento crítico, ya que es fundamental tener ideas propias, aunque no sean originales. Implica la autonomía en el pensamiento, es decir, la capacidad de generar argumentos propios y ejercer el libre albedrío, diferenciándose de la libertad externa (física, de movimiento, religión, etc.). Se opone a la heteronomía, que es la dependencia de argumentos o ideas externas.
- Rechazo del pensamiento mágico (según René Descartes): Consiste en no creer en elementos sobrenaturales como brujas o dragones.
- Tolerancia a la incertidumbre: Es fundamental, ya que tiene una potente base social que fomenta la apertura hacia los demás.
- Metacognición: Es la base del autoconocimiento y del autocontrol que podemos establecer sobre nuestros procesos mentales cognitivos y, por tanto, sobre nuestros actos. Se alinea con el concepto kantiano de crítica, entendido como el conocimiento de los propios límites. Implica la capacidad de observarse y autoevaluarse desde una perspectiva externa, especialmente en cuanto a la actitud.